Preparativos Previos

Oh si... Era esta la noche de inaguración y aun estaba rabiando con los mortales, hipnotizándolos. Para saber a que responder y a que ignorar. Sabía perfectamente que varios vampiros podrían asistir alli, lo cual esperaba que no armaran revueltas. De todas formas, yo tendría que estar atenta a eso durante toda la noche.

Iba y venía por todo el "enorme" local, me parecía enorme ya que tenía que hacerlo todo como si fuera humana. ¡Frustrante!, de todas formas ya estaba terminando de ubicar a los apuestos muchachos y a las atractivas mujeres según sus trabajos...

- No olviden los de la puerta dar solo un vale por persona. - Le decía al joven y la mujercita que serían recepcionistas. - Los de la barra ya saben que al recibirlos deben tirarlos. No quiero avivados, suficiente que estoy regalando un trago de cualquier tipo. - No era el primer negocio que manipulaba, pero si era el primero en el que controlaba todo. En otros lugares simplemente hipnotizaba al humano a la cabeza.

- Saldré a tomar aire fresco... - Murmuré mientras el par de jóvenes iban a la entrada. - Ustedes, si si ustedes dos. - Les hablaba entonces a los jovenes de iluminación y sonido. - Ya pueden empezar con el calentamiento. - Me giré luego de ver sus afirmaciones, todos los empleados estaban ordenados a hablar poco, no me gustaban los cuestionamientos.

Salí a la puerta del local. ¡Por fin un respiro!, y saqué de mi chaqueta una caja de cigarrillos Parliament Silver, y lo encendí relajandomé con el extraño sabor que dejaba el tabaco en mi boca.

Era la inauguración del local de Charlotte... me había enterado en el café y tenía muchas ganas de ir a conocerlo. Llevaba un vestido corto y ceñido color azul y zapatos extra altos de tacón color plata. Sabía que era temprano, pero ya no toleraba estar en casa y quizá Charlotte precisara ayuda, entendiendo a los humanos aunque lo dudaba mucho...

Estacioné el coche en una maniobra a toda velocidad y la ví parada al frente fumando un cigarro con cara de preocupación.

-Aún no inauguras y ya estás estresada....?.- pregunté sonriendo a modo de saludo.

Pude sentir la colonia de verbena a poco de que el coche de Alma se estacionara peligrosamente veloz frente al local. Aquello logró sacarme la primer sonrisa de la noche. Me sentía bien que viniese a visitarme...

- Ni me lo digas. - Le contesté a su "saludo". - Son un dolor de cabeza... - Mientras me reía por lo bajo. - Pero, he hecho lo mejor que pude. Espero que no se armen lios... Ya sabes, "los no muertos". - Dije mientras simpaticamente dibujaba comillas en el aire con mis dedos.

-Bueno, pero de aquí pareciera que lo tienes todo bastante controlado...- dije mirando como adentro no paraban de trabajar. -Espero que al menos les pagues como se debe.- dije riendo y me acerqué a saludarla.

-Ya no soportaba estar en casa y se me ocurrió que podía venirme antes y ver si te podía dar una mano... pero veo que no la necesitas en absoluto.- sonreí.

Me reí por lo bajo ante su comentario. - Lo ultimo que necesito es dinero. - Dije mientras le saludaba - Si, trabajan porque estan todos hipnotizados. - Mientras volteaba a ver.

- Y ya terminé con los preparativos para ser sincera... Aunque podrías ayudarme a estrenar de los Champagne mas caros que he traído. - La miré con picaridía y sin esperar un "sí" el cual yo ya daba por sentado proseguí. - Ven acompañame al "despacho". - Dije intentando dar seriedad a la última palabra, cuando en realidad estaba ya casi al borde de la risa, eso de la jefa, era algo nuevo para mí.


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OFF: Este es el despacho

-Ah! pero si los hipnotizas para trabajar es más fácil...!!- dije riendo y pensando en que, efectivamente, la eficacia con la que parecían manejarse sus empleados era poco menos que sospechosa.

-Vamos por esos Champagnes... !!.- dije y comencé a seguirla hacia su despacho. Era un sitio iluminado con comodidades y con estilo, sabía de estilo y realmente me agradó.

