+18 Con Alma por casa

Recuerdo del primer mensaje :

Miré mi habitación desde la puerta por un momento y suspiré, Alma no estaba en casa pero estaba dispuesto a matarla de todas formas cuando llegara, había dejado sus cosas por allí pero ni se había dignado en colocarlas así que había todo tipo de cosas por el suelo y la cama... Yo no era precisamente ordenado pero esto ya era pasarse. Tuve que entrar intentando no pisar nada para ir hacía una de las estanterías a coger una de las cosas que necesitaba.

Lo miré cuando me dijo eso y ya no pude evitar reir porque era bastante surreal todo... -Joder Ben, no sé... me lo dices como si fuera a llamarlo para tirármelo o algo...- le dije mirándolo con una sonrisa pero más de los nervios de la situación que de otra cosa. -No es tampoco como si lo viera todo el tiempo...- dije después porque a la mente me venía Miriam y sabía que él y ella seguían viéndose... -Pero si lo hiciera te lo diría, te aseguro que no voy a encapricharme con Erik, es sólo un tío que me ha ayudado a pasar el rato cuando lo dejamos, y nos hemos vuelto a ver... nada más.- le dije porque podía ser que me resultara dificil resistirme pero no era más que sexo, con Ben las cosas estaban desde hacía mucho a otro nivel.

- Ya...-dije también sonriendo ligeramente pero más fingiendo que otra cosa. No había dicho en ningún momento que no lo fuera a hacer y casi diciéndome que "me lo diría si lo hiciera". En parte suponía que era bueno que lo dijera porque así no podría sentirme después como un cornudo o algo así, aunque eso no quitaba que estuviera algo picado...-

-Ya, si te entiendo, sabes... El otro día me paso algo así con Miriam, y no es como si fuera a llamarla ahora mismo o algo así...-dije repitiendo sus palabras y con algo de ironía- Pero bueno que si surge y eso puede que me la tiré... Pero tranquila, que si lo hiciera te lo diría...-dije únicamente con una pequeña sonrisa ladeada antes de apartarme de la ventana para coger la carpeta de la mesa con la intención de guardarla.

Me quedé helada cuando dijo todo eso de Miriam porque no se comparaban las situaciones ni un poco, y además su tono irónico era una tontería. -Joder Ben, no seas tonto.- le dije primero que nada. -Miriam?? Me estás hablando en serio?? Ya sábes que te quiere, no ha parado de buscarte, compartes mil cosas con ella... acabarás enamorándote como un gilipollas y yo tendré que asesinarla... pero de verdad.- le dije con mucha bronca porque yo tenía muy claro que no tenía ni un sentimiento por Erik, pero también sabía que él sólo quería sexo conmigo... en cambio Miriam?? era evidente que no pensaba parar hasta separarnos a Ben y a mí... tenía sobradas muestras de lo que era capáz de hacer... -No puedo creerlo... de verdad, justo ella?.- le dije mirándolo porque ya me imaginaba la escena en la que ella conseguía lo que quería y me daban ganas de estrangularla. Fui y me senté en el sofá queriendo tranquilizarme pero no podía.

Estaba picado, más picado de lo que había pensado en un primer momento, aunque seguramente a estas alturas sus palabras también hubieran tenido algo que ver y no era precisamente bueno porque tampoco era mucho de callarme...- Tal vez no fuera tan malo que acabara enamorado de ella como un gilipollas- dije guardando la carpeta casi sin mirarla en uno de lo cajones y ya me giré un poco de nuevo hacía el sofá- Estoy seguro de que no intentaría acostarse con el primero que pasa, ni la importaría tanto pasarse la jodida eternidad conmigo...-dije casi como si buscara cosas que la dolieran para que se sintiera tan molesta como yo.

