Footing

Recuerdo del primer mensaje :

Erik era nuevo en Fell's Church, y nada más llegar a su casa, cambió sus vaqueros por unos pantalones para hacer deporte, se puso las zapatillas y salió a correr con la música puesta.
Siguió corriendo, sin saber realmente donde iba y se dirigió al bosque.
La estampa era preciosa, digna de una fotografía, pero Erik estaba demasiado concentrado en hacer deporte para darse cuenta.

-Quizá lo seas...- dije mirándolo con algo de curiosidad y una gran sonrisa. -Qué tendría que hacer para comprobarlo?.- le pregunté mordiéndome inconscientemente el labio inferior mientras íbamos ya caminando por la calle.

Erik alzó una ceja cuando Alma le preguntó eso.
-Simplemente concerme...-dijo.-Así podrás juzgarme.-guiñó un ojo y le abrió la puerta de la cafetería para que entrara ella primero.

Asentí porque era lo más lógico y entré en la cafetería adelante de el. Enseguida nos sentamos en una mesita y me pedí un café doble.

Erik miró la carta de arriba a abajo y pidió un capuccino y unas tortitas.
Clavó sus ojos en Alma.
-¿Vas a pedir solo eso? estás en los huesos.-dijo.-Camarera, dos de tortitas.

-Nah... no sé, es que me gusta mucho el café y no soy tan amante de las cosas así dulces y eso... pero puede que si me compartes pruebe un poco de tus tortitas... o te parece demasiada confianza para un primer café?.- le dije ya alzanod la vista y lo último en broma.

-Ya...-escuchó atento sus palabras.-A mí también me gusta el café, pero no demasiado.-dijo.-Me da igual compartir mis tortitas.-sonrió.-Pero tengo hambre, por eso he pedido dos de tortitas. No quiero devorarlas todas.

-Vale. Mejor porque ahora no queiro pero seguro que cuando te las traigan me dan ganas...- dije sonriendo, era bastante probable. -Y qué harás aquí en Fell's? Ya tienes decidido eso o irás viendo?.- le pregunté porque como se había construído una casa suponía que lo tenía más o menos pensado.

[off: que conste que elegí de avatar a Chloé antes de saber que salía con Ceratti... pero claramente adoro a Ceratti ... ]

-La verdad es que... estoy descansando.-se volvió a colocar el pelo.-Espero que no suene muy arrogante lo que voy a decir... Es que, tengo dinero de sobra. Como para vivir quinientos años sin trabajar.-rió.-Y me he puesto a pensar... ¿para qué voy a querer más dinero si no voy a vivir lo suficiente para gastarlo todo? además no tengo ni siquiera que trabajar para producir dinero. Para eso he comprado acciones y mi empresa va viento en popa.

-Pues no es arrogante... es decir, es la verdad no?.- dije encogiéndome de hombros porque no le veía el sentido a ocultar la verdad. -En eso quizá no nos parezcamos...- le comenté. -Mis padres me han dejado un fideicomiso... tienen varias empresas de moda en París.... Pero no quiero que me encuentren y paso de tener demasiados lujos así que he decidido no tocarlo. Desde que me fui de casa he trabajado de muchas cosas y no me molesta hacerlo, no me gusta estar sin hacer nada... aunque no lo necesite...- sonreí. -En París estos meses trabbajé de modelo y he hecho dinero que no llego a gastar ya que tampoco es costosa aquí la vida... pero igual pensaba trabajar para matar el tiempo hasta que se dió lo de la universidad y preferí anotarme allí.- le comenté.

-Vaya... así que tendrás un montón de historias que contar.-dijo totalmente metido en la conversación.-Yo... soy un vago.-justo cuando acabó de decir la frase, la camarera les trajo las tortitas y los cafés. Erik le echó sirope de chocolate a las tortitas y le ofreció a Alma.-Bueno, lo que te decía. Yo soy un completo vago, de pequeño trabajé bastante junto a mi madre, así que... ya no quiero hacer nada más.-rió y dio un sorbo a su capuccino.-Después fui a vivir con mis abuelos y ellos me rodearon de lujos... y me enseñaron a vivir la vida.

-Es bueno eso de conocer cómo se vive con lujos...- dije pensando en lo que decía mientras me bebía el café. -Pero también es bueno saber prescindir de ellos... saber que tan pronto te quedes solo en un sitio desconocido encontrarás antes o después el modo de apañártelas.- dije sonriendo mientras veía como le ponía chocolate a las tortitas, no acepté todavía... ya después quizá aceptara un poco para probarlas al menos.

-Ya... mi infancia fue horrible. Fue pobre, muy pobre.-dio otro sorbo a su capuccino.-Mi madre me tuvo a los 16 años y me crió sola, no tuve un padre... pero cuando crecí, a los 12, mi madre decidió que no podía aguantar la situación así que nos fuimos a vivir con mis abuelos, a quienes yo no conocía. La historia es que mi madre se fugó con su novio del instituto, se quedó embarazada y él la dejó. Mi madre era una rebelde, y su última opción era volver con mis abuelos, hasta que cuando se dio cuenta de que era lo mejor para ella y para mí, decidió volver a casa. Mis abuelos resultaron ser millonarios. Y no me conocían. Además, mi madre es hija única y yo también lo soy, de modo que soy su único nieto. Me mimaron y me dieron todo lo que quise.

