El chico nuevo (Uriel)

Había terminado de hacer algunas cosas y un poco por pasar el rato, decidí ir a la plaza a descansar un poco. Me tumbé en el suelo, apoyándome contra un árbol, me coloqué mis gafas y encendí un cigarro.

Spoiler:

Desde que era vampira no evitaba fumar porque no lograba evitar hacerlo, era pura costumbre y ni siquiera le sentía el gusto, pero bueno... era más fuerte que yo.
Sentí que alguien se acercaba y noté que era un chico que no conocía para nada (no olvidaba los chicos guapos)... Definitivamente era nuevo en Fell's.

estaba bastante desorientado, tenia que reconocer lo, por vez primera en toda mi vida, no sabia exactamente hacia donde me guiaban mis pasos.
me detuve y mire a mi al rededor en busca de alguna indicación, pero no encontraba nada, excepto una chica fumando en mitad del parque.
bueno no había nadie mas a quien preguntar así que....
me acerque a ella y la sonrei.
- hola, que tal? perdona si te molesto pero, me he perdido y no se como llegar a mi destino, me han hablado de un bar donde buscan un camarero, me dijeron que era cerca de las facultades, no lo conocerás por casualidad no?

-Hola...- murmuré evaluando al chico y mirándolo por sobre mis gafas para analizarlo bien, era realmente guapo. -Claro que sé donde está el bar... Bienvenido a Fell's Church, si logras no aburrirte en un par de días quedarás atrapado para siempre...- vaticiné en broma. Pero es que era exactamente lo que me había pasado de alguna manera, que a pesar de ser un pueblo tan pequeño tenía un encanto particular. -Vamos, sígueme que te acompaño... Total no tengo nada que hacer... Por cierto, soy Alma.- dije mirándolo con mi mejor sonrisa y presentándome.

la mire sonriente y alargue una de mis manos para estrechar la suya.
- yo soy Uriel, encantado de conocerte Alma, es un bonito nombre.
dije sonriendo la de nuevo y comenzamos a caminar.
su afirmación podía ser cierta, apenas llevaba un par de dias en este pueblo y notaba que tenia un toque especial, aun no sabia exactamente de que se trataba pero era algo especial.
- bueno, el lugar es bastante interesante, pero no es muy aburrido, no?
pregunte riendo.

-Sí, es aburrido... Pero bueno que también se puede poner muy divertido si uno se empeña.- dije sin poder evitar cierta picardía. Es que no podía evitar coquetear con cualquier tío guapo que se me cruzara, por muy casada que estuviera... era un hecho, no tenía remedio. -Por mi parte no me puedo quejar, me he ido muchas veces pero luego ya estoy volviendo aquí una y otra vez.- le dije sonriendo mientras comenzábamos a andar.

note su picardía y eso encendió mi interés, aun que por experiencia sabia que tarde o temprano yo, acababa por ver me envuelto en algo turbio que no sabia muy bien por donde empezaba ni por donde terminaba.
- bueno, quizás tengas razón y se pueda poner interesante...- dije mirando la ligeramente sonriente.
- veras, yo pinto cuadros, los vendo y voy tirando con eso, hace un par de días me han encargado uno, pero...no se por donde empezar lo, te gustaría posar para mi?
le pregunte con curiosidad.

-Vaya... No sé, es raro.- dije cuando me dijo eso de posar. Nunca lo había hecho pero claro que sonaba bien... -Vale, no está mal... Nunca me habían propuesto eso.- le dije sonriendo porque realmente era una idea interesante y me daba curiosidad. -Trabajo de modelo, no me gusta mucho, pero da dinero así que lo hago para pagarme mis estudios... Me han sacado fotos, pero jamás un cuadro... Será interesante.- dije sonreindo. -Venga, ahí está el bar... Sígueme.- le dije cruzando la calle enseguida.

- bueno posar para una foto no es lo mismo que para un cuadro, en el cuadro debes de estar mucho rato quieta en la misma posición, pero tranquila, por suerte quieren que la modelo este tumbada sobre una especie de sofá con un lobo a los pies.
dije sonriendo la agradecido por aceptar mi oferta, no era algo que hiciese con frecuencia pero tampoco estaba nada mal tener una modelo.
la hice caso y cruce con ella la calle, siguiendo la de cerca.
emanaba un olor distinto a los demás, eso me hacia presagiar que estaba ante alguien bien distinto, pero prefería no comentar nada al respecto.