Abrí una pequeña heladera que contenía sobre todo.. Alcohol. Saqué la botella de Champange un Perrier-Jouet. - No sirvo de estos en las barras. Le sacaría los ojos a las personas, pero... - Me sonreí con picardía mientras abría la botella. - Para mi privado esta perfecto. - Tomé dos copas sirviendo el champagne en ellas y alcanzandolé una a Alma.

- A tu salud. - dije tras lucir una simpática sonrisa, ¿de que podría brindar por mí, si ya estaba "muerta?, eso me hacia gracia a pesar de la gravedad.

-Y para tí? Porqué brindamos?.- pregunté antes de chocar mi copa con la suya.

- ¿Y que brindarías por un vampiro?. - Me quedé pensativa por ello. - No enfermo nunca, el dinero no importa... No sé que podría brindar... - De un momento a otro se me ocurrio. - ¿Por el amor?. - reí por lo bajo algo avergonzada por la idea,

-Para que nunca te atrape el aburrimiento!.- dije sonriendo. -Si viene de la mano del amor... mejor entonces.- dije haciéndole un guiño.

- Buena idea. - Acoté casi inmediatamente luego de su propuesta. - Salud por eso entonces. - Levanté mi copa nuevamente y la choqué delicadamente con la suya para luego beber un sorbo.

- Cuéntame, ¿como te ha estado llendo?, ¿Has podido comprobar mi regla del imán?. - Sabía que nuevos vampiros llegaban al pueblo todos los días, lo cual no era muy dificultoso de saber, dado que al cabo de unos días ya conocías los rostros de la mayoria de los habitantes...

-No hago más que confirmarla...- dije con una sonrisa. -Quedé con un chico guapísimo que conocí en el parque, hasta me había ilusionado con que sea por fin un humano, tan perfecto, tan correcto, tan dulce... vampiro.- dije sonriendo.

-Y volvió el vampiro con el que estaba... del que te había hablado. Parece que volvió con su antigua novia, que a la vez es mi amiga y a la que de algún modo traicionó estando conmigo... el la engaño, ella lo dejó, empezamos a vernos, se fue, y ahora volvió con ella...- dije riendo al tiempo que explicaba moviendo las manos tratando de mostrar los tiempos en que había ocurrido todo... -Es complicado.- dije al fin con una sonrisa.

- Bien... - Procuré un silencio mientras me sonreía agraciada. - Entonces puedo darme el título de científica. - Me reí divertida por lo que me contaba.

- Eres una chica con suerte, Alma. - La miré y torcí un poco el cuello al costado. - Yo creo. - Y dediqué un corto lapso de tiempo para pensar. - Que mataría a la mujer que se atreviera a darle el sí, a Damon. - Suspiré sonriendo incrédula mientras dejaba la mirada perdida en la pared, poco me había dado cuenta que lo acababa de nombrar... Pero, si notaba que la pared estaba demaciado vacia...

- MMM.. ¿No crees que a esta pared le falta un cuadro? - Dando unos pasos hacia esta. - Esta muy blanca, muy palida... Muy muerta. - Terminé por decir con un tono sarcástico. -

-Definitivamente le falta color.- dije como si fuera una sentencia. -Respecto de lo otro... no sé si tengo suerte, más bien lo contrario...- dije sonriendo.

Me quedé pensando... había dicho "Damon"... sería el tío que coqueteó conmigo en el instituto, el de Miriam...? Demasiada casualidad... -Charlotte, ese Damon del que hablas... está en Fell's? Y cuando hablas de "atreverse a darle el sí"... exactamente a qué te refieres?.- dije, no había pasado nada... pero más vale saber de antemano estaba jugándome la vida por un polvo.

Escuché su comentario y no me quedó duda de que seguramente lo había conocido. ¡Y quien no!... Si Fell's era mas pequeño que un pañuelo.

- Si... - Dije volviendole la mirada y de mala gana. - El esta el Fell's Churchs... Lamentablemente. - Fuí hacia las sillas y me senté casi largandome sobre ellas y girando... - Seguramente ya lo conociste, el es muy "dado". - mientras dibujaba las comillas en el aire.

