Que bueno volver a verte.. (Alma/Libre)

Recuerdo del primer mensaje :

Había salido antes de lo que esperaba de casa.. Mi mamá me había dejado muchas cosas para terminar, por lo que no pensaba acabar con todo hasta la noche.. Pero todo fue mas rápido de lo que parecía...
Caminé hasta uno de los bares cerca de casa, para tomar algo, ya que no tenía ganas de preparar nada, y así también pasar el rato.. Si tenía suerte, podría encontrar a alguien con quien hablar, y divertirme.. Sino, sería un rato tranquila, aprovechando el momento para pensar..
Entré al bar, y me senté en una de las mesas, esperando a que el mozo tomara mi pedido...

Al parecer el deseo de seguir bebiendo de él, su sangre, y demás, me controlaban de una manera increíble. Ya no podía pensar en lo que hacía, solo me dejaba llevar por el placer de sentir nuevamente ese líquido que tanto anhelaba, y que casi había olvidado como sabía después de beber desde mi conversión, sangre en bolsa, de Hospitales.
Podía escuchar sus pensamientos de pánico, desesperación al ver que su vida se iba acabando de a poco, y si no me detenía, terminaría muerto. Ya había bebido demasiado de él, pero me era casi imposible detenerme después de todo. No recordaba lo difícil que era dejarlo para que olvidara todo y se marchara.
Pude escuchar las palabras de Alma, forcejeando internamente conmigo misma, ya que por un lado quería parar, pero por el otro mi cuerpo deseaba todo de él, extraerle hasta la última gota de sangre para saciarme.
Antes de que todo se acabara, pude alejarme de él, haciendo que cayera sentado, apoyado en la pared.. No sabía si podría recuperarse después de eso...
-Lo siento.. No puedo controlarme..- dije, tomándome la cabeza, siendo consiente ahora si, de lo que había hecho..

Caroline se demoró en soltar al chico y la esperé lo más que pude, estaba dispuesta a intervenir si escuchaba que el corazón de ese chico comenzaba a fallar, pero sabía que era mejor si ella misma lograba controlarse sin que yo interviniera. Al final lo logró. -Tranquila.- le dije yendo primero al chico modificando sus recuerdos y asegurándome de que fuera al baño primero y de allí a un Hospital. Luego fui hacia Caroline. -Tranquila, siempre ocurre al principio, es cosa de práctica... no estuvo mal, lograste detenerte al final.- le dije tratando de animarla y de que viera lo positivo.

Muchas cosas pasaban por mi mente en esos momentos, como la idea de que podría haberlo matado si seguía bebiendo unos segundos mas de él. Pero lo peor era que no quería parar, el impulso de sentir su sangre ingresando en mi sistema era imposible de rechazar, y me odiaba por eso..
Me quedé apoyada contra la pared, respirando profundamente, para evitar pensar en la sangre, y tranquilizarme un poco..
-Si, lo sé.. Pero estoy totalmente descontrolada.. Esto no tendría que haberse salido de mi control nunca, y fue todo lo contrario. La sangre me controla..- dije mirándola, limpiándome todavía el mínimo resto de su sangre que quedaba en mis labios.

-Tranquila Caroline, tranquila.- volví a decirme acercándome más a ella. -La sangre te controlará al principio... pero es cosa de tiempo.- la animé. -Mira, yo no me he cortado desde que me convertí... al menos no al principio, luego Ben me animó a controlarme un poco y cuando nos separamos entonces volví a recaer, una y mil veces, no estoy en mi mejor momento... pero sé que se puede controlar. Tranquila, con el tiempo podrás hacerlo.- le dije sabiendo que era cierto, aunque a mí misma me seguía costando mucho así que la entendía. -Venga, salgamos de aquí. Vamos por algo de alcohol, vale?.-

Traté de dejar de pensar en lo que había hecho pero no era demasiado fácil, como supuse que sería. La culpa me invadía, a pesar de saber que no lo había matado, pero había estado a punto de hacerlo..
-Si, lo sé. Pero no puedo permitir sentirme así..- dije suspirando, y poniéndome de pie a su lado.-Quería matarlo, Alma... No podía parar hasta que interviniste..- terminé diciéndole, mientras que la escuchaba.
Sabía que todo esto no sería fácil, pero debía superarlo.
-Últimamente estoy muy descontrolada...- le dije en un tono de voz desganado y suave.. Asentí a su idea de ir por algo de tomar, ya que el alcohol me tranquilizaba un poco.

Escuché lo que decía y vaya que la entendía... si es que yo misma había estado en su lugar unas cuántas veces. -Vamos por alcohol, pero no aquí, este sitio ya no es digno de chicas como nosotras... Vayamos a un club mejor, quiero un Cosmopolitan como corresponde, como si fuéramos simples chicas guapas sin rollos raros con la sangre, como si todo estuviera en su sitio.- dije animándola y ya comenzando a caminar para salir con ella de ese pasillo y del bar también.

Escuché lo que decía y asentí levemente mirando a mi alrededor. Seguramente el chico al que había atacado ya estaría por recurrir a algún hospital para que lo curaran, y a pesar de todo, me sentía culpable.
Traté de dejar esas ideas de lado, para centrarme en lo que Alma decía..
-Si, el alcohol me hará bien para dejar de pensar en todo esto..- comenté tratando de cambiar mi expresión para poner un agradable y cálida sonrisa, que salía a pesar de que no tuviera ánimos de hacerlo.
Caminamos fuera del bar, empezando a dirigirnos hacia un bar con mucho mas clase que ese, para tomar algo, después de lo sucedido.

Asentí cuadno dijo eso y ya salimos de ese sitio para ir a un bar. Nos montamos en mi coche y conduje hasta un club que conocía, no era demasiado frecuentado por vampiros, por el contrario era lo que más de moda estaba y todos los chicos del instituto y de la uni solían ir. Necesitábamos una noche de chicas sin el drama de la sangre y el ser vampiras. No estábamos en la lista pero ser guapas tenía su punto de modo que nos dejaron entrar enseguida. Apenas ir a la barra me pedí el Cosmopolitan que quería.

Salimos del bar, caminando hasta el auto de Alma. Todavía sentía algo de remordimiento por lo que había sucedido, pero debía pensar que cosas como estas sucederían seguido, ya que no sería fácil aprender a controlarme, y así poder beber de los humanos sin siquiera sentir algo como eso. Pero llevaría tiempo, esfuerzo y sobre todo mucha fuerza de voluntad.
Traté de dejar todo eso de lado, ya que quería pasar siquiera un rato sin tener que pensar en sangre, vampiros, ni nada por el estilo. Sino que por un momento deseaba sentirme "normal".
No tardamos en entrar, y a pesar de que no estábamos en la lista, pero con solo ser guapas logramos nuestro cometido.
Seguí a Alma hasta la barra para pedir lo mismo que ella, ya que hacía tiempo que no tomaba un Cosmopolitan.
-Lindo lugar..- dije esbozando una sonrisa, ya sintiéndome un poco mas aliviada.

-Sí, es bonito. Solía venir siendo humana pero luego acabé más en sitios lúcubres que otra cosa... Una pena, porque estos lugares me gustan mucho y pegan también mucho más conmigo.- dije al final en broma sonriendo y haciéndome la creída más que nada por esa tontería de que nos huubieran dejado entrar tan fácilmente. -Ser vampira es genial, pero hay cosas que echas de menos...- reconocí después.