Nuevo día en París (Alma)

Cuando desperté a la mañana siguiente no pude menos que sonreír al encontrar a Alma entre mis brazos. No tenía nada de ganas de apartarme de ella hasta que despertara así que me quedé un rato así abrazado a ella y disfrutando de ese estado de estar medio dormido y medio despierto... Pero el tiempo pasaba y conocía lo suficiente a Alma como para saber que se podría tirar horas durmiendo... 

Así que me puse en pie sin despertarla y bajé a la planta de abajo. Estuve un rato revisando la casa (hacía meses que no estaba y no sabía si todo estaba igual) hasta que me entró hambre y fui a la cocina. Estaba calentando algo de sangre cuando escuché como Alma bajaba las escaleras. Me mordí un labio y sonreí. Era de ser mala persona pero no pude evitar pensar en vacilarla un poco... Así que fue lo que hice. Ni bien entró por la puerta me giré hacía ella y me quedé congelado un segundo mirarandola- Joder! ¿Pero quien coño eres? ¿Como has entrado en mi casa?- dije serio como si no pudiese ni creermelo y como si fuese una completa loca.

Me desperté sintiéndome de verdad genial. Hacía tiempo que no me sentía tan bien al despertar. Me levanté enseguida y busqué algo para ponerme porque había dormido desnuda. Me puse unos pantalones cortos y una camiseta de colores claros y me hice una cola en el cabello.

Spoiler:

Cuando estuve lista bajé las escaleras, había escuchado ruido en la cocina así que suponía que Ben estaba allí. Solía despertarse siempre antes que yo. Me quedé allí en la puerta mirándolo con una sonrisa y lo que ocurrio fue lo último que esperaba... Joder, me había olvidado! Podía ser posible eso ?!! -Joder! Yo Ben, soy Alma!!.- dije acercándome enseguida para poder mirarlo a los ojos. -Tu esposa, joder! Ben... por favor.- dije ya cogiéndolo de los hombros y sacudiéndolo imprudente, es que no podía andarme con estrategias, esto no podía ser cierto, estaría en trance o algo...

Se alteró enseguida y antes de darme cuenta me estaba zarandeando de los hombros. Reí levemente, más que nada para que viera que todo iba bien no porque fuese gracioso en realidad... Y la tomé enseguida de la cintura acercándola más a mi e impidiendola que siguiese zarandeandome- Vale Alma, era broma, no lo he podido evitar, tranquila- dije intentando que se calmara mientras apoyaba mi frente contra la suya.

Empezó a reirse diciéndome eso y abrazándome al tiempo que los ojos se me llenaban de furia. -¿Bromeas? después de todo lo que hemos pasado te lo tomas en broma??!.- dije cabreada dándole golpecitos en los hombros. -Te odio Ben, cómo vas a decirme una cosa así?.- Protesté pero luego ya sonreí un poco porque al fin y al cabo lo importante era que me recordaba, joder... si era un cabrón, cómo hacía chistes con eso?

Sonreí más sin poder evitarlo al verla encabronada- Es esto o llorar y sinceramente no soy mucho de llorar así que prefiero tomarmelo a broma- dije sonriendo por aliviar tensiones mientras la sujetaba por las muñecas impidiendo que siguiera con sus golpes en mis hombros-Te quiero- dije sin hacer caso a su "te odio"- Te quiero mucho- dije riendo mientras soltaba sus brazos y la sujetaba casi enseguida del rostro para darla un beso sin cortarme nada. Abriendo su boca y besandola por un instante sin importarme que estuviese cabreada. Es que de verdad que verla así por la mañana y estar con ella era de lo mejor que me había pasado en mucho tiempo.

No importaba lo que le dijera, de todos modos lo tomaba a broma y no dejó de sonreir en ningún momento mientras ya me cogía de los brazos y me decía que me quería. -Ya... Pero eres un cabrón!.- bufé otra vez antes de que me tomara ya del rostro para comenzar a besarme hundiendo su boca en la mía y sin que le importara en lo más mínimo mi enojo. Suspiré resignada al final, es que realmente también lo quería por más que hiciera esas tonterías... lo importante era que estábamos bien, no? Por una vez, en muuucho tiempo. Ya pasé mis brazos alrededor de su cuello y me hundí también en su boca, profundizando el beso y dejándome llevar.

 - Lo sé, pero te lo merecías por cabrona- dije porque yo había estado en una situación parecida cuando ella había tardado en recordarme. Al final noté como se dejaba llevar y sonreí cuando pasó sus brazos por mi cuello. Seguí el beso sin cortarme para nada, disfrutando de verdad de tenerla así a mi lado y estar bien. Sonó el pitido del microondas y me aparté con una pequeña sonrisa- Estaba calentando algo de sangre, bebetela si quieres mientras me subo a cambiar- dije sonriendo. Antes no me había vestido por no molestarla pero ella ya había bajado vestida así que sería lo mejor para no perder tiempo.

