+18 Luego del intercambio de sangre (Ben & Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Comenzamos a caminars hacia el bosque, luego de haber intercambiado sangre Ben había dicho que era el mejor sitio para experimentar las consecuencias de tener sangre suya...
Seguía un poco sin comprender... pero ya sentía la sensación de ver más de lo normal y sobre todo los sonidos... era increíble.

Sentí sus labios en mi cuello y enseguida lo estiré un poco más para darla mejor accesibilidad a él mientras la quitaba ya los botones sin apenas mirar. Después enseguida pasé a quitarla lentamente los pantalones deslizándolos lentamente por sus piernas acariciándolas a cada paso.

Continué en su cuello mientras sentía que lo estiraba. Aproveché que se entretenía con mis piernas para dedicarme completamente a su cuello, pasando por el con caricias y besos, lamiéndolo y succionando bajando hasta la nuez y luego a los hombros para volver a subir a su barbilla y llegar hasta la comisura de sus labios pero sin llegar a ellos.

Suspiré por todo lo que hacia mientras la quitaba ya los pantalones como podía por la posición y después ya lanzandolos lejo. Ella mientras tanto bajo hasta mis hombros y después volvió hacia la comisura de mis labios lo que solo consiguió desesperarme así que enseguida fui en busca de sus labios para besarla, hundiendome en ellos con algo de desesperación sin poder evitarlo.

Se hundió en mis labios, dejándome apoyada contra el árbol, y suspiré estremeciéndome al sentir la energía con la que se movía sobre mí y como me aprisionaba contra el árbol. Continuamos besándonos y pasé a enredar mis dedos en su pelo ladeando su cabeza para poder estar más cómodos y mordiendo sus labios sin detenerme.

Suspiré contra sus labios sin pode evitarlo me separé un poco para mirarla mientras subia mis manos ya desde sus piernas, acariciando cada porción de piel que quedaba al descubierto. Estaba guapísima ahora mismo así medio desnuda a la luz solo de la luna, definitivamente Alma me encantaba.

Continuó acariciando cada parte de mi piel, bajé mis manos a su cintura y desabroché los botones de su pantalón antes de dejarlo caer a nuestros pies y subir luego con caricias pasando por su miembro tras la tela de sus boxers y sintiendo como cada vez se excitaba más.

Suspiré ligeramente al sentir sus caricias en cuanto nos libramos de mi pantalón y enseguida pasé a besarla de nuevo mientras la separaba un poco del árbol para poder encargarme del broche de su sujetador y quitárselo después dejándolo caer también a nuestros pies.

Enseguida pegué mis pechos al suyo sintiendo cada centímetro de su piel en contacto con la mía. -Te quiero.- susurré en su oído y luego de morder un poco el lóbulo de su oreja volví a encagarme de su cuello con besos mientras mis manos continuaban en sus boxers.

La escuché y cerré momentáneamente de sus caricias y de sus labios por mi cuello. Suspiré tras unos instantes y volví a abrir los ojos mientras pasaba ya a quitarla su última prenda de ropa interior dejándola ya completamente desnuda para mi propio deleite- Yo también te quiero... y no sabes cuanto-murmuré tomando su rostro y besandola una vez más.

-Dímelo... dime cuánto.- murmuré con picardía contra su oído... mientras pasaba a librarme de sus boxers y comenzaba a acariciarlo con más intensidad estimulándolo mientras no dejaba de sentirme unida a él más que nunca.

Sonreí cogiéndola y apoyándola contra el árbol haciendo que enrederara sus piernas en mi cintura para ir preparándola- Te quiero muchísimo... Más que a mi vida... Eres única- susurré picaramente todo en su oído sabiendo que lo último la gustaría porque siempre sentía esa necesidad sentirse especial.

Sonreí cuando dijo todo eso porque me encantó fuera o no fuera cierto... enredé mis piernas en su cintura y pasé mis brazos en torno a su cuello tomándolo de allí mientras continuaba besando sus hombros y su cuello como podía y sentía el árbol contra mi espalda.

