Un día con Ben

Recuerdo del primer mensaje :

Mi padre me había llevado al teatro para compensarme por el mal trago que había pasado en el evento de la Universidad. Pero la obra era muy pesada así que apenas pude me escurrí del palco para ir al hall central y hacerle una llamada a Ben, tenía ganas de verlo... además como estaba en Fell's Church había posibilidades de que nos encotráramos.
-Dónde estás cariño?. le dije apenas atendió mientras me sentaba en uno de los bancos a los costados e intentaba hablar despacio por no molestar.

- No seas tonta, eso no pasara- dije sin saber como tenía la cara para estar mintiendola todo el rato, era un cerdo de verdad. Siguió hablando y miré distraidamente mi cerveza intentando controlar mi cara ante eso de quedar los 4, no me podía imaginar nada más raro e incomodo- Pues me alegro que no haya querido, no sé su novio pero yo si que te quiero solo para mi- dije yéndome por la tangente con una sonrisa mientras tomaba su rostro y la daba un pequeño beso.- ¿ Imagínate que te gusta o algo? No es plan, mejor así- dije sonriendo dándola otro rápido beso antes de apartarme.

No esperaba que Ben dijera eso y enseguida me puse totalmente contenta de que pensara así de mí. -Eres un sol.- le dije luego de que me besara así al pasar. No sabía si el novio de Alma se fijaría o no en mí, pero es que nomás escuchar a Ben tan protector ya estaba en las nubes... Me quedé pensando en eso, no era mala idea que su tal Erik se fijara en mí, al fin y al cabo era una forma de joderla un poco. Pero aparte esa idea, yo ya estaba con Ben y estaba feliz, no necesitaba más.

Sonreí y la di otro pequeño beso antes de apartarme- ¿Quieres que vayamos ya a casa?- la pregunté al ver que ya nos habíamos tomado nuestras bebidas- Me apetece tumbarme en el sofá y ya, luego seguimos hablando allí- la dije sonriendo mientras sacaba algo de dinero para pagar las bebidas.

-Sí, me parece una buena idea.- dije sonriendo contenta de por fin tener la chance de conocer bien esa casa y de paso de echarle una ojeada a las cosas de Alma que me tenían tan intrigada. -Oye, me he quedado pensando... quizá te ocupe mucho lugar con mis cosas, prefieres que me lleve algunas?.- dije viendo a ver si colaba. Era una buena forma de ponerme a "ordenar" y que no me pillara luego sin saber lo que tenía. Ya pagó y nos pusimos de pie para largarnos.

Pagamos y la cogí de la mano una vez salimos fuera para caminar hacía mi casa- No me molestan-dije pensando mas o menos en que todo tenía su sitio- Pero si necesitas algo llevatelo, tienes muchas cosas y tal vez necesites algo en tu casa- dije sonriendo pensando en que cuando había "vivido" conmigo se habría llevado de todo y ahora que estaba en su casa tal vez necesitaría de vuelta algunas cosas.

-Sí, por eso digo... que quizá precise alguna de las cosas.- arreglé un poco lo que había dicho antes. El punto era que me dejara libre acceso al guardarropas de Alma, que además considerando como solía vestirse seguramente era un sueño de diseñadores, y ya después me las arreglaría solita.
Salimos del local y comenzamos a andar por la calle, me dejé guiar por él intentando disimular el hecho de que no sabía dónde quedaba su casa exactamente, pero en fin... él iba más rápido así que no me costaba.

- Vale, pues luego coge lo que quieras- dije sonriendo. Fuimos caminando hacía mi casa hablando de alguna tontería más hasta que llegamos y me paré en la puerta para sacar las llaves- Te vas a quedar a dormir, verdad?- pregunté sin tener muy en claro si se quedaría un rato y luego se llevaría sus cosas o se quedaría ya hasta mañana. Abrí la puerta y entramos dentro.

-Me gustaría si no te importa.- dije por eso que decía de si me quedaba a dormir. Apenas entrar me invadió algo de miedo, es que realmente no estaba segura de si podría aguantarme eso de estar en esa casa sin que se diera cuenta de mis patrañas... es que era dificil sostener la mentira que nos había montado, bastante suerte estaba teniendo. Me quedé allí parada esperando que me indicara por donde ir.

