+18 Luego de París sorprendiendo a Ben

Llegué de París por la tarde y me tumbé enseguida en la cama, pero cuando me desperté y empecé a ordenar un poco todo, descubrí que mis plantas no estaban en casa.
El jazmín japonés que le había encargado a Miriam aún seguiría en casa de Ben... durante la temporada en Europa había trabajado y salido de fiesta sin pensar demasiado y estaba funcionando, pero de pronto pensar en el jazmín me hizo volver a ver en un segundo todos los recuerdos y me sentí una tonta.

Me puse unas botas, un vestido corto negro y me fuí a beber a algún bar... hacía rato que sabía que no era solución pero tampoco encontraba el modo de sacarme a Ben de la cabeza, lo mejor seguía siendo no pensar. Estuve un par de horas hasta que ya cerraban así que me fuí caminando a casa. Pasé por la casa de Ben y ni siquiera era del todo consciente de ello cuando me encontré llamando a su puerta.

Me senté a esperar que abriera mientras me encendía un cigarro.

Spoiler:

Estaba tirado en el sofá con mi portátil sin hacer gran cosa cuando llamaron a la puerta. Suspiré, estaba solo en casa así que supuse que sería alguno de estos que se habían olvidado las llaves. Deje el portátil encendido en la mesita y tras ponerme de nuevo los zapatos me acerqué a abrir.

Al principio no vi a nadie hasta que baje un poco la mirada y me encontré con que Alma estaba sentada a los pies de la puerta... ¿Cuándo había vuelto? ¿Qué diablos hacía aquí?. Suspiré y me apoyé un poco en el marco de la puerta- ¿Estas borracha?- dije sin saber bien que decir y diciendo algo obvio porque Alma irradiaba alcohol por cada poro de su cuerpo.

Me puse de pié como pude pero ni siquiera alcé la mirada. Sólo oir su voz y ya me estaba dando cuenta del error que acababa de cometer en haber ido.
-¿Tienes mi jazmín japonés?¿Se murió?.- le pregunté sin hacer caso a su pregunta mientras jugaba con el cigarro.

La miré sin decir nada durante unos instantes, era obvio que si había llegado borracha hasta mi casa era por el maldito jazmín japonés... - No...-dije por fin, no estaba en su mejor momento pero tampoco había muerto- ¿Quieres que te lo dé?- dije enarcando una ceja viendo como jugaba con el cigarro.

Sonreí muy levemente cuando dijo que no estaba muerto. -Sí, puede que esté algo borracha.- respondí ahora a su pregunta.
-¿Estás sólo?¿Puedo verlo?.- le dije después por lo del jazmín japonés ya alzando la mirada, ví sus ojos y un nudo se me hizo en la garganta así que bajé otra vez la jodida vista ¿Qué hacía en su puerta?¿Porque no había simplemente permanecido en París?.

Dudé durante unos instantes pero al final me hice a un lado para toda respuesta y dejandola pasar. Suspiré y cerré la puerta en cuanto lo hizo.

- ¿Qué tal por Europa...?-murmuré en un intento de saber donde había estado y siguiéndola unos pasos por detrás mientras la veía caminar directa hacía el jazmín japones.

Caminé hacia el jazmín y las otras plantas... le faltaba mucha agua, pero no había muerto. Me costaba hasta caminar pero dejando a Ben detrás y sin casi querer tomar conciencia de que estaba otra vez en su casa. Escuché lo que dijo pero en lugar de responder fui hasta la cocina para llenar una jarra de agua y volví a las plantas para regarlas mientras me concentraba en ellas.

Suspiré. -Bien.- dije por lo de Europa, casi seguía pensando que no tendría que haber vuelto. -Volví a mi piso... en París.- le conté, no había querido decirle, pero ¿de qué servía ahora?

