Desorientados por casa (Alma) +18

Alma Blaquier escribió:Me puse de pie con intenciones de ir hacia ella y partirle de una condenada vez el cuello, pero con otro simple movimiento de su mano me detuvo y tras decir unas palabras me desvaneci. Cuando desperté estaba en el bosque otra vez, solo recordé el oso y el capricho de Ben. Que se había aparecido en el bar y que se había largado tras montar una escena de celos, o algo así. No entendía porque estaba en el bosque perro tenía pinta de haber estado corriendo y luego vete a saber, llevaba unas pintas tremendas, me sentía sucia y cansada. Probablemente había estado de caza tras una buena borrachera. Tras eso había soñado con Pauline y no era nada agradable lo poco que recordaba...
Comencé a caminar hacia casa, llegue y sin saber ni donde estaba Ben (y sin pensar en el lo cual era curioso) entre en la ducha. Lo ultimo que recordaba era que había aparecido en el bar a montar una de sus escenitas y no tenía ganas de cruzármelo... También recordaba un sueño, haber soñado con Pauline y un hechizo, como si me hubiera "embrujado" pero la culpa de todo la tenía el escupido oso que había entrado a casa, cuanto antes pudiera destruirlo, mejor.

Seguía bajo el agua de la ducha, todavía intentando despertarme y disfrutando de todo eso.Pero hoy estaba con la mente mucho más dispersa de lo normal. Un claro ejemplo fue que no había ni escuchado a Alma llegar a casa hasta que abrió la puerta del baño, con  lo que parecía claras intenciones de meterse en la ducha.
-Ey, ey!-me quejé un poco- Ducha ocupada- dije a través del agua de la ducha y demás. En otro momento seguramente la hubiese preguntado que donde había estado, o qué sé yo, pero no me salía. Simplemente no me planteaba porque no había dormido en casa (y lo peor es que no lo veía ni raro).

Ben estaba bajo la ducha, entorné los ojos cuando me dijo eso. Ni siquiera lo había oído y ahora mismo que me soltara eso sin siquiera preocuparse por mí no me hizo mucha gracia. -Buen día para tí también...- dije con algo de sarcasmo y salí del baño cerrando la puerta un poco de mala gana. Me fui a la habitación y me quité la ropa, esaba hecha un desastre pero tampoco iba a cambiarme sin pasar antes por la ducha así que tocaba esperar. Me tumbé en la cama en ropa interior, ví el oso regalo de Pauline, pero ya no sentía tanta antipatía por él, me daba lo mismo, estaba claro que Ben pasaba por completo de mí. Entre esos pensamientos sin querer me dormité otro poco. Soñé otra vez con Pauline, seguía diciéndome cosas en cualquier idioma al oído, como hechizándome y no podía ni moverme. Era extraño porque tenía la sensación de esos sueños que son casi vivos... Me desperté con una gran sensación de incomodidad justo cuando Ben salió del baño y entró a la habitación.

[off: ¿Me crees si te digo que justo me conecté pensando que era hora de armar otro post? ]

No entendí muy bien a que venía ese tono pero tampoco le dí mayor importancia. No habría dormido bien o algo así.
Me terminé de duchar con toda la tranquilidad del mundo y después ya me salí de la ducha. Me sequé un poco con la toalla y me enredé en la cintura. No me había traido antes ropa así que la tendría que coger en la habitación.

Allí estaba Alma tumbada en la cama- Hey, ¿estas bien?- la pregunté según pasaba por su lado porque tenía mala cara. Una cosa es que no me importara donde hubiese estado esa noche pero ya el presente era otra cosa, estaba claro.- Ya puedes entrar si quieres-comenté mientras buscaba algo que ponerme.

