Posada (Gus, Alma, Arlette, Ben...)

Recuerdo del primer mensaje :

Al cabo de uno cuarenta minutos Gus localizó la posada en la que había quedado con Alma. Miró a Arlette inconsciente en el asiento trasero y suspiró. Eso no iba a pasar desapercibido si la metía dentro... Aún así no había elección, no podía dejarla allí.
La sacó del coche en brazos y ni bien entró en la posada pidió una habitación. El hombre de recepción le miró totalmente confuso pero tampoco le dio tiempo a decir gran cosa que ya estaba usando sus poderes con él para que se hiciese preguntas. Subió después a la habitación y dejó allí a Arlette en la cama antes de cerrar la puerta rezando para que no se despertara y dirigirse hacía el restaurante de la posada- Estoy esperando a alguien-le avisó enseguida al camarero cuando le llevó hasta una mesa libre. Esperaba que Alma llegara pronto porque estaba de los nervios.

Dijo que yo sabría porque era mi casa, pero la verdad es que no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo. Me perdí un buen rato en mis pensamientos y acabó de decir que iba a ser imposible un instante antes de que lo dijera yo misma. No podíamos controlar a alguien e intentar mandar a un tercero, era obvio que Ben no lo dejaría entrar... tampoco podíamos colarnos en la casa sin que advirtieran que estábamos allí.
Gus siguió pensando y propuso montar guardia, pero a saber lo que tardaban en salir y tampoco me hacía gracia quedarme allí como una tonta mientras ellos hacían vaya a saber qué cosa. Al final volvió a proponer eso de "dividirnos las tareas" y era arriesgado, pero al menos era algo. -Es que estoy pensando lo mismo que tú.- dije un poco "excusándome" por mi falta de ideas. -No podemos controlar a alguien porque van a pillarnos, tenemos que hacerlo nosotros... Quizá eso de dividir tareas pueda servir, pero es arriesgado, con suerte le parten el cuello solamente a uno de los dos y el otro puede contar el cuento.- dije un poco en broma al final pero era casi que el mejor final. -Saben que estamos juntos en esto... y en vaya a saber qué cosas más. Si va uno de los dos, pensarán que el otro anda cerca... Igual creo que es mejor que vayas tú, será más creíble que sea yo la que se ha largado...- dije encogiéndome de hombros con un poco de resignación.

- Mientras solo sea el cuello...-siguió Gus un poco la broma, pero bueno que de eso se podían recuperar. Siguió hablando y suspiró un poco, no es que le encantara la idea de ser él quien tuviese que entrar pero en parte lo veía lógico- ¿Por qué sería más creíble? Es tu casa, vives ahí-dijo aún así porque no sabía muy bien a que iba con eso- Pero en fin, da igual, como quieras, entro yo y después... Pues no sé, ya verás como te deshaces del oso-dijo porque tampoco tenía muy en claro cuanto aguantaría él en la casa, ni lo que pasaría, etc...

Sonreí cuando dijo eso al principio, estaba claro que ninguno de los dos tenía ganas de meterse allí. -Porque no creo que Arlette piense que vas a dejarla realmente... se esperará que te aparezcas conmigo pero será más fácil para tí explicar que me largué... A Ben no le llamará tanto la atención considerando lo perseguido que está.- dije porque era la impresión que me daba. -Si yo aparezco antes que tú será dificil explicar dónde te dejé... No sé, además eres más fuerte, a mi me partirán el cuello antes.- dije al final un poco riéndome pero es que en el fondo era cierto y también era cierto que no tenía ganas de meterme allí por la puerta principal... a saber el espectáculo que veía, no confiaba en mis propios instintos y la locura que podía agarrarme si los llegaba a ver juntos.

-Vale-dijo Gus como se aceptara toda su explicación. Un poco no lo dejaba de ver como que se quería quitar el muerto de encima y le hacía ir a él primero para ver que se encontraba pero no le dio más vueltas, uno de los dos tenía que hacerlo y para que mentir... Él ya estaba más acostumbrado a estas cosas y les conocía desde hacía muchos más siglos. En parte sentía que era su responsabilidad romper el hielo y ver con que se encontraba.
Suspiró un segundo intentando mentalizarse y coger fuerzas y ya abrió la puerta del coche- Allá voy, estate atenta y no tardes- dijo para que perdiera detalle de lo que pasaba en la casa y pudiese ver cual era el mejor momento para ir por el oso. Ya se puso en pie y se dirigió hacía la casa.