Me dolió eso que dijo de verdad que me dolió porque una cosa era que jugara con eso de tirársela y otra muy diferente que pusiera en duda sus sentimientos y los míos, nunca había dudado de eso.
Me quedé sentada en el sofá en silencio durante un segundo, la cabeza se me partía de sólo imaginármelo realmente con Miriam... pero tenía razón, quizá su amor era más grande que el mío, quizá ella sí fuera capáz de convertirse en lo que él quisiera... yo no podía, y no me parecía justo que me midiera.
-No intenté acostarme con el primero que se me cruzó...- le dije simplemente mirándolo. -Y no sé qué más quieres que haga... tú mismo me acabas de reconocer que también te has pasado con Miriam.- le dije. -No sé Ben... puedo ser egoísta, pero nunca jugué con tus sentimientos ni con los míos, nunca los puse en duda...- le dije simplemente con los ojos llenos de lágrimas y ya no lo miré más porque tenía demasiada bronca por todo eso que me había dicho y no sabía ni cómo expresarme.

La escuché viendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, y sabía que había dado en el clavo y que la había dolido, pero al contrarío de lo que había esperado no me sentía precisamente genial...
Suspiré levemente sentándome en el brazo del sofá más alejado a ella sin decir nada, estando realmente en silencio por primera vez desde que habíamos entrado al salón. Sabía que tenía razón, que no sé había intentado acostar con el primero que pasaba y que yo mismo también me había pasado mucho con Miriam, pero sinceramente me sentía tan mal por todo que no podía ya a estas alturas ni darla la razón ni nada, el orgullo y los celos seguían controlandome demasiado la verdad....

Se sentó en el sofá pero sin estar enteramente a mi lado y se quedó en silencio. Sabía que no estaba bien pero tampoco podía ayudarlo... Alcé la mirada y lo miré. -Ven aquí.- murmuré suavemente para que se me acercara, era una estupidéz que discutiéramos por otros... y sabía que estaba picado como yo, pero teníamos que aprender a superar estas cosas, más aún si realmente pensaba en la posibilidad de pasarme con él la eternidad.

La escuché pero no me moví de inmediato, no podía odiarla más en este momento... Me quedé así por unos instantes y al final me acerqué a ella sentándome a su lado y tras mirarla a los ojos me abalancé sobre sus labios, besándola con intensidad e incluso con algo de agresividad mientras la estrechaba completamente contra mi para profundizar el beso.

Tardó en acercarse y ya me estaba entrando un nudo en la garganta cuando se levantó y se sentó a mi lado. Suspiré con intención de comenzar a hablar, pero enseguida cruzamos las miradas y antes de que pudiera decir nada se avalanzó sobre mí besándome con pasión, suspiré contra sus labios y me dejé llevar por su beso sin responderle primero simplemente dejándome hacer, luego ya se puso más intenso y entonces lo tomé por la nuca y con mis manos en su cabeza ya lo ayudé a profundizar el beso a medida que ya irrumpía con mi lengua en su boca, devorándolo sin cortarme para nada. Mi corazón latía a mil revoluciones.

Al principio solo se dejo llevar pero ya después me tomó por la nuca continuando los beso y enseguida pasamos a recorrernos y devorarnos sin controlo. La odiaba tanto como la quería, joder no podía negar que era mi jodida perdición... Ni me separé estaba vez para dejarla respirar, ya lo haría ella... Uní un beso con el siguiente mientras mis dedos se hundían en su espalda estrechándola cada vez más si eso era posible contra mi.

Nos besamos sin ningún miramiento, dejándonos llevar por la pasión que sentíamos y devorándonos en cada contacto. Mi piel ardía y sentía sus dedos recorriéndome, haciéndome suspirar una y otra vez. Me alejé de sus labios para respirar y ensguida volví allí, mordiéndolos hasta que se cortaran, jalándolos, dejando que su sangre mojara mis labios... no me importaba ya nada en este mundo que no fuera Ben y cada beso le decía de una condenada vez precisamente eso.

Mordió mis labios incluso haciendolos sangrar y consiguió arrancarme el primer suspiro de la tarde porque la sangre siempre tendría su punto para mi y sentir sus labios mojados por mi sangre era jodidamente sexy. La deseaba más que nada, quería hacerla el amor el amor salvajemente, volver a sentirme unido a ella y sentirla de nuevo mía... No me corté demasiado y metí enseguida mis manos bajo su falda para comenzar a quitar su ropa interior sin demasiados miramientos.

