De bares (Stefan)

Me habían dado ganas de salir un poco, la noche estaba preciosa y me apetecía algo de sangre... Decidí ponerme un vestido ceñido y corto (como casi todos los que usaba) y me metí en el coche.
A los pocos minutos aparqué en la entrada de Zona V, un club que últimamente frecuentaba bastante. Entré con paso firme sobre unos zapatos de tacón y fui caminando directamente a la barra.

Look de Alma:

Nunca habia visto un bar que fuera exclusivo para los vampiros y supongo que era interesante saber como te servirian sangre y todo eso. Al llegar a la entrada un aroma verdaderamente fuerte llegaba y penetraba tus sentidos, la sangre que legaba a circular por el lugar era increible.
Entre al club y mire todo a mi alrededor cuando vi a Alma a unos pasos mas adelante, camine hasta ella y tome su cintura sin que ella aun me viera. -En verdad estoy de suerte-le dije formandose una sonrisa en mi rostro

Estaba todavía camino a la barra cuando un vampiro me cogió por la cintura, me dí vuelta a velocidad vampírica algo sobresaltada, pero me encontré con la sonrisa de Stefan. -Stefan!.- dije ya sonriendo y lo abracé en el acto. Hacía muchísimo que no sabía de él y ahora que lo veía me daba cuenta que lo había echado de menos. -Ey! Qué suerte verte a tí también... Venga, sentémonos aquí, tomemos unas copas... Quiero saber todo, qué es de tu vida, cómo has estado...- dije cogiéndolo de la mano y llevándolo ahora sí a la barra.

Stefan dijo eso y negué con la cabeza... no sé porqué pensaba que nunca sus cosas eran interesantes, mi experiencia indicaba que sí que lo eran. Ya nos acomodamos en la barra y el camarero se acercó enseguida. -Para tí era... ¿0 +?.- dijo mirándome y adivinando el tipo de sangre que quería. -Exacto! Y para mi amigo también... seguro le gusta... ¿O vas a negarte?.- le dije a Stefan con una sonrisa antes de que el camarero asintiera y se alejara.
Escuché lo que me decía sobre mi vida y sonreí. -Pues, sí que han pasado algunas cosas... De hecho, si me hubiera encontrado contigo antes...- murmuré pensando en eso. Resulta que una compañera de la universidad, una tal Martha, el punto es que se enamoró perdidamente de Ben y él que es de terror para estas cosas le siguió el juego... total que la tía acabó obsesionándose al punto de conseguir que una bruja nos borrara la memoria a los dos, haciendo que nos olvidáramos del otro.- dije mirándolo y explicándole todo haciendo gestos (siempre movía mucho las manos cuando hablaba). -Por meses Ben creyó ser el novio de esa tía y a mí me engañó Erik ¿Te acuerdas de él? En fin... que sólo cuando entramos en contacto otra vez y logramos volver a enamorarnos rompimos el estúpido hechizo. Lo peor es que nadie nos dijo la verdad, me crucé con Damon por ejemplo y se aprovechó de todo...También a Ben le hicieron eso, chicas que consideraba amigas pero que se aprovecharon... Tú sí que me habrías dicho la verdad.- dije segura de eso y recordando que Ben se había liado con Arianne, con Laine... hasta con Allyson!

Stefan fue diciendo eso y sonreí mirándolo, claro que sabía que no se hubiera aprovechado... por eso había sido una pena no cruzármelo en todo ese tiempo sin memoria. Dijo después eso del destino y sonreí. -Bueno, algo así... Es que apenas conocí a Ben otra vez, comenzamos a buscarnos y acabamos liándonos otra vez... él pensaba que engañaba a Martha, al final no sé quien engañaba a quien, pero en honor a la verdad tengo que confesar que eso sí fue divertido.-  dije con una sonrisa pícara, es que eso de estar en plan "amante" con Ben, escondiéndonos de todo el mundo y quedando en los sitios más absurdos... había tenido su punto, para qué mentir. -Y también tuve una experiencia que no había tenido... es que no había tenido sexo con humanos siendo vampira y estuvo bien probar eso.- murmuré con una sonrisa mordiéndome un labio.

Sonreí enarcando una ceja cuando me dijo que estaba soltero. -Stefan Salvatore soltero, eso sí que cuesta creerlo.- dije con una sonrisa mirándolo antes de que nos trajeran ya los tragos y bebiera un poco de la sangre. Me preguntó eso y asentí. -Sí, con Erik... el que se suponía que era mi novio, nunca había tenido esa experiencia siendo vampira. No llegué a vincularme porque no le dí de mi sangre...- dije recordando que con Ben lo había hecho siendo humana, él me había dado de su sangre. -Pero sí bebí de él durante el sexo y fue increíble.- dije con una sonrisa pícara.

Dijo eso de Erik y negué sonriendo. -No, qué iba a romperle el corazón... tendría que haberle roto el cuello. Piensa que se aprovechó totalmente de la situación y se hizo pasar por mi novio, es un descarado.- dije con una pequeña sonrisa. De todos modos no podía enojarme con Erik, siempre me había pasado... desde la época en la que solamente me liaba con él, como si en un punto fuera mi versión en masculino o algo así, es que iba con tal descaro por la vida que no tenía caso intentar que sintiera un poquito de culpa. De hecho, le había parecido lo más normal del mundo aprovechar esa situación...
Ya dijo eso y sonrei. -Oye, controlarse tampoco significa renunciar a todo lo bueno de la vida ¿no? Tanto que tardé en decidir convertirme no voy a venir a desaprovechar los placeres de ser vampiro.- dije haciéndole un guiño con una sonrisa.

