[+ 18] Invitando a Ben.

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos en unos minutos, estacionó el auto y me bajé... deslicé mi bandolera hacia adelante y comencé a revolver un poco en busca de las llaves...

No me sentía confundida en lo más mínimo, estaba totalmente segura de lo que estaba haciendo.

Pusé mis manos en su cuello, levanté el cuello de su camisa y lo tomé por los bordes acercándolo más a mí para profundizar ese beso. Luego tomé su cara entre mis manos sin dejar de besarlo cada vez con mayor pasión...


[off: ya debo irme, seguimos luego !!]

La estreché aún más contra mi, profundizando el beso, me encantaba cuando las chicas hacian eso con el cuello de mi camisa, era muy sexy. Continué besandola sin dejar de estrecharla contra mi hasta que note como se quedaba sin aire, no estaba acostumbrado a ello después de haber estado tanto con una vampira... asi que sonreí ligeramente mientras dejaba de besarla para que cogiera aire pero sin separarme de ella lo más minimo.

[off: jaja ok ]

Respiré lo necesario para volverme a sumergir en ese beso que duró varios segundos. Lo besaba cada vez con mayor pasión, al principio era como si sólo le respondiera, pero luego ya no se sabía quien había comenzado, nuestros labios unidos, su lengua irrumpiendo en mi boca y la suya en la mía...

Una de mis manos fue desplazándose hacia su nuca, jugando con su cabello y sosteniéndola hacia mí, como si quisiera absorverlo del todo. La otra se deslizó desde su mejilla izquierda y rozando suavemente su cuello bajó hasta detenerse en la V que formaba el primer botón de su camisa. Mis mejillas ardían y mis ojos brillaban cada vez más... esta vez no pensaba detenerme.

Besé su boca casi con desesperación ya que nuestros besos eran cada vez más apasionados, pero cada vez con un sentimiento más familiar, me encantaba sentir que ya conocía su boca. Comencé a acariciar su espalda, atrayéndola hacia mí, mientras su sweater rojo se arrugaba bajo mis manos

Sentí sus manos en mi espalda, presionándola arrugando mi pulover. La primera impresión fue sentir que me abandonaría en sus manos... pero no iba a hacerlo, quería ser perfectamente consciente de cada detalle, sentir cada segundo de mi respiración, cada uno de sus roces...

La música seguía sonando... Comencé a bajar mis besos hacia su barbilla, prácticamente lamiendo cada centímetro de su piel, presionando, sintiéndolo desearme a cada paso.

Cuando llegué a su pecho, me aparte un instante y con una sonrisa de malicia fui desabrochando cada uno de los botones de un tirón con bastante de salvaje y otro tanto de juego... sin dejar esa misma sonrisa de malicia miré su abdomen y alcé una ceja...

Hundí mis manos en su abdomen... y pasando mis brazos por detrás de su espalda para abrazarlo me acerqué a su oido -No estás mal para ser tan viejo...- susurré, mientras lo acariciaba por debajo de la camisa con suma delicadeza, atrayéndolo hacia mí.

Me dejé abrazar y besar, sentía sus manos en mi cuerpo... en mi espalda, en mi pelo... nuestras lenguas continuaban entrelazadas en un mismo beso.- En realidad soy más joven que tu- dije con una sonrisa traviesa, ya que yo “estaba congelado” en los 18 y ella tenía 19.Volví a besarla con pasión, mis manos recorrieron su espalda hasta que se hundieron por debajo de su sweater, lo tomé por los bordes y comencé a subírsela hasta lograr que se la terminara de quitar. Besé su abdomen desnudo, demorándome en su cuello, subiendo por su mentón... hasta llegar otra vez a su boca.

-Siempre tienes que tener razón, no?.- susurré ante su respuesta un instante antes de sentir que comenzaba a quitarme el sweater... Lo sentí desplazarse por encima mío... rozándome con delicadeza, y luego de vuelta su boca jugando con mi piel.

Me estremecí de pasión cuando comenzó a besar mi cuello. Mis manos subieron bordeando su camisa y se colaron por debajo de ella, acaricié sus hombros con dulzura y se la quité de un sólo movimiento dejando que cayera a nuestros pies.

