Necesitando ayuda (Caroline)

Estaba algo aburrida en casa, sin nada que hacer, por lo que me aburría. Hacía un tiempo que no tenía ningún tipo de noticia de Tyler, lo que empezaba a preocuparme, no respondía mis llamadas, y demás...
Últimamente había estado demasiado ocupada como para pasar tiempo con mis amigas, y cada una de nosotras tenía sus propias complicaciones, por lo que extrañaba esas noches que pasábamos hablando de todo los temas que nos competían a nosotras.
Necesitaba algo de eso, pronto, pero sabía que no sería demasiado probable ahora, por lo que lo mejor sería ir hasta uno de los bares mas concurridos de Fell's Church, y de paso tomar algo allí, y pasar el rato...

Tomé las llaves de mi auto, junto con una chaqueta y mi cartera, para salir de casa, dirigiéndome hacia ese lugar. No tardé demasiado en llegar, ya que se encontraba relativamente cerca. Aparqué mi coche, observando que el lugar seguramente estaría repleto, ya que se encontraba lleno todo el estacionamiento.
Entré, mirando a mi alrededor, y al no reconocer a nadie a primera vista, me acerqué hasta la barra, sentándome en uno de los taburetes libres. Esperé unos segundos a que la chica se acercara para tomar mi pedido, pero antes de eso, me volteé al sentir una voz conocida. Stefan. Notaba que estaba algo fuera de si mismo, por lo que me acerqué hacia él.
-¡Hey Stef!- saludé mirándolo con una amplia sonrisa, pero notando que algo no andaba demasiado bien.-¿Que sucede?-

Al acercarme a Stefan, pude notar inmediatamente, a pesar de su intento muy forzado de ocultarlo, que algo no andaba demasiado bien, por lo que me preocupé.
Desde que me había convertido en vampiro, nos habíamos vuelto mucho mas cercanos, ya que gracias a su ayuda había logrado superar esa etapa tan complicada de mi vida. Y ahora era mi turno de ayudarlo. Yo era su "consejera" en esos momentos en que no podía controlarse, y al parecer este era de esos.
-Entonces como tu amiga, te ayudaré..- comenté esbozando una leve sonrisa, sentándome a su lado.-Lo mejor será distraer tu atención en otras cosas, pero antes necesito saber algo...¿Hace cuanto que no te alimentas? Porque si eso fue hace mucho, no creo que nos quede otra salida que te acompañe a cazar algunos conejos.- comenté intentando darle un "toque" divertido a esta situación que era realmente deprimente y preocupante.

Reí junto a él, recordando esos momentos en que Stefan me había llevado, si mal no recordaba en mi primer día como vampiro, al bosque a cazar animales. En si eso nunca había sido mi especialidad, por lo que había generado un buen auto-control al beber sangre de humanos.
Su expresión cambió rotundamente, por lo que empezaba a preocuparme por su situación. Él siempre solía ser muy fuerte, pero al parecer esta vez era algo bastante difícil de superar.
-Claro, estoy para escucharte..- dije esbozando una leve sonrisa comprensiva. Ante tantas personas y sediento, lo mejor quizás no sería estar aquí.- ¿Quieres que vayamos afuera? Quizás el aire fresco te ayude un poco..- comenté tomando su mano, y centrando su atención en mi, intentando de evitar que pensara tanto en alimentarse.

Al ver que Stefan aceptaba mi idea de salir afuera, para que su sed de alimentarse, de saciar esas ganas de matar, fueran menores, y no se viera tentado por muchos cuellos al descubierto, emanando su aroma particular, que lo hacía casi irresistible, lo seguí.
Podía notar como mi amigo estaba realmente fuera de control, como pocas veces lo había visto... Pero de todas maneras me tenía a mi allí, para ayudarlo tal como él lo había hecho conmigo en mi transformación.

