Después del trabajo (Alma & Ben) +18

Recuerdo del primer mensaje :

A pesar de sus recomendaciones no había podido evitar poner en marcha su coche a toda velocidad, por absurdo que pareciera para mí era un placer volver a manejar por esas calles transitadas y algo caóticas.

Llegué a casa de Ben antes de lo acordado porque la reunión había sido sencilla y ya había quedado para hacer las fotos por la mañana... además de la velocidad, claro está. No había llevado llave así que aunque me dejaron entrar al edificio tuve que llamar a la puerta esperando que Ben estuviera.

Tiré su camisa por ahí y pasé a acariciar su abdomen con intensidad, mientras sentía sus besos y sus mordiscos en mis labios y se los correspondía con la misma pasión, estrechándome contra él para sentir su piel pegada a la mía.

Continuamos besandonos mientras hundía mis dedos en su piel acariciandola con intensidad, todo se estaba volviendo mucho mas frenetico e intenso a cada paso y era algo que me encantaba la deseaba con locura.

Lo sentía a cada paso... acariciándome con avidéz y hundiéndose en mis labios con pasión. Me encantaba eso, continué del mismo modo ya bajando mis manos para deshacerme con urgencia de sus pantalones mientras no dejaba de acariciarlo a cada instante.

La ayudé a deshacerse de mis pantalones y enseguida volví a pegarme a ella mientras la pasaba a besar su cuello y bajaba de nuevo yo mismo las manos para quitarla ya su última prenda de ropa interior.

Me libró de mi última prenda y continué besándolo sin detenerme, acariciando su abdomen, su espalda... subiendo por sus hombros hasta sujetarlo del cuello y luego estrecharlo aún más para profundizar esos besos.

Suspiré ya completamente pegado a ella tras sentir sus caricias y sus besos cada vez más profundos, Alma me encantaba. Continué besandola asi entrelazados sobre el sofá mientras nos acariciabamos y nos besabamos sin descanso.

Me deshice de sus boxers y ya quedamos desnudos y entrelazados... entre caricias y besos que cada vez eran más intensos... En eso estaba cuando recordé el café... -Joder!.- dije incorporándome de pronto y sin evitar reir porque no quería cortar el rollo para nada pero ya casi que se sentía el olor a quemado...

En eso estabamos cuando la escuché.- ¿Qué?-murmuré totalmente desconcertado al sentir como se escurria de mis brazos para poder incorporarse.

-El café.- dije ya poniéndome de pié con muy pocas ganas... Fuí así desnuda como estaba hasta la cocina y lo quité del fuego... pero se había quemado por completo.

Suspiré- Debo ser realmente malo en esto para que te preocupes tanto por el café cuando nos lo estamos montando-murmuré escuchandola trastear por la cocina.

-Eres excelente... pero no puedes competir con el café.- dije en broma más o menos alto para que me oyera. Acabé de sacarlo y dejar todo con agua antes de volver al sofá... -Lo siento, un vicio es un vicio.- dije con una sonrisa pícara, allí desnudo sobre el sofá estaba realmente guapo, no podía ser que lo deseara tanto...

- Pues que sepas que tu vicio me ha cortado totalemtne el rollo-murmuré tendiendola una mano en cuanto se acerco hacia el sofá.

-Sí?.- dije poniendo carita de pena mientras extendía mi mano tomando la suya... -Veremos qué podemos hacer al respecto...- dije con picardía y ya tumbándome junto a él en el sofá comencé a besar primero debilmente su pecho para ir bajando por su abdomen cada vez más.

Sonreí ligeramente cuando dijo eso y tras coger mi mano se tumbo de nuevo y comenzó a repartir besos por mi cuello, era increible como con solo sentirla cerca ya me empezaba a encender de nuevo.

Sonreí al sentir que se estremecía y continué besándolo y subiendo por su cuello en un camino imaginario que luego deshice bajando otra vez. Llegué al centro de su pecho y comencé a bajar por la línea de los abdominales repartiendo besos cada vez más intensos, jugando con mi lengua y mordiendo a veces a mi paso mientras no dejaba de descender.

Subió hasta mi cuello y no tardé mucho en poner mis manos en movimiento acariciando su cintura, su espalda y sus hombros antes de sentir como volvia a bajar, era demasiado placentero y desquiciante a la vez.

Continué el camino descendiendo hasta llegar a su miembro, comencé a darle besos y jugar allí con mi lengua desplazándola lentamente hacia la punta al tiempo que acariciaba toda la zona con suavidad buscando que se desesperara del todo.

Suspiré en cuanto comenzó a jugar allí con su boca y me agarré al sofá casi inconscientemente. Iba con una lentitud y una suavidad pasmosa lo que únicamente conseguia desesperarme.

Sentí que se aferraba al sofá lo que me dió muchísimo placer porque sabía que lo estaba disfrutando, continué ya con mayor pasión sin cortarme para nada jugando con su miembro, introduciéndolo en mi boca mientras acariciaba el interior de sus piernas y lo sentía desesperar.

Fue aumentando la intensidad y ya si que estaba consiguiendo desesperarme, necesitaba besarla con desesperación pero obviamente no podia y tampoco me veia con fuerzas de decirla que parara. Suspiré una vez más de placer que de otra cosas- Alma...-murmuré sin saber muy bien que queria decir con eso pero tirando ligeramente de ella para intentar que se incoorporara para poder besarla.

Lo escuché nombrarme con placer y luego sentí que me tiraba para que me incorporara, me alejé de allí subiendo hasta su boca para hundirme definitivamente en sus labios con pasión, quitándome todas las ganas que tenía de besarlo y dejando que también saciara las suyas.

Para mi propio deleite subio hasta mi boca y la correpondí al beso enredando las manos en su pelo para profundizarlo y pegandome completamente a ella, habia necesitado muchicimos hacer eso.

Enredó sus manos en mi cabello y rodamos un poco en ese sofá totalmente entrelazados mientras no dejábamos de besarnos con intensidad, sin separarnos ni un milímetro. Los dos lo habíamos deseado y ahora disfrutábamos de nuestras lenguas jugando sin detenerse.

Estaba ya totalmente desvastado, Alma habia conseguido excitarme por completo y ya no podia más, estaba casi desesperado. En uno de esos beso la separé ligeramente un poco más las piernas antes de hundirme en ella.

Separó mis piernas y lo ayudé encogiéndolas a sus lados antes de que se hundiera en mí marcando un ritmo rápido porque estábamos completamente excitados... había logrado desesperarlo por completo y lo mismo yo estaba totalmente encendida al sentir cómo estaba él por mi culpa.