Arlette había llegado a casa hacía un buen rato despotricando sobre Alma y Gus y contándome mil veces con todo lujo de detalles como se los había encontrado en un restaurante bien acaramelados, cogiditos de la mano y todo eso… Bah.. Me daban nauseas solo de imaginármelo. Sentía tanto odio que no podía ni expresarlo. Si es que lo sabía… Lo había sabido desde hacía tiempo y Alma solo sabía decirme que estaba paranoico… ¡Será zorra!

Abrí una botella de whisky y nos sentamos en el sofá a seguir despotricando. La madre que les parió. ¿Cómo nos podían haber hecho algo así? Ya sabíamos que se habían quedado con ganas de más tras todo lo de Brasil pero aún así…-Serán cabrones- dijo Arlette por milésima vez a la vez que le daba también por milésima vez un trago a la botella. Ya casi nos habíamos fundido la segunda botella y para que mentir, el alcohol se empezaba a notar... –Pero mira da igual, en parte es algo bueno para nosotros, y ¿sabes por qué?- dijo de pronto en un tono coqueto que llamó mi atención. En un rápido movimiento se sentó sobre mi con las piernas abiertas a los lados, quedando de cara a mi- Porque ahora tu estas soltero, y yo estoy soltera…-dijo dándo por hecho que el engaño había acabado con ambas relaciones-Y hacía mucho que no coincidíamos- susurró sonriendo levemente mientras tomaba mi mano y la llevaba hacía uno de sus pechos. Joder… Joder! No iba a negar que no se me había pasado por la cabeza…- ¿Me sigues?-murmuró enarcando una ceja para ver si iba siguiendo el hilo de su ·”razonamiento”- Si joder, claro que te sigo-susurré tomándola del cuello en un arrebato y acortando la distancia con ella hasta besarla.
Nos besamos y de pronto no había nada más que eso,  solo sus labios y los míos llenos de pasión, de odio, de venganza… Incluso de lujuria. Estaba siendo una noche horrorosa y mi mente no podía dejar de odiar a Alma a cada segundo que pasaba, pero el sexo (y la sangre) siempre ayudaba a superar todo, ¿no?.
Nos besamos una y otra vez, nos deshicimos de nuestras camisetas, nos tumbamos en el sofá… La quité los vaqueros y ella estaba empezando a hacer lo propio con los míos cuando llamaron a la puerta.

Mierda…

-No abras- me dijo Arlette enseguida entre algún que otro beso- ¿Es Gus verdad?- dije imaginando que podía sentirlo o algo así y por eso había contestado tan enseguida. No dijo nada y yo ya quería matarlo de verdad, primero por joderme con mi esposa y ahora por joderme el polvo... Me puse en pie y fui hacía la puerta.

[off: Me quedo un suuuper post!  y eso que me corté pero pensaba seguir  jajajaj ]

Finalmente Gus accedió a ser el primero en ir pero aunque no me lo dijo imaginé que lo hacía más por darme no seguir pasándonos la pelota que por que realmente pensara que era lo mejor. Tampoco lo detuve, la verdad es que no tenía la menor gana de volver a pisar mi casa arriesgándome a encontrar a Arlette en los brazos de Ben, no respondía de mí y no tenía intenciones de forzar esa situación que acabaría mal sí o sí.

Gus salió del coche diciendo que no tardara. -Lo haré en un segundo.- le dije confiada aunque no lo estaba. La verdad es que tenía una vaga noción de dónde había quedado el condenado oso, pero ahora mismo no estaba segura de si permanecía o no allí. Pensaba colarme por la ventana, en el momento en el que le abrieran la puerta a Gus para evitar que les llamara la atención cualquier ruido que pudiera hacer... Salí enseguida del coche y mientras Gus fue directo a la puerta yo rodié la casa a toda velocidad... Subí al árbol que daba a nuestra ventana sin ser vista y desde allí escuché toda la conversación entre Ben y Arlette, estaban en la sala. Ni siquiera habían llegado a la habitación y me dió un ataque de solamente oír el tono coqueto con el que Arlette le hablaba. Ella sí que era una puta, lo sabía... siempre lo había sabido, si es que en Río no había desperdiciado ni una oportunidad para acercarse a Ben, queriendo jugar con él de nuevo, ser el maldito centro... No sabía si la odiaba más a ella o a Ben, o simplemente quería asesinarlos sin mayores vueltas. Cada beso que escuchaba era una puñalada y de verdad que estaba por dejar de lado el control y echar a perder el plan colándome y quebrándoles el cuello sin más.

