Conociendo un nuevo vampiro (Santiago)

Recuerdo del primer mensaje :

Necesitaba meditar acerca de mi reciente noticia sobre la muerte de mis padres y que mejor que dar un paseo por el bosque, me encaminé por él y me adentré más de lo que nunca me había adentrado, y me apoyé en un árbol.

Tomé su mano y sonreí ante su broma, me levanté y me puse en frente suya.

-Eres el primero que me ha hecho daño. -Le dije con una sonrisa.

-no eres el primero que me roba un beso.-le sonreí peor por el momento no tengo planes de jugar por esas líneas -lo aparté de mi nuevamente

-eres interesante pero no condeno a nadie a esta vida a menos que me vea en una situación complicada

-Te entiendo... -Dije finalmente en un susurro.

-Pero espero que alguien lo haga... -Dije poniendo los ojos en blanco.

-haber dame tu mano-le dije tomándola y concentrándome un poco haber si veía algo

-¿Lees el futuro? -Pregunté intrigado.

-Cállate soy mitad brujo- le respondí concentrándome
-ya lo vi...pero no te voy a decir... le saqué la lengua y empecé a caminar delante de él

-Jooo... dimelo, por favor, si me lo dices haré lo que quieras.

Dije algo nervioso.

-solo respóndeme una pregunta...porque quieres ser vampiro- lo miré a los ojos - y por favor puedes ser sincero

-Es... complicado, haber, desde niño he tenido un afán impresionante por vosotros, aún a pesar de que "no existís", pues al venir aquí y descubrir lo contrario, me dí cuenta de que es un error el que yo sea humano, puesto que yo no me siento como tal... y no sé, simplemente es algo que quiero...

Respondí mirando el suelo.

no es la respuesta que esperaba. Me acerqué a él y levanté su mentón que miraba hacia el suelo para verlos a los ojos

-esto me costará mucho, pero si prometes no hacer nada indebido y servirme. Ahora te puedo transformar-suspiré sin dejar de verlo a la cara

-También depende del tipo de servicio que tenga que hacerte...

Dije con la respiración entrecortada, hasta ahora nadie me lo había pedido con tanta seguridad.

le sonreí
-nada de lo que tu no seas capaz-me bufé picaramente

-y de donde quieres que te de sangre?-arqué una ceja

-Dame sangre, de tu cuello...

Murmuré lentamente.

ladeé mi cabeza y desabroché un poco más el cuello de mi camisa para que no se ensuciara y me apoyé contra el árbol

-adelante

Cogí la rama que minutos antes había utilizado para apuñalarme y acercándome a él, dirigí mi cabeza hacia su cuello, lo lamí un poco y después pasé la rama con fuerza de lado a lado el cuello y comencé a beber cuando brotó la sangre de su herida.

Dejé que lo hiciera así, solo pensaba en lo que estaba haciendo le quitaba la oportunidad de vivir normalmente pero quizás el lo merecía después de todo si hacía algo malo, no sería una amenaza difícil de acabar

-con eso bastará- le sonreí mientras lo cogía con ambas manos de su cabeza y la volteaba logrando matarlos. Luego arranqué la rama de mi cuerpo y la arrojé lejos mientras sanaba la herida y lo veía muerto en el piso esperando que se levantara

-vamos que es de noche y necesitas sangre, no te hagas el tonto y levantate

Me levanté y sacudí las hojas de mi ropa, abrí los ojos y comencé a mirar a mi alrededor, todo era distinto, podía ver cosas que nunca antes había visto, y podía oir un conejo royéndo algo, miré a Santiago y le sonreí.

-Tengo... hambre...

-adelante -le dije señalando la dirección del conejo
-pero vas a necesitar sangre humana para terminar la transformación si no lo haces en 24 horas solo serás un cuerpo sin vida. Y no puedo permitir que andes matando gente inocente por ahí así que te acompañaré

Comencé a corres siguiendo el sonido del conejo, más rápido que nunca antes había corrido y cogí al conejo sin que pudiera hacer nada, noté que mis colmillos aumentaban y se los hinqué, cuando acabé con el conejo lo lancé a un lado y miré a Santiago.

-¿Cuándo la tomaré? -Pregunté refiriéndome a la sangre humana.

-creo que ahora es una buena oportunidad, o no sientes nada?-le dije refiriéndome a que podía sentir a dos personas cercas acampando en el bosque

-Si...,vamos... -Dije corriendo hacia el campamento dónde se encontraba los humanos y esperándole.

Estábamos los dos en un alto que daba al campamento
-tu misión es fácil adueñate de su mente y has que voluntariamente te den de su sangre y que luego olviden todo, no te pases no quiero muertos, entiendes?-le dije mirándolo de reojo se veía bien prometedor como futuro vampiro

Me relamí el labio y mientras iba enfrente de la tienda le mandé a Santiago un mensaje mental.

-No te aseguro nada...

Después comencé a concentrarme en sus mentes y vi que salía un hombre y una mujer, me mordí el labio y decidí jugar un poco con ellos, comencé a besar a la mujer y después al hombre para después clavarle los colmillos en el cuello al hombre y después hacer lo mismo con la mujer, los llevé dentro y les borré los recuerdos de esos últimos minutos. Después volví a donde estaba Santiago y me quité los restos de sangre de mi boca.

-bien me gusta que seas inteligente y obediente, este es tu premio

le entregué un anillo embrujado de un vampiro que había matado años atrás y como son difíciles de encontrar lo había guardado

-eso te permitirá comportarte tan normal como siempre-le limpié la sangre de su mejilla con uno de mis dedos y después lo llevé a mi boca

-y bien que se te ocurre ahora?

-¿Tan normal cómo siempre? ¿qué significa eso?

Pregunté mentalmente mirando el anillo en la palma de mi mano y después dije con una sonrisa pícara.

-Lo que mande mi señor...