Corriendo (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Erik ya llevaba un par de días en el pueblo, puso orden en su casa y después decidió volver a la normalidad.
Esa mañana hacía un poco de frío y había una intensa neblina. Erik se preparó el batido de proteínas que se preparaba a diario antes de salir a correr y lo bebió, como de costumbre. Después de ducharse y vestirse, salió a correr por el bosque, que era la razón prácticamente por la cual Erik había vuelto al pueblo: estaba enamorado de sus paisajes y después de un último año ajetreado, quería volver a tener tranquilidad, orden y paz en su vida.
Escuchaba música fuerte y no estaba prestando atención a la gente, hasta que vio una rubia que le sonaba bastante... Era Alma, aquella chica con la que casi tuvo una historia de amor la vez pasada que estuvo en el pueblo... Estaba a punto de enamorarse cuando Erik se tuvo que marchar.
Eso no le gustaba nada, así que decidió ignorarla y pasó de largo delante de ella; pero ella le saludó, y Erik se hizo un poco el tonto, haciendo como si no la conociera. Dejo de correr y estrechó su mano.
-Hola, soy Erik.

Me quedé con los ojos bien abiertos prestándole toda mi atención cuando comenzó a hablar, notaba su respiración todavía agitada. Dijo eso y sonreí. -Bien. Pudiste haber salido corriendo y no los has hecho, es una buena señal no hubiera querido tener que modificarte la memoria o cosas de esas.- murmuré mirándolo con una sonrisa maliciosa y aceptando el cigarro. -No puedes decirle esto nadie, ¿comprendes? Ni siquiera entiendo porqué te lo he dicho... supongo que porque moría de ganas de saber cómo sabía tu sangre y no sé... siempre he sido franca contigo, nunca te he dicho una cosa por otra y no quería empezar ahora.- murmuré mordiéndome el labio sin querer y mirándolo a los ojos casi sin pestañear. Bajé la mirada y me quedé observando ahora el cigarro encendido. -¿Qué quieres saber? Te responderé lo que quieras....-

Erik la miró con una sonrisa ladeada y le dio otra calada más a su cigarro.
-No sé... me gustaría saber qué se siente.-preguntó.-¿Qué tiene de especial? No sé... por lo menos, yo esta vez que te vi, te noté distinta, algo en tus ojos, en tu aroma... algo hay, ligeramente distinto, pero que hace, no sé, hace que me atraigas más...

Lo escuché decirme todo eso mientras cogia el cigarro y me apoyaba a su lado descargando mi peso en la pared. -Es raro, estuve mucho tiempo decidiéndolo... Me gustaba la idea de envejecer y ya no lo haré.- dije pensando en ello. -Tenía miedo de cansarme de todo...- le dije mirando el cigarro antes de darle una calada. -Lo primero que sientes es que tus sentidos se amplifican, escuchas más, sientes más los aromas... el tacto.- le dije ya mirándolo. -Y la sangre... No hay nada que te importe más, el gusto es extraordinario... beber de alguien es mejor que follar, es... genial, de verdad. Lo dificil es controlarse y no ir cargándose gente por ahí.- le dije haciéndole un pequeño guiño. -Y también puede que sea algo más atractiva, de alguna forma eres mi "presa" ahora mismo así que tengo que conquistarte...- le dije un poco en broma haciéndome la creída con una sonrisa, aunque parte de eso era cierto.

-¿Mejor que follar? A ver, explícame eso bien...-dijo sonriendo.-¿Entonces ya no follas?-le dio una calada a su cigarro y después lo apagó.-Puede ser eso, no sé, hay algo raro en tu piel, en tus ojos, no sé exactamente qué.-se encogió de hombros.-Y no sé, ¿ya no te emborrachas? O sea, si bebes y tal... ¿qué pasa? y... ¿puedes tener cáncer o algo así? Estoy un poco confuso con tanta cosa nueva...

Erik comenzó a soltarme una pregunta detrás dela otra y realmente era muy gracioso cuando comenzaba a apurarse hablando así. -A ver, vamos por parte....- le dije mirándolo un segundo de reojo y sonriendo. -Claro que sigo follando, de hecho... es mucho mejor que antes, no me canso para nada y soy capáz de hacer muchas más cosas... en fin.- dije ya mirándolo un segundo. -No sigo en detalle porque sé que vas a calentarte y aunque confieso que me encanta que te pongas conmigo, no quiero después tener que dejarte con las ganas.- dije mordiéndome un labio con picardía y metiéndome un poco con él de broma. Dijo eso que había notado en mi piel y en mis ojos, no lo tenía en claro pero podía ser así que no dije nada. -Y no, no me puede dar cáncer ni nada de eso... Pero claro que bebo y también me emborracho, me cuesta un poco más pero lo hago.... De hecho, ¿Tienes ganas de emborracharte conmigo? O es que necesitas tiempo para adaptarte a mi nuevo yo?.- dije sonriendo y ya separándome de la pared antes de seguir fumando.