Entrecerré los ojos cuando dijo que me lo merecía por cabrona, sabía que lo decía en parte por lo que yo misma había demorado en recuperar la memoria.
Nos besamos un momento y de verdad que era como si flotara, hacía tanto tiempo que no me sentía realmente bien que recién ahora, estando así con él, podía tomar conciencia de ello. Sonó el microondas y cogí la taza con la sangre mientras él se iba a cambiar. -Vale, ponte guapo... que quiero salir a dar vueltas por ahí.- murmuré sonriendo y cuando se fue le dí una palmadita en el trasero por molestarlo un poco.

Sonreí por su golpecito en mi trasero y lo moví un poco en broma antes de salir ya de la cocina y subir a la habitación. Abrí la maleta y cogí el primer vaquero y la primera camisa que pille, era simple de color blanca pero no iba mal. Me puse los zapatos y tras mirar un instante la cama sonreí y salí de la habitación. Era un alivio no tener que estar pendiente de recoger todo y demás como me había pasado con Martha... Bajé las escaleras de nuevo y volví hacía la cocina- Ya estoy, ¿tardé mucho?- dije de broma con una sonrisa mientras la quitaba la taza de sangre y bebía un poco. Después de todo la había calentado para mi.

Lo miré de arriba a abajo cuando entró a la cocina. -No mucho, lo esperable... pero ha valido la pena.- dije en broma sonriendo cuando dijo eso luego ya de quitarme de las manos la taza de sangre. -Qué malo! Pensé que lo habías calentado por mí...- dije poniendo carita de pena mientras me acomodaba en una de las sillas de la cocina y cotilleaba un poco por ahí. Me gustaba esa casa, siempre me había parecido especial. -¿Desde hace cuánto tiempo viven aquí?.- pregunté con curiosidad. El edificio era realmente antigüo y estaba en uno de los barrios más tradicionales de París.

Entorné los ojos ante lo primero y negué con la cabeza después¿Para ti? Estas loca yo no hago favores de esos si no hay sexo de por medio-dije de broma con una sonrisa. Bebí un poco mas y después la pase de nuevo la taza para que se la acabara ella. Me preguntó por la casa y me apoyé en la encimera mientras pensaba- La casa la tengo desde hace mucho...  Desde poco despues de la Segunda Guerra Mundial... Pero al principio solo tenia la planta de abajo, con el tiempo compre tambien el piso de arriba y tras muchas obras se convirtió en un loft-- dije medio sonriendo. Era un edificio tradicional por fuera y en general, asi que el aspecto actual de mi casa había sido tras muchos cambios.Pero no sabría decirte cuanto he vivido aqui, no mucho, tengo que irme cada cierto tiempo-dije por el hecho de no envejecer. El portero y los vecinos sospecharian. -Con Gus volví aquí hace un par de años- dije al final. Tras años fuera habiamos podido volver por suerte.

-Joder! Ya sabía yo que nada era gratis en la vida.- dije en broma sonriendo cuando murmuró lo primero por lo de la taza con sangre. De todos modos luego de beber un poco más me la pasó así que me la fuí acabando mientras escuchaba lo que me contaba sobre su casa. -Vaya... mucho tiempo.- dije enseguida que mencionó que en rigor estaban allí desde después de la segunda guerra mundial. -Y entiendo, eso de tener que irte es lógico... supongo que no será tan raro para mí al principio, es decir... nunca he estado demasiado tiempo en el mismo sitio.- dije pensando en que ahora era vampira y que tendría que seguir sus pasos en eso de mudarme cada tanto tiempo, claro que ya era un poco nómade de por sí, así que no sabía si eso sería un problema... a saber...
Me giré y comencé a encargarme de la taza en el fregadero mientras pensaba en eso. -Y dónde has pasado más tiempo?.- pregunté pensando en en qué ciudad había vivido más años seguidos.

Asentí a todo lo que dijo y después cuando me preguntó entorné un poco los ojos- ¿Estamos otra vez con el juego de las preguntas? ¿Me vas a interrogar de nuevo?- dije sonriendo y negando con la cabeza- No me apetece hablar ahora de mi, salgamos a disfrutar de la ciudad y ya, ¿vale?- dije con una pequeña sonrisa mientras la cogía de la mano y tiraba de ella hacía la puerta. No puso muchas objeciones así que la arrastré un poco hacía la puerta y hacía la ciudad.

Bien no tenía ganas de hablar y yo tampoco iba a insistirle... claro que me gustaba saber de él, pero por la noche habíamos hablado ya suficiente, así que no dije nada y me deje conducir por él fuera de la casa. Tenia mucha ganas de salir a recorrer París.