Ben me pregunto si estaba bien y me incorporé un poco sobre mis codos. -Más o menos.- dije en seguida. -Es que no te entiendo, anoche te viniste al bar a montarme una escena de celos y luego pasó la noche fuera y a ti te da igual... dije porque desde mi punto de vista era extraño que Ben se hubiera ido del bar luego de llamarme y finalmente se fuera y me dejara bebiendo sola, pero mas raro era que ahora me hablara tan naturalmente cuando ni siquiera había pasado la noche en casa. -Da igual, es claro que pasas de mi pero por lo menos disimula un poco.- dije mirando significativamente al oso cuando dije que pasaba de mi, es que seguía allí en la mesa de luz a pesar de que me había prometido que lo quitaría de la habitación, no entendía el rollo que tenía con el oso ese. Ya me incorporé del todo comí mi toalla y me dispuse a salir de la habitación. Todo estaba raro, sobre todo me ponían nerviosa los agujeros de mi memoria, los sueños con Pauline, el bosque... pero no me atrevía a decirle nada a Ben porque ahora mismo desconfiaba de como podía tomarse las cosas o interpretarlas a su modo.

La miré un segundo de reojo pero no dije nada porque es que de verdad que me daba lo mismo! Era de locos pero ni si quiera en mi cabeza entraba la idea de "replantearme" donde había estado esa noche.
Recordaba haber ido a por ella al bar, y que me había ido. Recordaba el bosque, unos pasillos extraños y a Pauline... Decidí callármelo, no creía que fuera la mejor idea del mundo mencionarlo ahora mismo. 
-No digas tonterías- dije tomándola del brazo para impedir que avanzara ni bien pasó por mi lado con la intención de irse a la ducha- No paso de ti, eres mi esposa-dije porque no era justo. ¡Ahora mismo la acababa de preguntar que si estaba bien! Le había notado mala cara y le había preguntado. Joder, claro que me importaba!

Ben me detuvo tomándome del brazo y haciendo que me volviera hacia él mientras me aclaraba que no pasaba de mí. -Ya, pues... No sé, estoy rara, todo esto es raro...- dije sin poder explicarme mejor. -Que me haya ido sola, que tú te pusieras tan caprichoso con el regalo de Pauline... que vinieras al bar a reprocharme tonterías y luego te largaras dejándome sola... y además... iba a decir algo sobre mi sueño, pero me contuve. -Olvidémoslo. Mejor me doy una ducha y ya después podemos empezar con buen pié.- dije con una sonrisa un poco forzada al final, casi que como "librándome" un poco de él y pasando a su lado ya envuelta en la toalla. Seguía fastidiada con él pero no acababa de atar los hilos de lo que me pasaba, así que lo mejor era quitarme esa sensación de "mala noche" que llevaba encima y luego, tranquilos, recomponer un poco las cosas, o lo que fuera.

-Joder Alma...-murmuré únicamente cuando se marchó al baño tras decir todo eso. Tampoco podía decirla mucho más, era verdad que así dicho sonaba un poco raro pero es que desde ayer las cosas iban muuuy raras entre nosotros. ¿Es qué esta mala racha no se iba a pasar nunca? ¿era el fin de nuestro matrimonio? Bah Ben, a pesimita no te gana nadie...pensé para mi antes de quitarme la toalla e ir ya al vestidor por la ropa.
Me fui poniendo los boxers y los pantalones mientras pensaba en todo eso. Recordaba que ayer había visto a Pauline, estaba seguro. Oh Díos... ¿me habría borrado algo de la memoria?. Hice un esfuerzo por pensar pero más allá de unos pasillos que desconocida poco más recordaba. Vale, si... Decididamente me había hecho algo. ¿Pero por qué no lo recordaba? ¿Y si...? No, no podía ser... La idea de que hubiese pasado algo entre nosotros y la hubiese pedido que me lo quitara me daba tanto asco que no me lo podía ni plantear. Pero es que yo... Joder yo era un gilipollas en todas mis relaciones! 
Odio, odio y rabia era lo que sentía ahora mismo ante la sola idea. Jamás le hubiese hecho algo así a Alma, y menos con Pauline, ¿verdad?, ¿VERDAD?.

¡Argggg! 
Golpeé una de las estanterías del vestidor con mi puño sin apenas pararme a pensarlo de la rabia que sentía por dentro. ¡Maldita la hora en la que Pauline volvió de entre los muertos!.