Intenté concentrarme y cuando sentí que Gus llamaba a la puerta y que Ben finalmente se levantaba saliendo de vaya a saber qué situación abrí la ventana, siempre la dejábamos sin traba porque solía salir por allí de incógnito para ir a cazar y colarme otra vez aprovechando que el árbol tapaba lo suficiente. Me metí por la ventana y con el mayor de los cuidados comencé a buscar el oso evitando moverme más de la cuenta. Lo encontré en la mesita de luz, evidentemente Ben no había perdido tiempo y apenas largarme ya estaba otra vez pensando en Pauline... y ahora se hacía el ofendido, no tenía cara. Cogí el oso, pero me quedé allí al lado de la ventana. Cogí algo más de ropa porque no tenía en claro cuanto estaría fuera... y finalmente también caí en la tentación de buscar mi móvil. Tenía que estar allí, a la vista. Apenas la cosa se pusiera dificil, me largaba sin rechistar...

[off: pues estamos inspirados al parecer! Y sí, pensé que harías que Ben y Arlette fueran más lejos, me gusta tu prudencia jajajaja ]

Abrí la puerta y efectivamente era Gus. Mi puño voló tan rápido hacía su mandibula que no tuvo tiempo ni de esquivarlo por lo que se llevó un buen golpe. –Joder Ben!- se quejó escupiendo un poco de sangre hacía un lado antes mirarme. No le pasó inadvertido como yo iba solo con los vaqueros puesto y tenía el pelo totalmente despeinado… Tuvo que hacer un verdadero esfuerzo por no devolverme el golpe. Si es que Gus se lo había visto venir desde el bar…
-Mira déjame hablar con Arlette, con los dos, no es nada de lo que pensáis…- comenzó diciendo antes de ser interrumpido por Arlette, quien se presentó a mi lado solamente en ropa interior y a él casi le da algo. Shhh, venga Gus tranquilo, sigue con el plan- Largate de aquí, ya no quiero saber nada de ti, ¡cabrón!.

-Vete con Alma, seguro que te esta esperando en esa preciosa posada y…

Y Gus suspiró porque íbamos echándole una cosa tras en cara y no le estábamos dejando decir nada que le interrumpíamos todo el rato. Y es que prácticamente no le estábamos escuchando nada de nada tan llenos de odio como estábamos hasta que él decidió cambiar de táctica y dijo: Vale, tal vez he planteado mal todo el asunto… lo de Alma ha sido un error, yo os quiero a vosotros- y nos callamos ambos en el acto. –Entremos, hablemos y hagamos juntos lo que sea que estabais haciendo- dijo como quien habla del tiempo.
¿PERO QUÉ COJONES ESTABA DICIENDO? ¿Se había vuelto completamente loco? ¿Me estaba vacilando?–Estas loco…-sentencié mientras me daba la vuelta y caminaba hasta el salón. No podía creer lo que acababa de soltar… Por su parte Arlette se había quedado en la puerta totalmente estupefacta, cosa que aprovechó Gus y tras darla un ligero empujoncito entró en la casa cerrando la puerta tras él. Buuuuueno, pues ya estaba dentro. Al menos conseguía que no se quedaran solos para seguir haciendo" vete a saber que cosa" y así al menos les seguía manteniendo distraidos mientras Alma seguía con lo del oso... Ahora mismo no sabía si estaba ya dentro de la casa o no, pero esperaba que todo fuese bien.

[off: Si es que en el fondo soy un cacho de pan ]

Escuche como Gus cambiaba la estrategia y sonreí a pesar de los nervios que tenía.... porque la había cambiado, cierto? Por un instante me dió miedo pensar que quizá lo que había dicho era cierto y prefería quedarse con ellos, aunque tuviera que pagar el precio de meter a Ben otra vez en medio de su matrimonio, y dejarme a mi sola, no sería raro despues de todo la única razon por la que estaba conmigo era porque yo era la esposa de Ben y, a juzgar por como se estaban dando las cosas, ya ni sabía si realmennte lo era. Quite de mi mente ese pensamiento, tenía que confiar en Gus, no estaba sola, no iba a dejarme sola, lo había prometido.

