Posada (Gus, Alma, Arlette, Ben...)

Al cabo de uno cuarenta minutos Gus localizó la posada en la que había quedado con Alma. Miró a Arlette inconsciente en el asiento trasero y suspiró. Eso no iba a pasar desapercibido si la metía dentro... Aún así no había elección, no podía dejarla allí.
La sacó del coche en brazos y ni bien entró en la posada pidió una habitación. El hombre de recepción le miró totalmente confuso pero tampoco le dio tiempo a decir gran cosa que ya estaba usando sus poderes con él para que se hiciese preguntas. Subió después a la habitación y dejó allí a Arlette en la cama antes de cerrar la puerta rezando para que no se despertara y dirigirse hacía el restaurante de la posada- Estoy esperando a alguien-le avisó enseguida al camarero cuando le llevó hasta una mesa libre. Esperaba que Alma llegara pronto porque estaba de los nervios.

Me subí al coche y como siempre manejé lo más rápido que pude, sólo hice una parada a comprar cigarrillos (nunca acabaría con esa costumbre, estaba claro) y enseguida retomé el camino. Jamás había sido buena calculando distancias y esta no era la excepción, al final la posada no estaba taaan cerca y me tomó cerca de una hora llegar.

look de alma:

Aparqué en el estacionamiento luego de ver si veía algún coche conocido, pero no era capáz de identificar nada y además estaba de los nervios. Eso de haber dejado el móvil en casa no me gustaba nada, allí estaba la dirección de la posada y lo último que necesitaba era que a Ben le diera curiosidad y se apareciera. Lo descarté mentalmente, estaba demasiado enfadado y era muy orgulloso, seguramente se iría por ahí de copas o poco más, pero no movería un dedo para probar nada, siempre le había alcanzado con fabular cosas no necesitaba pruebas para inventarse una historia. Negué mentalmente pensando en eso de mala manera.

Bajé del coche y entré al restaurante, enseguida localicé a Gus porque apenas había un par de personas. Me acerqué a su mesa y lo saludé con dos besos. -Hola, siento tardar... era más lejos de lo que creía.- dije disculpándome antes de sentarme.

Gus respiró algo más tranquilo al verla. De alguna manera eso de compartir la "carga" de lo que pasaba con alguien parecía que lo haría todo más fácil. -No te preocupes, acabo de llegar- dijo Gus tras saludarse con esos dos besos.
-Bien... Pues cuéntame, ya te he dicho por teléfono más o menos lo que nos pasaba a nosotros pero tú no has sido muy clara-empezó Gus sin andarse por las ramas, ya habría tiempo para hablar de otras cosas y para hablar de cosas más normales, pero ahora mismo la prioridad era eso y prefería ser directo- He dejado a Arlette arriba en una habitación, todavía seguía inconsciente- dijo por aclarar también el paradero de Arlette.

Aspecto Gus:

Escuché lo que decía yendo directamente al punto y asentí. -Todo empezó hace dos días.- dije sin poderme creer que hubiera pasado todo en tan poco tiempo. -Recibimos un regalo de Pauline, un oso de peluche con un mensaje un poco encriptado que Ben no acabó de entender, o no me lo dijo... no sé.- dije porque a estas alturas no acababa de creerle demasiado. -Yo quería que se librara del oso pero él no quería y al final acabó dejándolo en casa, empezamos a discutir como siempre, pero peor... Yo me fui de casa, de copas, no sé.- dije porque en su momento tampoco lo había tenido muy en claro. Simplemente había querido largarme. -Al rato apareció Ben en el bar y empezó a cuestionarme cosas, mil planteos, sospechas sin fundamentos... estaba totalmente paranoico. Luego se largó enfadado y yo me quedé allí.- dije intentando atar un poco los cabos de todo lo que había pasado. -Es raro, no ha pasado nada de tiempo pero me parece que hubiera sido hace mil años. El caso es que desde que se fue del bar hasta la mañana siguiente no supe realmente qué pasó. Desperté en el bosque y me fui a casa sin entender cómo había llegado. Ben ni siquiera estaba esperándome, le dió lo mismo que pasara la noche fuera de casa... Pero desde entonces, ayer por la mañana, todo ha ido a peor.- murmuré. -Sólo me confirmó que estuvo buscando a Pauline pero que no la encontró y tampoco sé si creerle... Lo que sé es que hasta tu llamado habíamos logrado una especie de tregua pero ahora mismo siento tal enojo con él que no puedo ni explicarlo. Me agobia.- dije porque era exactamente lo que sentía. Me detuve, nunca había hablado tan sinceramente con Gus y ahora me sentía tranquila, no sé porqué pero lograba que dejara de sentirme alterada y agradecía eso.