Caminamos hasta la entrada del bar, y en solo unos segundos estábamos ambos solos, alejados de la gran multitud que estaba dentro.
Ibamos a un paso lento, tomados de la mano, mientras que me centraba en su relato.
-Como te sea mas fácil, pero dime... Me estas empezando a asustar..- dije mirádolo, frunciendo el ceño levemente.

Escuché sus palabras, seguido por su tono de culpa... Era algo muy predecible en Stefan que se sintiera mal por todas estas cosas, pero siendo un vampiro, tampoco era demasiado grave. Si, había bebido de un humano, y si mal no recordaba, hacía un largo tiempo que no lo hacía... De todas maneras, ninguno de nosotros podría controlar para siempre esos deseos reprimidos que siempre llevábamos con nosotros. En algún momento estallaríamos, y empezaríamos a beber desesperadamente, haciendo que cualquier auto-control que hubiéramos generado en todo ese tiempo, desapareciera sin ninguna dificultad.
Igualmente, debía encontrar una forma de ayudarlo, de calmarlo, llevarlo a un lugar alejado, al menos por ahora, para evitar que se tentara por tanta sangre a su alrededor, y luego buscar algo para sacarlo de esta situación.
-Entiendo lo que se siente. Y todo se magnifica por tu personalidad... Tu me lo enseñaste a eso.- dije esbozando una leve sonrisa, volviendo mi mirada hacia él, mientras que seguíamos caminando sin ningún rumbo alguno.
-Seguramente será cuestión de tiempo para que puedas volver a tu perfecto control... Hasta entonces me tendrás a tu lado controlándote..- comenté alzándome levemente de hombros. -Aunque eso no nos impide divertirnos un poco, Stef.. Además, te vendrá bien para despejarte un poco... Eso si, nada de humanos cerca.- bromeé intentando sacarle una sonrisa.

Reí junto a él un poco mas satisfecha al ver que al menos mis palabras habían surtido efecto, y había logrado sacarle una sonrisa en un momento bastante complicado para él.
Stefan había sido el que me había enseñado todo lo que yo sabía sobre ser un vampiro. Si no hubiera sido por su compañía, hubiera pasado el momento mas difícil de mi vida sola, sin saber como reaccionar, culpable por no poder controlar mis impulsos de alimentarme de personas, y consecuentemente, matarlas por la falta de auto-control.

Asentí levemente al oír sus palabras, sabiendo perfectamente a lo que se refería. Me había sucedido algo parecido cuando recién me convertía, con Matt.... Intentaba alejarme de él ya que no quería herirlo, pero cada célula en mi cuerpo me incitaba a beber de él.
-Supongo que por esta noche lo mejor será que no veas a Elena... De todas maneras, se que no la herirás. Tu amor por ella es mucho mas fuerte que cualquier ansia de sangre.- comenté esbozando una leve sonrisa de lado, mientras que seguíamos caminando por el lugar.
-¿Acaso estas loco? Encontraremos otros métodos mas efectivos y no tan extremos..- agregué pensativa ante su posterior pregunta.
-La verdad no lo tengo demasiado claro... Pero podría ser una fiesta de a dos. Emborracharnos hasta no pensar mas.- bromeé alzándome de hombros, intentando buscar alguna buena idea.

Era bueno ver como había cambiado su humor desde cuando lo había encontrado en el bar hacía solo unos pocos minutos atrás. Al parecer mi plan de hacerlo pensar en otra cosa que no fuera la sangre, desviando todo eso hacia la diversión, estaba funcionando, y realmente me alegraba...
-Eso no dice nada, Stef..- dije bromeando, sabiendo que si lo quería podría ganarme sin siquiera intentarlo, pero sería divertido ver como se "esforzaba" por llevar bien pareja la carrera hasta el final.
La calle estaba desierta, por lo que podríamos hacer de las nuestras, sin preocuparnos porque alguien nos vería.