Esperé a que volviera de la cocina con la jarra y después escuché por fin como me contestaba- ¿Antes te aterraba la idea de pisar París y ahora has vuelto?- dije enarcando una ceja. En el fondo sabía que había estado allí, por eso me había negado a irme a París como hacía siempre que tenía problema... Sabía que de estar en la misma ciudad nos encontraríamos si o si... Pero saber que había vuelto en parte me chocaba un poco.

-Es raro, lo sé... pero también sé que el último tiempo que recuerdo haber estado realmente tranquila ha sido allí...- dije por el tiempo que habíamos "vivido" en su casa de París, aún no me atrevía ni a mirarlo y todavía seguía con las plantas.
-No la he estado pasando muy bien...- reconocí aunque por mi estado sería bastante obvio. -Pensé que lo resolvería más rápido, más fácil... pero aquí estoy otra vez...- dije y apenas había acabado de hablar cuando ví sobre el sofá una campera de Aitana, miré mejor y ví zapatos suyos, también camperas colgadas que no eran de Ben... de pronto todo se nubló y tuve que apoyar una mano en la pared para no caerme.

Esta vez ni la miré mientras decia todo eso, tenía la vista fija en mis zapatos. En parte me sentía culpable de que lo hubiera pasado mal y parte la entendía porque me había pasado algo así. Alcé un poco la mirada y al ver como se tambaleaba la cogí del brazo para ayudarla a estabilizarse- ¿Estas bien? Deberias sentarte, has bebido demasiado...-murmuré mirandola y sin decir nada de lo otro.

Me cogió del brazo y me dejé guiar al sofá sin decir nada y sin resistirme tampoco.
No quería decirle nada de Aitana y la verdad es que en el fondo me alegraba si lo había superado de una vez y ahora estaba bien con ella... aunque doliera era lo mejor. Me senté en el sofá sin todavía poder ni mirarlo.

-No sé porqué vine, Ben...- dije mirando la nada. -Quizá es mejor que me vaya y... tú sigues con tu vida y ya.- dije porque no sabía ni cómo expresarme y si él había salido adelante mejor, no tenía derecho a venir a complicarle nada.

La ayudé a llegar hasta el sillón y después me senté a su lado en el reposabrazos mientras la escuchaba decir eso.

- Como quieras...-murmuré, tal vez tuviera razón y sería lo mejos. Suspiré y cerré mi portátil todavía abierto antes de hablar de nuevo- Puede no lo hayas estado pasando bien... Pero yo tampoco, no es tan fácil como parece...-murmuré sin saber muy bien porque, pero yo también había pensado que se resolvería todo más fácilmente, y el volver a verla me demostraba que no era así.

Alcé la mirada por primera vez desde que estaba en su casa cuando dijo eso, no daba esa impresión ver las cosas de Aitana en la casa... pero si lo decía sería cierto, quizá no me había olvidado...
-Aitana vive aquí otra vez? Estás con ella?.- le pregunté volviendo a bajar la mirada, necesitaba imperiosamente saber eso. -Ví su campera... y sus zapatos...- le expliqué.

Mis ojos se movieron por la sala hasta que vi las cosas que decía de Aitana, la verdad es que había bastantes cosas suyas por la sala, se parecía demasiado a mi casa de Fell´s de hacía unos meses cuando todavía estábamos juntos.

- Si...-murmuré- Esta viviendo aquí conmigo... Pero solo somos simples compañeros de piso...-expliqué encogiéndome de hombros.

De algún modo eso me alivió, por inútil que fuera ahora mismo.
-Vale... no es que tenga derecho a saberlo pero... nada, pues quería saber.- le dije sin mirarlo.
-Ni siquiera sé porqué vine... Ben... hice tantas cosas para seguir adelante... yo sólo, supongo que...- suspiré. -Supongo que te extraño.- dije con un hilo en la voz y ya mirándolo.