La besé una vez más y ya me hundí en ella separando mis labios de los suyos antes de comenzar con un ritmo que nos gustara más o menos a los dos pero buscando también profundizar mis movimientos para que ambos disfrutaramos más.

Se hundió en mí y suspiré ya dejando mis labios sobre los suyos, cada estocada era totalmente placentera. Ese sitio, los sonidos que escuchaba de las ramas moviéndose... mis propias respiraciones y cada sitio de su cuerpo uniéndose al mío, todo era increíble.
Continuó moviéndose profundizando los movimientos hasta casi quitarme la respiración, comencé a gemir cada vez ahogando es en sus labios y luego ya dejando mi boca sobre su hombro y concentrándome en esa sensación fantástica de sentirlo dentro de mí.

Comenzó a gemir y todo era sumamente excitante, sus gemidos, el sonido de su corazón y de su respiración...Todo acompañado de los sonidos propios del bosque, definitivamente me encantaba.
Continué con ese ritmo aumentándolo a cada poco según lo necesitábamos. Todavía seguíamos unidos por lo de la sangre y nos entendíamos a la perfección.

Cada segundo que pasaba era perfecto. El tiempo se detenía y podía acabarse el mundo que me daba igual... lo único que me importaba era él, sentir que podía estar unida a Ben más allá de lo que fuera, por encima de cualquier norma de cualquier pauta, de cualquier tiempo...
Conocía su cuerpo casi como al mío y había procurado entenderlo tanto que ya sabía muy bien cómo moverme con él para que disfrutara y también él estaba pendiente de lo qeu me gustaba así que era perfecto.

Continuamos acariciándonos y moviéndonos al ritmo intenso que habíamos conseguido, cada vez era más increíble y todo era sumamente excitante, superaba mis expectativas con creces.
Me acerqué a besarla porque lo necesitaba mientras seguíamos moviéndonos y disfrutando de cada momento sintiendo como cada vez estábamos más próximos al orgasmo.

Me besó y continué ese beso abriendo mi boca y apresando la suya con mis labios, jalándolos hacia mi mientras manteniamos el ritmo sintiéndonos desbordar cada vez.

Ya no podíamos mantenernos muchos más así que tras un par de estocadas más llegamos finalmente al clímax explotando de placer porque había sido realmente increíble. Suspiré apoyando mi frente contra la suya y todavía sin soltarla mientras se recuperaba un poco.

Llegamos al clímax y fue totalmente alucinante, nos quedamos un instante abrazados, mientras procuraba recuperar mis palpitaciones que se me había acelerado a un punto que no conocía. Lo mismo mi respiración... suspiré varias veces intentando normalizarla mientras me apretaba contra él como si no quisiera ya separarme nunca más de sus brazos.

Esperé a que se la pasara un poco y recuperara antes de besarla otra vez- Te he debido destrozar la espalda...-murmuré medio disculpándome dejándola ya sobre el suelo porque seguramente se habría arañado con el tronco.

Lo escuché y seguramente tenía razón pero con la marcha ni había reparado en ello. -Ya... puede ser... fíjate...- dije murmurando todavía agitada cuando ya me dejó sobre el suelo girándome para que viera mi espalda.

Se giró y enarqué una ceja al ver su espalda- La tienes fatal...-dije acariciándola por allí sin apenas tocarla, solo con un simple roce- Los humanos sois tran frágiles...-murmuré más para mi mismo que para ella mientras la daba un beso en el cuello ya que seguia de espaldas a mi.

Escuché lo primero que dijo preocupándome un poco por mi espalda... -Son raspones verdad? No habrá cicatrices, no?.- dije porque no me hacía gracia eso... Luego escuché lo de que éramos frágiles... y enseguida me beso haciendo que me estremeciera con un breve escalofrío. Recargué mi cabeza hacia atrás tocando la suya al sentir que estaba en mi cuello.

Sonreí- Nah, no tendrás cicatrices, es más... ya esta un poco mejor...-dije sonriendo porque ciertamente la sangre de vampiro estaba haciendo algo de efecto en ella y sé curaría un poco más rápido de lo normal aunque no inmediatamente.