Reuniendo valor (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegué a casa, me quité la chaqueta, los zapatos dejándolos por allí tirados como de costumbre... Saludé a Alma con un beso y me fui directamente escaleras arriba a darme una ducha. Me desnudé y tras meterme bajo la ducha fui pensando. No había sido un mal día, la entrevista de trabajo no había ido mal, y ni había ido a la universidad así que no me había aburrido en exceso... Me quedé pensando en unas cosas y otras hasta que inevitablemente terminé pensando en Laine. Se lo tenía que contar a Alma, no había pasado mucho de eso y mejor no ser un cobarde como siempre, ¿no?. Me terminé de duchas y fui hacia la habitación dispuesto a cambiarme de ropa y a bajar a hablar con ella.

-Lo siento Ben.- dije ya cuando acabó de hablarme. Sabía que tenía razón en el tono que había usado antes, pero es que ni me había salido otro y ahora mismo me sentía fatal, cuanto más lo alargara peor sería. Ya me puse de pié con muy poca voluntad de largarme, pero es que no era justo que me quedara, acabaría sufriendo otra vez... si es que ya hasta me imaginaba que apenas irme acabaría con Laine o con cualquiera, eso me hacía hervir la sangre. -Estaré en mi casa, sólo un tiempo, vale?..- le dije sin mirarlo porque sabía que nomás mirarlo y no me darían nada de ganas de irme. Miré las plantas y negué con la cabeza, si es que no tenía suerte... las últimas habían muerto después de nuestra última separación.

- Lo que quieras, tomate tu tiempo...-dije callándome porque lo único que me parecía es que no tendría mas noticias suyas hasta que me pidiera los papeles del divorcio y demás.- Supongo que sabes donde esta la salida, no hace falta que te acompañe a la puerta...-dije (tal vez sonando un poco borde) más que nada porque no quería tener esa visión, es que ahora no quería ni mirarla porque se me partía el jodido corazón de solo pensar que ya se iba y que volvería a estar solo en casa tras tanto tiempo. Quería besarla, suplicarla de nuevo que se quedara, pero no era plan... Tal vez era el fin de un ciclo... Otra etapa más en su vida... Y tendría que asumirlo.

Me dijo eso de la puerta y no le respondí porque sabía que se sentía pésimo y yo misma también me sentía pésimo. Pero no encontraba otro modo de hacer las cosas... Cogí las maletas y salí. Las cargué en el coche y me costó encenderlo mis largos minutos, cuando por fin lo hice empecé a llorar como una tonta y no dejé de hacerlo hasta que llegué a mi ex casa. La vida era una porquería, ya lo estaba extrañando y ni siquiera entendía porqué me había ido, pero no podía volver...