Gus la escuchó con atención y no le fue difícil darse cuenta de que ellos no lo habían pasado últimamente mucho mejor que Arlette y él- ¿Has probado a deshacerte del oso?- dijo enseguida porque le parecía obvio, aunque enseguida por la cara de Alma supo que no lo había hecho... ¿Cómo era eso posible? (estaba claro que desde fuera todo se veía de otra manera...)- Puede que sea el objeto mágico que os esta afectando, supongo que con deshacerse de él todo pasará- dijo mientras pensaba un poco en toooda su experiencia con la magia y las brujas- Mira haremos eso, ni bien volvamos a Fell´s empezamos con eso- dijo como si fuera el plan "A".-Nosotros... Si te soy sincero ni si quiera sé como empezó, pero fue también hacer dos días y empezamos a discutir muchísimo, por tonterías, Arlette también estaba mucho más paranoica que de costumbre y hoy tras una de las tantas discusiones que hemos tenido me ha clavado un cuchillo- dijo como quien habla del tiempo- Ha sido... Un shock- dijo sin saber ni como expresarlo- Se ha puesto como una loca...-dijo recordando como después la había tenido que partir el cuello para que le dejase "en paz" y demás.- No sé cuál fue el detonando pero creo que también es algo de magia y creo que también hay algo que no estamos recordando...-dijo haciendo suposiciones, pero es que de alguna manera lo sentía.

Escuché lo que Gus decía y su "plan A" y me pareció bien. -Ben no deja que me acerque al oso, todo empezó por eso. Le decía que me parecía una tontería que se quedara con un oso que le regalaba una ex y que encima tuviera que aguantarlo en la mesa de luz de nuestra habitación. Pero luego se puso paranoico y se encaprichó con el oso... Acabé dándome por vencida porque en el fondo... lo peor es que siento que no sé, me he cansado de luchar.- dije porque era la sensación. -No digo que haya pensado en matarlo...- murmuré por lo que había contado de Arlette. -Porque no he llegado tan lejos... pero sí que pienso todo el tiempo que lo único que hace es joderme la vida, me genera un odio que no había sentido y es raro porque no encuentro las razones de eso ¿Entiendes? Por eso creo que es magia, porque es como si los sentimientos salieran de la nada....- murmuré con tristeza. -Pero ahí están, no puedo evitar sentirlos.- continué. -No soporto más que se ponga paranoico... Joder, no sé qué pasó pero esa noche que no recuerdo algo ha pasado y todo me hace pensar que Pauline tiene que ver.- dije porque era lo más lógico. -Encima basta que se la nombre a Ben para que se ponga a defenderla... Tú la conoces más que yo... Si quisiera meterse con nosotros, qué haría? Si esto es una especie de "venganza" de verdad que no le entiendo el punto... No era más fácil cogernos por sorpresa, matarnos y ya?.- dije para ver si entre los dos podíamos imaginar algo.

Frunció el ceño según hablaba porque parecía mucho más grave de lo que él se había imaginado en un primer momento. Tal vez no fuera solo el oso, ¿no?, no estaba seguro de si un solo objeto podía hacer todo eso, aunque Pauline era muy poderosa... Como sea, de momento como plan A no estaba mal deshacerse del oso, ya después en el plan B se haría más cosas. - Bueno pues si te has cansado ya lucharé yo por ti- dije medio de broma para intentar animarla un poco. Aunque en el fondo todo eso del odio le preocupaba bastante, más si se tenía en cuenta que Arlette probablemente sintiese algo así por él ahora mismo- Mira como dices conozco a Pauline y para ella la muerte es demasiado fácil, sobre todo teniendo en cuenta que ha quedado comprobado que se puede volver de ella... Pauline es más vengativa, es muy retorcida y... te aseguro que tiene una gran experiencia con la magia negra- dijo haciendo una mueca ante ciertos recuerdos- Arlette jamás la tragó, ¿sabes? Siempre sintió que había algo malo con ella en cambio yo... La defendí practicamente hasta el final, parecía tan buena niña...-dijo suspirando- Soy imbécil- dijo medio sonriendo y negando con la cabeza- ¿Qué vamos a hacer Alma? ¿Por qué quieres hacer algo, no? Para eso hemos quedado en vernos...-dijo porque ya no estaba seguro de nada ante su odio por Ben y ante eso de que se había cansado de luchar...

