A escondidas (Ben)

Que Martha viviera en otra ciudad era realmente una maravilla, porque había tenido ganas de llamar a Ben desde que nos habíamos visto en la biblioteca y sabía que las chances que tenía de encontrarme con él en un sitio menos escalofriante que la Antigua Iglesia sin ser vistos eran pocas. Pero habían pasado ya unos días y no podía seguir evitando el deseo que tenía verlo.
"Estás sólo?" le dije apenas me atendió el móvil. "Es decir, puedes hablar?" murmuré mientras estaba tumbada en mi cama.

Martha no era la mujer de mis sueños pero estar con ella se había vuelto fácil, ella no molestaba más de la cuenta si Alma no andaba cerca y tenía que reconocer que no le estaba siendo muy fiel.... Así que si, era fácil estar con ella, me divertía con ella y al mismo tiempo me sentía querido. ¿Qué mas se podía pedir?

Ese día estaba todavía por casa cuando sonó mi móvil. Era Alma. Sinceramente hacía mucho que esperaba su llamada así que no dudé en cogerlo- Si, puedo hablar... Dime- dije esperando mientras me sentaba en el sofá con el móvil.

-Me has extrañado?.- le pregunté sin cortarme enseguida y sin disimular la picardía tampoco. -Es que... Tengo ganas de verte. Estaba aburrida en casa y me han dado ganas de ir de copas, crees que puedas escaparte un rato para quedar conmigo?.- murmuré mientras jugaba un poco con mi cabello tumbada en la cama.

- Un poco...-reconocí sin andarme por las ramas, no pensaba mentir, en cierta manera si que la había "extrañado", desde el último encuentro había estado esperando a que me llamara y la había deseado mucho. Sonreí después cuando me ofreció eso de ir de copa- No suena mal... Claro que podré escaparme un rato. ¿Donde nos vemos?- la pregunté sin poder evitar sonreír un poco imaginandome lo bien que podía acabar la noche.

Sonreí cuando reconoció sin rodeos que me había extrañado un poco. -En Baby-Black, en media hora.- le dije enseguida mordiéndome el labio. -Ponte guapo, vale? Y perfúmate bien que hoy no quiero andar a las apuradas.- susurré con picardía enseguida.

Sonreí sin poder evitarlo por todo lo que me decía- Allí estaré... Y tranquila, que seré todo tuyo esta noche- susurré con mucha picardia cuando dijo que no quería ir hoy a las apuradas. Yo tampoco en realidad.- Ahora te veo...-dije simplemente antes de colgar. Tenía que ducharme, que "ponerme guapo" y que estar allí en apenas media hora.

Sonreí cuando dijo eso y apenas cortar ya me metí en la ducha para arreglarme también, me tenía totalmente entusiasmada el quedar con él. No entendía porqué no lo había hecho antes... Salí de la ducha, me vestí y ya se me estaba haciendo tarde, sali de casa a las corridas ¿porque demoios le había dicho media hora?¿que necesidad de apurar? en fin... ya estaba hecho.

Llegué al bar en coche y a bastante velocidad, aparqué enseguida y entré comenzando a caminar hacia la barra. Se me había hecho tarde y efectivamente allí ya estaba Ben esperando. -Ey, guapo. sonreí a su espalda.

Spoiler:

Al final me sobró incluso tiempo. Seguramente fuera de las pocas veces que iba puntual a un sitio... Me vestí y salí enseguida de casa.

Spoiler:

Me monté en el coche y puse rumbo hacía el Baby-Black. Una vez dentro miré alrededor y vi que Alma todavía no había llegado así que me acerqué a la barra y me pedí algo de vodka mientras hacía tiempo. Justo estaba en eso cuando escuché su voz a mi espalda y me di la vuelta para mirarla- Ya pensaba que te habías acobardado...-murmuré de broma mientras la miraba de arriba a abajo sin cortarme ni un poco, deteniendo mi mirada sobre todo en sus largas piernas al descubierto.

Sonreí cuando dijo eso y me hizo gracia que me mirara sin cortarse. -No soy muy de acobardarme... Es bueno que lo vayas sabiendo.- dije con picardía sentándome en la barra y cruzando mis piernas despacio antes de pedirme también un vodka. -Además te "cité" yo, qué clase de chica sería si luego te diera plantón.- murmuré entrecerrando los ojos y picándolo un poco por lo del baño en el evento de la universidad. El camarero me sirvió vodka y agradecí con una sonrisa antes de beber un poco.

Sonreí levemente- No lo sé, es que las chicas soy muy raras...-dije sonriendo medio de broma por eso último que decía. Se pidió también una copa de vodka y sonreí antes de coger mi propia copa y beber un poco- ¿Cómo estas?- pregunté ya después por no quedarnos en silencio.

