Un dia cualquiera

Recuerdo del primer mensaje :

En el café había pocas personas, en realidad casi no había nadie y era entendible, después de todo estaban fuera de los horarios de la comida. Pero esto no me interesaba, tome asiento en una mesa, concentrado en la lectura de una revista de coches.

-Ummm así que ese es el último coche, tal vez me compre uno...-

Mientras ella hablaba cogí mi vaso del zumo y comencé a jugar con él entre las manos.

-Claro que no-dije dándole la razón a Missa con una sonrisa-y tienes razón… vine hace unas semanas…-murmuré al tiempo que dejaba caer mi vaso haciendo que pareciera un accidente. –Lo siento Missa, si es que soy un torpe...-la dije mientras veía como se levantaba con le intención de ir a por algo para recogerlo. Necesitaba unos minutos a solas con Angelique para poder hablar claros.

-Oh vaya... ahora vengo...-les dije mientras salia corriendo hacia la barra a por un paño

Benjamin dejo caer el vaso apoye cabeza en una mano.
-Tsk patoso...-murmure mientras se disculpaba con Missa que se levanto y se fue en ese momento

Observé como se alejaba Missa y dirigi mi atencion hacia Angelique.

-Mira vamos a ser claros, no sé quién eres y no me interesa, tengo mejores cosas en que pensar, solo quiero saber si estás sola y si eres peligrosa, y en caso afirmativo a lo ultimo quiero que te alejes de Missa. –la dije secamente.

-¿A si? Pues fijate por donde yo estaba pensando lo mismo solo que mi final es bien simple, ALEJATE DE MISSA-le conteste apresuradamente.

-Si piensas que voy a alejarme de ella mientras tú la estas rondando lo llevas claro, aparte, no tengo que darte explicaciones, no pienso alejarme de Missa- la dije sin dejar de observar a Missa para ver si volvía.

-Ah ¿y te crees que yo si debo? No me hagas reir y largate de una vez...-le dije cada vez mas cabreada.

-Yo no soy peligroso, al contrario que tú, que a la mínima saltas-la dije secamente- cualquier día te da el venazo y la saltas a la yugular, lárgate tú y no me cabrees.

Aquello ya me dolio, ¿Pero de que iba el arrogante ese?
-¿De que vas? ¿Acaso te crees con derecho a juzgarme? No me conoces asi que ni lo intentes...-
Me levante, cogi mis cosas y sali por la puerta.

Volvia con la balleta cuando vi a Angelique dirijirse a la puerta.
-Hey!! Angelique!! ¿A donde vas?-le grite pero ni se dio la vuelta y salio por la puerta.

Observé como Angelique salia por la puerta al mismo tiempo que Missa llegaba de nuevo a la mesa.

-Creo que tu amiga tenia prisa...

-Pero... ¿Le paso algo?-le dije preocupada-Angelique nunca se marcha sin despedirse-le dije seria, tire el paño sobre la mesa y corri tras ella pero cuando sali fuera ella ya habia desaparecido.
Volvi dentro y cogi el paño para empezar a limpiar la mesa.

Cuando volvió Missa hasta la mesa la observe mientras ella limpiaba lo que yo habia tirado.

-La verdad... que es que creo que no la he caido muy bien...- reconocí con un suspiro, no me gustaba ver a Missa tan preocupada.

-Es por su forma de ser... no se fia de nadie... y parece que tampoco quiere confiar en nadie, pero una vez que la conoces sabes que en realidad lo que ella mas desea en poder confiar, pero como no esta segura de poder lo unico que hace es proteger todo lo que tiene como si de ello dependiera su vida...-le comente mientras termine de limpiar la mesa y recogi el vaso-¿Quieres que te traigo otro?-le dije sin mirarle mientras intentaba no cortarme con los trocitos.

Escuche lo que decia Missa sobre Angelique atentamente, bueno, no era raro que la vampira no confiara en nadie, a mi mismo me costaba una barbaridad...

-Si, por favor...-conteste a Missa distridamente.

Tire los trozos de cristal y prepare otro zumo. No era capaz de dejar de pensar en Angelique, en como se habia ido sin despedirse y eso me entristecia porque significaba que algo le habia pasado... y no era capaz de cambiar aquella expresion de mi cara...
Cogi la bebida y se la puse en la mesa a Benjamin.
- Aquí tienes...-le dije mientras me giraba para volver a la barra.

Observé como Missa volvia hacia la barra. Tras unos minutos pensando, me bebi el vaso de un trago, cogi mi revista de coches y segui a Missa hasta la barra.

-¿Te has cabreado conmigo?- la pregunté mientras la cogia de un brazo para que se diera la vuelta y me mirara- si lo que deseas es que me vaya solo tienes que decirlo.

Algo me agarro del brazo y me hizo girar bruscamente cuando Benjamin empezo a hablarme. Me senti culpable por haberle echo pensar aquello que decia.
-Eh? No, claro que no. ¿Por que tendria que enfadarme contigo? No es por tu culpa es solo que me ha preocupado un poco...-le dije mientras me echaba unos mechones de pelo para atras e intente poner una pequeña sonrisa que quedo muy falsa.

La miré sin estar muy convencido.

-¿Quieres... que... quieres que vaya a buscarla?-la pregunté mientras ponia mi mano bajo su barbilla para que me mirara a los ojos y no me mintiera- ya sabes... solo tienes que pedirlo...-la dije con una pequeña sonrisa. La verdad es que no me seria muy dificil encontrar a Angelique, lo dificil seria que me dejara hablar.

Una pequeña sonrisa salio de mis labios ¿como podia ser tan mono?
-No te preocupes... no hace falta... cuando ella quiera ya volvera o llamara-le dije sin dejar de sonreirle mientras le acariciaba un poco una mejilla-Pero gracias...

-Esta bien... como tu quieras...- la dije mientras la acercaba a mi lentamente y la abrazaba- solo quiero que no estes triste...-la susurré al oido sin dejar de abrazarla.

-Esta bien-le dije mientras asentia dentro de su abrazo.

-Bueno... creo que deberia irme...-murmuré mientras deshacia lentamente el abrazo- no te estoy dejando trabajar- le dije con una pequeña sonrisa- estos dias he estado ocupadao, pero llamame, ¿vale? Prometeme que nos veremos pronto

-Claro, adios...-le dije mientras se alejaba.