Ben y Arlette cedieron... o eso pareció, por lo pronto estaban tan sorprendidos que no se opusieron a que Gus entrara en la casa haciendo el ruido que yo necesitaba para moverme más deprisa y encontrar mi móvil. Lo cogi y volvi a la ventana luchando con la tentacion de quedarme escuchando lo que pasaba. Joder... lo que me faltaba era que acabaran juntos... "Basta Alma, ten confianza por una condenada vez".

Miré a Gus mientras entraba seguido por Arlette. Joder como le odiaba... Era la segunda vez que me "quitaba" a una mujer que me importaba y parecía hasta una jodida broma del destino... Incluso yo podía ver que era un chico guapo: rubio, alto y musculoso. Estaba claro que eso llamaría la atención de las chicas, pero de ahí a que me jodieran de esa manera había un trecho. Mi esposa y mi mejor amigo... Parecía típico de las películas. La madre que les parió.
-Gus quiero que te vayas, no sabes lo que dices, y... Aunque fuera verdad lo que dices, eso no cambia nada- dijo porque a ella el engaño no se le iba a pasar taaan fáci.- En realidad cambia todo-dijo Gus intentando sonar convencido. Joder, ni quería imaginar en que lío se podía meter si les gustaba la idea.

Yo por mi parte le miré y miré... y es que había algo que no encajaba. Gus siempre había odiado eso, le había gustado tan poco esa relación de tres como a mi. Incluso puede que le gustara menos...-Mientes-susurré mientras mi mente iba a mil por horas. Había algo mal en todo eso. Parecía como... si nos estuviera dando largas. Nos quedamos todos cayados por un segundo y en ese preciso segundo se escuchó con claridad como sonaba la ventana de mi habitación. Joder... Salí corriendo a velocidad vampirica y alcancé a Alma por el brazo justo cuando estaba saliendo por la ventana. Había entrado a escondidas! Sería cabrona! Y... ¿ese era mi oso?.-¿Dónde te crees que vas?- solté de malas maneras mientras tiraba de su brazo obligandola a no salir del todo por esa ventana.

Hubo un silencio que debí usar para largarme pero no lo hice y el costo fue ser pillada por Ben, que no era tan fácil de convencer... -Joder, suéltame...- le ordené de malas maneras mientras alcanzaba a largar el oso por la ventana alejándolo cuanto podía. -Vete a buscarlo y quítame las manos de encima... Voy a donde me place, esta es mi casa aunque intentes convertirla en un burdel y traigas aqui a tus zorras... Joder Ben, te odio... Qué poco te costo buscarla a ella... No te mereces que me preocupe por tí.- dije de pésimo modo haciendo fuerzas para que me soltara.

Me empezó a soltar cosas de mala manera y yo ahora mismo la odiaba tanto que no pude quedarme callado e ignorarla- Tienes razón, de hecho la primera zorra que traje aquí fuiste tu- solté también de malas maneras por todo lo que me había hecho antes de soltar su brazo. Ella había estado haciendo fuerza para soltarse y yo la había soltado de golpe por lo que se precipitó al vacío.-¡Ben!- escuché que gritaba Gus a mis espaldas. Al parecer me había seguido hasta la habitación aunque ni cuenta me había dado. Ambos nos asomamos a la ventana para ver como Alma ya estaba en el suelo. Era vampira así que le había dado tiempo a amortiguar el golpe; a mi sinceramente me hubiese hecho más gracia que se estampara contra el suelo... -Largate de aquí si no quieres terminar de ver como me tiro a tu esposa, mentiroso-le empujé a Gus de malas maneras mientras pasaba por su lado. Ahora si que se iban a enterar. Se habían atrevido a manipularnos para robarnos, esto ya era el colmo.
Baje las escaleras a toda velocidad y me puse la camiseta en un segundo- Espérame, voy a recuperar algo, ahora seguimos- le dije a Arlette casi que como promesa y sabiendo que los otros nos escucharían... La besé cogiéndola un segundo del cuello y salí por la puerta para intentar coger ese condenado oso que andaba por el jardín antes de que lo tomara Alma.