Erik se encogió de hombros mientras la oía. Era tan tozudo que no podía caber en su cabeza la idea de querer acostarse con alguien y que este no quisiera, pero como no quería insistir más en el tema porque no le gustaba ser rechazado, no respondió nada.
Escuchó atentamente cuando explicaba lo del cáncer y todo eso, sonrió cuando dijo eso de emborracharse... Erik llevaba un tiempo sin divertirse.
-Podría ser... pero no quiero ir con chándal, me da vergüenza, joder.

Erik me escuchaba con atención, pero no decía nada. Podía haber leído su mente fácilmente, pero desde que sabía controlarlo la verdad es que prefería hacerlo. No siempre uno "escuchaba" lo que quería escuchar y era preferible no llevarse esas sorpresas. Aceptó lo de salir de juerga y sonreí parándome enfrente de él. -Perfecto, aunque tendremos que pasar por casa también... No saldré contigo con estas pintas.- dije sonriendo, era bastante pija en general. Ya salimos caminando de ese callejón y comenzamos a andar rumbo a mi casa que estaba más cerca. Hablamos de cualqueir cosa sin importancia hasta que llegamos a la puerta. -Quieres pasar? Creo que Ben no está.- le dije, definitivamente que Ben lo encontrara no era la mejor de las ideas, pero que me esperara en la sala mientras me cambiaba tampoco sería tanto problema, no?

Alma dijo que le acompañara a casa, ya que, tampoco quería ir vestida de esa manera. Al parecer, Ben no estaba por ahí, así que Erik asintió y entró junto a ella, se quedó en el salón mientras miraba algunos cuadros y fotos de ellos juntos.
-Alma.-gritó desde el salón.-¿Puedo fumar aquí?-Erik tenía la cajetilla de cigarros en la mano y jugueteaba con ella mientras esperaba la respuesta.

-Claro.- le grité luego de subir ya la escalera para ir a cambiarme de ropa. Comencé a decidir qué me ponía, nunca tardaba demasiado ni en comprar ropa ni en decidir qué ponerme... estaba acostumbrada a elegirme la ropa en un segundo, los años de trabajar como modelo me ayudaban a eso. Al final me decidí por una falda y un top en juego, me puse zapatos de tacón y cogí un cluth.

Spoiler:

Me acomodé algo el cabello y ya fui bajando las escaleras. -Lista.- le dije con una sonrisa apenas llegar a la planta baja.

Erik se encendió el cigarro y buscó un cenicero por ahí. Lo cogió y lo puso en sus piernas mientras fumaba, miró alrededor otra vez y se quedó mirando la lámpara durante unos segundos hasta que Alma gritó que ya estaba lista. Erik terminó de fumarse el cigarro y lo dejó en el cenicero.
Alma bajó las escaleras, llevaba puesta una ropa que le quedaba bastante bien, por lo que Erik sonrió y la miró.
-Venga, ahora a mi casa, que yo también tengo que cambiarme...

Sonreí cuando dijo eso y dejé por allí el cenicero luego de quitarlo de sus manos y tironearlo un poco en broma para que se pusiera de pié. -Vamos, que ahora estás desubicado a mi lado y no es la idea.- le dije picándolo un poco y haciéndole un guiño. Ya salimos de casa. -Vamos en mi coche, no?.- dije sentándome del lado del conductor luego de darle la vuelta. -Creo que recuerdo para donde queda, pero no estoy tan segura así que tú me guías.- le dije sonriendo antes de encender la radio y poner algo de música.

Erik se puso de pie y se rió cuando bromeó sobre que desentonaba, después le ofreció ir en su coche y Erik asintió; Alma se sentó en el asiento del copiloto y le dijo que no recordaba exactamente dónde vivía, así que era mejor que conduciera él.
Erik encendió el coche y Alma puso música, Erik subió el volumen de esta y llegaron en menos de 3 minutos a la casa de Erik, puesto que viajaron a más de 120 km/h.
Se bajó del coche y le abrió la puerta a Alma. Caminaron y Erik abrió la puerta, encendió las luces del salón y se dirigió hacia el mini bar.
-¿Te sirvo algo?-sacó la botella de whisky y se sirvió uno para sí mismo. Se lo bebió de un trago.

Llegamos a su casa enseguida. Erik manejaba con la misma falta de escrúpulos con la que manejaba yo, me importaba bien poco que fuera una sona transitada y todo eso. Luego ya siendo vampira tenía menos sentido aún que me preocupara ya que no podía pasarme nada... Erik entró a su casa, encendió las luces y fue directamente al minbar. Yo no podía entrar hasta tanto no me "invitara"... -Claro, me encantaría algo vodka... Pero, hay un temita con esto de ser vampira.- dije sonriendo y poniendo cara de niña buena. -No puedo entrar a una casa sin ser invitada antes... Si quieres que entre debes decirlo en voz alta.- dije con una sonrisa parada aún en la puerta y esperando a ver qué hacía.