Buscando a Aitana.

Lucas me había dado la dirección de la casa Lebeau y me había encomendado que si quería diversión preguntara por Aitana. La verdad es que ya estaba bastante aburrida de la ciudad, era buena para reflexionar... llena de lugares calmos -algo lúgubres quizá-... pero estaba harta de pensar, necesitaba un poco de fiesta y no la encontraba allí.

No estaba acostumbrada a tocar las puertas de las casas sin conocer a sus dueños, pero había conocido a Benjamin y me había parecido un buen tío, callado... hasta un poco tenso, pero buen tío al fin. Recordaba en sus ojos cierta incomodidad, pero había terminado invitándome a su casa, así que no podía ahora echarse para atrás.

Llamaron a la puerta, yo estaba trabajando para variar, por lo que baje rapidamente a abrir. Tras l apuerta estaba una chica que no conocía probablemente sería amiga de Ben, pero pregunte por si acaso:
hola-dije con una amplia sonrisa- puedo ayudarla en algo?

-Aitana?.- pregunté y sin dejar que me contestase me apresuré a decir. -Soy Alma.
-No me conoces, me dió esta dirección Lucas, me dijo que eras amiga suya y la única que sabe como divertirse en esta ciudad.- sonreí.

No pude evitar reirme- este Lucas....Pasa-dije mientras abría del todo la puerta- si quieres divertirte has dado con la persona adecuadada dije sonriendo

-Es una buena fama la que te han echado encima.- reí, mientras entraba a la casa. Parecía una chica divertida. -La verdad es que en esta ciudad no parece haber demasiados sitios para irse de fiesta... No es que sea una fanática, pero ya me estaba aburriendo.- confesé.

La verdad es uqe ultimamente no habia parado de salir de fiesta- si ,esta ciudad es un poco aburrida, pero lo bueno es que los pueblos cercanos tienen buenos lugares donde poder divertirse-dije mientras nos sentábamos en el sofa

-Llegué hace algunos días... No vine aquí buscando diversión, está claro. Pero he vivido la mayor parte de mi vida en grandes ciudades y no sabía que iba a echar tanto de menos salir de juerga.- sonreí.
-Y tú qué haces, a qué te dedicas?.- pregunté. -Espera, fue medio descortés preguntar eso cuando aún ni te conozco?.- pregunté medio en serio medio en broma.

No, tranquila no me importa, tengo varias empresas repartidas por europa y america sobre publicidad y marketing, pero lo qeu más me gusta hacer es ser asesora de imagen personal-dije añorando europa

-Super!.- dije en francés. -Si necesitas alguien que te ayude, avísame... Viví en Francia hasta los 17 años, mi familia tiene casi un imperio en el mundo de la moda. No tengo relación con ellos, ni quiero tenerla... pero he aprendido varias cosas del negocio, y me vendría bien tener empleo.- dije dándome cuenta de que acaba de conocerla y estaba pidiéndole trabajo. Me sonrojé al pensarlo, pero ya estaba hecho.

Reí, seguramente la chica supiese mucho pero no creo que tanto como yo, no es por ser prepotente pero mas de 500 años de vida dan para mucho para aprender la evolucion de la moda. ALma parecía muy ilusionada:
-Si quieres te puedo dar trabajo pero primero he de ver tu curriculum, y hacerte un par de pruebas-dije

-Vale!. Las que quieras.- respondí. No era que necesitara el trabajo, en realidad tenía mi fideicomiso... pero necesitaba ocupar mi tiempo en algo más emocionante que las estúpidas clases del instituto.

Pues si quieres pasate mañana con tu curriculum y te hare las primeras pruebas, te parece, bien?-dije

-Me parece bien. Pero en qué mundo vivo que vine buscando fiesta y terminé pidiendo trabajo... esto no suena bien!!!.- exclamé. -Si me vieran mis padres estarían orgullosos, los muy cabrones.- dije riendo.

Veo que tienes un serio problema con tus padres.... pero no me quiero entrometer-dije

-Resumiendo: mis padres no son mis padres. Descubrí a los 15 que me habían adoptado y a los 17 me fui de casa.- dije de un tirón. -Parece ser que mis verdaderos padres vivieron aquí, eso es lo que me trae a la ciudad.- dije. "Y también la necesidad de olvidarme de Zach, el estúpido vampiro que me complicó la vida" tenía ganas de decirle, pero de vuelta él metiéndose en el medio... "Basta de pensar, Alma!".

vaya, lo siento, si puedo ayudarte en algo ya sabes, cuenta conmigo-dije al ver su cara

-Te agradezco, la verdad es que ya ha pasado tiempo desde que me fuí y no los extraño demasiado... Cuando haya pasado más quizá los vaya a visitar. Pero mi vida ha sido buena desde entonces, desde que me fuí. De veras, antes vivía luchando contra las tontas reglas que me ponían, ir a cocteles, sonreir aunque lo que dijera el sujeto en cuestión fuera una completa estupidéz... en fin, ser quien no soy. Desde que me fui de casa todo ha sido novedoso, aprendí mucho, viajé, conocí gente, culturas... tuve amores, desamores, tristezas, fiestas...- expliqué sonriendo.
-Encontrar a mis verdaderos padres, es solo una cuenta más que resta saldar.-

Vaya, pues si que tienes claro que hacer-dije refiriendome a lo de sus padres- esperoque tengas suerte y lo soluciones

-No sé, al menos eso creo ahora... mañana puede que te responda diferente.- sonreí. -No soy muy constante que digamos... Eso no lo tengas en cuenta en mi curriculum, please!- reí.
-Cuéntame de tí, eres joven para tener tamaña empresa, cómo lo has logrado?.-

No me esperaba para nada que me preguntase eso, pero tenía respuesta- soy muy emprendedora y de todas formas algunas de esas empresas eran de mis padres, pero la mayoría las he conseguido yo sola

-Vaya! Eso sí que es admirable.- sonreí. -Y te queda tiempo para los chicos?.- pregunté.

Si, he estado con mill...cientos de chicos-iba a cometer una aotrocidad al decir millares- pero nunca he durado mucho con ninguno, ya que nadie queria nada serio-dije bajando la cabeza

-Asumo que tu si quieres algo en serio.- respondí divertida, me llamaba la atención. -Solo he tenido una relación "seria".- dije. -Y terminó bastante mal... él era un insoportable....- me detuve iba a decir "vampiro" pero dije... -Celoso.-

vaya, parece que has tenido problemas amorosos-dije percatandome de su situación

-Ya los resolví. La terminamos y listo.- respondí riendo. No había sido tan fácil, era tan cierto lo de vampiro como lo de celoso... pero terminamos por entendernos al final, incluso a veces un poco lo extrañaba.