Desorientados por casa (Alma) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Alma Blaquier escribió:Me puse de pie con intenciones de ir hacia ella y partirle de una condenada vez el cuello, pero con otro simple movimiento de su mano me detuvo y tras decir unas palabras me desvaneci. Cuando desperté estaba en el bosque otra vez, solo recordé el oso y el capricho de Ben. Que se había aparecido en el bar y que se había largado tras montar una escena de celos, o algo así. No entendía porque estaba en el bosque perro tenía pinta de haber estado corriendo y luego vete a saber, llevaba unas pintas tremendas, me sentía sucia y cansada. Probablemente había estado de caza tras una buena borrachera. Tras eso había soñado con Pauline y no era nada agradable lo poco que recordaba...
Comencé a caminar hacia casa, llegue y sin saber ni donde estaba Ben (y sin pensar en el lo cual era curioso) entre en la ducha. Lo ultimo que recordaba era que había aparecido en el bar a montar una de sus escenitas y no tenía ganas de cruzármelo... También recordaba un sueño, haber soñado con Pauline y un hechizo, como si me hubiera "embrujado" pero la culpa de todo la tenía el escupido oso que había entrado a casa, cuanto antes pudiera destruirlo, mejor.

Seguía bajo el agua de la ducha, todavía intentando despertarme y disfrutando de todo eso.Pero hoy estaba con la mente mucho más dispersa de lo normal. Un claro ejemplo fue que no había ni escuchado a Alma llegar a casa hasta que abrió la puerta del baño, con  lo que parecía claras intenciones de meterse en la ducha.
-Ey, ey!-me quejé un poco- Ducha ocupada- dije a través del agua de la ducha y demás. En otro momento seguramente la hubiese preguntado que donde había estado, o qué sé yo, pero no me salía. Simplemente no me planteaba porque no había dormido en casa (y lo peor es que no lo veía ni raro).

Asentí apenas me preguntó si lo quería porque claro que lo quería, pero no me interesaba que ahora se pusiera a eludir mis preguntas con planteos del estilo. Como sea, lo cierto es que no reparó demasiado en ello y continuó hablando. Primero que nada volvió a defender al estúpido oso y ya no dije nada, empezaba a darme por vencida con eso... además me interesaba mucho más saber porqué había acabado buscando a Pauline y si la había podido encontrar.
Me respondió eso y no dejé que acabara de cortarse que ya le estaba preguntando yo. -¿Qué anoche qué cosa?.- le pregunté un poco inquieta porque realmente anoche lo que sabía era que yo misma había estado con él en el bar y luego, no sé... había despertado en medio del bosque y había vuelto a casa con muy pocos recuerdos de lo que había pasado. -¿Qué pasó anoche Ben? Cuando volviste del bar... porque has querido ir en busca de Pauline hoy?.- le pregunté directamente.

Esta conversación no tenía sentido, en menos de dos minutos habíamos repetido como un bucle palabra por palabra. Era como si no nos escucharamos el uno al otro- Ya te lo he dicho, nada, la vi anoche y quería hablar con ella pero ya esta, pasemos página- dije sin querer seguir dándole vueltas a todo eso. Ya veía que por cuarta vez volviamos a tener el mismo intercambio de palabras y estaba seguro que de esa si que me volvía loco- ¿Sabes qué? Da igual, lo que tenga que pasar pasará.... Vamos a dejar de darle vueltas- dije bastante harto de todo mientras me daba la vuelta y volvía hacía la cocina. Allí había dejado la taza de sangre antes y ahora iba a dar cuentas de ella... Estaba seguro de que la sangre me calmaría, y la verdad es que ahora mismo parecía que me ayudaría mucho más que Alma.

No acababa de decirme nada sobre anoche. Es que no me respondía! ¿Porqué demonios había visto a Pauline ayeer?! Qué había pasado? O es que tampoco recordaba nada? En fin... era claro que no íbamos a salir de este mismo diálogo y yo cada vez estaba más segura de que Pauline tenía todo que ver. -Vale, como quieras.- dije un poco cansada de que se la tomara conmigo cuando finalmente Pauline era su condenada ex y ya bastante harta estaba de tener que lidear con su antigua vida.