Ben me había cogido del brazo con fuerza así que enseguida que me solté salí por los aires. Por suerte amortigué con el árbol así que sólo fueron algunos razguños y lo que más lamenté fue mi ropa, pero bueno... finalmente no había sido una mala manera de salir de esa casa, podría haber sido peor. Incluso había conseguid rescatar mi móvil.
Me puse de pie y comencé a buscar el oso para librarme de él lo antes posible, y evitar que lo cogiera Ben o cualquier otro. Lo busqué a velocidad vampírica y apenas dí con él me fui también a velocidad vampírica hasta el coche, me metí dentro y trabe las puertas... pensaba largarme bien lejos para prenderlo fuego, no quería más interrupciones, ahora mismo lo único que me importaba era ese estúpido oso y el odio que me generaba. Ni siquiera me detuve a pensar en Ben o Arlette, ya vería qué hacer con ellos... en cuanto a Gus, iría a buscarlo apenas hubiera acabado con el oso.

Apenas salir de la casa vi como Alma se metía al coche con el condenado oso y se ponía en marcha. Dios como la odiaba... Ni intenté seguirla porque sería inútil. Puede que fuera la última vez que la veía y en parte sentía mucho alivio pero también sentía una presión en el pecho que ni entendía. ¿Podía ser tan imbécil después de todo lo que me había hecho? Al parecer si. Maldije en francés y me volví a meter a la casa. Iba a echar de menos a ese oso...

Me fui a bastante velocidad y agradecí haber cogido el móvil. Cuando estuve lo suficientemente alejada de nuestro barrio y a punto ya de entrar en la carretera, me detuve. Cogí el móvil y le mandé un mensaje a Gus. "Tengo el oso, ¿estás bien? Te espero, todo saldrá bien", le puse la dirección en la que estaba y efectivamente esperé con el oso en las manos.
Iba a prenderlo fuego pero de pronto sentía miedo de que al destruirlo así sin más el hechizo (si existía) quedara permanente.... en fin, que prefería hacerlo junto a Gus. Bueno, eso y también estaba preocupada por él, porque ahora mismo Ben y Arlette se la tomarían con él y no me gustaba pensar eso, me sentía responsable.

Gus leyó el mensaje de Alma pero una parte de él se negaba a abandonar la casa. Joder, es que les conocía, no quería irse y estar pensando todo el rato en lo que podrían estar haciendo. -¿Te vas a ir algún día?- soltó Arlette en plan borde mientras se sentaba en el sofá cansada ya de todo. -Hemos acabado, te lo he dicho mil veces, no sé que haces aquí...-yo por mi parte me senté también a su lado en el sofá. A ver si se largaba y nos dejaba en paz... Es que cada vez que le veía me acordaba de la traición que nos habían hecho y me hervía la sangre.-Es que no entendéis nada, solo ha sido un malentendido-murmuró sin demasiadas esperanzas mientras Arlette y yo suspirábamos cansados casi al mismo tiempo. Joder, de verdad que cuando les daba la gana si que parecían familia... Suspiró el también mientras contestaba a Alma: "Deshazte del oso, nos vemos después". puso por hacer tiempo.

Recibí el mensaje de Gus y suspiré. Odiaba tener que hacerme cargo sola de esto, pero al fin y al cabo mejor no perder tiempo. Salí del coche y busqué un lugar con algo de reparo antes de sacar mi mechero y encenderlo de una vez. Con suerte acabáramos de andar tan locos todos y pudiéramos hablar como gente civilizada. Aunque realmente ya me daba un poco todo igual. Nunca había sentido a Ben tan mal conmigo y no me hacía nada de gracia saber que de verdad que estaba listo para acostarse con Arlette como si tal cosa.
El oso fue extinguiéndose y al final sólo quedaron algunos pedazos de plástico, era bastante macabro de ver, pero me sentí bastante más tranquila apenas empezó a hacerse cenizas... al menos ya no sentía tanto odio hacia ese el oso, mis problemas eran otros, era el odio que sentía ahora mismo por Ben y por toda su condenada familia.
De hecho, más lo pensaba más me parecía que este era un momento único para largarme sin más... Gus me buscaría, quizá, pero sólo un tiempo... los demás ni siquiera iban a extrañarme, elaboraría mi venganza con frialdad, con tiempo, sin andarme con presiones. Moví mi cabeza intentando quitarme esas ideas, le daría a Gus una hora de tiempo, ni un minuto menos, ni un minuto más... luego me largaría de Fell's.