Sentí sus suspiros estremeciéndome de placer en el acto, no pasó ni un instante que ya estaba con sus manos bajo mi falda haciendo que me subieran por completo las revoluciones... lo necesitaba con urgencia toda esa estúpida conversación lo único que había hecho era provocar mis ganas de dejarle en claro que era mío y que yo sería suya pasara lo que pasara... -Dime algo...- murmuré. -Dime que me quieres...- susurré contra sus labios, luego de las tonterías que había dicho de que acabaría enamorándose de Miriam y que era preferible necesitaba esas palabras. Me desquité desabrochando su pantalón de un tirón mientras no dejaba de comerlo a besos sintiendo aún su sangre en mi garganta y jugando con mi lengua entrelazada a la suya, al tiempo que sus manos bajo mi falda se encargaban de mi ropa interior en una fracción de segundos.

-Te quiero-murmuré casi de inmediato cuando la escuché decir eso entre beso y beso y mientras sentía como desabrochaba mi pantalón- Te amo...- dije tomándola del trasero y ayudándola a sentarse sobre mi para poder tener mucho mejor acceso a ella- Te adoro...-fui diciendo sabiendo que lo necesitaba mientras enredaba las manos en su pelo pegándola ya completamente a mi y dejando que sintiera ya mi erección ya que prácticamente estaba sentada sobre ella. La deseaba con locura, sus besos, sus manos recorriendome con rápidez... Todo estaba consiguiendo ponerme a cien en un segundo.

Lo escuché decirme una a una esas cosas mientras me acomodaba ya sentada sobre él y podía sentir completamente su erección, estaba completamente excitada y lo que había dicho me tenía fascinada, no dejaba de acariciarlo con intensidad en cada parte de su cuerpo y ya me avalancé sobre él para bajarle sus pantalones y sus boxers sintiendo su miembro erecto mientras continuaba devorándolo a besos.
No podía pensar, todo lo que había dicho me encantaba y me sentía afiebrada, en un segundo había logrado acabar por completo con mis esquemas, lo deseaba con locura.

Se libró ya de mis boxers y subí un poco su falda para que no estorbara demasiado- Te deseo con locura...-murmuré sin poder estarme callado mientras ya me iba hundiendo en ella con algo de su ayuda ya que ella estaba encima. Estaba jodidamente excitado y parecia que ella también y ninguno de los dos parecía andarse con demasiados miramientos así que enseguida comenzamos con un ritmo rápido, casí salvaje... La cogí de las caderas para ayudarla y entrar una y otra vez en ella con cada una de mis estocadas.

Me dijo eso y suspiré al instante en que sentí que ya con mi falda levantada y algo de mi ayuda pasaba a hundirse en mí. Gemí al segundo porque estaba totalmente desquiciada y no podía frenarme y comenzamos a marcar un ritmo acelerado, con movimientos frenéticos, embistiendo una y otra vez sin cortarse. Haciéndome estallar de placer en cada penetración. Lo tomé de los hombros y de la nuca y del cuello y otra vez de los hombros recorriéndolo mientras me acercaba a jugar con mi lengua en su boca pero ni podía porque otra vez lo sentía dentro mío haciéndome gemir ya sin cortarme.

Intentamos besarnos pero ni podíamos por la intensidad del momento, era demasiado... Aún así dejo sus labios contra los míos y comenzó a gemir contra mi boca cosa que adoraba totalmente. Sus gemidos, sus respiraciones, los latidos de su corazón, sus manos recorriendome eran mas de lo que podía aguantar, estaba disfrutando de aquello completamente, de cada embestida, quería olvidar por un momento todo lo de antes, simplemente haciendola mia una y otra vez.

Las manos de Ben aún en mi cadera me hacían estremecer y a medida que iba entrando y saliendo de mí, no podía ya dejar de temblar del placer. Estaba completa y absolutamente perdida por él, podía ser que me portara como una imbécil a veces, pero no podía poner en duda lo que sentía... porque en mi vida había estado tan unida a alguien como lo estaba de Ben. Seguí acariciándolo sin cortarme y ya luego subí por su pecho sosteniéndome y haciendo que se moviera un poco hasta quedar recostado en el sofá sin dejar de penetrarme ahora por completo. Continué sentada sobre él mientras me afirmaba a su pecho y me movía rápidamente haciendo que embistiera una y otra vez frenéticamente, tal y como lo estábamos necesitando. Ya no me molesté en dejar de gemir y por momentos casi gritar porque era imposible.

