+18 Tras la fiesta (Alma)

Arranqué el coche y pusé rumbo a mi casa por el simple hecho de que ella había dejado aparcado su coche allí. No tardamos mucho en llegar porque el pueblo no era precisamente muy grande. Aparqué detrás de su coche y nos bajamos ya entrar en casa.

Nos bajamos de su coche y ya entramos en su casa. -No están Leo o Aitana?.- le pregunté porque nucna se sabía allí... y aunque hacía rato que no sabía de ellos era preferible estar advertida.

- No... Aitana se ha ido unos días por trabajo y Leo... De Leo no sé nada...- confesé, la verdad es que al final eso de ayudarle a controlarse no había ido muy bien la verdad...

-Ya... pues sólo sirve para no dejarme vivir contigo por lo que veo...- dije con una leve sonrisa mientras me encogía de hombros sin pensar ni un poco porque estaba borracha y después de toda la presión de la tarde con él y el día anterior... de algún modo me sentía como enojada, aunque ni siquiera sabía ni porqué ni con quién.

- Ya viviremos juntos de nuevo... No hay prisa, ¿no?- dije sonriendo mientras cerraba la puerta en cuanto entramos ya en casa y me quitaba la chaqueta dejandola a un lado.

-No hay prisa.- dije aunque ni siquiera estaba tan segura de que lo volveríamos a hacer. -Ben...- susurré luego de dejar a un lado la chaqueta y los guantes y ya yendo hacia él. -No sé que me pasa estoy... como enojada, necesito descargar energías o gritar o no sé...- le dije mirándolo. -Qué piensas de Stefan?.- pregunté porque no me había dicho nada y necesitaba que me dijera exactamente lo que había venido a su mente. Lo mismo me había afectado Miriam y su tonta acotación, y la actitud que tenía... no sé, esta vez no había hecho nada pero ya sabía que quería a Ben y eso me volaba la mente.

- ¿Qué? ¿Por qué? Creía que ya estabamos bien...-dije cogiendola de la cintura cuando se acercó hasta mi diciendo todo eso. Después escuché su pregunta de Stefan y pensé en ello un poco- No sé, me lo esperaba diferente... no tan... "bueno"- dije sin saber que palabra usar. Me lo había imaginado de otra manera aunque no era que yo fuera la persona más imparcial del mundo, ya me había caído mal desde el principio sin conocerle y que se acostara con Aitana cuando estábamos casados no había ayudado precisamente a imaginármelo bueno y tal...- Ha sido raro...-dije al final porque era lo único que podía sacar en claro del "encuentro".

Me cogió de la cintura y lo miré mientras decía todo eso. -Estamos bien, no es contigo... es que...- suspiré. -Olvídalo, han de ser historias que me hago y los litros de tequila que llevo no ayudan...- dije con una leve sonrisa, era lo más probable, estaba poniendo en Miriam inseguridades que no tenían que ver con ella si no conmigo y ya no pensaba volver a hacerlo, yo no era así.

-Y claro que es bueno.- dije ya por lo de Stefan. -Yo no soy de andar con chicos malos.- dije lo último con una sonrisa pícara mirándolo a los ojos.

Asentí ante lo primero-Vale, serán historias tuyas.. Pero si quieres hablarlo o lo que quieras... Ya sabes que estoy aquí- dije porque no tenía sentido que se callara nada a estas alturas.

Escuché después lo otro y la miré entrecerrando los ojos- Ya... prefiero no saber cual es tu tipo de chico para no desilusionarme...-dije sonriendo ligeramente y soltandola ya de la cintura.

-Tú eres exactamente mi chico de tipo.- sonreí cuando me soltó por la cintura y enseguida pasé mis brazos detrás de su cuello impidiendo que se alejara. -Y voy a serte sincera... pero no quiero que lo tomes a la ligera o te rías o me vengas con que soy una celosa ni nada... porque no tiene nada que ver con eso.- le dije mirándolo a los ojos. Siempre había sido honesta con él y no me gustaba estar guardándome las cosas por tontas que fueran.

Sonreí ante lo primero que dijo y enseguida me tomó del cuello para que no me alejara así que la volví a coger de la cintura para acercarla un poco más a mi- Vale... Prometido- dije sonriendo cuando me dijo todo eso y esperando a que me lo contara.

-Es Miriam.- dije poniendo blanco sobre negro. -Ella misma me ha dicho que te quiere... lo hizo antes de que lo dejáramos y luego cuando volviste y todo... prometí no contártelo, pero me está destrozando.- dije sinceramente, era algo con lo que había intentado lidear y estaba a la vista que no podía. -Sé que no pasa nada y que son mis inseguridades las que hablan y no yo... pero no quiero que lo jodamos y... te quiero Ben, demasiado, no quiero perderte... Cuando dijiste eso de que acabaríamos enrollándonos con las mismas personas y que luego nos enamoraríamos de otros... Sólo pude recordar a Miriam y me siento una estúpida, pero me destroza pensar que puedas enamorarte de alguien que no sea yo.- dije de pronto blanqueándole todo, me había sentido con esa espina desde antes de la fiesta y las dos o tres tonterías que Miriam había dicho junto a lo que ya sabía de ella hacían que me sintiera más insegura que nunca.

