Recogiendo las cosas de Alma (Ben) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Tal como Alma me había pedido fuí a casa de Ben a por las plantas, nada más llegar toqué el timbre y esperé.

Spoiler:

Sonreí -Te toca- dije mirandole también de arriba a abajo.

Sonreí- ¿QUieres montartelo ahora mismo conmigo?- dije enarcando una ceja al ver como me miraba.

Sonreí por su pregunta desde luego no me la había esperado -Si ¿Y tu?- dije sonriendo picaramente.

- Sí- contesté únicamente antes de acercarme a ella para poder llegar a sus labios y besarla de una vez.

Sonreí y cuando quise decir algo se acercó a mi, me besó y le correspondí al besollevaba queriendo hacerlo desde hace variso días pero con todo lo de Alma no era apropiado.

Me correspondió al beso y enseguida la pegué a mi para profundizarlo, nada me vendría mejor que esto para olvidar las penas, o al menos era lo que pensaba... La recosté enseguida en el sofá sin dejar de besarla.

Dejé que me recostara en el sofá y comencé a acariciar todo su torso desnudo sin dejar de besarle ni un instante.

Pasé a besar su cuello mientras con mis manos acaricieba su cintura e iba subiendo poco a poco hasta llegar a los tirantes de su sujetador y ya se los baje poco a poco.

Cada caricia me excitaba más que la anterior, noté como bajaba los tirantes de mi sujetador y comencé a besar sus hombros y su cuello antes de susurrarle: -¿Tienes esposas o algún pañuelo?

Sonreí- Tengo las dos cosas, ¿qué prefieres?- dije yendo hasta sus labios para besarla con pasión.

-Esposas- murmuré sin pensarmelo dos veces mientras continuaba su beso y enredaba mis dedos en su pelo.

Sonreí y continué su beso por unos intantes y levantarme. Subí a velocidad vampirica hasta mi habitación y tras coger las esposas baje de nuevo- ¿Te esposo o me esposas?- dije sonriendo y mirandola.

-Prefiero esposarte yo primero- dije quitandole las esposas para ponerselas. Una vez puestas le tumbé en el sofá y fui besando todo su pecho bajando por su abdomen mientras comenzaba a desabrocharle el pantalón antes de librarme de éste, dejandole sólo con el boxer.

Sonreí porque por lo general la gente decia lo contrario así que me deje hacer por ella cuando me esposo, comenzó a quitarme los pantalones y sonreí picaramente.

Volví a a sus labios mientras comenzaba a acariciarlo por encima del boxer, me quité el sujetador, me tumbé encima suyo, entrelacé mis manos con las suyas y fuí descendiendo lentamente con caricias desde éstas pasando por el dorso de sus manos y sus brazos hasta llegar de nuevoa su boxer y comenzar a bajarselo con mis dientes.

[Off: Me voy, bye]

Suspiré por todo lo que hacía, la verdad es que no me la había esperado así para nada y me estaba encantando para que negarlo. Disfrute de sus caricias hasta que llegó a mis boxers y la miré con una sonrisa picara cuando comenzó a bajarmelos con los dientes.

Le bajé los boxers y me quité mi última prenda de ropa interior antes de tumbarme encima de él mientras continuaba con una camino de besos y caricias hasta llegar de nuevo a sus labios. Después mi mano bajó lentamente hacia su miembro para comenzar a darle placer primero con mi mano y después con mi boca.

Comencé a gemir y estremecerme sin poder evitarlo cuando comenzó a darme placer primero con la mano y después con su boca. La verdad es que sabía exactamente como tocarme y me estaba encantando.

Continué lamiendo su miembro durante un rato más antes de regresar a su labios y ayudarle a hundirse en mi. Comencé a moverme despacio sobre él moviendo mis caderas en círculos para tratar de excitarlo aún más.

Subió de nuevo antes de hacer que me hundiera en ella. Suspiré de verdad que esto de estar atado era una tortura, esperé que aumentara un poco el ritmo porque la verdad es que me estaba desesperando.

Continué aumentando el ritmo a medida que lo necesitabamos y de vez en cuando no podía evitar agacharme para besar y morder sus labios mientras acariciaba su abdomen sin parar.

Agradecí que bajará a besarme porque la verdad es que lo necesitaba. Gemí ya contra sus labios sin poder evitarlo porque la verdad es que me estaba encantando.

Estaba siendo genial y eso de tenerlo a mi entera disposición me encantaba, aumenté más el ritmo notandonos cada vez más cerca del orgasmo por lo que me acerqué a su cuello y le mordí sin contemplaciones.

Me mordió y enseguida estiré más el cuello, cada vez estábamos más cerca del orgasmo y que me mordiera ahora mismo era fantástico y muy excitante.- Joder Miriam sueltame...-murmuré suspirando mientras ella bebía de mi porque estaba deseando tocarla.

Dudé unos instantes pero como le estaba notando sufrir al final dejé su cuello y le solté las esposas sin dejar ni un instante de moverme, acariciarlo y besarlo.