Hizo que me moviera hasta quedar más recostado y suspiré de inmediato al sentir como la penetraba ya por completo una vez tras otra y cada vez más rápido. Era jodidamente excitante, sabía exactamente como moverse, a un ritmo que nos volvía loco a los dos. No podía ser tan sexy. Nunca había llegado a querer y a odiar a una persona como a Alma, conseguía llevarme a tales límites que me enloquecía, pero todo merecia la pena por estar con ella como estábamos ahora.
Yo no era muy dado a los gemidos, de hecho pocas veces lo hacia pero hoy no pude evitar soltar ya algún que otro gemido, estaba completamente al limite, habíamos conseguido excitarnos en nada de tiempo y ni nos habíamos quitado la ropa ni nada pero sentirla así sobre mi disfrutando tanto y totalmente fuera de control merecía completamente la pena.

Sentí los gemidos de Ben y casi me desespero, no era que gimiera demasiado... apenas algún suspiro y eso, pero ahora estaba en su punto y yo no podía sentirme más afiebrada. Aproveché la excitación para continuar moviéndome a ese ritmo rápido pero inclinándome ahora sobre su pecho y moviéndome con velocidad para luego comenzar a moverme en circulos sintiendo como sus embestidas me invadían por completo, era alucinante todo y ni siquiera nos habíamos molestado en desvestirnos. Continué moviéndome en círculos más continuadamente hasta que ya volví a inclinarme algo sobre él sintiendo sus estocadas y moviéndome más intensamente en la medida en que nos sentía cerca del clímax.

Fue cambiando el ritmo por momentos, moviéndose en círculos y permitiéndome penetrarla pro momentos- Alma...-susurré totalmente desesperado por ella. No aguantaríamos mucho más a este ritmo y de golpe solo tenía el jodido capricho de morderla y llegar así al orgasmo con ella. Giramos rápidamente y conseguí dejarla contra el sofá ahora a ella mientras continuaba embistiéndola y la obligaba a estirar un poco el cuello antes de morderla.

No la había avisado esta vez y sabía que probablemente la habría dolido un poco pero lo había necesitado urgentemente ya para sentir que realmente estábamos unidos y sentir ese vinculo una vez más renovado y fuerte. Enseguida se relajó en mis brazos mientras continuaba con las embestida y bebiendo de ella, disfrutando complemente de todo eso.

Lo escuché nombrarme y apenas fui conciente hasta que me dejó ahora contra el sofá, quedándose sobre mí sin dejar de embestir y manteniendo el ritmo frenético que habíamos comenzado... Me fue llevando a que estirara mi cuello y ya ni entendía qué ocurría cuando me mordió. Ahogué un grito porque me había pillado por sorpresa pero estaba tan desesperada y tan excitada que solamente me sostuve de sus brazos con fuerza, relajándome ya y dejando que bebiera mi sangre mientras lo sentía totalmente dentro mío y ya no podía ni pensar de lo que la convinación de sus embestidas y la mordida me estaban provocando.

Ahogó un grito ante el mordico pero se fue relajando y bebí de ella hasta que fue suficiente y nos sentí totalmente al limite. Solo faltaron un par de estocadas más y estallamos de placer llegar al clímax. Había sido el mejor polvo que recordaba en mucho tiempo... Suspiré un poco y salí ya de su interior mientras la sentía bajo mi cuerpo totalmente acelerada todavía. La dí un pequeño beso y ya me tumbé a su lado intentando recuperarme también un poco.

Estallé de placer sintiéndome completamente desbordada cuando llegamos al climax, había sido demasiado excitante y no recordaba un orgasmo a ese punto en un buen tiempo. Ben se quedó un instante sobre mí y me costó mucho volver a la normalidad, ni siquiera tenía fuerzas para acomodarme la falda ni nada porque estaba con todos los músculos completamente relajados y no podía siquiera moverme, toda la energía se me había ido en ese instante de placer. De a poco fui recuperando la respiración pero aún me costaba hasta moverme.