Buscándonos (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Estaba caminando luego de hacer algunos recados cuando un tío me hizo acordar a Ben, no era él... pero es que ahora no podía quitármelo de la mente. Seguí caminando y saqué un cigarro mientras paseaba tranquilamente por Fell's ¿Dónde estaría?¿Cómo le habría ido con Martha?

Spoiler:

No estaba segura de llamarlo, es que el rollo del pseudo embarazo me había acabado cortando un poco... no sé, quizá verla tan entusiasmada con ese supuesto niño... en fin, vete a saber. La cosa es que habían pasado ya días y ahora no podía dejar de pensar en Ben, de modo que al final no resistí la tentación de llamarlo.
"Ey, tú... ¿Estás ocupado?" murmuré con una pequeña sonrisa expectante mientras me acomodaba cerca de una casa apoyada en la pared.

Dijo eso y abrí bien los ojos. -Ya, siento eso.- dije sintiéndome horrible por no haberle dejado que se quedara. -Por bueno que tenía que estudiar y además aqui estoy, eso debe servir de alto.- dije mirándolo con algo de timidez, es que tenía razón en que lo había "echado" un poco que al final iba a acabar sintiéndome culpable. -Pero la próxima no bebas ¿Vale? Me llamas y yo vendré si tú quieres.- le dije con una pequeña sonrisa.

Fue tan fácil que no me aplaudí a mi mismo de puro milagro- Vale, es que... Te echaba de menos- dije sonando lo mas triste posible. Me senté a su lado y tomé su rostro para que mirara- Y ahora quiero hacerte el amor-murmuré sonriendo levemente- Estoy borracho... Y caliente... Y te quiero mucho- murmuré pastelosamente acortando la distancia para besarla de una vez. Pensaba sacarme las ganas de alguna manera y también nos vendría bien para largarnos del salón y que Alma se pudiese largar. Tal vez podía convencerla para ir a la habitación de invitados o a la cocina o algo en plan diferente... Esperaba que colara

Sonreí contenta cuando dijo que me echaba de menos y luego ya se acercó diciéndome todo eso, no sabía si de verdad iba borracho pero que me soltara que quería hacerme el amor y que estaba caliente de verdad que era algo que no me había esperado y que era excitante, para que mentir. -Pues, vamos... no quiero que se te vayan entonces las ganas.- le dije acercándome a besarlo e intentando olvidar el incidente de antes. Me pareció ver cenizas en el cenicero, pero no podía ser y como fuera, tampoco iba a cortar ahora el rollo.

Me siguió el juego enseguida y sonreí. Tal vez no fuera Alma pero bueno que algo era algo, tal vez la noche no acabara taaaaan mal. Siguió mi beso y devoré sus labios un instante enredando mis manos en su pelo. Rompí el beso tras unos instantes al ver que necesitaba respirar- Hagamos algo diferente- dije con picardia intentando "convencerla" para largarnos del salón.- Vamos a la ducha o... A la cocina, donde quieras- dije mordiendo su labio inferior y volviendo a besarla casi enseguida.

Nos besamos y cuando dijo eso lo miré sonriendo. -Donde tú quieras... Mejor la cocina que es más cerca.- dije después ya encendida por sus besos y porque lo notaba realmente muy caliente, algo que me ponía mucho. Nos pusimos de pié y Ben me cogió la mano para guiarme a la cocina.

Se decantó por la cocina y no pude evitar pensar en lo cerca que había estado de montarmelo allí con Alma. Joder, de verdad que me había quedado con las ganas de eso... La tomé de la mano y la conduje hacía la cocina entre algún pequeño beso. La notaba de pronto bastante excitada y me hacía gracia. Entramos cerrando la puerta y no perdí el tiempo por no darla tiempo a cambiar de opinión pues ni sabía por donde andaría Alma y la saqué la camiseta por la cabeza antes de volver a besarla.

Escuché la conversación y negué con la cabeza cuando se decantaron por la cocina, parecía broma... joder, es que de verdad que me había quedado con las ganas.
De todos modos no perdí tiempo y junté mis cosas en mi bolso bajando las escaleras silenciosamente con los zapatos de tacón en una mano. Llegué a la puerta de salida de la casa de Ben y suspiré defraudada por lo mal que acababa de terminar mi noche. Pero lo mismo abrí la puerta, deslizándome despacito y cuando estuve fuera la cerré intentando no hacer ningún sonido. Me puse los zapatos de tacón y salí de su casa bajando las escalerillas de la entrada y cruzándome de paso con la señora vecina que me miró con mala cara... no le hice caso y caminé a casa lo más rápido que pude, necesitaba una ducha fría ya mismo.

Gracias a mi buen oído pude escuchar como Alma salía por la puerta y ni bien cerró la puerta por fin pude respirar con tranquilidad. Todo el rato había estado con el miedo de que Martha la hubiese podido pillar... Es que de verdad que cuando nos daba la gana eramos los peores amantes de la historia... Suspiré y me volví a centra en Martha intentando relajarme y olvidar por un rato ya todo ese asunto tan estresante.