Se fue a la cocina a buscar la taza de sangre y pensaba retirarme al sofá para echarme ahí pero pensar en sangre ahora mismo era un pensamiento reconfortante así que fui tras él a la cocina otra vez. -Siento que estamos repitiendo esta escena una y otra vez.- le dije con una pequeña sonrisa intentando "hacer las paces". -Así que mejor me calientas un poco de sangre y a ver si podemos salir de esta película, se está poniendo aburrido y no me gusta nada aburrirme...- murmuré después intentando de verdad salir de ese estado mientras me acercaba más a él, esperando que me calentara la taza que antes había rechazado.

Pareció aceptar las cosas así y por un momento pensé que ahí se quedaría la cosa. No era lo más sano para la relación porque estaba claro que las cosas estaban mal, pero bueno... Que ahora mismo prefería el silencio antes que estar discutiendo todo el rato o simplemente repitiéndonos una y otra vez. 
Fui a por mi taza de sangre y tras darle un trago suspiré. Puag, estaba asqueroso... Estaba pensando en calentarlo de nuevo cuando Alma entró en la cocina diciendo todo eso. La miré y metí también la otra taza de sangre en el microondas para calentarlo pero sin decir nada.  La verdad es que tampoco sabría que decir ahora mismo, me parecía más sensato estarse callado, contra menos palabras menos posibilidades habría de volver a discutir. 

Esperamos un minuto entero en completo silencio mientras se calentaban las tazas y en cuanto estuvo listo le pasé su taza y tomé la mía- Ten- murmuré mientras se la pasaba. Le di un trago a la mía y le hice un gesto para que volviéramos al salón y dejáramos de estar aquí en la cocina parados sin hacer nada.

Ben no dijo nada y tampoco yo. Pasamos casi un minuto en silencio mientras se calentaba la taza de sangre en el microondas y fue extraño porque realmente no me sentía cómoda para nada pero tampoco tenía energías para retomar una conversación que tenía todas las probabilidades de acabar en discusión. Decidí que ya no diría nada, había hecho mi aporte para hacer las paces, si él no quería cambiar el chip ya era un problema suyo... o al menos era la sensación que tenía, aunque no acababa de entender qué demonios nos pasaba.

Me alcanzó la taza y me hizo señas para ir a la sala por lo que lo seguí, enseguida nos sentamos en el sofá y me saqué las botas cruzando mis pies sobre la mesa ratona mientras cogía la taza con mis dos manos y bebía un poco. Me sentía realmente hambrienta y no recordaba cuánto tiempo había pasado desde que había bebido sangre... cada vez estaba más segura de que la permanencia en el bosque no tenía nada que ver con haber salido a cazar, Pauline nos había jodido de alguna forma que no entendía. -Sabe bien, siento que no he probado sangre en un buen rato...- dije con una pequeña sonrisa mirando a la taza y después a Ben. No me gustaba tanto la sangre así "recalentada", pero ahora mismo era un manjar.

Nos sentamos ambos en el sofá y le di un trago enseguida a la sangre de mi taza. Y si, me relajó enseguida, pero me hubiese relajado mucho más beber directamente del cuello de algún estúpido humano... Pero según estaban las cosas el volver a irse de casa no parecía la mejor opción de todas, así que volví a darle un trago y ya. Total era sangre igual.
Miré a Alma ni bién dijo eso y asentí pero sin decir nada esta vez tampoco... Suspiré mientras recorría su rostro con la mirada. ¿Qué nos pasaba?. Estiré una mano hacía ella para limpiar un poco de sangre que se había quedado en la comisura de sus labios y después delice la mano hacía su cuello. Y fue raro... Es decir, como quien dice desde ayer ni nos habíamos tocado, ni besado, ni nada, y aún así  se sentía todo muy frío. Me acerqué algo más a ella hasta que quedar bien cerca y sin soltar todavía su cuello la besé necesitando quitarme esa extraña relación. ¿Qué cojones nos pasaba? Jamás habíamos sido así...

Ben no dijo nada enseguida, simplemente se acercó un poco y me limpió algo de sangre antes de bajar su mano por mi cuello. Lo miré sintiendo enseguida un estremecimiento, definitivamente nos había sentido demasiado raros, como si fuéramos dos extraños, y eso no me gustaba nada, así que era un alivio sentir esa sensación por fin otra vez. Se acercó todavía un poco más, no dejé de mirarlo, no podía dejar de hacerlo... siempre había sido magnético para mí. Me besó sin que pudiera decir o hacer nada, solamente me dejé llevar y al instante estaba abriendo con mi boca la suya, buscándolo sin intenciones de detenerme, lo cogí del cuello en un arrebato y dejé mi taza en la mesa ratona antes de atraerlo más hacia mí.

