hechizos baratos {Nathan}

La rubia estaba algo frustrada, no comprendía muchas cosas de lo que le pasaba ahora, sabía muchos hechizos y cada uno de ellos le salían muy bien, fue cuestión de tiempo para que se diera cuenta de que algo no estaba bien con ella.
Suspiro y miro hacia el bosque de verdad necesitaba a Santiago junto de ella para poder seguir adelante, pero el no regresaría mas así que se dio por vencida y se arrodillo en un árbol próximo a su cabaña.
Puso sus manos en la frente y en un gesto de impotencia se jalo el cabello hacia atrás dejando caer una lagrima.

De nuvo en el bosque ... de lo más seguro que se volvería en mi nuevo hogar, pero tampoco le daba mucha importanacia a eso. Era un buen lugar para practicar los hechizos y algunas cosas que recien estaba poniendo en practica. Caminado lejos lejos .. no sé como pero llegué a una casa, o bueno cabaña que se veía rústica, pude oir a alguien quejarse, algo no iba bien, y todo apurado fui guiándome por el leve ruido ... Era una chica, una chica rubia, no sabía que pasaba con ella - Eh ... Disculpa, sé que sería algo estúpido preguntar si estás bien ... pero Que te pasa? Lo estas? - dije rascándome la parte posterior del cuello, acercándome a ella con una leve sonrisa.

De tanto llorar y andar totalmente sumida en mis pensamientos me gire a mirar rapidamente al chico, por suerte no di un respingo si no hubiera sido aun mas raro.
-Creo que no estoy bien y mmm... Sera una larga historia de contar así que creo que no quieres saberla-
Le dije y cambie un poco mi gesto, detestaba que alguien me viera lloriqueando y mas si se trataba de un hombre.

Cuando la chica se digno a verme yo le miré aun un tanto preocupado - No ... No te preocupes, puedo oír todo lo que sea necesario para que una mujer se sienta mejor - dije mostrando una ligera sonrisa, que era lo que supuse ella necesitaba en aquel momento, aparte de compañía dado que si no le necesitaría ya habría alguien ahí acompañándole - Cuéntame ... - dije por último acercándome un poco más.

Enarco un poco las cejas y lo miro.
-Pasas por lo menos acéptame un café.-
Le dijo y lo miro un minuto mas, su efluvio no era de un humano ni el de un hombre lobo mucho menos el de un vampiro así que se atrevió a preguntar. Recordando de que manera había conocido a Satiago algo parecido.
-¿que eres?-
Soltó para interrumpir sus estúpidos pensamientos.

La chica me observó por un momento y me habló luego de unos segundos - Bueno, ya me contarás dentro ... - dije adentrándome al lugar colocándome a su lado con una ligera sonrisa, colocando mis manos dentro de mi chaqueta, algo que solía hacer cuando no tenía donde colocar estas. Su pregunta me sacó de mi no nada importantes pensamientos - Que soy? - dije, claro, estaba apunto de contestarle, como instinto que era un hombre, pero luego de unos segundos que la pensé bien, solté un pequeño suspiro y le miré - Hechicero .. Tú eres algo? - pregunté, dado que no sabía si esa era la pregunta indicada.

La chica lo miro por unos momento y suspiro para si misma al escucharle la primera vez rodó los ojos, no quería hacer nada para involucrarse con el chico si era un vampiro o un hombre lobo, ya que los detestaba, al escuchar que el era un hechicero una gran sonrisa en la cara de Candice se puso.
-Pues te digo ... soy un bruja, me considero una de las mas buenas, toda la vida me la he pasado estudiando y haciendo hechizos de todo tipo-
Y claro los mas difíciles, pues no podía ya que necesitaba ayuda de otra bruja o hechicero.
-Dale chico siéntate ... te juro que no muerdo-
Le dijo la rubia un tanto en broma, ya que no lo hacia y claro ella sabía que el sabía de la existencia de vampiros.

Le noté aquella sonrisa que hizo que yo también sonriera - Pues, yo soy hechicero, pero aun me falta aprender algunas cosas ... Solo se algunas cosas con el fuego, nada mas - dije encogiendome de hombros, sentandome - vale vale, estoy seguro de que no muerdes - dije - Y dime, cual es tu nombre? - pregunté, mirandole.