El vapor que todavía quedaba de la ducha que se había dado Ben me golpió la cara apenas entrar en el baño. Abrí el grifo y me metí bajo la lluvia sin más vueltas. No pensaba en nada, de hecho me sentía fatigada... como si hubiera estado toda la noche pensando una cosa y otra, lo peor es que no recordaba nada en concreto y eso me asustaba más. No estábamos para estas cosas, ya habíamos tenido que pasar demasiado... primero con Martha, luego con la muerte de Ben... Pero es que ahora me sentía tan lejana, tan cansada...

Me fui bañando sin apuro y cuando acabé salí a la habitación envuelta en una toalla. Justo estaba entrando cuando escuché como Ben golpeaba una de las paredes... hacía rato que no lo hacía, pero sabía que descontrolaba de ese modo cuando estaba superado.
-Ey! Qué pasa?. dije metiéndome en la habitación y cogiendo unos jeans y un sweater y poniéndomelos después.

Spoiler:

Apenas me había acabado de vestir poniéndome la camiseta tras el golpe que había dado cuando apareció Alma- Nada-dije automáticamente mientras me sentaba en la cama para poder ponerme los zapatos. ¿Qué podría decirla? Nada.. No pasaba nada... o al menos nada que pudiese hablar con ella. -Voy a irme, tengo que hacer unas cosas- mentí según me abrochaba los zapatos.
En realidad no tenía nada que hacer pero no me pensaba quedar en casa cuando ella estaba tan rara y yo estaba hecho un lío. No quería. Es más, ahora mismo no quería estar con ella, no sabía ni como actuar joder...-No tardaré en volver- dije por decir algo y que no sonara todo tan mal mientras me ponía en pie.

Ben me respondió eso y me encogí de hombros sin voluntad de retenerlo. Eso sí que era raro, es que yo no era así... pero ahora mismo me daba igual lo que hiciera. Si no era capáz de preocuparse por mí tampoco yo me preocuparía por él. Pensé eso y me dió un escalofrío, es que ni siquiera entendía de dónde me venía ese sentimiento de hostilidad hacia él. -A dónde vas?.- le pregunté ya acabando de ponerme el sweater y sin poder evitar decirle algo al respecto, es que sentía que estaba como escapándose de mí. Algo no estábamos recordando, no entendía qué... pero cada vez tenía más en claro que todo llevaba a Pauline. Miré el oso de reojo, estaba claro que prefería quedárselo... a saber qué sentimientos tendría ahora por Pauline, pensé después volviendo a mirarlo con algo de rabia. Algo había ocurrido entre ellos, algo que yo no sabía. -A qué hora vuelves? Es que no sé si piensas seguir esquivándome mucho rato...- dije volviendo a mirar a Ben antes de bajar la mirada y sentarme en la cama para ponerme las botas. Joder ¿qué demonios me pasaba?! No recordaba haber estado tan incordiosa con él desde hacía tiempo.

Como estaba tan rara sinceramente había esperado que me dejase marchar sin más, pero no fue el caso- Pues a hacer unas cosas, ya te lo he dicho- dije mientras tomaba mi móvil de la mesilla de noche.
Iba a buscar a Pauline. Sabía que estaba aquí en alguna parte, me recorrería todo el condenado pueblo hasta dar con ella y saber lo que había pasado.
Pero Alma insistió, ahora con la hora. Maldita sea- Pues no sé Alma, cuando me apetezca, como has hecho tu- dije un poco a la defensiva por tanta pregunta y dejando entrever que ella había llegado hoy cuando la había dado la gana y nadie le había dicho nada- Ni que estuviesemos siempre las 24 horas del día juntos- me quejé un poco ante su "interrogatorio".