Fue descibiéndome a Pauline y ya me imaginaba algo así, lo temía. -Vaya....- dije simplemente ante todo eso de que era retorcida y la experiencia que tenía con la magia negra. -No me extraña que Arlette no la tragara, tampoco me tragaba a mí... supongo que no es fácil estar con Ben sin caerle mal a ella.- dije porque de pronto recordaba eso también. Negué con la cabeza alejando esos pensamientos. Eran una tontería, todo estaba bien con ella, lo habiamos superado tras pasar tantos días juntas en Ámsterdam, cierto?
Me preguntó qué quería hacer y lo miré a los ojos. -Quiero solucionarlo. No puedo largarme así sin más, sin saber qué parte de lo que siento es una fabricación de Pauline y qué parte no. Pero seré sincera contigo... no está siendo sencillo.- murmuré sin dejar de mirarlo a los ojos. -Me siento cansada, agobiada... y por alguna razón Ben es responsable de todo eso. Siento que ha ido quedándose con mi libertad, eso siento.- dije mirándolo y ya bajando un poco la mirada. Me avergonzaba decirle esas cosas, pero sentía que cuanto más las guardara más me irían corrompiendo por dentro.

Gus no dijo nada ante ese primer comentario... No era del tipo de cosas que Gus adorara escuchar por el doble sentido que solían acarrear... Que si, que Ben y Arlette tenían mucha historia pero ya esta...
Se centró en seguir escuchando a Alma y no dejo de mirarla un poco "preocupado" por ella porque de verdad que se la notaba mal- Alma, no te agobies, ¿vale?- dijo tomando su mano por encima de la mesa para que se relajara- Estoy seguro de que hay magia de por medio, ninguno de esos sentimientos son reales, todo volverá a la normalidad antes o después, ¿vale?- le dijo con una leve sonrisa intentando creérselo él también.

Y en eso estaban cuando de pronto una voz les interrumpió- TU CERDO DE LAS NARICES, ¿CÓMO HAS SIDO CAPAZ?-le gritó Arlette a Gus allí en mitad de la cafetería. Gus miró a Alma un segundo y se pusó en pie. Mierda, se había despertado antes de lo esperado, y para colmo no había sido capaz de esperar en la habitación... - Arlette...-pero ella ni le dejo hablar -Apenas me lo podía creer cuando me ha llamado Ben, pero aquí estáis, como dos tortolitos enamorados en una pequeña cafetería viéndoos a escondidas- se río falsamente- Serás cerdo- dijo abofeteandole prácticamente en el acto.- ¿Para eso me has roto el cuello? ¿PARA ESTAR CON ELLA?-volvió a gritar mientras miraba ya si a Alma- Y tu eres una puta- le espetó ella mientras Gus se fijaba por primera vez desde que había llegado a Arlette en los humanos. Obviamente con tanto grito su presencia no había pasado inadvertida y ahora mismo estaban todos atentos y se podría decir que con un poco de miedo.

Arlette:

Asentí cuando Gus dijo eso, realmente quería creerle. Cogió mi mano y lo miré a los ojos. -Vale, sí... tenemos que encontrar la manera de salir de este estado. Ya no me aguanto más con tanto rollo.- alcancé a decir con una leve sonrisa antes de que Arlette nos interrumpiera hecha una furia.
En un segundo todo se trastocó, obviamente sacó conclusiones que no tenían nada que ver y dejó entrever mis temores... Ben la había llamado por lo que había cogido mi móvil y, como había sospechado, se había hecho cualquier película. -Cállate, quieres.- le alcancé a decir apenas me soltó eso de que era una puta. -Estás llamando la atención de todo el mundo y estás inventándote cosas que no existen.- dije rabiosa de que otra vez me quitara de ese estado de "calma" que por fín había logrado al estar un rato hablando con Gus. -Joder Gus, contrólala... Yo me encargaré de lo demás.- dije más que nada pensando en eso de que todo el mundo estaba mirando un poco asustado.