Alma no puso impedimento alguno al beso y comenzó a responderme casi enseguida. Dejé yo mi taza también a un lado en la mesa como pude y de pronto ahí estábamos, los dos sujetándonos del cuello y besándonos como dos desquiciados. Eso era bueno, ¿no?. Me separé un segundo para decir algo, lo que fuera, pero lo cierto es que no tenía ni idea de que decir así que antes de que se pasará esa "locura" preferí volver a sus labios y dejarme llevar un poco, intentando que todo volviera a la normalidad con ese estúpido beso.

Seguimos besándonos y tras un instante Ben se apartó de mí al tiempo que me miraba a los ojos. No dije nada, ni siquiera hice una mueca. Casi que prefería no respirara a arriesgarme a volver a andar discutiendo con él por razones que ni entendía. Parecía que tampoco Ben tenía ganas de decir nada, o no se atrevía porque pasado un instante volvió a mis labios y otra vez me dejé llevar... "Callémonos, vale?" pensé intentando que me "oyera". "Sólo un rato, callémonos y ya" pensé antes de volver a sus labios otra vez, debvorando su boca sin intenciones de darle la más mínima tregua.

Me pidió mentalmente que nos callaramos y asentí con la cabeza, un poco porque tampoco quería hablar y otro tanto porque no quería dejar de besarla. Quería borrar a besos todo el mal rollo, quería... Bueno quería simplemente que se nos pasara la tontería de andar discutiendo a cada minuto. ¿Tanto nos costaba?.
Así que no hablé, de hecho comencé a hacer lo que mejor se me daba en estos casos: desnudarla. Colé mi mano por debajo de su  sweater  y apenas acaricié la piel de su vientre un poco ya no me andé con vueltas y se lo comencé a subir para quitarselo entre besos todavía.

Como imaginaba no dijo nada. Es que realmente era lo mejor, parecía que desde hacía un rato estábamos como "trabados", sin poder acabar de reconciliarnos del todo, ni acabar de pelearnos y ya. Me siguió besando y me dejé hacer, respondiéndole cada vez más intensamente, mordí sus labios y jugué con mi boca en su lengua mientras sentía como colaba su mano por debajo de mi sweater... me estremecí sintiéndolo y fui despejándome de cada uno de los pensamientos que me jodían el momento.
Pauline me daba igual, me daba igual su estúpido oso de peluche, la noche extraña que había pasado sin saber haciendo qué, me daba igual que Ben tampoco tuviese claridad... Pensé un instante en mi trabajo, en que ya no tenía trabajo en realidad, eso me dió tristeza, fui recordando la entrevista de ayer y cómo Ben había acabado sintiendo unos celos infundados... pero ya fui intentando dejar de pensar tonterías y volví a dejarme llevar cuando me distrajo Ben intentando quitarme el sweater. Lo ayudé y enseguida colé mis manos por debajo de su camiseta comenzando a acariciarlo por allí, jugando en su abdomen y concentrándome por fin solamente en eso.

Sabía que Alma estaba un poco distante pensando en sus cosas, la conocía demasiado... pero no la culpaba, yo mismo tenía la cabeza en mil cosas. No la dejaba de besar pero al mismo tiempo una pequeña parte de mi mente no dejaba de pensar en lo de anoche y en Pauline. Me inquietaba no recordar nada y al mismo tiempo... Estaba seguro de que no había pasado "nada grave". Jamás echaría a perder lo que tenía con Alma por esa estúpida bruja... No tenía sentido.
Sus manos bajó mi camiseta llamaron mi atención y volví a besarla intentando dejar de pensar en todo eso. De hecho yo mismo me quité la camiseta con algo de su ayuda y después la ayudé a recostarse más sobre él sofá mientras iba un poco sobre ella según besaba su cuello poco a poco. Sé acabó pensar en nada más, solo iba a centrarme en Alma y solamente en Alma.

No podía negar que nos estaba costando más de la cuenta concentrarnos un poco y dejar de pensar en cualquier otra cosa, sobre todo en una cosa: Pauline. Pero a poco de ir llamándonos la atención ya conseguí enfocarme solamente en Ben y cuando se quitó del todo la camiseta y me recostó sobre el sofá viniéndose algo sobre mí, ya empecé a bajar mis manos jugando con su cinturón, desprendiendo los botones de su pantalón con una de ellas mientras acariciaba su espalda con la otra. Lo atraje sobre mí con esa misma mano y fui subiendo por su espalda hasta alcanzar su nuca, volví a hundir mi boca en la suya y enredé mis dedos en su cabello, cerrando por momentos los puños y dejándome llevar por ese arrebato de una vez.

