Conociendo Fell's (Alma)

Quedamos con Alma que nos veríamos en un pub y al final, decidí ponerme un poco más presentable. Me dí una ducha luego de volver del Ipswich, me puse unos jeans, una camiseta negra y ya me fui a esperarla. Me quedé en la barra y pedí un whisky, no sabía qué tanto se tardaría pero mientras coquetié con algunas chicas que se me acercaban sin poder evitarlo.

Me puse un vestido corto y sencillo de verano (Chloé) y unas sandalias de tacón Manolo Blahnik.

Spoiler:

Entré al pub en el que habíamos quedado con Fede y enseguida lo busqué con la mirada. Estaba en la barra hablando y sonriéndole a algunas chicas. Tenía una bonita sonrisa.
-Qué rápido me cambias por otras...- murmuré acercándome con una sonrisa y picándolo un poco mientras ya me sentaba a su lado y me pedía un vodka.

Escuché la voz de Alma y me giré a mirarla, estaba guapísima. -¿A tí preciosa? Descuida que no te cambiaría por nada.- le respondí con una amplia sonrisa ya mirándola de arriba a abajo y estudiando los gestos con los que se sentaba a mi lado y se pedía el vodka tan llena de confianza.

-Vale, así me gusta.- sonreí haciéndole un guiño y enseguida me trajeron el vodka. -Y qué tal el trabajo? Mucho lío eso del Ipswich?.- le pregunté por hablar de alguna cosa.

-No, es sencillo. Aunque a veces se llena de gente y se me hace un poco más dificil.- le expliqué sonriendo. -Igual me sorprende que todas las tías que conozco están buenas, una más que la otra.- le dije ya mirándola sin cortarme. Había conocido a una rubia de infarto y Miriam que además de estar super buena me había ayudado un poco con mis cosas.

-Y a quiénes más has conocido?.- le pregunté con una sonrisa dando por hecho que yo era una de ellas y con cierta curiosidad cuando dijo eso de que conocía tías buenas porque no es que en Fell's Church hubiera tanta gente la verdad.

-¿Qué importa? Te pones celosa o algo?.- le dije con una sonrisa mirándola antes de mover un poco mi vaso y beber algo. -Miriam y Aitana, no sé si las conoces.- dije después ya respondiéndole.

Sonreí cuando me dijo eso primero de que si me ponía celosa. -Vaya. Sí, claro que las conozco. Aitana es la ex esposa de mi novio y Miriam es... una ex amiga... por ponértela fácil.- dije tratando de simplificar todo eso. -Pero no estamos aún en la etapa en la que te doy la lata con mis cosas así que mejor hablemos de otras cosas... vale?.- dije con una sonrisa mirándolo.

Pensé en lo que dijo y recordé la conversación de Miriam sobre que se había enamorado del novio de una amiga. Empezaba a entender que ese pueblo tenía muchos más líos de los que se veían a simple vista.
-Vale. Hablemos de otra cosa. ¿Qué quieres saber?.- le pregunté girándome ya del todo y quedando frente a ella en el taburete estaba realmente preciosa con ese vestido.

Me gustó que aceptara cambiar de tema... era preferible. -Mmm... no sé, qué trae a Fell's, dónde naciste... cómo era tu vida antes de llegar... esas cosas.- le dije soltándole temas así como así y viendo como se giraba para mirarme mejor.

-A ver... Nací en Milán, pero hace ya bastante tiempo que ando un poco aquí y allí, viviendo en diferentes ciudades.- le comenté organizando todas sus preguntas. -Llegué porque me dijeron que es un sitio tranquilo y resulta que me gusta escribir y buscaba un sitio para instalarme y dedicarme a ello.- le dije.

off: me voy

-Qué bonito eso de que te guste escribir!.- dije pasando un poco por alto todo lo demás. -Y ya has escrito algo o es que estás comenzando?.- le pregunté.

[off: Ok. Bye ]

Sonreí cuando dijo que era bonito. -No he escrito nada importante.- respondí porque si bien había editado algunas cosas hacía mucho que pretendía hacer una novela y nunca lograba avanzar.
-¿No te esperabas eso de mí?.- pregunté después porque daba la impresión de que le había sorprendido mi respuesta. -¿Tú de dónde eres? Pareces francesa.- dije por el acento.

-Vale.- dije por eso de que no habái escrito nada importante, me daba igual la importancia o no, pero parecía que no tenía ganas de hablar de eso.

