Otro día en Roma (Stefan)

Hacía varias semanas que estábamos en Roma cuando me encontré con Katherine y luego, peor aún, con Ben. Aún no había podido contarle todo a Stefan y tampoco sabía si era lo mejor, no había vuelto a tener noticias... y quizá era preferible que el tiempo lo borrara y pudiéramos seguir como siempre... Me sentía cobarde por no poder decirle lo de Ben pero con Katherine aún persiguiéndolo no quería causarle más problemas. Trataba de hacer mi vida normalmente y concentrarme en Stefan lo más que podía, sabía que tarde o temprano iba a enterarse pero quería que estuviese pasando por un mejor momento cuando eso ocurriera.

Ese día me levanté temprano y me fui a trabajar, a la salida del trabajo me quedé esperando que Stefan me pasar a buscar como hacía siempre.

Desperte y ya no estaba Alma, tal vez ya se habia ido al trabajo.
Me levante de la cama y estuve un rato en el apartamento.
Despues decidi salir a pensar un rato sobre todo el asunto de Katherine, le habia dicho a Alma que tomara de nuevo verbena pero no sabia si tendria alguna consigo, asi que fui a buscar algo esperando que tuvieran.
Despues de estar de un lugar a otro logre encontrarla asi que la compre, ya despues yo veria como arreglarmelas con Katherine.
Observe mi movil y ya era algo tarde deseguro estaria esperandome Alma, asi que fui hacia su trabajo encontrandola.
Hey, lamento haber tardado-le dije acercandome para darle un beso

-No, está bien.- le dije a Stefan luego de darle un beso.
-En realidad acabo de salir, y de paso aprovecho y tomo un poco de aire que nunca viene mal.- dije con una sonrisa. -Vamos?.- dije y comenzamos a caminar de la mano. -¿Qué has hecho hoy? ¿Alguna novedad?.- pregunté sonriendo.

Comenzamos a caminar y escuche su pregunta.
Saque de mi chaqueta una cajita.
Esto estuve haciendo-le dije con una sonrisa moviendola.

Lo miré sorprendida porque no sabía a qué se refería. -Qué es eso? Que me da mucha intriga.- dije acercándome para mirarla, pero no tenía idea de qué contendría.

Sonrei y me detuve con la cajita aun en mi mano.
Es un brazalete-le dije abriendo la caja.
Tiene verbena creo que te ayudara-le dije con una sonrisa esperando a que lo tomara.

Alcé una ceja intrigada mientras abría la cajita y luego ví el brazalete... era realmente bonito. Escuché lo que dijo acerca de que tenía verbena y volví a sonreir mirándolo, había estado buscando eso durante la tarde... era un gesto realmente hermoso.
-Gracias.- susurré contenta mientras la cogía y extendía la muñeca para que me la colocara.

Tome las correas para no tocar lo que tenia verbena y se lo puse en la mano.
Y aqui dentro de la caja hay para que la tomes, no se si traias contigo pero no quise arriesgarme-le dije con una sonrisa cerrando la pequeña caja y se la entregue.

Cogí la cajita con cuidado y a guardé en mi cartera. Había traído un poco conmigo pero ya casi no me quedaba y la verdad es que ni siquiera sabía por dónde comenzar a buscar a alguien que pudiera conseguírmela en Roma, por eso el gesto de Stefan había sido además de bonito tan importante.
-Gracias.- dije otra vez cuando acabó de atármela a la muñeca y me acerqué a sus labios para besarlo dulcemente.

Sonrei asintiendo correspondiendole el beso y tomando su mano.
Tienes hambre...quieres descansar algo?-le pregunte mirandola con una sonrisa

-Sí, vayamos a comer...- le dije con una sonrisa.
Estaba algo cansada después del día de trabajo pero la Semana de la Moda de Milán era el fin de semana y tenái que estar lista para ese evento más que para nada.

Caminamos un rato hasta un restaurante, entramos y fuimos hacia una mesa de el fondo llamando al camarero.
Como te fue hoy?-le pregunte pasandole la carta y que pidiera lo que se le antojara

-Muy bien, este fin de semana es la Semana de la Moda en Milán, así que tendré que viajar para el desfile... estuvimos preparando todo eso.- le comenté mientras elegía algo para comer. -Quieres venir conmigo a Milán? Sólo es una semana.- le pregunté porque no quería forzarlo, pero claro que prefería que estuviera.

Escuche su pregunta sobre la semana de Milan.
La verdad no se-le dije haciendo una mueca claramente bromeando.
Me encantaria ir contigo a la semana de Milan-le dije con una sonrisa acercandome para besarla

-Perfecto.- dije sonriendo cuando dijo eso. -No sé que tanto tiempo libre tenga pero seguramente nos las arreglaremos.- sonreí, me ponía contenta saber que estaría.

Tendremos algun tiempo no te preocupes, de eso me ocupo yo-le dije con una sonrisa acariciando su mejilla.
Entonces que deseas?-le pregunte mirandola ya que el camarero se habia acercado

-Brochetes de carne asada y papas noissetes.- le dije al camarero y pedimos un vino.
-Tú? Qué comeras?.- le pregunté.

Escuche lo que pedia y observe la carta pensando.
Macarrones con queso y un vino.
Te ves hermosa hoy-le dije con una sonrisa acercandome para besarla

Sonreí cuando me dijo eso, me daba algo de vergüenza que me lo dijera tan abiertamente, pero claro que me gustaba...
Le correspondí el beso tomando su rostro con una mano y atrayéndolo hacia mí.

Sonrei sobre sus labios cuando me correspondi acercandome mas a ella.
Tome su cintura estrechandola mas a mi mientras seguia besandole me encantaba el sabor de sus labios

Seguimos besándonos un momento hasta que nos separamos porque estábamos en un restaurant y ya casi que dábamos un espectáculo.
Sonreí levemente mientras volvía a mi sitio y al cabo de un rato de conversar trajeron la comida por fin.

Despues de un rato nos separamos casi olvido por completo en donde estabamos.
Despues de un rato nos trajeron la comida y la probe sabia en verdad muy bien.
Te gusta?-le pregunte mirandola

-Sí, es un buen sitio.- dije luego de probar la comida.
-Tenía ganas de comer algo de carne, que hace ya un tiempo que me la paso almorzando comida china.- le dije con una sonrisa, había un chino junto al trabajo y siempre acababa pidiéndome algo ahí.

La escuche con una sonrisa negando levemente con la cabeza.
Estas en Roma y prefieres la comida china?-le pregunte bromeando ya que podria gustarle y por eso lo hacia.

-Me gusta la comida china... pero en realidad la como porque al lado del trabajo hay un restaurant y se puede pedir comida rápido así que es cómodo.- le dije con una sonrisa.

Nos trajeron la comida y comimos mientras conversábamos como siempre. La verdad es que la comida estaba realmente muy buena.