+18 Librándome de todo (Hannibal)

Recuerdo del primer mensaje :

Luego de pensarlo un rato decidí ir a la casa de antigüedades que había sido de Merysun a vender cosas de mi casa... estaba cansada de ver mis muebles, pero sobre todo estaba cansada de lidear con recuerdos que no me hacían bien.
Me atendieron perfectamente y luego me dieron una mesa y un café para que me sentara a mirar los catálogos que tenían y analizara bien qué era lo que quería.

Spoiler:

Me quedé allí pensativa junto a la ventana... no sabía nada de hacer negocios pero estaba otra vez sola contra el mundo así que tendría que aprender.

Continuó con las embestidas haciendo que soltara algunos gemidos, mientras tomé su espalda y lo estrujé más aún. -Vamos al suelo...- susurré con la voz entre cortada porque no quería que se cansara de sostenerme... eso de hacerlo con humanos era diferente, pero me gustaba.

Segura ó tienes miedo de que te suelte?. - comente entre besos pasando de nuevo mi manos por su cintura siguiendo con los movimientos esprando su respuesta.

Sonreí ya contra sus labios cuando dijo eso. -No tengo miedo, tengo ganas de hacerlo contigo en el piso de mi casa desamoblada...- susurré con picardía, pero tratando de respirar lo mejor que podía porque las estocadas me dejaban sin aire.

Lo sentí ni bien nos tumbamos y ya aproveché para tomarlo de la nuca y jalarlo hacia mí hundiendo mis labios en los suyos y jugando con mi lengua en su boca mientras sentía que cada vez el ritmo iba aumentando.

Ya casi llegábamos al climax, estaba sosteniéndome cada vez más fuerte y los besos y las caricias se hacían más intensos.
Faltaba poco para que acabáramos pero igual me arriesgué a moverlo para quedar yo sobre él y comenzar a moverme y marcar el ritmo que me gustara, alentando los movimientos y haciendo que sus penetraciones fuesen más profundas.

Continuamos moviéndonos, haciendo un ritmo continuado y suspirando. Con mis manos acaricié su abdomen y sentí sus manos en mi cintura sosteniéndome sobre él.
Luego de un par de estocadas más ya llegamos al clímax, había estado muy bien otra vez.

No te lo habia dicho antes pero eres buena Alma .- le alague volviendo a sus labios profundizando el beso ¿ tienes hambre?,puedo invitarte a cenar ó pedir comida a domicilio. - comente ayudandola a levantarse una vez que yo me pare.

Sonreí cuando dijo que era bueno y también me puse de pie sin molestarme en vestirme todavía... Caminé hacia la sala y busqué el teléfono.
Luego me acerqué a él. -Pide algo...- dije con una sonrisa pasándole el teléfono. -Salvo que seas también bueno cocinando y tengas ganas de sorprenderme...- dije haciéndole un guiño y resaltando el "también" ya que se merecía el cumplido.

Gracias que alagador guapa pero si se cocinar, entonces dejemos a un lado la comida a domicilio y mejor te preparo algo. - le di un beso rapido y me vesti para irme a su cocina. - ¿que se te antoja?.- le pregunte sacando lo necesario de su refri.

-Mmm... no sé, cuál es tu receta preferida... sorpréndeme.- le dije sonriendo, no estaba nada acostumbrada a que cocinen para mí por lo que me entusiasmé enseguida y tras ponerme la ropa interior y su camisa, lo seguí a la cocina a ver qué había.

Bueno supongo que te puedo hacer comida italiana, ¿que prefieres, spaguetti ó ravioles?. - pregunte sacando la pasta de la alacena, mirandola con mirada juguetona. - Se te ve bien mi camisa .

-Gracias.- le dije en un gesto coqueto. -Spaguetti está bien.- le dije sonriendo y ya fuimos a la cocina para comenzar a preparar todo eso.

Asenti sacando la pasta del paquete y buscando una olla de su alacena colocandola en la estufa y prendiendo la flama para calentar sin antes ponerle agua y la sal necesaria, meti la pasta dentro dejando que hirvriera y se pusiera al dente, mire de reojo que se puso a mi lado ayudandome le di un beso rapido girandola hacia mi para después empezar preparar la salsa en la lucuadora, corte y vacie todos los ingredientes en está apretandolo el boton para licuar bajando la temperatura de la estufa.

Lo miré hacer todo eso con una sonrisa... me gustaba que me cocinaran. Me senté en un rincón de la encimera y me encendí un cigarro para fumar tranquilamente mientras él se encagaba de hacer la salsa.

Estuve un buen rato pendiente de la comida hasta que vi que ya estaba listo apague la estufa y prepare la pasta poniendo raciones iguales en acada plato antes de servir la salsa e ir hacia la mesa dejando los platos en ella.- Bien la cena esta servida si quieres algo más solo dimelo guapa . - le dije con un guiño buscando unas copas y una botella de vino que habai sacado minutos antes del refri sierviendonos en las copas para depués sentarme.

Me bajé de la encimera en cuanto dijo que ya estaba y con la copa en la mano ya nos acercamos a la mesa... -Tengo que reconocer que eres un... ¿amante?... muy completo.- le dije con una sonrisa en broma alzando levemente la copa en un gesto de reconocimiento. No era que cada chico que me tirara se quedara a prepararme un almuerzo precisamente.

Sonrei con picardia al escucharle. - Bueno digamos que tengo que ser un buen invitado para mis amigas y por eso trato de mmm... sorprenderlas. - le imite tambien alzando mi copa chocando con la suya para hacer un brindis.- por los amigos con derecho que son buenos en todo . - dije con un beso rapido en sus labios.

Choqué su copa. -Vaya... ¿esto nos convierte en amigos con derechos?.- le pregunté mirándolo con una sonrisa porque me había pillado por sorpresa que nos pusiera un "título" así como así, ya que era la primera vez que quedábamos.

Si, bueno apenas nos conocemos quiza mas adelante se pueda algo mas . - sonrei abiertamente tomando un sorbo del vino antes de empezar a probar bocado. - Provecho Alma.

-Claro.- sonreí porque no lo descartaba.
-Gracias, igual tú.- comencé a comer y la verdad es que le había salido todo muy rico. -La verdad esta excelente.- dije por la comida.

Le mire sonriente al escucharla.- Me alegra que te haya gustado hermosa y gracias tambien . - probe otro bocado saboreando la pasta detenidamente.

-Eres todo un donjuan o lo haces conmigo?.- le pregunté sonriendo porque seguía asombrándome eso de que se dedicara a cocinar y todo.