Me aparté para contemplar su desnudéz, respiré apenas y volví a acercarme léntamente, tocándolo primero con las puntas de mis dedos, sintiendo como se encendía a medida que dibujaba sobre su torso desnudo... Cuando ya no pude soportar la distancia me hundí en sus labios otra vez y fue ese el instante en el que perdí toda dimensión de racionalidad, dejándole lugar a lo primitivo, lo salvaje... me sentía mujer, me sentía deseada y quería tenerlo, poseerlo.

-Siempre...-murmuré pícaramente en su oído antes de que se deshiciera definitivamente de mi camisa. Suspiré ante sus caricias, a cada una de ellas me hacia desearla mas y mas, haciendo que cada vez estuviera más excitado.

Casi pude sentir el cambio en Alma, cuando se dejo llevar por lo salvaje. Volví a besarla dejándome arrastrar por su cambio, antes de pasar a besar de nuevo su cuello, era un sitio que me encantaba, pero debía controlarme, ella era humana y su sangre me llamaba, y más en estos momentos, pero me obligué a recordar que tomaba verbena. Baje mis manos por su espalda en una caricia hasta llegar al borde de sus pantalones para acariciar su cintura y luego desabrocharlos con una sonrisa picara.

Le respondí con una sonrisa cuando comenzó a desabrochar mis pantalones... Me solté el pelo dejándolo caer sobre mis hombros y volví a besarlo y acercarlo a mí, dándole pequeños mordisquitos en sus hombros, acariciándo su espalda con frénesi, pero él lo llevaba lentamente y aunque me encantaba también me hacía sufrir de tanto desearlo.

Bajé definitívamente mis manos y las dejé en el borde de su pantalón donde seguí jugando con mis caricias y sintiéndolo estremecerse con cada roce.

La quité definitaivamente los pantalones entre besos y caricias, estaba apunto de peder la poca cordura que me quedaba a causa de sus caricias. Sin más dilación la lleve hasta el sofá, donde la di un ligero empujón haciendo que cayera sobre él antes de colocarme sobre ella y comenzar a besarla mientras llevaba mis manos a su espalda y desabrochaba su sujetador.

Me aparté un poco para verla mejor antes de inclinarme de nuevo sobre ella y comenzar a marcar un camino de besos y caricias, pasando por su cuello, sus pechos, su abdomen, su cintura... hasta determe allí dejandola con las ganas de mas antes de subir y repetir el mismo camino que habia echo antes pero esta vez en sentido contrario.

Estaba devastada. No podía seguir esperando, me sentía afiebrada, exitada... Los besos de Ben eran impresionantes y además... Joder, era Ben! Había estado coqueteando con él desde el instante en que lo conocí... Lo había odiado y ahora me tenía completamente atrapada y, encima, yo no podía estar disfrutándolo más.

Lo miré con una sonrisa pícara y tomándolo de la nuca me incorporé un poco flexionando mi abdomen al tiempo que lo obligaba a quitarse los pantalones jugando con su cremallera y dándole besos apasionados en diferentes puntos de su abdomen. Una vez que se quitó del todo el pantalón se volvió a subir al sofá y allí retomó la tarea de besarme haciendo que me desesperase, que me irritara, que lo deseara, que mi mente se nublara por completo centrada solamente en él.

Incluso en estos momentos podia sentirla irritada, cosa que me encantaba. Nuestra relación siempre habia así, de continuos piques y coqueteos, y en el fondo sabia que la irritaba que fuera tan despacio pero queria excitarla y desesperarla hasta que no pudiera más.

Pero ella también sabia como moverse y besar asi que a estas alturas yo tampoco estaba muy centrado. No tardé mucho en complacerla, ya que seguramente si lo hubiera hecho hubiera estallado. Nos deshicimos de nuestra ropa interior mutuamente entre besos y caricas antes de hundirme en ella haciendo que los dos gimieramos de placer.

[Off: Alma que no se te olvide modificar el titulo del post y ponerlo en +18 xDD]

Fue perfecto. No había otra palabra, para cuando por fín se hundió en mí no había otra cosa en mi mente. Comenzó a moverse a un ritmo suave, dejando que me estremeciera cada vez, lo sentía dentro mío y era una delicia saber que aún no se acababa... que podía gemir y gritar y dejar que las lágrimas corriesen por mis ojos porque estaba exactamente en el sitio en el que quería estar.