Le fuimos increpando para que se largara y ya Gus no podía más.- Estaís mal, muy mal... Arlette hace un rato me has apuñalado y joder Ben acabas de tirar a tu esposa por la ventana!- dijo en un intento de hacernos entrar en razón- Y ella se ha tirado a mi mejor amigo, no sé que es peor la verdad- dije sin hacerme cargo de su intento de hacerme sentir culpable. Que la dieran, en realidad se merecía eso y mucho más. -¡Que no estamos liados!- dijo exasperado mientras nos miraba. Era de locos intentar razonar con nosotros se empezaba a dar cuenta... -Lleva unos días muy raro, ¿sabes? todo el rato con secretos y mirando a las chicas...-me dijo Arlette en plan confidencial.- ¿Qué me vas a contar? Alma estaba igual-dije hablando con ella como si realmente Gus ni estuviese- Decía que se iba al trabajo y mil cosas más, después simplemente recibe una llamada al móvil y se larga, así sin más, sin explicaciones ni nada, y...-y me callé porque de pronto... De pronto parecían bobadas. Es decir, eran cosas que podían molestar un poco (sobre todo lo último) pero no para estar loco de celos como me había pasado los días enteros- Mmm... ¿Qué estaba diciendo?- dije un poco desubicado. Y Gus suspiró un poco aliviado. ¿Sería que los efectos del oso se habían ido?. -Tenemos que hablar, los cuatro, ¿vale?- no hubo respuesta por nuestra parte pero aún así el siguió- Voy a buscar a Alma, hablaremos los cuatro y aclararemos todo- dijo mientras cogía el bolso de Arlette y buscaba sus llaves del coche para ir a su encuentro. Estaba en la puerta cuando se paró en seco- Sed buenos.... No hagaís nada de lo que os vayaís a arrepentir después- dijo en plan padre antes de salir por la puerta.

Salió, se montó en el coche y tras poner en el GPS la dirección le había dado Alma fue a toda velocidad en el coche hacía allí. No la iba a dejar colgada a estas alturas y realmente quería ver si a ella también se le habían pasado todos los efectos del oso... Llegó al cabo de un rato y suspiró de alivio al verla- Lo quemaste, ¿cierto?- dijo sin saludos y sin nada mientras bajaba del coche.

Esperé exactamente lo que me había decidido a esperar y (por suerte) antes de que me largara llegó Gus. Estaba sentada en el suelo, al lado del oso desfigurado. -Sí, lo quemé.- dije respondiendo enseguida pero sin acabar de comentarle todo lo demás que pasaba por mi mente. -Pero no quiero volver allí, no me interesan... ni Arlette, ni Ben...- dije sin entrar en detalles. -Siempre ha sido así, sábes...- dije ya poniéndome de pié y acomodándome un poco mientras me acercaba a él. -Siempre corriendo detrás de Ben, siempre buscándolo... intentando que razonara, que entendiera.- dije sin cortarme. -Hoy es por Arlette, o por Pauline... Mañana será otra, sólo... Ahora mismo me siento liberada, me ha estado utilizando todo este tiempo. Me convertí por él, me casé con él cuando no quería hacerlo. Dejé que me consumiera el miedo cuando murió y ahora, tras todo lo que pasamos, apenas un instante y ya está queriéndose tirar a Arlette... Joder ¡Me arrojó por la ventana!.- dije mirando a Gus. -Si la magia del estúpido oso se ha acabado, mejor! Pero también yo he acabado ya con todo este circo.- murmuré sin dejar de mirarlo a los ojos. NO pensaba pedirle permiso, pero esperaba que entendiese... ahora mismo era la única opinión que me importaba.