-No sé con qué chicas te juntas tú, pero yo soy normalita.- dije mirándolo con una sonrisa y jugando de paso un poco con el vaso de vodka antes de beber otro poco. -Bien, supongo que intentando reconstruir un poco lo que sea que me ha pasado los últimos días... pero ya no pienso enloquecerme por eso. He tenido algunas respuestas más claras y supongo que también he encontrado al "chico misterioso".- murmuré con una pequeña sonrisa mirándolo a ver qué cara ponía.

Asentí, yo también había decidido que no iba a enloquecerme por eso, había sido una borrachera seguramente muy mal llevada y alguien nos habría querido gastar una broma con eso de la foto y ya.- ¿Si?- dije sonriendo levemente cuando dijo que había encontrado al "chico misterioso"- ¿Quién es al final el pobre chico que te tiene que aguantar?- pregunté de broma- ¿Stefan?- pregunté recordando que había sido una de sus suposiciones.

Entorné los ojos cuando dijo eso de que el pobre chico que me tuviera que aguantar. -Ey! No digas eso... No parecías tener problemas en aguantarme la otra vez en la biblioteca.- susurré con picardía mirándolo a los ojos. Luego ya puse otra vez mi vista en el vaso de vodka. -No, no es Stefan.- dije ya mirándolo. -Se llama Erik, no sé si lo conoces, es un humano.- dije dándole algún dato. -Y es muy guapo la verdad... se ve que tengo buen gusto con los tíos.- dije con una sonrisa ladeada mirándolo también.

Sonreí ladeadamente- Una cosa es "aguantarte" un ratito, otra cosa es aguantarte todo el día e incluso comprometerse contigo- dije entornando los ojos y sonriendo como si fuera obvio- ¿Por qué estáis comprometidos, no? ¿O ya estáis casados?- dije intentando saber que había averiguado y el porqué del anillo que llevaba. Aclaró que no era Stefan y negué con la cabeza cuando mencionó al chico que si era el chico misterioso- Pues no, ni idea- dije encogiéndome de hombros, conocía a pocos chicos, y menos humanos.

-Mas quisieras...- dije sonriendo como si de verdad quisiera pasar más rato conmigo. -Nah, no estamos ni casados ni comprometidos. Es que eso era super raro, yo no me casaría con nadie ¿sábes? De hecho era lo que más me llamaba la atencion de todo este rollo de perder la memoria... Definitivamente no soy de andar en una relación por demasiado tiempo, nunca me he considerado realmente monógama... digamos. Y a la vez sentía que había alguien en mi vida, no sólo el anillo... si no cierta intuición, y el hecho de que mi casa no era la casa de alguien soltero y que se pasa los días solo, mucha ropa de temporadas viejas, ya te lo he dicho. Se ve que compartimos casa, o al menos me quedo un tiempo en cada parte. La explicación de Erik ha aclarado las cosas de una vez, tenemos un rollo un poco raro... se ha enamorado de mí o algo así, supongo que también yo estoy enamorada de él, aunque no lo recuerdo.- dije porque eso era lo más extraño de todo. -Y hemos acordado que podemos andar con otras personas, así que sí... es un tío bastante perfecto en realidad.- dije con una sonrisa contenta de no tener que estar explicándole nada a nadie.

Escuché toda su historia y enarqué una ceja cuando acabó- ¿Y entonces el anillo?- dije sin saber si me había perdido algo en la historia, pero si no estaban casados ni comprometidos... ¿por qué lo llevaba?- ¿Es una reliquia familiar o algo?- dije tomando un segundo su mano para mirarlo. No, era demasiado nuevo para ser una reliquia familiar- ¿O se lo robaste a alguien antes de matarlo?- la piqué ya después soltando su mano pensando en que lo mismo había bebido demasiado de alguien, le había gustado el anillo y se lo había llevado.- Pero bueno me alegra que hayas encontrado a tu chico misterioso, se te ve contenta en realidad- dije sonriendo levemente y bebiendo un poco, por todo lo que decía se veía que la gustaba el tío y la relación y demás.

Dijo eso del anillo y cogió mi mano... -Verás, cuando antes dije que "no quería enloquecerme" me refería a estas cosas.- dije riendo un poco por lo acelerado que había cogido mi mano y las preguntas que soltaba. -Da igual, al menos sé que no tengo un esposo esperándome en una casa a la que no sé volver o peor aún, un tío planeando una boda perdido por ahí... Con eso me basta.- dije sinceramente porque no iba a darle más vueltas a la cosa. Quizá hasta era de verdad un "regalo" que me había hecho yo misma tras beber de alguien... a saber. Dijo lo demás sobre el "chico misterioso" y asentí. -No sé si estoy "contenta", pero al menos ya no me deprime tanto lo de la pérdida de memoria... y también es bueno saber que no estuve engañando a nadie.- murmuré pensando en eso. Aunque tampoco era como si me diera culpa. -Ya dejemos de hablar de mí... cómo estás tú? que has hecho estos días?.- le pregunté interesándome en él antes de acabar mi vaso y pedirme otro.