-Si Gus controlame, déjame inconsciente o borrarme la memoria o algo para que sigáis viviendo vuestra historia de amor tan felices- dijo con ironía ante las palabras de Alma.- Cállate, ¿quieres?- dijo Gus dando un paso hacía ella porque no paraba de llamar la atención- Joder si es que ya hablas hasta como ella- dijo riendo levemente mientras daba un paso hacía atrás, alejándose lo que había acortado él de distancia- Que seáis muy felices- dijo yendo hasta la puerta- Espera- dijo sujetándola del brazo para que no avanzara- Te conozco, estas cabreada y no estas pensando con claridad, te irás a ver a Ben y...-se interrumpió- ¿Y qué?- dijo ella enarcando una ceja y desafiándole- Y te lo tirarás- dijo Gus sin apartar la mirada y sin dejarse intimidar. La conocía, bueno, les conocía a ambos. Un polvo por venganza caía como mínimo. Arlette sonrió- Bueno tu tranquilo que ya no es asunto tuyo a quien me tire, porque hemos terminado- dijo soltándose de su agarre con un movimiento brusco antes de abandonar la cafetería.
Gus miró a Alma y suspiró intentando tomar el control de la situación- Que no cunda el pánico, primero hay que encargarse de esto- dijo señalando la sala que ahora mismo estaba con humanos. No había muchos pero si los suficientes como para meterles en un lío si se iban de la lengua.

[off: me voy! Estuvo bien coincidir por una vez para variar ]

Observé la escena entre Arlette y Gus sin podérmelo creer... era obvio que iba directo a ver a Ben y no me gustaba nada pensar en el final de esa cita. Ahí sí que le partiría el cuello, no cabía duda... sólo imaginármelo con ella que ya le estaba clavando la estaca en el corazón. Pensé eso y enseguida me recorrió un frío el cuerpo, joder... ¿cómo es que me venía eso a la cabeza? Sí, claro que lo haría, que no me buscaran porque me iban a encontrar.
Gus intentó calmarme y volví un poco a entrar en razones. -Ben se quedó rabioso, es inútil... apenas se vean esto acaba mal, lo sé.- dije hablando en voz baja un poco para mí y un poco para Gus, no conseguía dejar de lado esa mezcla de bronca y resignación que últimamente teñía todo lo que decía. Mientras ya me fui acercando al camarero para empezar a manipular un poco su mente y ver si empezábamos a desarmar el desastre que Arlette acababa de generar. Acabé con un par de humanos y volví hacia Gus que también había hecho lo propio.
-Escucha, Gus... no vayamos por ellos enseguida, será una pérdida de tiempo y acabaremos matándonos los 4. Pensemos con claridad antes.- dije mirándolo. No pensaba recorrer tantos kilómetros a mil por hora para evitar que acabaran teniendo un polvo en venganza, ya me encargaría de Ben después. -Si Pauline estuviera detrás de esto, exactamente qué querría como venganza? Porqué meterlos a tí y a Arlette?.- le dije intentando mantenerme fría.

off: ok y sí!!!

Terminaron de manipular la mente de todos los de la cafetería y se acercaron otra vez. Gus la miró como si estuviese loca cuando dijo que no fueran con ellos enseguida porque le parecía una locura, pero siguió hablando y supo que tenía una cierta razón- Tienes razón, total un polvo más entre ellos no va a hacer la diferencia...-dijo ante eso de no ir deprisa con ellos y con cierto tono también de resignación. Y es que hasta ahora Gus estaba siendo el más cuerdo y centrado de los cuatro, pero a él esa magia no dejaba de afectarle y ahora mismo todo lo relacionado con Ben y Arlette era... Como algo inevitable, se sentía resignado y ya. Alma volvió al tema de Pauline y se encogió de hombros- No lo sé, no estoy en su mente Alma- se quejó un poco, empezaba a estar un poco de mal humor por todo lo de Arlette y bueno, que él no estaba en mente de esa psicopata- Supongo que nos habrá metido porque somos los únicos que podríamos ayudar a Ben a salir de esto- dijo enarcando una ceja. Tal vez fuera eso, que si solo les hubiese afectado a Alma y Ben hubiese sido más fácil que Gus y Arlette deshiciesen el lío. O vete a saber...-Y su venganza... Simplemente querrá hacer el mayor daño posible antes de matarnos, yo creo que ese es su objetivo final- fue diciendo mientras pensaba un poco y de paso le pedía al camarero un vaso de whisky. Ahora mismo necesitaba un trago.

