Revisando el local

-Hombres?.- pregunté levantando una ceja trás beber un sorbo de mi trago.

Solté una carcajada.
-Si... entre otros problemas.

-Se las arreglan para arruinar todo, creeme... sé de lo que te hablo.- dije con una sonrisa. -Y cuál es tu caso?.-

Sonreí con un ligeo bufido. Un vampiro antiguo que buscaba hacerme su esposa desde el siglo XV y un cazador al cual amaba, y se suponia que deberiamos odiarnos mutuamente, ¿como se suponía que debía explicarle eso a Alma sin que pensara que estaba loca?
-Mi... ex novio, me ha seguido al pueblo, inssite con el tema y me esta volviendo loca, es agresivo y algo posesivo. Y el chico que de verdad quiero... digamos que no se puede dar nada entre nosotros.

-Suena realmente interesante.- dije con una sonrisa. -He tenido un novio, o lo que quiera que sea, realmente posesivo y era insufrible... te entiendo.- dije. No podía contarle que además de celoso era un vampiro iba a creer que estaba loca... aunque quizá el alcohol que venía tomando lo disimulara un poco...

-Lo se... bueno, por suerte ya me deshicé de él -suspiré-, pero aun esta el asunto del otro... Al menos espero que tu ya no tengas esa clase de problemas...

-El otro? Ah! el que realmente quieres...- dije recordando.
-Decirte que si realmente lo quieres no debería importarte nada más es, además de trillado, un poco engañoso...- reflexioné.

-Mira... voy a darte un consejo y quizá sea malo, pero bueno... te lo debo, haces muy bien el Cosmopolitan.- bromié.

-Creo que el rollo de que "nada importa" es mentira a largo plazo, pero también creo que no es necesario decidir el resto de tu vida en un solo instante, a veces cuesta incluso decidir qué hacer en ese preciso momento como para pretender abarcar toda la vida...- sonreí.

-Solo digo que... no sé... quizá no haya que dejar que el miedo a lo que pueda ocurrir nos robe las ganas de vivir con felicidad el instante presente... después... el tiempo dirá, quien sabe?... incluso puede que hasta dejes de quererlo y te arrepientas por haber perdido el tiempo queriendo resolver el resto de tu vida.- sonreí y luego volvía tomar el trago, estaba realmente bueno... me recordaba los que tomaba en Paris.

-Te entiendo... pero conoces a alguien que sepa realmente lo que está bien?.- dije sonriendo. -Si lo encuentras, avisa.- bromié.

-Todos cometemos errores... yo misma ya ni llevo a cuenta, pero se trata de ser genuino y actuar con honestidad. Dicho de otro modo, yo en tu lugar... no me quedaría con las ganas.- dije sonriendo.

[off: me voy, luego la seguimos...]

-Bueno... nada es perfecto...- reconocí sonriendo y me quedé pensando en lo del motel...

-Ahora estoy más tranquila pero solía darle unos cuántos disgustos a mis padres... hacía lo que fuera por llevarles la contra. Un día quisieron presentarme al hijo de unos inversores... el chico era guapo, la cosa es que nos fuimos de fiesta y despertamos en un hotel de otra ciudad que ni conocía... fue divertido, pero cuando volvimos no dijimos nada... mis padres aún creen que no quise conocerlo.- sonreí, mientras tomaba el trago.

-Tengo 20 años pero unas cuántas historias curiosas.- sonreí.

17 años? Parecía hablar como alguien mayor... Podía ser que estuviera medio perseguida con el tema de tanto vampiro dando vueltas, pero de verdad era poco creíble que una chica de 17 hablara de la vida con una sensación de tanta experiencia... Fuera lo que fuera no me importaba en ese instante.

-Cuéntame alguna historia interesante... luego te cuento una yo, así al menos no nos sentimos tan miserables.- dije riendo y acercándole mi copa para brindar.

-Y? Qué sucedió...? Al final no se casaron?.- pregunté.

-No -respondí terminandome todo un vaso completo de vodka-. Estaba muy enamorada de el, y aunque no me convencia eo de gastar mi vida teniendo y criando niños estaba dispuesta a intentarlo... pero llegó un chico engreido que tambien pretendia casarse conmigo y lo asesinó. Me intenté suicidar después de eso, pero no lo logré... -en cambio, me transformaron en un demonio, pensé melancolicamente-. Simplemente huí de Francia y me vine a America... te toca -respondí sonriendo siviendome más alcohol y sirviendole más a ella.

-Wow...- dije impresionada. -Qué historia... Las mías no tienen tanto drama.- reconocí, sin contar la de Zach (el vampiro) que desde ya que tenía drama... pero era oficialmente incontable. Tomé de un trago lo que quedaba de mi bebida. Decidí contarle la del ascensor que le había contado a Ben... era sencilla y, a su modo, bonita.

-Vale. Hace unos años atrás... estaba en uno de los edificios en los que funcionan las empresas de mis padres. Iba a pedirle dinero para las vacaciones, la cuestión es que subí al ascensor y allí había, entre otras personas, un chico...- hice una pausa para recordar bien.

-Era alto y flaco, y tenía un rostro perfecto... me pareció guapo enseguida, pero la cuestión fué que durante todo el trayecto del viaje, comenzó a mirarme de un modo que jamás alguien había utilizado conmigo... me sentí completamente frágil, vulnerable... tenía una intensidad totalmente desconocida. Bajé del ascensor, fui a ver a mi padre y fin de la historia, salvo por el hecho de que estuve todo el día pensando en ese chico.-

-Esa noche cuando volvió del trabajo mi padre, contó que habían robado en la empresa unos cuántos millones de dólares y, efectivamente, en la televisión mostraron imágenes de las cámaras de seguridad... la misma mirada intensa... no podía creerlo y no se lo conté a nadie. Nos fuimos de vacaciones a Saint Tropéz con amigas y puedes creer que volví a encontrarlo allí, trabajando de camarero en un pub. No hizo falta que dijéramos nada...- sonreí con picardía. Me agradaba esa historia de coincidencias...

-La verdad es que no le pregunté a qué se dedicaba... De hecho ya habíamos pasado un "tiempo" juntos para cuando supe que se llamaba Gael...- sonreí con picardía, mientras encendía un cigarrillo.
-El encuentro fue casualidad y la pasamos realmente muy bien durante todas las vacaciones, pero cuando acabaron, se acabó.- expliqué sonriendo.

-Nunca tuve una relación demasiado.. digamos... seria... lo más cercano a un novio que tuve fue lo que hubo con Zach... con él estuvimos año y medio viajando por todos lados, lo conocí al huir de casa.- continué.

-No es un lindo recuerdo pensar en mi familia... en realidad sé que aún siguen en Paris... cada tanto hago una llamada para saber si todo va bien, pero aún no me atrevo a pisar Francia otra véz.- dije intentando una sonrisa, no era un tema que me agradara demasiado, prefería hablar de cualquier otra cosa en verdad.

Me quedé un instante ensimismada en mis pensamientos...
-Esto se está poniendo deprimente...- dije al cabo de un rato. -No tengo edad aún como para comportarme depresivamente, por Dios hagamos algo divertido !!.- dije sonriendo recuperándome un poco.

-Ahogar las penas en alcohol?.- dije con una sonrisa mientras alzaba una ceja. -No es lo más divertido del mundo pero al menos no lo notaremos... De hecho, me gustaría un tequila.- sonreí.