- Claro que me gustaría- dije sin poder ocultar del todo el tono picaro. Vi como se paró en la puerta y me hizo gracia porque por un momento me recordó a una vampira esperando invitación- ¿Que haces ahí parada? Anda ven, no seas tonta- dije sonriendo y cogiendo su mano tirando un poco de ella para que entrar dentro. Fuimos hasta el salón y me fui quitando los zapatos con un par de movimientos de pies dejandolos por ahí, nunca había sido precisamente muy ordenado.

Ben me cogió de la mano y luego ya en la sala lo miré quitarse los zapatos y dejarlos tirados. Yo no era desordenada para nada así que no resistí y los cogí dejándolos de un lado. Miré un poco y adiviné que la habitación estaría arriba. -Voy subiendo si no te importa. O prefieres venir conmigo?.- dije porque no quería que me tomara por sorpresa viendo cosas sin saber ni qué eran... pero tampoco quería que sospechara que nunca había estado allí, lo cual era cierto.

La miré colocar los zapatos lo que me hizo mucha gracia- Esta bien, vete subiendo, ahora voy yo- dije pensando en que me apetecía algo de sangre. Mejor si lo tomaba solo en la cocina sin que me viera, que sabía que a los humanos les daba algo de cosa.

Asentí antes de hacerle caso y subir, comencé a rebuscar allí. No había una sola habitación lo que complicaba las cosas. Pero a juzgar por el desorden era claro cuál era la habitación de Ben. Entré allí y me quedé fría. Había cosas de chica por todas partes, me sentía fatal... a saber con las tías con las que podría haberse librado mientras estaba conmigo. Quité ese pensamiento oscuro de mi mente y me concentré en el vestidor. Apenas abrirlo fue de verdad sorprendente ¿Cómo podía Alma tener tanta ropa? Me quedé allí perdida entre los vestidos y los zapatos, joder... en mi vida había sospechado que tenía tantos pero tantos zapatos. Había allí también un pequeño toilette con espejo y maquillaje, nada tenía desperdicio, quería llevarme todas esas cosas rápidamente a mi casa... Analizarlas una por una. Abrí algunos cajones y encontré un sitio con ropa interior, encajes, corsets, ligas... Alma era una zorra, ya lo sabía yo y no había más que ver la cantidad de ropa interior sexy que tenía.

Martha subió hacía la habitación y yo me quedé por la cocina. Me calenté un poco de sangre en una taza y después la fui bebiendo. No me gustaba nada de esa sangre pero la visita de Martha me había impedido ir a "cazar" así que me tenía que conformar con esto. Bebí tranquilamente intentando disfrutar de la sangre lo mejor que podía y después decidí subir hacía la habitación. Esperaba encontrarla ya tumbada en la cama, o incluso en la ducha pero en su lugar la vi mirando cajones y esas cosas- ¿Qué haces?- dije enarcando una ceja apoyandome un poco en el marco de la puerta.

Me sorprendió la presencia de Ben, ni siquiera lo había oído acercarse. -Ey, me has asustado.- dije cerrando el cajón de golpe y volviéndome hacia él. -Nada importante, sólo veía mi ropa y es que estaba decidiendo qué cosas me conviene llevar a casa y eso.- le respondí sin sonar realmente convencida, pero bueno... es que era una buena respuesta, no?

- Perdona- dije sonriendo, a veces recordaba que los vampiros eramos tan silenciosos que ni nos oían llegar.- ¿Ya decidiste que llevarte? Podrías llevarte también algunos libros y eso... No es que molesten pero es que se mezclan con los míos y me lío- dije mientras me aceraba un poco a ella.

Asentí a lo de la ropa y cuando dijo lo de los libros casi me da algo, joder... ¿Cómo se suponía que sabría cuáles eran los de Alma? -Quieres irlos separando mientras yo me encargo de la ropa?.- le dije tratando de tirarle a él un poco la faena y a ver si colaba. Sabía yo que venir a casa de Ben traería complicaciones, con lo bien que estaba saliendo todo...

Suspiré sin estar nada convencido- Bueno vale...-no tenía muchas ganas pero todo fuera por tener algo más de espacio. - Si encuentro alguno que me guste me lo quedo que lo sepas- dije bromeando mientras volvía a salir para bajar al salón y ver lo de los libros.