La miré allí sentada en la cama y me fijé en como me miraba con rabia. Y supe que algo andaba mal, muy mal. ¿Sabía algo que yo no recordaba?. Ya no sabía ni que pensar pero es que nosotros no eramos así, no discutíamos durante días, al revés, arreglábamos las cosas en el momento a base de polvos y hoy ni nos habíamos besado, ni tocado, ni nada... Solo había desconfianza y mal rollo por todas partes.
-Me voy- dije ya sin más saliendo de la habitación asustado de mis propios pensamientos. No me quedaría allí de pie viendo como nuestro matrimonio se iba a la mierda.

Finalmente se enojó conmigo por tanta pregunta y podría haber seguido con mi "interrogatorio" pero lo cierto es que tampoco me importaba realmente que se fuera, eso era lo peor. Casi que prefería que se largase, ahora mismo me daba mucha rabia que estuviera allí de pie mirándome tan tranquilo, como si nada hubiera pasado, cuando era claro que algo había ocurrido, aunque no recordaba qué.

Me encogí de hombros ante su respuesta y volví a mirar mis pies para acabar de subir el cierre de mis botas mientras escuchaba como se marchaba, no entendía lo que me pasaba, porqué me sentía tan indiferente. Ben se marchó y yo me preparé un café, tumbándome en el sofá a beberlo mientras intentaba recordar alguna cosa sobre la noche, pero me sentía tan horriblemente fatigada que me quedé dormida.

Estuve fuera buena parte del día aunque no conseguí dar con Pauline. Lo peor es que la conocía y me podía imaginar riéndose de mi en alguna parte. La madre que la parió, de verdad que necesitaba saber que era lo que no recordaba!
Bufé molesto mientras me bajaba del coche y miraba un segundo hacía la casa. No quería ni entrar, no me apetecía entrar y enfrentarme a Alma otra vez, pero tampoco podía no entrar, ¿no?.

Entré dentro y todo estaba muy silencioso. No me costó encontrar la razón, Alma estaba dormida en el sofá. Y... Me dio tal pena la situación que intenté mentalizarme para que todo fuera mejor. ¿Qué más daba lo que había pasado ayer por la noche?. No me acordaba, así que mejor hacer como que jamás había pasado. Si había pasado algo malo... ya no le podía hacer nada.
-Ey Alma... Ya he llegado-murmuré mientras me sentaba a su lado para despertarla y acariciaba un poco su brazo para intentar ser un poco "cariñoso" con ella y dejar atrás el mal rollo.

No sé cuánto tiempo dormí, pero estaba realmente muy fatigada. Soñé una cantidad de cosas extrañas que no tenían sentido pero con tal sentido de la realidad que era abrumador. En mis sueños aparecía Pauline, pero sobre todo Ben... cosas de nuestra historia que apenas recordaba y que me dejaron un sabor amargo apenas levantarme. Lo peor es que el cansancio no se me iba.

Escuché a Ben y abrí apenas los ojos para verlo. -Ey, cómo estás?.- le pregunté enseguida sin recordar que se había ido con mal rollo sin siquiera decirme a dónde iba. -Me he quedado dormida apenas te fuiste...- expliqué como si no fuera obvio mientras me incorporaba un poco en el sofá y jugaba automáticamente con las mangas de mi sweater. -Estoy tan cansada... ni siquiera entiendo porqué...- murmuré contándole un poco eso pero sin animarme a decirle nada sobre Pauline y mis sueños. Es que no quería darle la razón y acabaria pareciendo que todo lo hacía de puros celos por el estúpido oso ese con el que había decidido quedarse.

-Será que estas embarazada- dije obviamente de broma mientras la miraba intentando controlar mi "curiosidad". Realmente no se me ocurria porque podría estar cansada ya que los vampiros raramente apenas nos cansabamos por nada... -Voy a preparar un poco de sangre, ya verás como eso te ánima-dije convencido de que todo cansancio se la iría con eso. La sangre lo arreglaba todo.
La miré un segundo y después ya me pusé en pie. Al menos parecía le había sentado bien la siesta, estaba de buen humor... Caminé hasta la cocina y puse enseguida un par de tazas de sangre en el microondas.

