Un desayuno contigo. |Caroline|

Acababa de regresar de los montes apalaches. Después de seguir el consejo del padre de Caroline y sentir como mis huesos estallaban en mil añicos como unas 100 veces esperaba poder rechazar las ordenes de Klaus, dejar de ser su siervo y que dejara de manejarme a su antojo. Ese era mi mayor miedo, Klaus en cualquier momento podía pedirme que hiciera daño a cualquier persona que quisiera, como a Caroline y eso era algo que me mataba por dentro.

La había enviado un mensaje a Caroline, para invitarla a desayunar. Nada más regresar lo único que quería era estar con ella, verla, la necesitaba tanto como un niño una piruleta, como un drogadicto que necesita su dosis diaria. Me senté en la mesa de la terraza jugueteando con la carta mientras la esperaba.

La noche anterior había sido algo agobiante... Había terminado de hacer unos trabajos para el Instituto, que me llevaron horas... Por un momento consideré no hacerlo y luego obligar al profesor a que me pusiera siquiera un aprobado, pero después decidí ir de la forma apropiada...
Me acosté tarde, por lo que a la mañana no desperté demasiado temprano, todo lo contrario...
Me despertó mi celular, vibrando... Pero al ver de quien provenía el mensaje, me levanté rápido de mi cama, dejando todo como estaba, y cambiándome para ir al lugar de encuentro... Hacía mucho que no lo veía y estaba preocupada por él..
Tomé mi auto y salí hacia una de las cafeterías del pueblo..
Al llegar vi que estaba sentado en la terraza, seguramente esperándome... Fui lo más rápido que pude y al acercarme a él, lo mire con una amplia sonrisa...-Ty...- dije con una voz entrecortada entre sorpresa y emoción...

Ella era inconfundible. Su melena rubia siempre igual de brillante, esos ojos, sus ojos, siempre me llevaban a la más profunda locura. Me levante en cuanto la ví, había echado tanto de menos esa voz, tan dulce como siempre. Sonreí involuntariamente, como un autoreflejo, no quería volver a irme, todo el tiempo que había pasado fuera solo había pensado en ella, soñado con ella..

- Caroline...- Susurre y antes de que pudieramos decir nada más a parte de pronunciar nuestros nombres me abalance hacía ella, rodeandola entre mis brazos y dando un suave beso sobre sus labios.

No podía esperar mas que ese abrazo.. El hecho de volver a verlo me hacía estremecer de felicidad.. Sus ojos oscuros parecían tener un destello mas agradable de lo común.. Cerca de él me sentía completa...
Los segundos antes de que nos acercáramos se hacían interminables... Lo había extrañado tanto que no podía explicarlo..
Noté como sus fuertes brazos me rodeaban, por lo que también hice lo mismo... Hice que nos separáramos un poco, para volver a rozar nuestros labios, y fundirnos en un tierno beso...
-Te extrañé demasiado...- dije mirándolo sonriente, sin dejar de abrazarlo...

Su piel sobre la mía me producía una sensación imposible de describir y que tanto había añorado en el tiempo que había pasado fuera. Estar entre sus brazos era lo más parecido a estar en el paraiso. Bese sus labios con dulzura, disfrutando del tacto de ellos.

- Ya estoy aquí.- Susurre mientras me separaba lentamente de ella, Fuí hacía la mesa donde estaba sentado y retire una de las sillas para que ella se sentara.

Volver a sentir sus labios, se sentían tan bien.. No quería que ese momento de felicidad y tranquilidad que sentía al estar a su lado, no acabara nunca.. Necesitaba de esto otra vez..
La intensidad del beso iba disminuyendo, por lo que, al separarnos, lo miré con una sonrisa que no se borraría nunca, cuando él estuviera a mi lado...
Escuché lo que dijo, y lo abracé mas fuerte..
-No me dejes mas así, Ty..- dije, refiriéndome al hecho de que habia salido de la ciudad sin siquiera pensarlo ni avisarme..
Lo seguí hasta la mesa en donde estaba sentado, en una de las sillas que quedaban sin ocupar..
-Y bien.. ¿Como estuviste en todo este tiempo?- pregunté alegre, esperando una respuesta..