- Pobre chico...-dije sonriendo sin poder evitar reirme ante su comentario al imaginarme a alguien planeando una boda por ahí cuando ella ni se acordaba de nada. Dijo lo demás y enarqué una ceja aunque no comenté nada, yo si que había estado engañando a alguien y tampoco era algo taaan malo.- Yo bien, supongo que mucho mejor que tu, no he tenido que ir en busca de nadie misterioso ni nada, no me acuerdo mucho mi relación con Martha pero bueno que hay montón de cosas suyas por mi casa y hemos hablado mucho, así que ya me voy haciendo a la idea de como era todo antes- dije sonriendo levemente antes de terminarme la copa y pedir también otra como ella.

Dijo eso de pobre chico y sonreí pero luego ya comenzó a contarme de Martha. No pude evitar pensar en algo y reirme un poco, es que éramos los peores amantes del mundo, que se ponían a charlar de sus parejas... en fin, éramos raros, eso era un hecho. -Pues, supongo que ¿me alegro?.- dije sin estar muy segura y riéndome un poco de todos modos. -Así que se queda mucho tiempo en tu casa por lo visto, no?.- dije pensando en que por eso seguramente había tantas cosas suyas por allí.

- Ajá, haces bien en alegrarte- dije vacilandola un poco cuando dijo eso casi en tono de interrogación- Y si, se queda de bastante aunque creo que eso era mas antes, ahora la verdad es que estamos casi siempre más en su casa- comenté porque nos veíamos mas allí que en mi casa, pero bueno, que como casi no recordaba nada de antes tampoco podía opinar. Cogí la nueva que me sirvieron y bebí un poco enseguida.

Reí cuando dijo lo primero, es que no era precisamente como si me alegrara, me daba bastante igual... -Sí, eso de que vayan a su casa me parece mucho mejor que eso de que se quede aquí en tu casa.- dije dando descaradamente mi opinión como si fuera totalmente mi derecho. -Es que, no puedes culparme, siempre quiero velar por mis propios intereses y digamos que tenerla dando vueltas por Fell's es sumamente.... impráctico, debo decir.- murmuré con picardía antes de coger el vaso y tomar un poco más.

La miré cuando dijo tan directamente que prefería que no estuviera en mi casa y me giré algo más hacía ella cuando dijo lo demás- No sé porque dices eso, recuerdo que la última vez no nos vimos precisamente en Fell´s y no es que la pasaras mal...-dije con picardia recordando el día de la biblioteca.- ¿O me vas a decir lo contrario?- dije sonriendo y mirandola a los ojos.

Me mordí el labio cuando dijo eso. -No, no voy a contradecirte.- reconocí. -Pero quisiera expandir nuestros horizontes sin que me mordiera los talones todo el tiempo...- dije sin cortarme en absoluto. Joder, sonaba como una cretina de verdad. -Soy muy mala persona, no? Crees eso? Es decir, se supone que es mi amiga...- dije mirándolo a los ojos y pensando en que no podía ser que no tuviera una pizca de culpa, pero lo que más quería era poder quedar con Ben cuando me diera la gana, algo en él me atraía de una forma imposible de evitar, era físico, como si todo me llevara a él.

Negué con la cabeza casi riendo, no podía ser verdad que me estuviera soltando eso con toda la confianza del mundo. Era el novio de Martha después de todo.- No te consideraría una mala persona por eso, solo un poco egoísta- dije clavando mis ojos en los suyos porque después de todo no podía decir eso de que no quería que nos mordiera los talones cuando era lo más normal del mundo dadas las circunstancias.

-Vale, egoísta.- dije como si pensara en esa palabra. Era cierto. -Entonces mejor no digo más nada... es cierto que soy egoísta, nunca me lo habían dicho tan claramente.- dije pensando en eso con una pequeña sonrisa, pero es que de verdad era una egoísta y también era cierto que no recordaba que alguien jamás me lo hubiera dicho tan abiertamente. -Mejor no hablemos de eso, vale? Cuéntame otra cosa, qué has estado haciendo estos días... además de ir a casa de Martha y todo lo demás.- dije con una sonrisa intentando llevar hacia otro lado la conversación. No me gustaba encontrarme defectos y él, que apenas me conocía, ya me había encontrado uno.