Negué con la cabeza sonriendo cuando me dijo eso, aunque apenas lo había dicho me había dado un especie de sacudón, es que no acababa de acostumbrarme a ser vampira a veces... mantenía demasiadas costumbres humanas, de hecho. -Ya, todavía me da algo cuando pienso en eso... tanto tiempo asustándome para no quedar embarazada y no se me va el susto ni con el hecho de ser vampira. dije con una pequeña sonrisa apenas me dijo eso de la sangre. Seguramente me sentaría bien. Fue hacia la cocina y ya me puse de pié siguiéndolo, me apoyé en el marco de la puerta mientras lo veía poner las tazas en el microondas. -Es raro, hace rato que no me siento cansada... He estado, soñando mucho... no sé, es raro, pero no es tanto el cuerpo... es como si tuviera un poco cansada la mente.- dije encogiéndome de hombros con una pequeña sonrisa. -Ya sé que suena tonto. me atajé enseguida.

-Ya bueno, pues conmigo nunca has tenido ese problema- dije sonando tal vez mas seco de lo necesario mientras me metia en la cocina. Pero bueno que era cierto, habría tenido que tener cuidado de no quedar embarazada con otros, pero jamás conmigo, hacia mas de doscientos años que no podía tener hijos.
Y no es que me molestara, jamás había querido niños. Suponia que tenía que ver bastante que fuera un chico, un chico con la condenada mentalidad de un crio de 18 años para toda la eternidad... Aunque bueno tal vez si hubo una época que lo había "querido". Con Pauline habían sido muchos años y ella había ido creciendo, con el tiempo sus prioridades fueron cambiando... Habían sido momentos malos, me había sentido hasta mal por no poder darla eso y... STOP.  Joder Ben, llevas callado demasiado tiempo, suerte que Alma no ve lo que piensas.
Suspiré intentando concentrarme en la conversación. No quería  seguir pensando en Pauline, menos con las dudas que tenia sobre la noche anterior.-No suena tonto...-murmuré mientras las tazas se calentaban-Yo también estoy cansado, no quiero pelear mas contigo-dije mirandola achacando el cansancio mental a todas nuestras peleas. Llevabamos dos días de no parar! Era hasta lógico.

Dijo que no quería pelearse mas conmigo y asentí. Mi cansancio no era por eso, pero quizás si, no se... Siempre habíamos discutido mucho pero últimamente parecía que no lográbamos salir de ese estado tan fácilmente. -Ya... Tampoco quiero pelearme contigo, pero reconoce que me lo pones difícil... dije mirándolo a los ojos. -Es que siento que no estás siendo sincero conmigo y eso me da mucha bronca, todavía no me explicas nada de lo que ocurrió... Ni siquiera me has dicho a donde fuiste ahora... dije sin dejar de mirarlo. -No se que nos pasa, pero se que hasta que no me digas exactamente lo que te pasa y lo que piensas.. Pues, no me quedare tranquila, si no podemos comunicarnos no tenemos arreglo. dije sin mas, pero era la sensación que tenía y me enfadaba que se mostrará tan tranquilo... De hecho me estaba empezando a sentir muy enfadada con el y ni siquiera acaba de entender los motivos.

-Tu tampoco me lo pones precisamente fácil- dije suspirando y casi a la defensiva enseguida porque no estaba siendo objetiva. Estaba claro que dos no discutían si uno no quería, y últimamente era lo único que hacíamos. Pero sabía que tenía razón, si no nos comunicábamos no tendríamos arreglo, y lo cierto es que tenía un nudo en el pecho solo de pensarlo. Joder, que yo mismo había estado sintiendo todo el día que nuestro matrimonio se iba a la mierda!-Antes he ido a buscar a Pauline- solté sin más sosteniendo su mirada. ¿No quería sinceridad? Pues ahí la tenía- pero no la he encontrado-murmuré- Creo que la vi ayer por la noche y...-¿y? ¿y qué? Ni yo sabía. Me corté un segundo pensando- Solo quería hablar con ella- dije finalmente justo en el momento en que sonaba el microondas dejando en claro que la sangre ya estaba caliente y lista.