Empezamos a correr, a una velocidad media, no tan rápido como podíamos hacerlo, pero de todas formas era divertido.. Íbamos bastante parejos, pero en los últimos metros, pude ver a Stefan despedido, llegando mucho mas rápido que yo hasta la mansión.
Lo seguí, y llegué unos segundos después, parándome en la puerta.
-Esta bien... Lo acepto... Tus años de mas te dan una cierta ventaja, aunque eso no es justo.- bromeé riendo.

Ambos nos paramos en frente de la puerta que daba comienzo a la Mansión Salvatore. Ya nos estábamos empezando a divertir como debíamos, por lo que me alegraba de que mis ideas estuvieran empezando a surgir el debido efecto, haciendo que Stefan dejara de lado sus pensamientos acerca de la sangre todo el tiempo, y de paso, aprovechaba para pasar un buen rato junto a él después de algunos días.
-Al parecer estoy destinada a ser tu alumna por el resto de la eternidad..- dije riendo, mientras que entraba, luego de que Stefan abriera la puerta.

La casa estaba vacía, ya que nunca solía haber tal silencio cuando Damon se encontraba allí, por lo que sería mucho mejor de esta manera, podríamos hacer lo que queríamos sin tener que preocuparnos.
-Yo diría que todas... Somos vampiros y podemos soportarlo, al menos por ahora..- comenté riendo, alzándome de hombros. Al parecer nos emborracharíamos rápido, pero de todas maneras ya había cumplido parte de mi objetivo, distraer a mi amigo.

Reí levemente al ver como destapaba las botellas. Seguramente sería divertido pasar un rato con él, y el alcohol de por medio haría las charlas o cualquier tema difícil mucho mas natural, sin siquiera recordar demasiado lo que habíamos dicho al día siguiente.
Hacía un largo tiempo que no me emborrachaba. Había dejado esos "hábitos" de humana en el momento en que me había dado cuenta de que esto no solucionaba nada, sino que retrasaba la aceptación. Pero en este momento era diferente. Ambos necesitábamos un respiro, salir de lo común, y al parecer esta era la mejor forma que habíamos encontrado.
-Por emborracharnos después de un largo tiempo.- dije sonriente, tomando el vaso que Stefan me acercaba, y haciéndolo chocar con el suyo. Reí divertida mirándolo mas de cerca.
-Sabes, de tanto beber nos aburriremos... ¿Se te ocurre algo para hacerlo todavía mas entretenido?- pregunté tomando solo un trago del vaso. Pude sentir como el líquido de sabor fuerte pasaba por mi garganta, que si hubiera sido la común de una persona normal, seguramente le hubiera afectado bastante.

Asentí levemente al oír lo que decía, aunque suponía que por el momento, estando todavía muy cuerdos y bajo control, sería mejor hacer cosas divertidas, como bailar por ejemplo. Ya tendríamos tiempo para esas charlas que quizás en otras oportunidades, fuera del efecto del alcohol en nuestros cuerpos, no seríamos muy capaces de hablar.
-Aunque pensándolo bien podríamos dejar las charlas y esas cosas para despues... He escuchado que eres un excelente bailarín... Todavía no he tenido el placer de conocer personalmente tus dotes, por lo que sería algo bueno que me los mostraras..- dije riendo levemente, tomando otro poco de mi vaso.
-No puedes negarte... Si no lo haces ahora, seguramente lograré que lo hagas cuando ya estes borracho..- agregué alzándome de hombros, divertida.

Reí ampliamente al oír sus palabras. Sabía que Stefan era algo reservado, pero de todas maneras me conocía muy bien como para saber que era algo, para no decir demasiado, insistente, y lograba lo que quería. Además estábamos solos, y no podía negarse.
-Entonces bebe mas alcohol.- dije sonriente, mientras que de un trago terminaba la bebida que quedaba en mi vaso.
Al parecer sería una noche excelente, llena de diversión entre amigos, como hacía tiempo que no tenía.
Sonreí ampliamente al sentir que subía el volumen del reproductor, y tomaba mi mano para empezar a bailar juntos.
-Que empiece la diversión.- agregué divertida, mientras que esperaba para seguir sus movimientos.