Subiendo la apuesta (Ben y Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Ultimamente las cosas con Ben no iban bien y empezaba a sentir que todo estaba yéndose de mis manos. Cada vez lo notaba más distante, como si cualquier cosa que hiciera le diera igual, como si no le alcanzara en ningún sentido. Para colmo de males, no podía ser por Alma, sabía ella estaba de viaje hacía unos días, ni siquiera venía a la universidad... Así que esta vez no podía echarle la culpa. Algo entre Ben y yo no funcionaba y sentía que tenía que hacer algo pronto si no quería perderlo.

Decidí que era tiempo de subir la apuesta, nunca había mostrado ser un chico con problemas para el compromiso (claro que fiel tampoco era, pero bueno) de hecho por algo se había casado con Alma siendo tan jóven. Ella sí que tenía problemas con el compromiso, nomás verla y salían a la luz las pegas que le ponía a todo, era demasiado egoista. Pero Ben no. Así que a riesgo de parecer invasiva decidí juntar alguna ropa (mía, de verdad) e ir a su casa con intenciones de quedarme a dormir algún día (quizá algunos días, si lograba que me invitara), después de todo habíamos vivido juntos antes o al menos esa era la historia que le había inventado.

Spoiler:

Llegué a su casa y llamé a la puerta esperándolo con una enorme sonrisa.

"Lo sé" dije cuando murmuró que tardaría horas en llegar. "No saldrán hasta la mañana... eso dijeron" susurré. Dijo que no era mi padre para solucionarme mis problemas y asentí aunque no podía mirarme. "También lo sé y lo siento... Joder, no sabía a quien llamar... discúlpame Ben, en serio... No te llamaría si tuviera chance de largarme, pero está lleno de vampiros.... y no tengo otro amigo vampiro al que recurrir, ni siquiera sé qué quieren de mí, si me hubieran querido matar ya lo habrían hecho" dije en un pequeño susurro. Suspiré, dijo que no prometía nada y volví a asentir aunque sabía que no me veía. "Entiendo" dije solamente antes de que cortara. Suspiré otra vez. Me tocaría resistir un par de horas, con suerte hasta entonces ninguno se metería conmigo... con suerte hasta podría escaparme ¿Pero cómo?

Ben se apartó para hablar y me quedé escuchando un poco, no quería hacerlo pero tampoco podía evitarlo. Al parecer su prima estaba en problemas, se lo notaba preocupado de verdad así que descarté que fuera una mentira... además antes habíamos estado bien ¿No? No podía ser otra tía con la que me engañaba ni nada de eso. De verdad estaba siendo honesto.
Fui pensando esas cosas y lo miré intrigada cuando ya colgó y se acercó a mí.

Me quedé un instante parado pensando en todo lo que había dicho. Ahora que lo sabía no me podía quedar de brazos cruzados y menos cuando parecia que era al único al que le había pedido ayuda. Joder... Entré de nuevo en la habitación y vi a Martha sentada en la cama- Oye... Lo siento mucho, mi prima esta en problemas y debo ir a ayudarla- comenté mirandola- ¿Hablamos a la vuelta vale? En serio que quiero arreglar lo nuestro-dije mientras iba hacía los cajones a buscar mi pasaporte.

Ben se acercó diciendo eso y asentí. -Lo suponía. No te oía bien. No te había visto tan preocupado nunca.- dije con una pequeña sonrisa aún sentada en la cama y mirando como iba moviéndose por la habitación buscando sus cosas. -Y no pasa nada, nos veremos a la vuelta... a menos que quieras que te espere aquí.- me arriesgué, quizá era demasiado, pero bueno que me merecía algo de confianza después de ser tan comprensiva ¿no?

No dije nada ante eso de que no me había visto nunca tan preocupado y seguí buscando el pasaporte. Por fin di con él y la miré ante lo demás- Vale, espérame- acepté casi sin sudar. Era lo menos que podía hacer y que sería ¿un día? Mi plan era ir, salvar a Alma y volver antes de la cena de mañana a Fells, no era para tanto... - Me gustara llegar a casa y verte- dije eso último un poco por darla el gusto. Me acerqué y la tomé de la mano obligandola un poco a ponerse en pie- Te queda genial la falda, espérame mañana con ella, te recompensaré- la prometí dándola un pequeño beso antes de ir ya hacía la puerta de la habitación con la intención de largarme de una vez.

Sonreí como una niña satisfecha cuando dijo que sí que lo esperara en su casa. -Vale, me encantará esperarte.- murmuré sonriendo y pensando que podía de paso preparar alguna cena especial. Aunque no sabía qué le gustaba a Ben, en general se pedía lo mismo que yo, quizá le diera un poco igual... pero algo encontraría.
Dijo eso de la falda y sonreí. -Cuento con eso.- susurré haciéndole un guiño con picardía antes de que me diera ese beso y se largara. Me dejé caer en la cama. No había sido tan mala idea aparecerme allí después de todo.