La música seguía sonando pero ya no la escuchaba, mi casa estaba llena de sudor y gemidos, de palabras entrecortadas y sonrisas de placer.

Lo sentía latir, vibrar... cada embestida se convertía en un grito que pedía más. Noté que tenía mis uñas estaban casi clavadas en su espalda, pero era un vampiro, esas marcas no se quedarían allí para mi propio placer.

[off: justo lo había hecho mientras esperaba que respondieses... jajaja ]

Sentí como si una especie de electricidad cubriera mi piel. Las manos y la cara me ardían y sentí como me quemaba ahí donde las manos de Alma se posaban... cada vez fui aumentando más el ritmo y nuestros gemidos con ello fueron aumentando cada vez más de volumen. Estuvimos un rato marcando nuestro propio ritmo entre gemidos y besos hasta que llegamos al clímax.

Cuando todo acabo, hundí el rostro en el cuello de Alma y tuve que hacer un gran esfuerzo para no morderla... permanecimos, quietos y enlazados por unos largos minutos mientras su respiración volvía a la normalidad. Luego me aparté y me tumbé a su lado para no seguir aplastándola con mi peso.

Sostuvimos un rato el movimiento y pude mirarlo con los ojos entrecerrados, vibrando sobre mí... Sentí su ardor y me volvió un instante la conciencia como para permitirme disfrutar secretamente de haber logrado exitarlo de ese modo. Y de nuevo la conciencia se disparó y ya no recordé más nada hasta que llegamos juntos al clímax, incapáz por completo de tener pensamientos, sin palabras, sin ideas, sin nada... solo actos, sólo sentir su cuerpo sobre el mío, dentro mío.

Lo sentí en mi cuello mientras tranquilizaba mi propia respiración y comenzaba a retornar de ese mundo del que había huído por completo... Me recosté a su lado denuda como estaba y apoyé mi mano sobre su pecho, sin moverla... aún estábamos petrificados, a esa altura cada roce quemaba y se sentía como una herida.

Me quedé viendo el techo durante unos minutos sintiendo mi cuerpo arder donde Alma habia apoyado su mano. Al cabo de un rato volteé a ver a Alma que parecía más agitada que yo y la sonreí picaramente mientras detectaba una pequeña marca en su cuello.

-Creo que te he besado con demasiado impetu...-dije por fin mientras pasaba una mano por su cuello a modo de caricia- ultimamente no estaba acostumbrado a controlarme, siento el chupetón...-dije enarcando una ceja ya que ni siqueira lo recordaba a causa de la fogocidad del momento.

Le sonreí, no me había dado cuenta tampoco del chupetón. -No molesta la marca, me pasa por meterme con vampiros... murmuré... -Lo que molesta es la injusticia de no poder marcarte yo...- susurré pícaramente a su oído.

Sonreí- Si me has marcado... seguro que todavia tengo las marcas de tus uñas en la espalda... pero se borraran en apenas unos minutos- dije enarcando una ceja mientras la cogia de la cintura.

-Ves... es injusto...- dije con tono de juego como si fuera una niñita quejosa. Sentí cómo me tomaba de la cintura y me voltié hacia él clavando mis ojos en su mirada.

-Si, que le vamos a hacer...-dije sin saber que más decir mientras nos mirabamos.

Salí del estado petrificado en el que estaba y me acerqué más a él. Tomé su cara con mis mano y lo besé con muchísima dulzura, luego recosté mi cabeza al costado de la suya. -No sé en qué otra cosa seas bueno, pero eres bueno en esto...- reconocí con una pequeña sonrisa y cerré mis ojos con todo el tiempo del mundo, no pensaba dormir... pero me sentía tremendamente relajada.

-Te lo dije...-dije con mi habitual tono creido mientras la estrechaba más contra mi sonriendo- Aunque debo de reconocer que para ser una humana de 19 años tu también eres bastante buena- la susurré picaramente al oido.

Sonreí. -Ya... no lo digas por ahí que acabaré mal.- murmuré acurrucándome contra él.

- Te guardaré el secreto...-murmuré divertido todavia en su oido.

-Merci beacoup.- susurré en francés todavía acurrucada contra él.