Lo miré cuando dijo eso y sentí como iba demorándose, dejando que la sangre quedara un rato en su garganta. -Porqué dices eso? Tú no los disfrutas?.- le pregunté mirándolo a los ojos porque me parecía imposible pensar que pudiera no disfrutar un sitio así, era realmente perfecto. Podías beber sangre sin problemas y hasta se llenaba de humanos dispuestos a dejar que uno los mordiera (aunque eso no tenía mucha gracia para mí y me daba impresión que anduvieran incluso con el cuello herido por ahí).

Lo miré seguir a esa chica con la vista y se mordió el labio de un modo muy sexy. Sonreí de lado sin decirle nada, pero disfrutando sin darme cuenta de verlo tan así, tan libre. Stefan fue contándome un poco más y asentí, sabía de su problema con la sangre... pero bueno había que aprender a controlarse ¿no? -Conozco a Caroline, no sabía que estaba ayudándote. Me alegra.- dije sonriendo, habíamos sido amigas de niñas durante el tiempo que mis padres vivieron en Fell's, luego ya se habían instalado del todo en París otra vez. -Sí, supongo que será un paso eso de no descontrolarse aquí... Aunque, digamos que te expones mucho, este sitio es una perdición.- dije con una leve sonrisa mirándolo, pero claro que era el peor lugar si pretendía controlarse.

Dijo eso primero, que quizá estar conmigo lo hacía controlarse y sonreí enarcando una ceja. -Stefan Salvatore, ¿Cuándo he sido yo una persona adecuada para ayudar a controlarte?.- dije sonriendo de broma, pero es que en general no era de cortarme con casi nada, incluso siendo humana acababa cada dos por tres metida en líos. -Pero vale, me comprometo a no dejar que le arranques la cabeza a nadie, vale?.- dije sonriendo y exagerando un poco en broma antes de que dijera lo demás. -Sí, claro que lo pasan de maravilla. He venido aquí algunas veces con Ben... se pone descontrolado todo bastante, incluso en el piso de arriba hay reservados en los que sobran humanos y vampiros dispuestos a cualquier cosa... ya te digo que este sitio es la perdición.- dije con picardía mordiéndome un labio antes de beber mi copa.

Dijo eso primero que nada y sonreí. -Vale, si lo pones así puede que sí que te ayudara...- dije sonriendo. Siendo humana jamás había bebido de mí, de hecho me había regalado una pulcera con verbena que aún conservaba (aunque claro que no la tocaba). Pidió algo de alcohol y cuando se lo sirvieron ya se volvió hacia mí otra vez mirándome y diciendo lo demás. -No eres aburrido... Yo no ando con aburridos.- dije con una sonrisa mirándolo a los ojos y después me sorprendió con su última frase. Me mordí un labio entre inquieta y curiosa. -Vaya... Sí, quizá sí me gustaría ¿Crees que tendría que tener miedo?.- murmuré mirándolo a los ojos con intencidad, sin poder evitar sentir como todo eso me aceleraba... es que siempre había sido un imán para el peligro y no podía negar que esas situaciones me podían.

Miré a Stefan todavía algo alucinada con su actitud, me mordí un labio automáticamente y ya no le quité la vista de encima cuando comenzó a caminar hacia la mesa que tenía a unos 3 vampiros con una chica. Me giré sobre mi taburete disponiéndome a contemplar toda la escena y con mi oído de vampira pude escuchar con claridad como los provocaba... Eso no iba a acabar bien, pero es que... joder, verlo así en plan chico malo era tan sexy que no me atrevía a detenerlo por peligroso que fuera.

En medio segundo Stefan comenzó a actuar casi que como poseído... comenzó por el primero quitándole el corazón sin piedad, luego le partió el cuello a otro y al tercero también le quitó el corazón. Acabó compadeciéndose un poco de la humana y después se giró a mi. Alcé mi copa alucinada con lo que acababa de ver... joder, nunca había visto a Stefan así!
Me puse de pié apenas ví que otros se acercaban a él quedando enseguida a su lado... -Quítate del medio guapa, esto no es contigo.- me dijo el que estaba más cerca lo miré entornando los ojos. -Dilo otra vez y te parto el cuello.- dije sin cortarme sintiendo como el subidon de adrenalina me motivaba más que nunca. Quizó avanzar y a velocidad vampírica me acerqué y le partí efectivamente el cuello dejándolo caer a mis pies sin mosquearme y mirando a los demás. -Alguien más?.- dije desafiante pero sin querer hacer escándalo, es que no quería que nos echaran de ese sitio... me gustaba y era una pena si después por un hecho me prohibían la entrada.

Cuando me gire ya estaba rodeado de vampiros y en segundos Alma estaba a mi lado lista para ayudarme, el punto esque no necesitaba ayuda y no queria exponerla con otros. -deberias irte-le dije a Alma poniendo un brazo para hacerla atras. -no creo poder parar-le dije sincero sintiendo como mi rostro entero comenzaba a cambiar. Un vampiro se acerco y le di un golpe directo en la mandibula rompiendo una silla para clavarle la estaca despues

Me dijo eso pero es que no me gustaba que me dijeran lo que tenía que hacer... -Es contigo o contra tí Stefan, pero ahora mismo no pienso irme de aquí...- dije sin mirarlo pero enseguida se acercó otro vampiro que se cargó sin dudarlo. -Joder... Me gusta este sitio, no quisiera que llamáramos así la atención.- dije después mirándolo, es que de verdad que era de los pocos bares de sangre de la ciudad... una pena. Decidí hacerme a un lado, si era su fiesta de sangre lo mejor era que no vieran cerca, me quedé ahí a unos pasos y cogí del brazo a un humano que se había acercado. Desenfundé mis colmillos y lo estampé contra la pared comenzando a beber sangre de su cuello para descargar un poco de la adrenalina que tenía acumulada ahora mismo.