Odiando el sol

Recuerdo del primer mensaje :

Era la hora del almuerzo, para mi era poco más que una hora perdida... El pasillo se llenaba poco a poco cada vez de más gente que se iba hacia la cafeteria o que andaba de un sitio para otro.
No lo aguantaba... Suspirando salí del edificio mientras me ponia las gafas de sol, hoy era uno de esos tipicos dias soleados que tanto odiaba... definitivamente no habia nada mejor que la noche...

Suspiré de nuevo y comencé a bajar las escaleras de la entrada para no quedarme parado en la entrada y dejar que los demas entraran o saliesen.

-Tengo que recordarte que el que pierde el control aquí eres tú...- dije sonriendo de lado mientras me ponía de pié y tomaba el bolso y las sandalias.

- Ya no volveré a pederlo- dije burlonamente mientras me ponia en pie con un fluido movimiento.

Alce una ceja ante su respuesta. -Bien por tí... doscientos años y ya estás madurando... vas a emocionarme.- dije con bastante sarcasmo mientras me colocaba las zandalias.
-Sábes qué?.- continué diciendo cuando comenzamos a caminar. -Realmente me encanta pelearte.- confesé con una sonrisa.

-Si, lo sé... cualquier dia te partiré el cuello para que dejes de molestar- la dije sin cortarme mientras ibamos hacia el aparcamiento del instituto.

-Supongo que son riesgos que corro por meterme con vampiros.- dije sonriendo y encogiéndome de hombros.

Asentí con la cabeza- ¿Has venido en coche?- pregunté para ver si teniamos que ir en dos coches diferentes.

-Sí.- respondí. -Cómo quieres que hagamos... estoy bien así para ir? Mmm... quizá tendría que cambiarme...- dije con una mueca.

- Como quieras, si quieres vamos a tu casa primero- comenté.

-Vale, si no te molesta, prefiero que vayamos a casa primero...- dije. Nos subimos a ambos autos y encendimos al mismo tiempo, aceleré y me quedé al lado suyo. Bajé la ventanilla... -Tú sígueme...- sonreí.

- A tus ordenes- dije burlonamente mientras arrancaba el coche para seguirla.