Me quedé fascinada escuchando su historia y prestándole mucha atención... -Vaya historia...- dije cuando acabó de contar todo. -Tu madre ha de ser una mujer sorprendente...- dije porque sonaba a eso. -Vive en Seatle?.- pregunté porque habái dicho que de allí era él.

-No. Vive en Holanda.-dijo.-Es que... eso es otra historia más, jaja. Bueno, cuando ya terminé mi carrera. Mis abuelos me dijieron que me pagarían el pasaje y la estancia en la ciudad que yo quisiera del mundo. Elegí Seattle. Me asenté allí, hice buenos negocios y gané dinero. Y ahora estoy aquí. Fin.

-Vale, una buena historia la tuya...- dije sonriendo y pensando en todo lo que me había contado... y me quedé un poco en eso mientras bebía mi café.

-Joder, ahora que lo pienso... no sé, contada, suena rara e irreal.-dijo.-Pero no, no lo es. Es verídico.-sonrió y siguió comiendo tortitas.-Bueno, ahora te toca a i contarme tu vida.

-Necesitaremos más que unas tortitas... y bastante alcohol.- dije seriamente en broma, porque si de verdad tuviera que contarle mi vida incluyendo a los vampiros era un poco necesario que estuviera borracho. -Te la resumiré como pueda... Nací en Bélgica, pero mis padres son franceses y allí me crié, a los 15 años supe que era adoptada y entonces pues me enojé seriamente con ellos y me fui de casa. Tenía un novio y me largué con él... anduvimos pasando por muchas ciudades.- dije evitando contarle que el tío era un vampiro y que nunca había entendido del todo bien cuáles eran los "asuntos" que tenía y nos hacían parar dos meses en cada ciudad. -Quería encontrar a mis verdaderos padres, seguí algunas pistas, conseguí información... todo eso me trajo a Fell's y aquí averigué alguna otra cosa más pero no he logrado dar con ellos y ahora mismo no estoy tampoco segura de querer encontrarlos...- dije encogiéndome de hombros.
-Durante dos años con Zack, mi novio de ese momento, vivimos en 12 ciudades... trabajé de camarera, en bibliotecas, en moda...- dije por contarle alguna parte de la historia.

-Joder, me dejas anonadado.-le dijo mientras miraba su cabello rubio.-De verdad, haces que mi vida parezca un ridículo cuento infantil. Tu vida es como... no sé, una novela.-dijo interesado ante lo que la joven le contaba.

-No es para tanto... es... como si te metieras arriba de un barco y no sabes nadar, pues te lleva y ya... así he vivido bastante tiempo y la verdad es que Fell's ha sido... como el primer puerto que elijo, algo así.- dije pensando en eso y la verdad es que no sonaba tan mal por más aburrido que pudiera ser.

Off: vuelvo en '15

-Vaya... qué poética.-se rió durante un par de segundos.-Supongo que algo tendrá este pueblo, ¿no? Espero que me guste...-dijo no muy seguro, ya que ahora que se había puesto a pensarlo y quizás no era una muy buena idea mudarse a Fell's.

[OFF: Vale!]

-Sí, soy muy poética... ya verás...- dije sonriendo en broma porque no lo era para nada. -Y no sé, en realidad vine sin querer hacerlo es una larga historia...- dije, no quería aburrirlo con todo mi drama. -La cuestión es que ya estado aquí decidí inscribirme en la universidad y por el momento me quedaré, pero tampoco creo que por mucho tiempo porque me conozco y sé que me cansaría.- dije sonreindo.

-Ya bueno...-dijo mientras bostezaba. Se había acostado a las 3 de la mañana y se había levantado a las 6.-No bostezo por tu historia, ¿eh? es que solo he dormido tres horas...

-Vale. Pues yo ya tendría que irme igual así que si quieres quedamos otro día...- le dije con una sonrisa, me caía bien. Acabé mi café y ya dejé el dinero al lado.

off: voy cerrando así abrimos otro post-fiesta

-Bueno, como quieras.-respondió levantándose de la mesa. Le pidió a la camarera la cuenta y lo pagó con tarjeta de crédito. Le devolvió el dinero a Alma.-Dije que invitaba yo.-guiñó un ojo.

-Vale. No me quejaré que tengo el presupuesto recortado...- bromié con una sonrisa cuando me devolvió el dinero. También me puse de pie y ya salimos del bar.
-Bueno, ha sido un gusto conocerte... ya nos veremos por ahí que el pueblo es muuuy pequeño.- le dije luego de darle dos besos en las mejillas con una sonrisa.