- Y no significa menos que mataría a la mujer que se acostace con él. Es simple, incluso mataré a quien lo convirtió. - Me sonreí con picardía. - Y a quien intenta matarlo a el, a su hermano y a todo el pueblo. - Nuevamente, volvía a tener ese poco tacto de siempre.

-Stop!.- dije riendo. -DIjiste "matar" demasiadas veces... vas a tener que ir más lento si esperas que te siga... dije con una sonrisa.

-Entonces es probable que sea tu Damon y me alegra que avises lo de acostarse con él porque está realmente bueno pero mi vida vale más que un polvo.- dije con una sonrisa. -Y quien es ese que quiere matar a todo e pueblo?.- dije después.

La miré con los ojos entrecerrados. - Es bueno que concideres valiosa tu vida. - Me sonreí con picardía.

- Un viejo conocido. Pero, no puedo hablar de eso... Es TOPSECRET. - Y me esforcé por resaltar aquello último. - Y ojalá no tuvieses verbena en las venas, porque me hubiese gustado borrar eso de tu mente. No puedes comentar de ello a nadie, y no solo valdrá mi cuello si no el de Damon, y Stefan... Y de un montón mas. - torcí la boca mientras me la mordisqueaba.

Stefan?, me atraganté al pensarlo... Podía ser que el pueblo fuese tan infinitamente pequeño?...

-No iré por ahí diciendo nada... descuida, no tengo porqué hacerlo, ni me interesa... Sólo dime si tengo que preocuparme por ese viejo conocido... Estamos en peligro?.- pregunté, si era realmente así no dudaría en irme.

-Y luego, respecto de ese Stefan...- dije poniendo carita de inocente al tiempo que mordía mi labio inferior. -También tendría que temer por mi vida si me enrollara con él?.- pregunté sin querer saber del todo la respuesta, ya que el chico de verdad me agradaba.

Sus dos preguntas lograron robarme una carcajada. - ¿Stefan?. - Volví a reir divertida, no podía evitarlo, de solo pensar en "yo-Stefan" me daba risa.

-¿Como crees?, cuando los conocí apenas si eran un par de jovencitos. Damon tenía 19 años, y Stefan era un niño a mis ojos. - La miré. - Pero, ten cuidado con Katherine, de todas formas si necesitas ayuda con ella, sólo te la podré brindar despues que mi viejo conocido deje en paz a los Salvatore y al pueblo. - Lo siguiente que debía decirle, no podía dejar que la alterara por lo que opté a conservarle la calma.

- No sé si estan en peligro, pero yo andaría con cuidado de todas formas. Si quieres irte es cuestión tuya. -

-No sé quien es Katherine, pero te agradezco la ayuda de todos modos...- dije con una sonrisa mientras bebía más de mi champagne, la verdad es que cada vez tenía más dudas de toda esa historia turbia que no conocía... pero tampoco me moría por descubrir cada cosa esta misma noche, así que dejé el tema ahí.

-Por el momento la idea es quedarme... de hecho tengo un baile de la primavera en el Instituto al que pensaba ir... es extraño, nunca fui de ir a los bailes y eso, pero supongo que me hará bien integrarme un poco con los chicos no-vampiros del pueblo.- dije con una sonrisa resaltando lo de "no-vampiros".

Me rei divertida con aquello de "no-vampiros" y al mismo tiempo con un tono de desden. - El colegio apesta a vampiros. Pero debe haber alguien vivo alli... ¿No? - La mire expectante pero, realmente sin esperar su respuesta.

- Ya sabes cualquier cosa que suceda, no hace falta que te diga que puedes contar en que estare alli para defenderte. - Me sonrei

-Es bueno saberlo...- dije con una sonrisa y bebí un poco.

[off: ya ha ocurrido lo del baile, de hecho murió allí Sheila... si quieres redondeamos, le damos un cierre a este post y empezamos otro nuevo... ]

[OFF: ok! me parece buena idea. Encararé la situacion xD jajajaj]

- ¿Quieres conocer mejor las instalaciones?. No vale que te pases toda la noche aburriendote en mi oficina. - Sonreí sutilmente. Mientras esperaba su rspuesta terminé mi copa.

-Me parece una excelente idea.- respondí acabando de un trago mi bebida y poniéndome de pié.