Oh, oh… Esto no era para nada lo que él se había esperado. ¿No se la habían pasado los efectos? ¿o había algo más? Tal vez era simplemente la verdadera Alma la que estaba hablando, realmente no la conocía lo suficiente como para saberlo- Yo estuve el día de tu boda y no me pareció que fueras precisamente obligada hasta el altar-dijo cruzándose de brazos un poco a la defensiva e intentando entenderla de verdad. Ya cuando dijo lo de la ventana… No supo ni que decirla, era normal estar enfadada pero a él también le habían golpeado- En realidad te caíste, no te empujó en ningún momento…-dijo intentando apaciguar los ánimos. Suspiró porque en realidad con él no tenía nada que ver y se sentía en el medio. Y sobre todo se sentía pésimo, todo eso había empezado por un condenado hechizo que no tenía que ver con ninguno… - Mira Alma, entiendo que estes molesta, yo también estoy en tu punto, he pasado miles de cosas con Arlette y no me agrada que a la primera de cambio quiera tirarse a otro pero en serio, ponte en su lugar, ¿qué hubieses hecho tu si te hubiese engañado? –dijo porque más allá de todo acabar en la cama con otro por despecho no era taaan raro y él podía llegar a entenderlo-Y si a pesar de todo ya estas cansada y quieres dejarlo… No es a mi a quien se lo tienes que decir-dijo casi como si se lo recordara-Estas casada con Ben, no es solo un polvo de una noche y ya, se necesitarán abogados y en fin… Que lo más fácil es que la otra persona este enterada, y ya de paso se merecería la explicación por tu parte y no por un tercero- dijo porque él no se quería ver en el medio de ese asunto. Si quería dejar a Ben que fuera y se lo dijese a la cara, él ya había acabado con estos líos y realmente no quería verse más en medio de ellos como mínimo hasta el siglo que viene.

Gus dijo todo eso y sabía que tenía razón. -No pretendo meterte en el medio te lo estoy diciendo porque te has tomado la molestia de venirte hasta acá...- le aclaré ya con intenciones de volver al coche. -Si me empujó o simplemente quizo deshacerse de mí, da igual... Pero no te equivoques, yo en su lugar no hubiera ido a tirarme a cualquiera sin antes hablar con él como mínimo... Pero Ben no quiso hablar conmigo sólo le bastó que llegara Arlette... ¿Sábes porqué no cogí el móvil enseguida cuando me llamaste antes? Porque acababa de estar con Ben y me pidió que no lo cogiera por no romper el momento... Así de pronto se le va el amor. Y no te preocupes por nuestro matrimonio, es cierto que está soltero como ha dicho Arlette, técnicamente ni estamos casados o no recuerdas que se ha muerto?.- dije indignada volviendo al coche ya de una vez, realmente no entendía porque mi reacción estaba siendo tan negativa cuando se suponía que el oso había terminado por romper el hechizo, porque eso era lo que había ocurrido ¿no es cierto?. -Se les fue la locura o siguen intentando vengarse de nosotros por nada?.- dije volviéndome hacia Gus. Es que no tenía en claro porqué había tardado antes en venir, y si al final había venido a buscarme ahora porque ellos estaban "recuperados" o qué.

Gus no supo que decir, primero de todo porque más allá de todo podía entender que Alma estuviese cabreada por todas esas cosas que decía y podía llegar a entender que su paciencia tuviera un limite... Pero al mismo tiempo le parecía que algo iba mal. Había salvado a su esposo de la muerte y ahora se iba por un simple hechizo? No contestó a nada de lo que dijo mientras seguía con los brazos cruzados sin llegar a entenderla y viendo que al final se largaba y le dejaba con todo el marrón-Joder Alma no me puedo creer que me estes haciendo esto, no he hecho más que apoyarte y ahora me estas dejando totalmente colgado- se quejó Gus ni bien la vio irse hasta el coche. ¡No quería estar en medio de todo ese lio! Es que se imaginaba diciéndole a Ben que Alma se había largado y le daba algo. Ya veía que se ganaba otro puñetazo. -¿Acaso te importa?- le contestó Gus cortante a lo último porque según lo pasota que estaba parecía que diera igual lo que dijera, se iba a largar igual.