No dije nada a lo primero porque claro que tampoco yo se lo ponía fácil, pero ahora mismo necesitaba respuestas y las estaba esperando. Continuó hablando y casi preferí que no lo hubiera hecho. Nomás nombrar a Pauline y se me erizó la piel. -¡¿Fuiste a buscar a Pauline?!.- dije sin podérmelo creer. -Joder Ben, quieres explicarme porqué?! Es que no entiendo...- dije mientras él iba al microondas. -Ayer discutimos en parte por ella, por ese estúpido oso y porque no entiendo qué demonios te pasa... y a la primera que sales de casa intentas encontrarte con ella? Es que de pronto te olvidas todo lo que he hecho por tí!:- dije casi que sin poder pensarlo. Pero es que era el colmo, o al menos lo sentía así. Tras tanto esfuerzo para estar tranquilos dejaba entrar en casa ese regalo de ella y no le importaba que a mi me jodiera. -Qué querías hablar con ella? No entiendo, es que de verdad que no te entiendo, no puedo creer que te importe tan poco hacerme sentir mal, lo haces sólo para joderme o es que ya no te importa realmente lo que sienta o lo que me pase?... Te desconozco.- dije sientiéndome realmente triste y ya saliendo de la cocina sin siquiera tocar la taza que había calentado para mí. No entendía porque sentía tanto enojo por él, bueno... era cierto que me había ocultado cosas y eso lo odiaba, pero ahora mismo prefería ni verlo, odiaba que me tomara por idiota. ¿Odiaba? Ni siquiera entendía cómo venían esas ideas a mi mente, pero estaba ciega. Lo único en claro era que hasta que Ben no cambiara de actitud y dejara de contarme la mitad de las cosas, no teníamos arreglo.

- Joder Alma para de decir tonterías, no seas tan dramática, yo si que te desconozco-dije casi bufando mientras salía de la cocina tras ella. Ya sabía que no se lo iba a tomar bien, que no estábamos pasando por nuestro mejor momento pero de ahí a que dijera que me daba igual como se sintiera había un trecho.-Maldita sea, sabes que me importas más que nada y no tienes nada de derecho a quejarte, no soy yo el que se ha pasado toda la noche fuera haciendo vete tu a saber qué-me quejé cuando llegué hasta ella mientras la tomaba del brazo y la obligaba a girarse hacía mi para que no siguiera huyendo, ella no era una santa tampoco no se podía andar quejando. A saber que había hecho anoche... Aunque la verdad es que por alguna razón que desconocía me daba bastante igual.-Joder Alma- dije casi bufando mientras me pasaba una mano por el pelo un poco nervioso por toda la situación. Ni si quiera sabía bien que decirla, tampoco tenía una explicación lógica a todo lo relacionado con Pauline-No te alteres, y no te montes películas- la avisé antes que nada mientras la miraba por lo que iba a decir- Pero creo que la vi anoche y quería hablar con ella sobre ello, pero solo eso, no es para que te enfurezcas ni pienses idioteces porque aquí estoy, si no me importaras una mierda no estaría aquí dándote explicaciones e intentando ser sincero- me quejé sin soltar todavía su brazo porque no me daba la gana que se fuera a alejar de mi otra vez.

Empezó reprochándome un poco también que me hubiera ido sin decirle a dónde, pero lo cierto es que tampoco me dejó que le respondiera demasiado que ya estaba intentando explicar lo de Pauline. Me estuvo cogiéndome del brazo y lo escuché. -Vale, es cierto eso.- dije reconociendo que al menos ahora estaba intentando explicarse, pero parecía que tenía poco para decir. -Entonces dices que crees que te viste anoche con ella?.- le pregunté sin sentirme en absoluto más tranquila después de semejante confesión. -¿Qué tenías que hablar?¿Qué te preocupa?.- le dije casi que necesitando que de una vez por todas me dijera lo obvio: que estaba otra vez con ella o enamorado de ella o vete a saber qué cosa. Luego recordé mis propios sueños. -Pues parece que Pauline ha tenido una noche bastante activa... Porque desde anoche que no dejo de soñar con ella... no lo entiendo, es como si se me hubiera metido en la mente y ahora mismo que te lo digo ya no sé si es que ha ocurrido de verdad o es que acabé soñando porque me obsesiona saber que te ves con ella a escondidas.- dije sin entender ni cómo salían esas palabras de mi boca ¿obsesiona? joder... yo no era así.