Gus me contestó enseguida de mala manera y sonreí negando también con la cabeza. -Venga, no dije eso...- murmuré porque tampoco es que me diera igual que fueran a acabar en la cama. -Digo que conozco a Ben y sé que se cree con toda la razón del mundo ahora mismo. Se la ha pasado paranoico y acabo de darle la excusa para confiar en sus estúpidos instintos... Es capáz de cualquier cosa.- dije sabiendo que era así. -De todas las cosas que puede querer hacerme... y hacerte! En fin... que ahora mismo lo más inofensivo es que se compadezcan uno del otro y acaben en la cama.- murmuré siendo absolutamente fría. Pero era cierto, por desalmado que sonara, que acabaran centrándose en ellos nos daba tiempo.
Gus siguió hablando y me senté en la barra junto a él cuando se pidió un whisky. Le hice señas al camarero para que también me pusiera uno. -Sentir que lo traicionamos justo tú y yo es una de las cosas que más puede hacerle daño....- dije porque no se me ocurría qué cosa sería peor. -No sé, a lo mejor quiere que Ben me mate o te mate a tí... que cargue con la culpa.- dije tratando de "meterme en la cabeza de una psicópata", como había dicho Gus. -Joder... el único brujo que conocía era mi padre y ha dejado sus poderes a cambio de devolverles la vida a tí y a él.- murmuré bajando la mirada con tristeza cuando ya el camarero nos puso dos vasos con whisky.

-Si, supongo que tienes razón...-murmuró porque visto de ese modo no parecía tan malo, y bueno que como yo mismo había dicho un polvo más o menos entre ellos tampoco haría tanta diferencia. -Por muy loco que este Ben no llegaría a eso-dijo por lo de que Ben los matara- Bueno.. "creo"- rectificó después tras mirarla un instante. Tenía claro que no los mataría por una cosa así en situaciones normales pero ahora mismo con magia de por medio, ¿quién sabía?. -Joder, la verdad es que suena lógico eso de que hacer que nos mate o que nosotros mismos seamos los que le matemos-dijo porque dado como había muerto Pauline las dos veces sonaba muy lógico- ¿Qué hacemos?- dijo mirándola.- Será imposible encontrarla y como dices ahora mismo no tenemos acceso a ningún brujo que nos pueda ayudar, estamos jodidos- dijo mientras le daba un trago al whisky enseguida.

Gus me dió la razón y luego ya se puso a pensar un poco más. -No voy a decir que no he tenido ganas de matarlo.- murmuré intentando sonreir un poco cuando insinuó que podía ser eso... pero vamos que aunque lo decía de broma últimamente no había dejado de pensarlo. -Pero por eso digo que prefiero no verlo ya mismo, para ser honesta creo que no saldrá lo mejor de mí.- murmuré antes de ya beber un trago de whisky. Sabía bien así que bebí otro enseguida. -Te hacía más del ron...- dije después mirándolo con una sonrisa pero es que de pronto había recordado eso, el juego en Río y cómo habíamos acabado bebiendo ron porque era más del gusto de Gus.
Suspiré un segundo. -Podríamos intentar filtrarnos en casa y deshacernos del oso.- dije buscando al menos una idea y acordándome del "plan A".

Sonrió- Y soy más de ron, pero el whisky es para los momentos impactantes-dijo medio bromeando, pero era cierto, le gustaba tomar algo más fuerte en esos momentos. Bebió otro trago y la miró-Vale tienes razón, empecemos por lo que habíamos planeado, después ya veremos como seguimos-dijo porque no perdía la esperanza de que el destruir el condenado oso arreglara todo, aunque lo veía poco probable... Pero había que intentarlo. Se quedó pensando y asintió porque de verdad parecía el mejor plan ahora mismo- Vale, pues vayamos a hacer eso, si no funciona después propongo que vayamos a buscar a alguna bruja-dijo mirándola- Hay bares de vampiros por la zona, ¿no?. No debe ser complicado encontrar a alguna por allí- dijo pensando sobre la marcha.