De pronto Gus dijo todo eso poniéndose un poco en situación de víctima o no sabía, pero igualmente hizo que me sintiera un poco mal por "dejarlo colgado". Dijo lo demás y me detuve, sin subir al coche. -Si me importa, pero no sé... Siento que si veo a Ben ahora saldrá lo peor de mí.- dije sin acabar de entender porqué sentía todo eso. -No quiero dejarte colgado, vale? Pero no sé cómo procesar todo esto que ha pasado, estoy confudida, cansada... No es que quiera dejarlo o no dejarlo, sólo estoy agobiada y si el hechizo estaba en el condenado oso y se ha ido... entonces no sé a qué echarle la culpa, pero no me he recuperado del todo, no puedo hacer borrón y cuenta nueva. dije suspirando agobiada. La destrucción del oso no había acabado con nuestros problemas, tenía todavía una noche inconsciente que no sabía explicar... estaba Ben apareciendo en el bar y luego largándose sin el menor interés, esperándome a la mañana siguiente como si nada... Y luego otra vez esos sueños horribles con Pauline recitando tonterías en latín o lo que fuera. -Dime... ¿Qué ha pasado con ellos? No quiero meterte en el medio, ni dejarte colgado... Gus, creeme, no sé cómo comportarme contigo, temo darme la vuelta y estar otra vez sola. A la vez, lo cierto es que eres el único que me merece confianza y no quiero joderte...- murmuré mirándolo a los ojos. -Sólo sé que lo que sea que estaba ocurriéndome, no ha acabado.- solté convenciéndome de ello. Era la única explicación.

Gus suspiró aliviado al ver que había conseguido que se quedara al menos por unos minutos más, y la miró más interesado cuando fue diciendo todo lo demás- Bueno al menos empiezas a hablar claro- dijo porque empezaba a reconocer que algo la pasaba -No sé que te pasa, tal vez haya algo más, lo del oso simplemente era el plan A, y era una idea, ni si quiera estábamos seguros de que fuera eso- la recordó mientras acortaba un poco la distancia y cogía sus manos para que se tranquilizara- Pero sea lo que sea te lo he dicho antes, es mejor contar con otros, todo es más fácil- murmuró mirandola- Quedáte con nosotros, averiguaremos lo que te pasa y lo solucionaremos, ¿vale?- dijo intentando convencerla mientras apretaba sus manos, si de algo estaba seguro es que siempre era más fácil cuando se hacían las cosas "unidos" que por separado.- Y Arlette y Ben... No ha pasado nada con ellos, cuando me he ido estaban algo desorientados pero estaban bien, creo que lo del oso funcionó con ellos- dijo contestando ya a su pregunta mientras recordaba como les había dejado en casa, al menos habían parecido más tranquilos.

Gus se acercó a mi y me cogió de las manos diciendo todo eso. Lo miré un poco intentando confiar en él, de hecho confiaba en él... contra todo pronóstico conseguía decir las palabras que necesitaba escuchar: que estuviera tranquila, que era mejor contar con otros, que todo se solucionaría. -Vale. Mejor si no ha pasado nada.- reconocí pensando en Ben y Arlette, aunque al principio había soltado que me daba igual y que me consideraba "soltera", no creía realmente eso... o al menos no con la seguridad con la que se lo había largado a Gus. -No sé si me apetece tener que darles explicaciones... pero me quedaré contigo hasta que resolvamos esto y tenga un poco más de claridad.- le prometí. No me apetecía aguantarme a Arlette poniendo cara de ofendida y todavía mucho menos a Ben...

-Vale- dijo aceptando que al menos se quedara al menos hasta saber bien que la ocurría. Él creía que sería mejor si estaban todos juntos pero tampoco podía obligarla si no quería verles... ¿no?- Mmm... ¿Cuál es el siguiente paso? Realmente no sé que te puede pasar, pero supongo que sigue siendo algo de magia, tal vez la idea de ir a un bar de vampiros y buscar una bruja no sea tan mal idea- dijo ciñéndose a todo lo que habían hablado antes, el plan A había sido el oso, en teoría este el B.

Gus habló y pensé lo que dijo, finalmente tenía razón en eso de que ir en busca de una bruja había sido la idea inicial. -Vale, podemos probar... pero... ¿crees que es seguro dejar a Ben y a Arlette solos?.- dije porque no estaba segura de cómo estarían ahora tras la destrucción del oso y sabía que Gus continuaba preocupado por eso. Suspiré, no sabía qué era mejor... -Venga, vamos, cuanto antes las cosas se aclaren mejor... dije ya haciéndole señas de que se subiera a mi coche. -Estaremos más tranquilos si antes hablamos con ellos, no?.- dije porque realmente ahora no tenía en claro a qué atenernos. -Veamos qué pasa, ya está... No voy a escaparme en la mitad del asunto y dejarte colgado, lo prometo.- murmuré ya mirándolo otra vez a los ojos con una pequeña sonrisa.