Por estúpido que sonará con esto de tener la cabeza en mil cosas me estaba costando excitarme. Y era una locura porque Alma me había puesto muchisimo desde el primer día que la había visto y siempre nos habíamos entendido muy bien en la cama, pero es que estos días estaban siendo tal locura... Sentí sus manos soltando los botones de mi pantalón y me mordí un labio. Joder, joder, joder... Solo quería estar dentro de ella, que arregláramos todo, que volviéramos a compenetrarnos a la perfección como siempre. No podía ser tan díficil!
Sus manos en mi pelo me incitaban a seguir besándola y fue lo que hice, pegándome más a ella, buscando su piel para ver si eso ayudaba y buscando que nuestros cuerpos se rozaran lo más posible mientras yo mismo bajaba mis manos hacía sus pantalones para soltar sus botones.

Estaba segura que esta vez nos estaba costando más todo... y era rarísimo porque jamás habíamos tenido ni un sólo problema para el sexo. Incluso cuando creíamos no estar juntos habíamos acabado en la cama, así era y me alegraba de que no pudieran con eso. Pero esta vez había algo más, un sentimiento raro que me invadía aunque intentara desoirlo. Alguna parte de mí no quería estar con él, una parte de mí todavía estaba llena de reproches.
Me besó acercándome más contra él y suspiré en sus labios. -No puedo...- susurré con un hilo en la voz. Tenía aún mi mano enredada en su cabello así que de todos modos lo acerqué a mí y aunque parecía que querían apartarme acabé devorándole la boca una vez más. -Joder, Ben... fóllame de una vez, vamos a la cama... quiero que me devores ahora mismo o acabaré volviéndome loca.- susurré con deseo.

Mis manos pararon de desabrochar sus pantalones cuando soltó ese "no puedo". De hecho podría jurar que de ser humano se me habría congelado hasta la sangre... Es que joder, jamás en la vida me había rechazado, ni en nuestros peores momentos, y ahora ni yo me excitaba ni ella quería seguir. Esto era el fin, ya si que si... Siempre habíamos solucionado todo a base de sexo hasta ahora.

Estaba por apartarme algo dolido y confuso cuando me devoró la boca con otro beso y me soltó todo eso cambiando de opinión. Dios iba a matarla. Tiré con fuerza de sus botones, casi que con rabia y ya me puse en pie. Seguramente le hubiese roto el pantalón pero me daba lo mismo, solo quería hacer lo que me había dicho. Costara lo que costara.
-Desnúdate, desnúdate y sube a esa condenada habitación- casi que la ordené con cierta rabia por toda la situación mientras ya de pie me iba quitando yo mismo mis propios pantalones para hacer lo mismo que la había dicho.

No era la primera vez que cambiaba de opinión como de calcetines, pero esta vez estaba siendo totalmente consciente de que respondía a la ruleta de sentimientos que tenía y Ben era la principal "víctima" de eso. De todos modos lo que había dicho era lo que quería y me encantó descubrir que provocaba en él el arrebato que necesitaba para dejar de pensar tonterías.
Se hizo con mi pantalón con desesperación y lo ayudé con el suyo frenética, dijo que me desnudara, casi que ordenándolo y sentí tal avidéz que no me detuve a pensar. Me quité la camiseta y una vez en ropa interior me puse de pié mirándolo a los ojos con lujuria. -Desnúdame tú, si me alcanzas...- solté jugando con él y me mordí un labio antes de salir disparando a velocidad vampírica por la escalera.

Ambos nos desnudamos hasta quedar en ropa interior y sonreí como un tonto cuando dijo aquello antes de salir corriendo. Algo de bromas y diversión para variar no estaba mal.
Salí corriendo tras ella a velocidad vampirica y no me costó alcanzarla cuando iba todavía por el pasillo de la planta de arriba. La empujé un poco de broma para que fuera más deprisa pero ni bien llegamos a la habitación la tomé de la cintura, como si la pillara para que no se escapara- Tendrás que ser más rápida si te quieres librar de mi- dije de broma aunque pensando por dentro que eso casi que podría tener doble sentido... En fin, solté su sujetador con dedos expertos y le besé mientras la empujaba un poco hacía la cama.

