Primer Dia

Salvatore... ese era el apellido de Stefan, ¿tendría un hermano, un primo o algo parecido? bueno en realidad no me importaba.

-Esta bien, te yudaré a rastrearle...-dije tras escuchar su historia, se lo merecia, su vida humana no habia terminado muynada bien.

Sonreí.- No te preocupes... yo tampoco he puesto antes mucho de mi parte, supongo que somos asi.-dije encogiendome de hombros- seran defectos que se tienen al haber pertenecido a la nobleza de Francia- dije con una sonrisa mientras la soltaba por fin la mano al ver que estaba mejor.

- Te avisó que no es tan interesante como la tuya- dije con una pequeña sonrisa- a ver...-dije haciendo memoria- como ya te he dicho nací a finales del siglo XVIII, mi padre era un marqués, no eramos de los más ricos, pero fui educado como un noble de la época. Mi padre no tenia muchas espectativas para mi, yo era el pequeño de 3 hermanos y las posesiones las heredaria solo mi hermano mayor... para mi decidió concertarme un matrimonio con mi prima Arlette para que pudiera hacerme con algo de la herencia familiar...-dije explicandolo un poco por encima y parando para ver si me seguia.

-Como te imaginas, ella me transformó. Nunca llegamos a casarnos, nos queriamos mucho como primos, pero nada mas, no estabamos enamorados.-dije explicando la historia- Pasados unos meses de prometernos, conoció a un vampiro del que se enamoró y la convirtió. Poco después yo cai enfermó, y la boda se canceló, no me daban mas que unas semanas de vida-dije suspirando- mi prima vino a verme cuando yo estaba en cama a causa de la enfermedad, me explicó lo que era ella y me dio a elegir. A mi me asustaba demasiado la muerte asi que... acepté y me convitió...- volví a suspirar- fui bastante cobarde, pero la verdad es que no me arrepiento.

- En algo teniamos que diferenciarnos- dije con una sonrisa- ya nos pareciamos demasiado en algunas cosas...-dije bromeando.

- Yo no queria matarte, solo molestarte.-dije sonriendo- me habias parecido una prepotente, pero... ahora tu tambien me agradas- reconocí.

Intercambie una mirada con Elena tras sentir ese estallido de Poder. Habia sido de lo mas fuerte que habia sentido nunca. ¿Era ese el Poder que estaba buscando Elena?

-¿Has sentido eso?- pregunté innecesariamente mientras me acercaba hasta donde estaba ella.

-¡Hey! ¡hey! ¿donde vas?- dije mientras la agarraba del brazo y me interponia entre la puerta y ella, podia sentir su fuerte hambre en mi cabeza. Me daba igual que mordiera a humanos si queria, pero no la iba a premitir hacerlo en un instituto lleno de gente y de testigos.

Se lanzó sobre mi tras el segundo estallido de poder y contuvé un grito al sentir como sus dientes se clavaron en mi cuello. Llevé mi mano a su cuello para apartarla de mi. En cuanto lo conseguí la separé de mi y la lanzé lejos haciendo que se estrellará contra la pared del fondo de la clase.

- No me lo puedo creer...-murmuré llevandome la mano al cuello, no paraba de sangrarme. Maldiciendo por lo bajo, rompí una pata de una de las sillas de madera que habia en la clase y me prepare por si volvia a atacar.- No me obligues a clavartela...--la amenzé con rencor sin dejar de tocarme el cuello.

La miré furioso. Parecia que ya estaba recobrando el sentido común, pero a mi eso no me valia. Me habia mordido, y todos sabiamos que era... humillante por decirlo de algún modo, que otro vampiro te mordiera, aparte de doloroso claro...


-Olvidame...- la dije furioso antes de abrir la puerta y salir de la clase. Me daba igual caminar por los pasillos del instituto sangrando y con una pata de una silla en la mano. Mucha gente se me quedó mirando, pero me daba igual, en ese momento odiaba Elena... y necesitaba salir de allí para alimentarme y recuperme lo antes posible.

No me paré al escuchar su voz llamandome ni al escuchar sus pasos por detrás de mi para intentar alcanzarme. Era muy conciente de la conmoción que habia sufrido la gente que estaba en el pasillo, parecia que todo el mundo se habia congelado al verla aparecer a ella tambien sangrando. Todo el mundo nos miraba y nadie hablaba, algo en mi furiosa expresión parecia impedirselo.
Conseguí salir del edificio y respiré el aire fresco, aunque eso no fue de mucha ayuda.

"Ni se te ocurra seguirme o te mataré, no estoy ahora para tus tonterias" la dije mentalmente con furia mientras proyectaba todo mi Poder en ella para que viera que no iba de broma. Queria estar solo.

Me paré de golpe y me giré rápidamente lanzandola la pata de la silla a toda velocidad, fallé por pocos centimetros, por su puesto. No habia sido mi intención darla, solo asustarla, cosa que habia conseguido, habia conseguido apreciar un destello de pánico en sus ojos antes de ver como mi tiro fallaba.

Me subí a mi coche y sali del aparcamiento a toda velocidad en direción a mi casa antes de darla tiempo a decir o hacer nada más. Dios como la odiaba...