Luego dijo eso de que parecía francesa. -Nací en Bélgica pero un poco de casualidad... soy francesa, mi familia es de París, allí me crié y demás.- le dije con una sonrisa bebiendo un poco de mi trago y dándole una calada al cigarro. -Y no, no me esperaba que escribieras, no sé... tonterías.- dije porque no es que tuviera una razón o algo, era simplemente una impresión.

-¿Porque soy camarero?.- pregunté mirándola cuando dijo eso de que no se lo esperaba. -He trabajado en muchas cosas, me fui de casa a los veinte años así que ya verás... Tuve muchos trabajos, pero lo que me gustaría es escribir.- dije mirándola con una sonrisa. La verdad es que la chica era preciosa por donde la mirara.

Lo mire sonriendo cuando dijo eso porque no era tan diferente de lo que me había pasado a mí en la vida. -Entiendo lo que dices.- murmuré acabando mi copa y ya girándome del todo para mirarlo. -También me fui de casa de jóven y he andado por muchas partes... tuve muchos empleos, esas cosas.- le expliqué con una sonrisa. -Pero lo de ser modelo ha sido bueno sobre todo porque me ha dado dinero para no estarme preocupando, aunque reconozco que no me gusta eso de ni trabajar.- dije porque me aburría fácil.

-Tampoco me gusta estar así sin hacer nada.- reconocí mirándola con mi mejor sonrisa. -Y dime ¿Porqué te fuiste casa? O es que eso es parte de "darme la lata" y aún no tenemos confianza como para llegar a esa etapa de la relación.- le dije con una sonrisa pícara por lo de "relación" y porque eso ya lo había dicho ella antes.

-Puede que no, puede que aún no tengamos esa confianza...- dije mirándolo con una sonrisa como si lo escudriñara con la mirada. -Bailemos, puede que te vea mover ese buen cuerpo que tienes y me quites la desconfianza.- le dije coqueteando con él con bastante picardía.

-No se hable más.- murmuré sonriendo en cuanto me dijo eso y ya me puse de pié cogiendo su mano y yendo a la pista para comenzar a bailar con ella. La tomé de la cintura y bajé un poco mis manos pero sin llegar del todo a su trasero, sabía que tenía novio y no estaba tan seguro de querer problemas cuando aún era "el nuevo".

Sonreí cuando me dijo todo eso y nos fuimos a la pista. Enseguida me cogió por la cintura y comenzamos a bailar. Sentí que sus manos bajaban pero se quedaban por allí y sonreí un poco poniendo ya mi barbilla casi sobre su hombro. La verdad es que tenía un cuerpazo y me gustaba de algún modo estar cerca suyo, era muy atractivo.

Noté que no se inquietaba por mis movimientos y entonces bajé un poco más mis manos pasándolas por su trasero y estrechándola un poco hacia mí. -Me gustas, preciosa, me gustas mucho.- murmuré seductor a su oído cuando sentí que apoyaba su barbilla en mi hombro. -¿Qué tanto tendríamos que cuidarnos de tu novio?.- solté un poco probando suerte y a ver si colaba.

Escuché lo que me decía y me estremecí de inmediato, "Joder, Alma... ¿con qué necesidad te metes en estos líos?" pensé. -¿Cuántas partes de tu cuerpo estarías dispuesto a dejar que separaran de tí?.- murmuré en broma pero dándole a entender que no era joda que se pasara conmigo. Un poco por salir de la estúpida situación en la que acababa de meterme cogí su mano otra vez y me separé de él dándole una vuelta y comenzando a bailar más distanciados.

Sonreí cuando dijo eso porque era bastante claro que no estaría dispuesto a dejar que separasen ninguna parte de mi cuerpo. La miré con una sonrisa y enarqué una ceja cuando ya obligó a que me separase de ella y me dió una vuelta. -Vale, lo pillo.- murmuré mirándola con picardía. -Nada de tocadas, ni de caricias, nada de besos.- dije casi buscando provocarla con lo que decía. Me acerqué a su oído en uno de los giros. -Nada de hacerte el amor hasta que me pidas más y más.- solté ya en un último intento de calentarla.

Lo escuché decirme eso y tuve que esforzarme por no estamparlo contra una pared y ya dejarle que me hiciera todo lo que decía. -Nada de nada.- murmuré con una sonrisa mirándolo a los ojos y continué bailando como si tal cosa.

Sonreí cuando dijo eso, evidentemente era una chica fiel y aunque me quedaba con las ganas, no me metería en el medio. Al menos no por el momento. Continuamos bailando y moviéndonos sin detenernos mientras la música iba cambiando de ritmos más rápidos a más lentos y al revés.