Me siguió enseguida y como era de esperarse, no tardó nada en alcanzarme. Sonreí apenas me cogió por la cintura diciendo todo eso y me empujó un poco hacia la cama mientras ya se libró de mi sujetador. -Ya... es que te aprovechas de mi juventud...- murmuré de broma por eso de que obviamente era más rápido que yo al llevar más tiempo de vampiro.
Me tumbé en la cama y lo atraje hacia mi mientras le quitaba en un segundo sus boxers y pasé a besarlo sin intenciones de detenerme. De pronto había logrado quitarme de encima la sensación extraña de antes, esperaba de verdad que me durara un buen rato.

Reí contra sus labios según nos terminamos de desnudar el uno al otro y ni bien caíamos juntos sobre la cama me sentí algo mejor. Esto estaba mucho mejor... Pero no pare de besarla, no quería que todo se fuese a arruinar de nuevo y mucho menos quería pensar (que estaba comprobado que era lo peor del mundo ahora mismo) así que no la di tiempo a nada. Bajé mis besos enseguida hacía su cuello mientras mis dedos iban directamente hacía su sexo sin andarme con vueltas, comenzando a tocarla como sabía que la gustaba, según mis besos bajaban más y más ya yendo mis labios incluso por sus pechos.

Sentí su risa en mis labios y sonreí también, por suerte parecía que estábamos logrando salir de ese momento raro de antes. Pero tampoco me iba a quedar allí viendo qué tanto habíamos superado el asunto, mejor continuar y parecía que Ben estaba en lo mismo.
Siguió besándome sin intenciones de detenerse y ya acabó de desnudarme. Sentí sus manos en mi sexo y suspiré en sus labios dejándome llevar antes de que comenzar a besar mi cuello y luego bajara sin frenarse ni un poco hasta llegar a mis pechos. Me fui arqueando sin poder evitarlo por sus dedos en mi sexo y descubrí del todo mi cuello, relajándome en sus manos y disfrutando de sus besos por mis pechos.

Alcé la vista viendo como arqueaba la espalda y como exponía su cuello ante lo que hacían mis dedos y suspiré sin poder evitarlo.- Joder... -susurré contra su piel casi sin pensar, yo no era de piedra y verla en ese estado podría alterar a cualquiera... 
No quería dejar pasar ese momento, mucho menos al verla en ese estado después de todo lo que había pasado así que seguí bajando con besos por su vientre sin andarme con vueltas, abriendo algo más sus piernas mientras dedos seguían jugando en su sexo. Bajé, y baje hasta que mi boca fue la que sustituyó a mis dedos...

Dijo ese "joder" y sonreí imperceptiblemente, realmente ahora mismo estaba disfrutando de cada uno de sus besos y bastó que sintiera como iba cada vez más hacia abajo, para que me estremeciera. Sentirlo así, buscándome con su boca hasta llegar a mi sexo hacía que adorara el segundo en el que había "decidido" dejar de pensar en tonterías para dedicarme a besarlo. No dejé de acariciarlo, por su cuello y su nuca, sintiendo como no se detenía y enredando mis dedos en su cabello "obligándolo" a quedarse allí todavía un poco más.

Alma se dejó hacer sin ningún problema y sentí como me iba "reteniendo" allí, sujetandome del cuello, del cabello... Adoraba sentirla así de entregada, por fin habíamos dejado todo el mal rollo un poco de lado y no pensaba negarla lo que tanto me pedía, así que continué dándola placer con mi boca, sabía lo que la gustaba, y más allá de sonar creído la verdad es que yo era muy bueno en eso... por lo que no me corté en nada, fui lamiendo por aquí y allá según notaba que lo necesitaba y de a poco me fui ayudando un poco también de mis dedos para terminar de desesperarla. Quería que disfrutara lo más posile.

No se cortó para nada y tampoco reprimí los suspiros a medida que sentía cada vez como me desesperaba. Ben lo hacía realmente bien y a estas alturas me conocía de maravillas así que estaba siendo perfecto como siempre. Sentí sus dedos ir y venir y volvía a gemir, sin la menor intención de controlarme... flexioné mis piernas, las estiré, arrugué mis dedos en su cabello cerrando mis puños y abriéndolos sin darme cuenta, dejándome llevar por cada una de las sensaciones que estaba consiguiendo despertar en mí. Joder Ben... vamos... ven, rápido.- susurré liberándolo y ya necesitando que me penetrara de una vez o iba a acabar ahora mismo.