¿Que qué me preocupaba? Pues miles de cosas! Pero no dije nada, al menos no enseguida porque no sabía que decirla. Es decir... ¿Qué podía decirla? Por suerte siguió hablando y la miré con curiosidad. Parecía más algo que le podía pasar a alguien que estaba obsesionada pero ahora mismo prefería agarrarme antes a eso que a cualquier otra cosa- ¿Crees que se te ha metido en la mente? ¿En serio?- dije quedándome con eso por sobre todo lo demás y sin llegar a contestar a su pregunta. Si se había metido con su mente se podía haber metido con la mía, por tonto que sonara era totalmente tranquilizadora esa posibilidad- Sabes creo que no es una idea tan descabellada... Es decir, mírate... míranos...-dije señalándonos a ambos- Jamás habíamos estado discutiendo por tantos días seguidos, aquí pasa algo- dije echándole toda la culpa a eso. Era más fácil pensar que podría ser por factores externos que por nosotros mismos... y bueno que después de todo lo que nos había pasado con Martha estar un poco paranoico con el tema de las mentes era hasta normal.

Se quedó un poco con la parte en la que decía que lo mismo se había metido en mi mente. En realidad lo había dicho un poco porque sí, pero ahora que lo pensaba no era tan raro. Ben siguió hablando y asentí. Definitivamente no era tan descabellado. -Ya... No sé qué es peor.- dije con una sonrisa algo sarcástica luego de pensarlo un segundo. -Si el miedo que me produce pensar que puede haberse metido con nuestra mente o el miedo que me da pensar que no tiene nada que ver y estamos en serios problemas y además eludiéndolos...- No era en absoluto algo que diera buenos augurios, pero cada vez tenía más fuerza dentro mío la sensación de que me estaban manipulando. -Joder Ben, no sé... Crees que podría ser? Tendrá que ver el estúpido oso? Cuéntame más... a dónde has ido a buscarla? Cómo fue que no la encontraste?.- dije mirándolo a los ojos y necesitando realmente respuestas.

Dijo lo primero y sentí una pequeña opresión en el pecho, es que pensaba más o menos igual. Sabía que ahora yo estaba eludiendo un poco nuestros problemas al centrarme en el "control mental" pero prefería mil veces antes eso que la sola idea de que nuestra relación estuviese taaan jodida. -Pues no sé, pero yo te quiero y... ¿tu me quieres?- pregunté encogiendome de hombros- porque si es así, si estamos jodidos tiene que ser por algo que nos hayan hecho- dije como si fuera todo tan simple. Por un momento me dio un poco de pánico haber soltado tan a la ligera ese "¿me quieres?". No estabamos en el mejor momento así que por primera vez en la vida no las tenía al 100% que la respuesta fuese a ser positiva... Intenté no pensar en eso y me centré en lo demás que decía. Mi primer instinto fue decirla que se dejara de meter con el oso pero al final no lo hice. De hecho... ¿por qué me aferraba tanto a ese oso? Si me lo hubiera regalado Pauline hacía un par de días lo hubiese odiado pero ahora mismo era como si lo necesitara. -Es un oso inofensivo... deja de centrarte en él- dije aún así. Es que era mayor a mis fuerzas, algo dentro de mi me hacía quererlo.-Y no sé, no sabía donde buscar, al final solo estuve dando vueltas como un tonto, fue una tontería ir en su encuentro- dije por eso de buscar a Pauline- pero necesitaba verla, es que anoche...-me callé. Joder. ES QUE NO SABIA QUE HABÍA PASADO ANOCHE! y me ponía de los nervios no saberlo. Había tantas posibilidades que daba verdaderamente miedo.