La escuché y suspiré ligeramente- Lo sé...-dije ante eso de que Miriam me quería, Alma no lo había dicho claramente nunca pero más de una vez me lo había insinuado, sin quitar el hecho de que Miriam cada vez era más obvia e incluso hoy se lo había escuchado hablar con Hannibal...- No sé que decirte la verdad...-dije mirandola- Te quiero, claro que te quiero y por Miriam no siento nada pero... No puedo prometerte que no nos enamoremos de otra persona- dije hablando en plural porque nos podía pasar a cualquiera de los dos y en parte eramos la prueba viviente de eso... Sabía que la dolía pensar eso y ami también pero no le podíamos hacer nada...- Pero quiero que funcione- dije tomando su rostro- No quiero perderte y voy a hacer todo lo que sea posible para que esto funcione... de verdad- dije mirandola, yo seguía teniendo la jodida sensación de antes de que teníamos fecha de caducidad pero no me pesaba rendir tan pronto.

Lo escuché decir todo eso y ya luego tomó mi rostro. -No quiero que me prometas nada...- susurré. -Sólo necesitaba decírtelo...- suspiré algo aliviada al saber que ya no estaba ocultándole ninguna cosa.
Lo miré a los ojos. -Y ahora necesito que cumplas todas y cada una de las promesas que me hiciste antes de ir a la fiesta...- murmuré con picardía mirándolo a los ojos.

- Ya... No quieres que te prometa nada pero quieres que cumpla mi promesa de antes... Eres muy contradictoria...-dije bromeando antes de besarla porque sabía que no lo decía por eso.

-Mmm... no, no soy contradictoria... de hecho te estoy cuidando de que sigas prometiendo cosas antes de cumplir las que ya hes hecho.- murmuré contra sus labios siguiéndosela porque era más fuerte que yo mientras pasaba a acariciar su espalda aún por encima de la ropa. -Te quiero...- murmuré contra sus labios. -Y ahora sólo quiero que me hagas el amor hasta el jodido amanecer.- murmuré después con picardía.

-Que considerada por tu parte- dije bromeando por lo primero antes de escuchar todo lo otro y suspirar porque de verdad que llevaba controlandome toda la tarde y ahora escucharla decir eso por si solo ya me encendia bastante- Claro... Tus deseos son ordenes para mi...-dije bromeando con picardía mientras la besaba y recorria su cuerpo con caricias por encima del vestido sin cortarme para nada.

-Me gusta como suena eso...- susurré por lo de que mis deseos eran órdenes mientras me acercaba a sus labios y mordía su labio inferior jalándolo hacia mí. Ya sentí como me acariciaba con intensidad por encima de mi vestido dorado... lo mismo hice comenzando a acariciarlo mientras iba levantando una a una las piernas para quitarme las botas sin despegarme de sus labios.

Sonreí y la estreché más contra mi para que tuviera más estabilidad para quitarse als botas una a una- Bueno...¿Y dondé quiere la señorita que la haga el amor?-murmuré cuando acabo contra sus labios- ¿en el sofá? ¿En la cama? ¿en la cocina? ¿contra el suelo? - dije con picarcía sin cortarme para nada como si la diera las opciones mientras metía mis manos por debajo de su vestido y la acariciaba ligeramente por encima de la ropa interior.

-Aquí, ahora....- murmuré con mucha picardía dándole a entender que no pensaba moverme de sitio porque ya lo deseaba y con urgencia, mientras ya sentía sus manos sobre mi ropa interior y suspiraba. Había estado deseándolo desde antes de salir de la casa... -Luego puedes elegir tú que tenemos hasta el amanecer...- dije acercándome a su oído y mordiendo el lóbulo de su oreja mientras ya desabrochaba su camisa enseguida y la deslizaba por encima de sus hombros con urgencia.

Sonreí al escucharla decir eso tan decidida y enseguida aparté mis manos momentáneamente para que pudiera quitarme la camisa y después enseguida colé de nuevo mis manos bajo su vestido, buscando su ropa interior y quitandosela sin esperar mucho, deslizándola por sus piernas hasta quitaserla... Antes de comenzar a darla placer con mis dedos sin preocuparme en quitarla en vestido ni nada más.

Se deshizo de mi ropa interior y comenzó a darme placer con sus manos sin quitarme aún el vestido, eso era completamente sexy y me estaba encantando. Desabroché su cinturón y solté los botones de su pantalón mientras colaba una de mis manos por su cintura para meterla dentro de su boxer y comenzar a masajear su miembro y darle placer así mientras no dejaba de besarlo.

Suspiré porque ella no tardó mucho en meter las manos en mi pantalón y hacer lo mismo. La empujé ligeramente hasta apoyarla en la pared más cercana para tener mayor estabilidad los dos porque cada vez se estaba volviendo el pensar más difícil y se iba notando. Suspiré contra su boca por sus caricias entre beso y beso sin cortarme para nada mientras aumentaba ligeramente mis caricias para hacerla disfrutar más.

Me empujó y ya me apoyé en una pared mientras su boca se hundía en la mía aprosionándome contra la pared. Seguía sintiendo sus dedos jugar en mi sexo lo que hacía que suspirara cada rato y bajara el ritmo por momentos de lo que hacía dentro de sus boxers, pero enseguida continuaba ya acariciándolo cada vez con mayor intensidad sinteindo como su miembro erecto se iba agrandando en la medida de mis caricias.

Todo estaba siendo un jodido impulso pero es que a estas alturas ya estaba completamente excitado al igual que ella ya que podía notarlo, y solo deseaba hacerla mía de una vez. Así que esta vez no esperé a quitarla la ropa ni nada, todo estaba siendo demasiado excitante. Aparté ligeramente mis manos para que ella hiciera lo mismo, me baje algo más los boxers y subí su vestido un poco hasta la cintura antes de hundirme en ella.
Suspiré y tomé una de sus piernas para que la alzara hasta mi cintura para poder comenzar con el ritmo.