Buscando café...

Entré en el Ipswich, mis días estaban resultando tremendamente aburridos y sentía que cada vez estaba más lejos de saber algo acerca de mi orígen, como si la verdad supiera que la estaba buscando y se me ocultara. Había estado hablando con gente, averiguando algo de los Blaquier pero solo los más viejos los recordaban y nadie sabía decirme con certeza en qué años se habían marchado y hacia dónde habían ido. Era como si se los hubiera chupado la tierra.
Por otra parte, los recuerdos de Zach estaban ultimamente muy presentes en mi memoria, más de lo que hubiese querido, me sentía sola y un poco triste... necesitaba café. Además el Ipswich había sido acogedor desde el principio, me gustaba estar ahí.

Me senté en la barra y dejé en el taburete de al lado mi saco azul claro y el bolso.

hola! que placer volverte a ver-dije riendome

-Hola!! Igualmente para mí.- respondí a su saludo. -Este lugar se está convirtiendo en mi sitio preferido.- sonreí.

En parte era cierto, me sentía cómoda allí y Lucas me transmitía cierta tranquilidad. -No me siento muy bien hoy... necesito café.- dije medio en broma con cara de pena.

-Ah! Por cierto, creo que conocí a tu novia... no estoy segura de que sea ella, pero me lo imagino por la forma en que habló de tí.-

Me alegro de que te guste este lugar-dije mientras cogía y ponía una taza de café- toma invita la casa.
Mencionó que habia conocido a mi novia:
y como hablo de mi?-pregunté interesado

-Ey! Gracias por la invitación.- dije haciéndole un guiño antes de beber el primer sorbo de café.
-No habló de tí, hablo de "su prometido" y por la forma en qué lo hizo... lo que me contó de su historia de amor, asumí que podía tener que ver contigo...- sonreí.

-Digamos que ambos tienen la misma inconfundible sonrisa de enamorados... cuando hablaron de ello, tanto tus ojos como los de ella se iluminaron igual.- hice una pausa. -No te sorprendas tanto, soy tremendamente perceptiva, tengo un don.- sonreí.

me sonroje por un momento- la verdad es que has dado en el clavo-dije sonriendo

-Lo sé.- dije sonriendo con cara de orgullo.
-La vez pasada me agarraste en un mal día.- reconocí. -No es tu problema, pero tenía que aclarártelo, la verdad es que no he tenido mucha suerte con el amor y supongo que terminaré siendo una vieja cascarrabias.- fruncí el ceño finjiendo enojo en broma.
-Vuelvo a interrumpirte el trabajo, si tienes que seguir atendiendo no te preocupes por mí, en serio. Empiezo a hablar y no me detengo.- reí.

Vieja cascarrabias??, pero si eres super joven-dije sonriendo- y no te preocupes, puedo hablar un rato más

-Joven cascarrabias entonces.- sonreí. -Aquí debes hacer de terapeuta de todos, no?.- pregunté curiosa. -Deben llenarte con sus problemas.-

Si, la verdad e suqe si, todos me cuentan sus problemas y yo les intento dar mi mejor consejo, y eso que no se darlos, pero siempre vuelven-dije mirandola

-Yo vuelvo por el café.- bromié mostrando mi taza vacía y pidiéndole con un gesto que me la llenara.
-Y a tí? quién te aconseja?... digo, además de tu novia.- reí, sabía que iba a ser su primera respuesta así que me adelanté a que la haga.

La verdad que nadie más, la experiencia de la vida-dije sonriendo

-La experiencia de la vida...- repetí con cara pensativa.

-Mira, tengo 20 años no he vivido mucho pero digamos que junté unas cuántas experiencias...- hice una pausa. -Viví hasta los 15 en la casa de una poderosa familia francesa aprendiendo a ser una "buena chica", hasta que me harté de mentiras... Me fui de casa a los 17, anduve vagando por varias ciudades... conocí gente.- me detuve, sabía que todo ese maldito discurso me estaba llevando a Zach, no tenía que mencionarlo, un estúpido vampiro en mi vida no era gran cosa, no podía permitir que se volviese el centro de todo.

-En fin, aquí estoy, he vivido y te aseguro que no sé dar consejos.- admití con media sonrisa, escondiendo un poco de pena.

Alma habia vivido bastante, pero claro, no tanto como yo por eso dije solamente:
a lo mejor es algo innato-dije sonriendo

-Tienes razón, debe ser innato... como mi poder de percepción.- reí. Sabía que Lucas tenía una historia detrás de esa respuesta, pero no me gustaba apresurar a la gente.

exacto-dije mientras sonreia. Le rellené la taza- no te quedes sin cafeina

-Por favor.- sonreí cortesmente mientras le alcanzaba mi taza para que la llene.
-Sábes? Vine aquí buscando respuestas sobre mis padres, mis verdaderos padres. Pero no he tenido oportunidad de conocer a alguien que alla vivido mucho tiempo aquí.-

yo ni siquiera llevo más de un año-dije apoyándome en la barra, la unica persona que conozco que puede que sepa algo es Caroline, sabes quien es?-pregunte

si, de hecho creo que nació aqui-expecifiqué

-Perfecto, entonces es mi chica. Cómo puedo encontrarla?.- pregunté.

La verdad es que no se donde vive, pero va al instituto, seguro que si vas la ves-confesé

-Ok. Trataré de ubicarla... La verdad, ya estaba desanimándome con esta búsqueda.- dije con algo de pena.

Nunca te des por vencida, que cuando menos te lo esperes ocurre algo que te ayuda a solucionarlo-comenté

-Acaso me ha dado un consejo?, mi muy querido "aconsejador".- bromié. -Tienes razón, alguna solución le encontraré.-