Me hizo reir lo que dijo del whisky, pero claro que si lo bebía en momentos "impactantes", éste era el momento perfecto. Ya dijo lo demás y asentí. -Vale.- dije bebiéndome de un trago el whisky y poniéndome ya de pié, no era mal plan y por sobre todas las cosas: era algo. No podíamos quedarnos de brazos cruzados solamente bebiendo en un bar cuando teníamos semejante lío entre manos.
Pagamos los tragos y salimos del local. Mi coche seguía aparcado en el sitio en el que lo había dejado así que nos subimos enseguida y nos pusimos en marcha sin demoras rumbo a Fell's. -Por un momento pensé que lo encontraría prendido fuego...- dije con una pequeña sonrisa porque de verdad que lo había pensado y además creía a Arlette muy capáz de montar ese tipo de escenas dramáticas.

Salieron del restaurante y se montaron enseguida en el coche de Alma para volver a Fell´s. El coche de Gus ya no estaba, pero ni se preocupó, estaba seguro de que se lo habría llevado Arlette- ¿Sinceramente? Yo también- reconoció Gus con una sonrisa porque tras el arrebato que había tenido Arlette en el café ya casi que se había esperao cualquier cosa al salir de allí.
Alma se puso en movimiento y enseguida descubrió Gus lo rápido que le gustaba conducir. Era la primera vez que se volvían a ver tras las vacaciones en Río y lamentó que fuese en esas circunstancias porque de verdad había demostado ser una tía que merecía la pena y con la que se podía hablar.

Reí con ese comentario sobre Arlette y ya nos pusimos en marcha. Me puse las gafas de sol y, como siempre, manejé a mucha velocidad... no es que estuviera particularmente apurada, pero no podía evitarlo. De hecho, si lo pensaba dos veces, tenía pocas ganas de llegar a Fell's... me sentía calmada, Gus me daba tranquilidad y sabía que todo se iría al diablo apenas pisáramos casa y nos encontráramos con... en fin, no quería ni imaginarlo.
Noté que Gus también iba muy metido en sus pensamientos porque ya hacía como 10 minutos que ninguno decía nada. -Siento que nos veamos en estas circunstancias... Pero haz hecho bien en llamar, no sé porqué no se me ocurrió hacerlo a mí antes.- dije porque ni se me había cruzado por la mente buscar ayuda en él o en Arlette. Quizá si hubiera acudido a ellos antes... no sé, tampoco era seguro. Luego una idea vino a mi mente que antes no había pensado ¿porqué Gus me había llamado a mí y no a Ben? A lo mejor temía (como yo) la reacción de Ben o pensaba que podía ponerse del lado de Arlette, pero ¿porqué yo no? -Puedo preguntarte algo? Porqué no llamaste a Ben directamente?.- le pregunté sin andarme por las ramas mientras seguía con la vista en el horizonte.

- Creo que no estas muy acostumbrada a contar con otros, ¿no?- dijo sonriendo levemente cuando dijo aquello primero. En esos meses en Ámsterdam y después en Brasil habían hablado bastante y le había dado esta impresión. En cambio él siempre había contado con Arlette y con Ben, eran como una familia y era casi como una costumbre eso de tenerles al lado cuando estaba en problemas o algo así. Ahora Alma también era parte de esa "familia" y ni se lo había pensado en llamarla al estar en problemas. Después preguntó lo otro- No lo sé, era como una intuición, ¿sabes? En parte me dio algo de "miedo" la reacción de Ben si le contaba que llevaba a Arlette inconsciente en el asiento trasero de mi coche- dije medio riendo por lo raro que sonaba- Y por otra parte... simplemente me dio más confianza llamarte a ti para esto- dijo encogiendose de hombros. Era raro porque obviamente no tenían taaaanta confianza pero había sido así.

