A cobrar apuestas (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Había quedado con Ben en una esquina cualquiera de Fell's Church, teníamos que ir a por mi coche nuevo... al menos eso me habían dicho en la aseguradora (tras hipnotizar a alguno, como era lógico) luego tocaba volver al Bar de Vampiros de la otra noche, así podríamos cobrarnos de una vez el premio que había ganado en eso de las apuestas.

Spoiler:

Me quedé caminando en esa esquina y me encendí un cigarro mientras esperaba que Ben llegara.

- Ya sabías como era...-murmuré ante eso de que la desanimaba que me metiera en esas situaciones, pero es que nunca la había engañado respecto a eso, me costaba mucho controlarme y ella lo sabía. Dijo lo e Laine y enarqué una ceja- Pues no se lo cree ni ella... Claro que me hubiera perdonado un beso, es más, me perdonó hasta una infidelidad...-la recordé, no sé creía Laine lo que había dicho ni de broma... Escuché lo que dijo al final y enarqué una ceja, eso último ya que sonaba muy mal- No estoy jugando contigo, joder Alma...-dije suspirando.

-Pues tú también sabías como era yo, y sin embargo he intentado controlarme...- dije a eso, porque la verdad era esa. Pero bueno, que él también se había controlado a su modo... en fin, no tenía caso estarse midiendo uno con el otro. -No sé, da igual... en el fondo confío en tí. Pero me da bronca que justo vayas y estés a los besos con esa bruja como si fuera irresistible y luego yo tengo que aguantármela tratándome de tonta todo el rato, tiene muchos prejuicios con las modelos, sábes? Es para matarla, si tan lista fuera no tendría que haberla salvado dos veces.- dije pensando en eso. Ya me dijo eso de Laine y me encogí de hombros, lo mismo le había dicho yo a ella, que no le creía para nada... hasta le había dicho que Ben era uy "perdonable" o algo así. Ya dijo que no jugaba conmigo y me encogí de hombros. -Ya, pero es que a veces parece eso, te he dicho todo sobre Arianne... que le tengo idea, que me jode que la hayas besado y vas y lo haces otra vez, es como si yo no te bastara o si quisieras probarme a ver hasta dónde llego.- murmuré, no me hacía gracia eso.

- Alma lo siento ¿vale? Joder... Esta bien, tendré cuidado, no va a pasar nada más, ya esta.. Pero no digas tonterías... Claro que contigo me basta es que yo, soy un imbecil ya lo sabes, pero no quiero perderte...-dije suspirando, es que si, puede que buscara los límites, y ni sabía por qué, ¿tal vez era porque tenía algo con eso de que no fuera celsoa? Quien sabe, pero es que ni lo iba buscando... No sabía ni que decirla- Solo confia en mi, no quiero a nadie más que a ti... Y lo sabes...-dije suspirando y mriando a pesar de que ella seguía conduciendo.

Fue diciendo que yo le bastaba y que era un imbecil... -Ya, pues no lo digas más. Demuéstramelo.- dije sin mirarlo todavía. Sus palabras ahora mismo no me bastaban para nada. -Si quieres que confíe en tí entonces jodas la relación.- murmuré sin mirarlo. Iba a soltarle que como siguiera con esas cosas de verdad que me conocería, que me cobraría uno por uno esos besos. Que me importaría bien poco él y sus celos. Pero no queria amenazarlo con tonterías, ya no serían amenazas la próxima vez. Serían actos de verdad.

No contesté y miré por la ventanilla, sabía que ahora mismo la valían de poco mis palabras pero es que era lo único que tenía... Suspiré. Es que no sabía que decirla, sabía que era un imbecil pero es que... Aunque no lo pareciera si que me controlaba, en otras muchas cosas, para mi eso de no pasar de los besos era un gran avance, pero entendía que no la valiera... No era nada bonito, yo seguramente hubiera estado muerto de celos y muy molesto si fuera ella la que lo hiciera.

No dijo nada y tampoco le dije más nada. Estaba bastante molesta por su actitud, por toda la situación con Arianne, por que siguiera pensando que era una tontería eso de que él le gustaba, por que se expusiera a esas cosas, la besara de esa forma y luego me lo ocultara hasta el final... Sabía que me quería, pero eso de que mi esposo se fuera besando con otras estaba dejando de tener gracia. Subí el volumen de la música y continué mirando la carretera a través de mis gafas sin decirle más nada. No tenía nada para decirle y me importaba ahora mismo bien poco lo que tuviera para decirme él.

Se suponía que al principio se lo había tomado bien pero ahora estaba molesta... Es más, estaba enojada, podía sentirlo perfectamente por el vinculo de sangre. Suspiré y vi como cada vez nos acercábamos más a Virginia, no me hacía demasiada gracia dejar todo así a medias y que fuera a lo de sus padres pero bueno, ninguno parecía dispuesto a hablar y era lo que tocaba...

Fuimos llegando a Virginia y ya bajé algo la velocidad mientras iba hacia la casa de mis padres. No tenía idea de si estarían todavía ahí, pero algo me decía que no se habían movido, de hecho hasta sentía que de alguna manera me estaban esperando. -Llévate el coche, vale? No sé si volveré esta noche.- le dije cuando ya aparqué a unos metros de la casa, no quería mirarlo cada vez estaba más decidida a largarme de allí. Toda esa faena de estar discutiendo y no llegar a nada me hacía mal, me sentía decepcionada y no me lo merecía, tenía demasiadas cosas que averiguar todavía y había hecho demasiados sacrificios por él, era hora de pensar un poco en mí, siempre encontraría quien lo "cuidara" de todos modos así que no podía estarse preocupando.

Dijo que no sabía si volvería esta noche y enarqué una ceja, porque eso muy normal no era, pero tampoco comenté nada, que según estaban las cosas capaz era de tomarsela conmigo por cualquier cosa que dijera. Me bajé del coche para ir hacía el asiento del conductor mientras ella hacía lo mismo- Bueno pues.... Llámame cuando tenga que venir a recogerte- dije cuando quedé a su lado. No me atreví ni a darla un beso por lo fría que la sentía y me monté en el coche. Cerrando la puerta y arrancando de nuevo.

-No hace falta, tengo el bus... y tú tienes que trabajar.- le dije más excusándome que otra cosa. Se subió del lado del conductor y cerró la puerta. No quería darle un beso porque sabía que en el acto en el que lo hiciera lo perdonaría como una imbécil. Pero no podía hacerlo, tenía que hacerme fuerte de una vez y toda esta situación no ayudaba. Encendió el coche. -Adios.- le dije antes de girarme e ir hacia la puerta de la casa de mis padres.