Footing

Erik era nuevo en Fell's Church, y nada más llegar a su casa, cambió sus vaqueros por unos pantalones para hacer deporte, se puso las zapatillas y salió a correr con la música puesta.
Siguió corriendo, sin saber realmente donde iba y se dirigió al bosque.
La estampa era preciosa, digna de una fotografía, pero Erik estaba demasiado concentrado en hacer deporte para darse cuenta.

Seguía con algo de la sangre de Ben corriendo por mi cuerpo, eso de que durara poco era una pena porque de verdad que era interesante lo que se lograba con ella.
Fuí al bosque porque era el mejor sitio para correr y experimentar esas sensaciones pseudo vampíricas de ver mucho mejor y oír muchísimo mejor... además correr era genial porque aunque no aumentaba la velocidad podía moverme con mucho equilibrio, esquivando árboles y piedras casi automáticamente.

En eso estaba corriendo por uno de los caminos que se internaban más cuando ví que había un chico corriendo también... quedé a su lado al mismo ritmo y lo miré un segundo para confirmar que no lo conocía.

En un abrir y cerrar de ojos, Erik se dió cuenta de que tenía a una chica corriendo a su ritmo y a su lado. Al principio, para hacerse el interesante (y porque la canción que sonaba en su ipod le gustaba bastante), no le hizo caso, pero al cabo de unos minutos, su espíritu hablador y extrovertido hizo que se sacara un audífono de la oreja derecha y le dirijiera a la joven unas palabras.
-Hace un buen día, ¿eh?

Sonreí cuando me habló. -Casi tres minutos tardaste en hablarme... no sabía hasta dónde pensabas hacerme correr.- dije sonriendo y mirando al chico, de verdad le había tomado el tiempo, si pasaba un minuto más y no decía nada sería yo quien hablara porque no me gustaba mucho el silencio y además siempre me ganaba la curiosidad.
-Y es un lindo día la verdad... me gusta mucho este bosque...- ya le respondí sonriendo y pensando en que el tiempo era siempre un buen tema para una primera conversación...

La miró fijamente mientras sonreía.
-Es que, si te digo la verdad... me gustaba mucho la canción que estaba sonando.-se excusó.-Además, soy bastante tímido.-mintió descaradamente. Miró el cielo y luego volvió a mirar a la chica de arriba a abajo.-Es bonito, sin dudarlo.-decidió apagar el ipod, ya que no le estaba haciendo caso.-Yo soy nuevo aquí... me llamo Erik.

-Qué escuchabas?.- le pregunté por lo que dijo del Ipod. -Y por cierto soy Alma.- le dije con una sonrisa presentándome. -No soy de Fell's pero pasé el último año aquí... luego me volví a París y acá estoy de nuevo... larga historia.- dije encogiéndome de hombros con una sonrisa porque era un poco lío de contar todo el rollo.

Erik sonrió.
-Para hacer deporte me gusta escuchar música electrónica.-dijo.-Ahora mismo escuchaba a Uffie.-contestó a su pregunta.-Vaya... así que Alma... un nombre exótico.-sonrió. Escuchó atentamente la historia de la rubia.-París. Bonita ciudad.-exclamó.-Fui de vacaciones varias veces con mi familia... me pillaba cerca. Yo soy de Holanda.

Sonreí cuando dijo lo de la música electrónica, a mi me daba por el heavy metal para correr...
Luego escuché lo que djo de mi nombre. -Exótico? Quizá...- dije pensando en ello, nadie me había dicho eso. -Y si que París es bonito. Me fui de casa de chica, y no me daban muchas ganas de volver así que recién hace un par de meses volví a pisar Francia, la verdad es que echaba de menos París...- le dije con una sonrisa pensando un poco en eso. -Así que Holanda, no conozco demasiado pero paré un par de meses en Amsterdam... hace ya dos años creo...- traté de recordar, esos eran los años con Zack y se me mezclaban bastante.

Erik hizo algo que no solía hacer con la gente: escuchó cada una de las palabras que decía Alma.
-Vaya... qué vida más entretenida.-rió.-¿Y estas cosas se las cuentas a todos los desconocidos que te encuentras haciendo footing en el bosque? ¿o intentas ganarte mi confianza y en realidad eres una violadora en serie?-bromeó.-Amsterdam es una ciudad muy bonita para visitar, para vivir... no sé. Yo soy de Rotterdam.

-No a todos.- sonreí. -Sólo a los que comienzan conversaciones hablando del clima... no sé, como que me dan ternura y entonces les tengo un cariño especial.- dije en broma con una sonrisa mirándolo. -No conozco tu ciudad... Amsterdam me gustó la verdad... pero fue un año de mucho lío, paré poco tiempo en cada lado y además tengo una memoria pésima, así que ya se me mezclan un poco los recuerdos...- confesé con una leve sonrisa mientras me encogía de hombros.