Dijo eso antes que nada y me encogí de hombros, suponía que era cierto, al fin y al cabo nunca había contado realmente con nadie, hoy por hoy Ben era mi único vínculo. -Sinceramente, no.- dije siendo honesta. -Sé que puede sonar triste teniendo en cuenta que no tengo ni veinte años y vosotros cientos de años de compartir en familia...- dije porque sabía que podía sonar así. -Pero estoy acostumbrada, no me entristece, ni me afecta... es lo que es.- murmuré sin entrar en más detalles. No era buena para hablar de las cosas que me dolían y por mucho que me sintiera a gusto con Gus, no estaba lista para abrirme así con él.
Fue respondiéndome y sonreí levemente, quizá hasta con cierto ¿orgullo? -Seguramente has intuído bien.- murmuré un pcoo en broma, pero era obvio que a mí me afectaría menos que a Ben el hecho de que tuviera a Arlette inconsciente en el asiento trasero del coche. Lo miré un instante desviando la vista de la carretera. -Pues, como sea, me alegra que lo hicieras.- dije por eso de que me hubiera llamado a mí y ya volví a mirar el horizonte.

No dijo nada ante lo primero, tampoco es que le pareciese triste, simplemente era su modo de vida, pero bueno tampoco dijo nada porque ya notaba que Alma no estaba muy receptiva con el tema y no iba a ser él quien insistiera. Dijo que le alegraba que le hubiese llamado y sonrió- Y a mi- dijo sinceramente. Era más fácil afrontar estas cosas con alguien más. 
Miró el reloj y ya era algo tarde, de hecho ya había anochecido mientras Alma circulaba a toda velocidad por la carretera. Esperaba deshacerse del oso lo antes posible y que todo acabara.

Sonreí levemente cuando Gus dijo eso y luego otra vez nos quedamos callados, cada uno metido en sus propios pensamientos mientras iba circulando por esa carretera a toda velocidad.
Por una parte estaba nerviosa porque no sabia que podía haber ocurrido entre Ben y Arlette, entre arreglar el lío del restaurante y tomarnos esa copa de whisky se nos había ido bastante más de una hora y no sabía realmente con qué nos podíamos encontrar. Por el otro lado, me ponía más nerviosa todavía el no entender mis propios sentimientos, es que estaba como ¿resignada? con Ben y eso me asustaba un poco, jamás me había dado por vencida con él y ahora sobre todo, me podia un cansancio que no demostraba pero me abrumaba... como si en el fondo creyera que "no me merecía" todo esto, como si fuera culpa suya.
Permanecidos callados casi todo el resto del viaje salvo alguna tontería sobre la carretera y demás. Ya era bastante entrada la noche cuando entramos en Fell's Church. Bajé la velocidad y fui acercándome a nuestra casa. -Tienes alguna idea de cómo hacerlo sin que nos pillen?.- le pregunté pensando en uun modo de hacernos con el oso sin ser descubiertos. Aparqué un poco lejos pero lo suficientemente cerca como para notar que efectivamente el coche de Gus y Arlette estaba en la puerta de la casa. También estaba el de Ben así que no había salido, o no había ido lejos.

Alma aparcó tras un buen rato conduciendo (al final la posada había resultado estar mucho más lejos de lo esperado) y habló por primera vez en un buen rato- Tu sabrás, es tu casa- dijo mientras miraba un poco por la ventanilla. Si, el coche de Arlette estaba allí... Meditó y es que realmente no sabía como hacerlo, controlar a alguien sería de tontos, Ben no dejaría pasar a desconocidos así como así, y mucho menos acercarse al oso si estaba tan paranoico como Alma decía... por otra parte tampoco parecía que ni Alma ni él tuviesen ganas por entrar...- Va a ser imposible-se lamentó Gus volviéndose a resignar un poco sin poder evitarlo- ¿Y si montamos guardia hasta que salgan?- dijo como primera opción, pero una parte de su mente desechó la idea casi en el acto. Podrían pasar días hasta que salieran y mientras tanto... A saber que hacían- O... Entra uno de los dos, empieza una bronca por lo que sea que esten haciendo" y el otro intenta robar el oso en medio del lío-dijo sin estar tampoco muy convencido- Venga Alma, aporta algo, que es tu casa y tu la conoces mejor- dije Gus entornando los ojos y un poco frustrado porque Alma estaba el doble de resignada que él y no aportaba gran cosa.- ¿Qué piensas?- dijo por si le gustaba alguna de las ideas o por si tenía otras.