-¿Un lobo? Vaya eres bueno... No me dijiste nada de eso antes de que aceptara ¿Y qué pasa si les tengo miedo?.- dije sonriendo de broma por eso de que había "ocultado" ese pequeño "detalle". -Y no sé si quedarme quieta mucho rato sea lo mío... pero haré mi mejor esfuerzo.- murmuré con una sonrisa porque era bastante hiperquinética desde antes de ser vampira y ahora todo se había profundizado mucho así que estaba que no paraba.
Ya cruzamos y enseguida me adelanté, conocía al dueño del bar. -Ey, él es Uriel... Un amigo mío que precisa trabajo.- dije enseguida. -Alma.- me saludó sonriente el hombre. Solía caerle bien a los hombres, el problema eran las mujeres, en particular las novias y las esposas, pero bueno que no era asunto mío si todo el mundo era celoso...

- no creo que a este le tengas miedo, es uno bastante mono y bien majo.
bromee riendo me de nuevo,
entramos en el bar y ella fue directa hacia el que parecía el dueño del lugar,
ella se desenvolvía con toda la naturalidad del mundo, era como una ráfaga de viento fresco en una mañana soleada, era capaz de animar lo todo por lo que pude observar.
- si, me llamo Uriel y, había visto que necesitabas a alguien.
- ya bueno..tu sabes trabajar de esto?
- bueno, podemos comprobar lo, eso sera mas rápido que tratar de convencerte.
bromee riendo.

Me gustó que Uriel no se quedara para nada y se ofreciera sin vergüenza, no me caían bien los chicos que daban vueltas. -Vale. Me parece bien. Empieza ahora mismo y ya veremos. Puedes atender a Alma si te parece...- dijo el hombre. Luego se volvió hacia mí. -Cómo anda Ben?.- me preguntó el hombre. -Aún no me ha echado de su casa así que es buena señal.- dije sonriendo y el hombre sonrió negando con la cabeza y ya se hizo a un lado para esperar a que Uriel hiciera lo suyo y "evaluarlo"

- sin problema- dije quitando me la chaqueta y posando la encima de un taburete, de un salto pase por encima de la barra y aterrice al otro lado, la mire sonriente.
- que deseas tomar? a esta te invito yo por la ayuda- dije guiñando la un ojo.
su rostro era lo mas cercano a la perfección que había visto hasta la fecha, eso me causo una onda curiosidad, como pintor era todo un reto el poder reflejar algo así sobre un lienzo, pero, me encantaban los retos, además, ella parecía simpática y seguro que todo salia bien.

-Mmm... me gusta eso de ganarme cosas.- dije haciéndole un guiño y sonriendo. -Un Margarita Frozen, puede ser?.- le dije sonriendo al sentirlo acercarse a mí. Pude olerlo mejor y ahora mismo estaba confundida pero definitivamente su sangre no olía como la de todos los humanos y tampoco era vampiro, de eso estaba segura.

- como que si puede ser? pues claro, nada se me da mejor que preparar uno de esos- dije sonriendo la divertido.
me puse manos a la obra.
coloque en el vaso de la licuadora hielos, le eche un chorro de tequila, ni por exceso ni por defecto, el toque justo, otro chorro de Cointreau, eche un poco de jugo de limon, le di a la maquina y la mire sonriente.
- espero que te guste.
tome una de las copas, le puse una corona de sal una rodaja de limón, serví la margarita y le puse una sombrilla con una pajita color rojo pasión y la pose delante.
- lista para tomar.

Sonreí cuando dijo eso mientras me sentaba en el taburete del bar para ponerme más cómoda y lo iba observando hacer todo ese proceso. El dueño del sitio también lo miraba con atención. No tardó nada en hacerme el trago y sonreí porque lo estaba haciendo con mucha velocidad y destreza. Ya lo puso frente a mí y me mordí el labio inferior en un gesto que siempre hacía antes de coger la bombilla suavemente y beber. -Perfecto.- murmuré sonriendo y mirándolo.
-Si Alma lo dice, debe ser cierto.- dijo el hombre sonriente. Venga, que yo era una buena clienta. -Te espero mañana y comienzas.- le dijo enseguida.

mire al dueño del bar y le sonrei, luego le estreche la mano.
- muchas gracias, ya vera como no se arrepiente- dije sonriendo le, luego me gire hacia ella y no pude controlar el impulso y le di un beso en la frente.
- Alma, me das buena suerte, procurare no alejar me mucho de ti.
bromee riendo antes de saltar de nuevo al otro lado de la barra y coger mis cosas.
- si me lo permites y a modo de agradecimiento, te invito a dar un paseo y luego a cenar, bueno, si no tienes cosas que hacer claro.
comente con curiosidad.

Sonreí por su beso en la frente porque me había desconcertado un poco. Dijo lo demás y volví a sonreir. -Vale. No me separaré demasiado y sí, demos un paseo si quieres... Pero paso lo de cenar, se supone que vuelvo a casa, mi novio... mmm... mi esposo en realidad me espera.- mentí, no en la parte de que me esperaba, si no en la parte de cenar porque al ser ambos vampiros no es como si cenáramos precisamente. -Te parece bien entonces un paseo?.- le dije sonriendo.