-Ya...-dijo tocándose la barbilla pensativo.-Pues ya sabes, si alguna vez visitas Rotterdam, avísame, te hago un tour especial y quedarás enamorada de la ciudad.-paró de correr y se quitó la capucha.-Veo que este sitio está bien para correr... me temo que voy a venir aquí todas las mañanas.-se paró a observar el paisaje.-Yo es que hago mucho deporte... ¿tú sueles correr o es solo un arrebato del día de hoy?

-Hecho.- dije sonriendo por lo de Rotterdam. Me detuve junto a él cuando se quitó la capucha. -Sí, vengo a correr cada mañana... me encanta este bosque y la verdad es que soy de correr...- dije con una sonrisa, porque pasaba de los deportes... pero correr me relajaba y me hacía sentir mejor.

-¿Sí?-Erik se colocó el pelo, como de costumbre.-Pues me parece que nos vamos a encontrar aquí todos los días, qué lástima.-dijo irónicamente mientras sonreía.-¿Has desayunado ya?-le preguntó. Erik tenía un poco de hambre, ya que había desayunado muy temprano un batido de proteínas y estaba acostumbrado a comer algo a media mañana.

Sonreí cuando dijo eso de "qué lástima"...

Luego escuché lo otro. -No la verdad... suelo dejar pasar las comidas, sólo un café y ya...- sonreí porque la verdad es que Ben tenía razón en eso, sólo me faltaba vivir de noche y dormir día y eataría del todo siguiendo su ritmo de vampiro... ya no tenía horarios para nada.

-Eh... pues te invito a desayunar. Un café, un gofre. Lo que quieras.-dijo. Se tocó los bolsillos del chándal para comprobar que llevaba la cartera.-Yo invito.

Sonreí cuando lo ví chequear que llevaba dinero. -Vaya, tendríamos que comprobarlo antes de invitar...- dije picándolo y haciéndole un guiño. -Igual suena muy bien para mí...- dije prestándole ahora más atención, la verdad es que estaba muy bueno... quizá era el jodido humano que sin querer había estado esperando... sin tanto drama, estaba cansadísima del drama...

-Es lógico. No voy a invitarte si no llevo la cartera.-rió. Sacó un clinex del bolsillo del pantalón y se limpió el sudor de la cara.-¿Quieres uno?

-No gracias...- dije sonriendo. -Bueno, qué hay de tí? Qué te trajo a Fell's?.- le pregunté ya cuando comenzamos a caminar en el sentido contrario para salir del bosque.

Se volvió a meter los clinex en el bolsillo.
-Pues... yo vivía en Seattle, era un hombre de negocios. Pero... cansado del estrés de la ciudad vine a parar aquí. Digamos que un poco al azar, pero bueno. Aquí estoy.

-"Hombre de negocios" vaya...- dije pensando en eso mientras lo miraba como si lo estuviese estudiando o algo.
-No es un mal pueblo, pero se pone aburrido... no sé, al menos para mí... no es fácil entretenerme....- dije lo último medio pensando en voz alta, pero era cierto que me cansaba rápido y cambiaba más que el viento.

-Ya...-dijo mirándola fijamente.-Supongo que se me hará difícil adaptarme por eso de vivir siempre en una gran ciudad... pero este paisaje merece la pena.-dijo.-Llevo años con el proyecto de venir aquí. Cuando me llamaron para decir que la casa que he estado construyendo todo este tiempo estaba terminada, no dudé en venirme en seguida.

-Vaya... una casa? Entonces realmente piensas instalarte aquí...- dije mirándolo y pensando en eso, algo como construir una casa se escapaba del todo de mi, significada decidirse a quedarse en un sitio y era algo de lo que nunca estaba segura... siempre estaba de paso.

-Bueno... o sea, no pienso morir aquí ni nada por el estilo. Si no me gusta, siempre tengo la opción de volver a Seattle.-dijo. Se empezaron a acercar al pueblo.-Es que a veces tomo decisiones precipitadamente... no pienso mucho las cosas. No me gusta hacerlo. Si pensara mucho las cosas, probablemente acabaría sin hacer nada.

-Ya... yo tampoco soy de pensar demasiado las cosas, en realidad creo que soy del grupo de los que tratan de hacer exactamente lo que les da la gana.- dije sonriendo. -Pero eso ahce que sea bastante buena para meter a todo el mundo en líos... la verdad.- dije encogiéndome de hombros porque por eso de no andarme cortando con lo que se me antojaba había molestado a más de uno.

-Ya...-dijo.-Yo suelo hacer lo mismo. Meter en líos a gente y acabar yéndome de rositas. Muchos dicen que soy un cabrón.-rió.