-Claro, no hay problema.- dije en broma mirándolo cuando dijo eso de que si encontraba alguno que le gustaba se lo quedaba, pero es que me importaban nada los libros de Alma. Con que estuviera ocupado en algo por un rato me alcanzaba. Apenas salió de la habitación entonces me puse otra ve a cotillear las cosas de Alma, esta tia tenía demasiada ropa de verdad. Fui separando sobre la cama las cosas que me quería llevar. Volví a mirar los cajones de lencería... en serio ¿Cuánta ropa interior necesitaba? Es que era notable y un conjunto más precioso que el anterior, no me atreví a llevarme nada de eso, pero de solo pensar que los había usado con Ben me daba una rabia tan incontrolable que no podía ni pensar.

Martha estaba muy rara, o al menos era la sensación que tenía. No sabía que la pasaba, de todas formas yo tenía la labor de hacer eso de los libros así que mejor no pensar en Martha, esperaba que luego ya estuviese más normal. Me senté cerca de la estantería en el suelo con un montón de libros apiñados y fui mirando las cubiertas y los titulos y demás antes de irlos separando poco a poco.

Me quedé acomodando la ropa lentamente, separando lo que "servía" para podérmelo llevar y dejando otro poco en la habitación. Es que me gustaba la idea de que mirara esa ropa y pensara en mí ¿porque eso hacía, no? Sonreí y me senté un poco en la cama, antes de abrir el cajón de la mesita del lado que suponía era el de Alma... aunque era dificil de decidir. Efectivamente encontré allí cosas que eran de ella. Una agenda, un libro pequeño, limas y lacas de uñas... y luego ¡cartas! cómo había sido tan tonta de dejar eso ahí, las miré por encima y ví que eran de Ben para ella, solo dos o tres cartas. Las cogí y las guardé en mi bolso, quizá debería haberlas tirado pero es que no podía resistir la tentación de leerlas tranquila en casa, tal vez me daban alguna pista más para poder conocer a Ben.

Fui separando algunos, tampoco quería devolverla todos porque no era plan de que pensara que me quería librar de sus cosas... Así que aparté solo unos pocos. Los dejé allí cerca de la entrada para que se los llevara mañana y después decidí volver a subir arriba- Acabé!- dije sonriendo mientras entraba en la habitación y la veía sentada sobre la cama mirando su mesilla.- ¿Y tu?- la pregunté para ver como iba más o menos.

-Ya casi estoy. COn que me lleve esto estoy bien.- dije señalando las cosas que había sobre la cama y apurandome a cerrar la cartera. -Y estas lacas también.- dije abriendo el cajón para coger también la agenda. Mejor no dejar cosas escritas por allí. Guardé todo en el bolso y lo cerré del todo antes de ponerme de pie e ir hacie él. -Es curioso la cantidad de cosas que tenía aquí, ni siquiera recordaba algunas de estas cosas... No puede ser que tenga tanta ropa.- dije haciéndome un poco la graciosa y dejando abierta la posibilidad de que no me acordara de alguna de las cosas que tenía.

No me pasó por alto que me contestó algo acelerada mientras guardaba algunas cosas en el bolso, su propio corazón iba más rápido de lo normal- Si es que tienes muchas cosas aquí, ya te lo dije- comenté mirándola a los ojos acercándome unos pasos más a ella- ¿Estas bien? Te noto... Rara- dije tomando su mano tirando un poco de ella para que también se acercara. Esperaba que no hubiese encontrado nada de otra persona... Estaba seguro de que me mataría con lo celosa que era.

Suspiré cuando me dijo eso cogiendome de las manos y sonreí mirándolo lo más tranquila que pude. Todas esas cosas de Alma me ponían mal, es que a saber las tías que se habría tirado en esa cama... -Oye, no... es que... sólo pensaba que tú... nada olvídalo.- dije acercándome a besarlo de una vez. -No quiero que me engañes Ben, y pensar que tú... me muero si lo haces... prométeme que no lo harás.- dije mirándolo a los ojos.

- ¿Pensabas qué?- dije mirandola a los ojos cuando se cortó así en mitad de la frase, pero pareció cambiar de opinión y cuando dijo lo otro suspiré- Martha ya hemos hablado de esto, estoy contigo y con nadie más- dije tomando su rostro porque realmente la notaba agobiada con esto, era incluso más celosa que yo, lo que no dejaba de ser curioso- Te lo prometo...-dije al final sabiendo que no se quedaría tranquila hasta que se lo dijera. Al final iba a conseguir que me sintiera culpable y todo... Pero es que verla en ese estado no ayudaba.