- me parece estupendo- dije sonriendo la antes de ir hacia la salida.
le abrí la puerta y la deje pasar a ella primero, luego sonrei a mi nuevo jefe y me despedí hasta el día siguiente.
comenzamos a caminar por la calle, parecía que de pronto todo había comenzado a revivir la gente paseaba por las calles, los chicos gritaban y reían, parecía todo distinto.
- vaya, no sabia que estabas casada, no se, parece un poco raro siendo tan joven como eres, y perdona me el atrevimiento, supongo que eso querrá decir que es un tipo afortunado.

-No sé que tan afortunado sea... Lo dudo, ahora te puedo parecer mona pero es que no me conoces.- le dije sonriendo haciéndole un guiño en broma. Pero era cierto que tenía una gran facilidad para causar problemas, era lo que más fácil me salía.
-Y sí, sé que soy joven para casarme... Igual apenas volvemos de la Luna de Miel.- le dije porque apenas llevaba menos de un mes de casada. -Ha sido un poco cosa del momento, se dió y bueno... al final lo hicimos.- dije sin entrar en detalles. Ben había molestado mucho hasta conseguirlo, pero para mí que eso era porque era de otra época (literalmente, había nacido hacía doscientos años) y en su época eso de casarse era más normal.

- lo es, yo no creo que en los problemas y si en la emoción, en esas cosas que hacemos para que nuestra vida no sea rutinaria- dije mirando la sonriente mientras le devolvía el guiño de ojos,
cruzamos por uno de los puentes del pueblo, y llegamos a una zona que reconocía vagamente aun que no sabia que exactitud donde estaba.
- por ejemplo, tu posas como modelo, eso no lo hace mucha gente, pero claro, tu...bueno, disculpa me de nuevo el atrevimiento pero, estas francamente muy bien.

Dijo eso primero y lo miré sonriendo porque era más o menos la manera que tenía de ver las cosas "qué es la vida sin emoción?" había sido la pregunta que me había animado a dejar a Stefan y largarme de Roma con Ben... y así, en la vida había ido un poco en la búsqueda de cosas que fueran emocionantes, de ahí que acabara liándome tanto con vampiros y que luego incluso accediera a convertirme.
Cruzamos el punte y dijo eso mirándome enseguida. -Pues... gracias.- dije mirándolo por lo que me había dicho. -Yo, no sé... siempre he dicho que soy del grupo de los que hacen lo que les da la gana y sinceramente eso de posar para una pintura suena bien.- dije sonriendo.

- te gustara, tampoco es nada tan malo, cientos de modelos han posado para cuadros a lo largo de la historia, por algo lo habrán echo.
dije echando me a reír sin dejar de caminar mientras seguíamos al otro lado del puente.
aquel grupo me sonaba bastante, es mas, era probable que yo hubiese sido uno de los socios fundadores.
hacer lo que me diese la gana había sido algo para mi totalmente normal.
- bueno, quizás te podamos hacer un carnet de socia en ese grupo.
me reí.

-Tú crees? Eres miembro o algo?.- le dije sonriendo cuando me respondió eso porque claro que era la impresión que me daba al decirlo. -Pues ya me caes incluso mejor, que no me llevo bien con las personas que van por la vida haciendo cosas que en realidad no les gustan o con las que no están realmente contentas.- dije sonriendo y mirándolo mientras seguíamos caminando. Saqué los cigarros y encendí uno, hacía tiempo ya que ni les sentía el gusto, desde que era vampira en realidad... pero no me importaba, tenía el hábito y era una manera de estar entretenida en eso.

- presidente honorífico, les dije que con que me dejasen hacer lo que me diese la gana valía, pero insistieron en ello.
dije bromeando y riendo con ella.
saco un cigarro y la observe fumar, luego comente:
- sabes, tu forma de fumar resulta bastante sexy.
comente sin mas antes de tomar su cigarro y echar una calada sin permiso, supuse que no le importaría,
luego se lo devolví y expulse el humo despacio, disfrutando del sabor.
hacia tiempo que no fumaba, de echo era un habito que quería dejar, pero..que coño.

Sonreí cuando bromió al principio y luego le sonreí coqueta sin poder evitarlo cuando soltó eso de que fumaba de modo sexy. Vamos que por muy mujer casada que fuera no podía evitar coquetear a veces, era un desastre. Me quitó el cigarro y entrecerré los ojos de broma como si me ofendiera pero no le dije nada. ¿Quieres uno?.... Ya vamos a hacer eso del cuadro... no?.- dije porque seguíamos andando y ya no tenía muy en claro donde íbamos. -Es que me han dado ganas ahora mismo... Qué dices?.- murmuré sonriendo. -Así de paso mientras me quedo quietecita me cuentas más de tí...-