Desvié la mirada cuando dijo eso y suspiré- Tal vez deberías marcharte...-murmuré poniéndome en pie de nuevo para poner distancia entre nosotros. La extrañaba, claro que también la extrañaba pero diciéndonos esas cosas solo conseguiríamos hacernos más daño....- Estas borracha y no sabes lo que dices...-dije como si intentara justificarla.

[off: Me voy ya, bye!]

Suspiré, sabía que tenía razón.
-Vale.- dije mirándolo. -Será que estoy borracha...- dije por no seguir diciendo esas cosas, aunque era bien claro que no tenía nada que ver con estar borracha y que realmente lo extrañaba.
Pensé en levantarme e irme, pero estaba cansada, agotada... y encima con el corazón revuelto, claramente no era mi mejor día y no quería irme así. Lo miré y sabía que seguía queríendolo como si realmente el tiempo no hubiese pasado, me sentía una idiota. Quería hablar, decir cualquier cosa, pero todo me sonaba falso...

[off: Ok. Bye!]

- Vale...-repetí suspirando y sin mirarla porque no sabía ni que decir y ella no sé movía.-Te puedo llevar a casa, y así te ayudó a llevar las plantas...-murmuré por no estar callado e intentando no mirarla mientras caminaba hacía las plantas- O puedes quedarte a dormir la mona en el sofá, pero no creo que te apetezca...-dije enarcando una ceja.

Lo miré. -Vale, mejor dormiré... pon algo de música bonita a ver si me viene rápido el sueño, que una cosa es ser una ex y otra ser una ex impresentable....- dije casi para mí misma con una sonrisa, ya la situación me superaba y era mejor tomárselo así o me deprimiría... y ya no me quedaban más lágrimas.

- Esta bien, voy a mi habitación a por algún cd...-murmuré antes de ponerme en pie y subir las escaleras. Claro que tenía cd´s abajo pero necesitaba un tiempo arriba solo. Cogí el primer cd bueno que encontré y suspirando me apoyé un poco en el marco de la puerta intentando coger fuerzas y tras unos minutos volví a bajar.

Me quité las botas y me tumbé en el sofá como solía hacer cuando aún vivía allí, sin prestar demasiada atención a eso de dejar tiradas las cosas.
Acomodé la cabeza sobre un almohadón y antes de que Ben regresara me fui quedando levemente dormida. En eso estaba cuando escuché que volvía con un CD, no dije nada y tampoco abrí los ojos, me sentía abatida y después del exabrupto de aparecer en su casa así como así, necesitaba descansar y acomodar mis ideas y mis sentimientos.

Cuando baje ya estaba tumbada en el sofá sin las botas puestas y con los ojos cerradas. Estuve apunto de no poner el cd, pero por su respiración todavía podía notar que estaba despierta así que me acerqué a poner el cd sin decir nada y a ponerlo a un volumen más o menos suave.

Abrí los ojos cuando comenzó a sonar... y lo sentí caminar indeciso por la sala. Lo conocía lo suficiente como para saber que estaba totalmente descolocado y me apenaba eso, pero nada de lo que dijera ayudaba y estaba demasiado entonada... si hablaba, acabaría empeorando todo. Lo miré un instante y simplemente sonreí levemente antes de volver a cerrar los ojos, quería que se tranquilizara, ya hablaríamos, ya encontraríamos el modo... siempre habíamos acabado encontrando el modo... tenía que existir.

Tras poner la música fui hacía el otro sillón más pequeño y me senté allí quitandome los zapatos y poniendo después los pies sobre la mesita. No dije nada por no molestarla y porque tampoco sabía muy bien que decir, así que me limité a escuchar la música así en plan tranquilo.

Estaba exhausta y no podía pensar con tranquilidad, todo se me mezclaba. No me faltaron las ganas de salirme del sillón y cruzarme hasta Ben para decirle que era todo una tontería, que lo dejáramos y ya... pero tenía que ser fuerte por una vez... pensando en todo eso acabé durmiéndome antes de que acabara la primera canción.