Siguiendo con la investigación (Alma) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Entramos al local y la miré, todavía no había llegado, o eso parecía... Lo mismo estaba en el baño bebiendo de alguien, a saber.- Bueno... Pues espero que no nos haya tomado el pelo...-dije enarcando una ceja esperando que no nos hubiera vacilado y encima no fuera ni a ir.

Miré el papel con la dirección que acababa de dar el camarero.- Vale...olvidanos- dije simplemente usando también mis poderes para que olvidara que nos había visto. Me giré hacía Alma cuando el tio volvió a sus cosas- Mejor vamos a su casa, si esperamos puede que aquí luego haya más gente...-la dije para ver que pensaba.

-Está bien, vamos.- dije enseguida porque no podía ni siquiera decidir. Había quedado tan bloqueada que hasta había olvidado de ordenarle al tío que nos olvidara. Ya salimos del café y cuando nos subimos al coche me puse a mirar la dirección. Ben más o menos sabía como ir así que comenzamos a andar rumbo a la casa que podría ser la de mis padres ¡Qué hacían tan cerca de Fell's?! Hace cuanto tiempo estarían??

Salimos y fuimos directamente hacía el coche. No pillaba la casa muy lejos de allí. Todo eso era muy raro... ¿Llevarías mucho allí o solo tenían el negocio porque daba dinero y ya? En fin, a saber... Ni si quiera sabiamos a ciencia cierta que fueran sus padres. Llegamos en apenas 10 minutos y bajamos del coche para ir hacia su casa.

La casa era bonita y sencilla. Muchas flores en la entrada y canteros me recordaban bastante a mi casa de Fell's. Definitivamente todo eso me impresionaba y mucho. -¿Qué hacemos? Llamamos a la puerta y ya?.- le pregunté a Ben apenas bajarnos de su coche e ir hacia la puerta de la casa. Nos acercamos y escuché con claridad que había gente dentro de la casa. Se oía música, risas y las luces estaban prendidas... Si mi corazón latiera ahora mismo estaría saliéndose de mi pecho.

- Si... Total, no creo que te reconozcan...-dije porque no nos podían cerrar la puerta en las narices y la habían "abandonado" cuando era pequeña así que era poco probable que a la primera supiera quien era. Nos bajamos del coche yendo hacía la puerta y antes de que se echara hacía atrás llamé yo mismo a la puerta esperando después a que abrieran.

Dijo eso de que no me reconocerían pero no estaba tan segura, siempre había tenido esa sensación de que iban un paso por delante mío y que casi que se me "escapaban"... así que sospechaba que me tenían más vista de lo que creía. Llamó a la puerta antes de que dijera nada. Enseguida se detuvieron algo las voces y las risas. Y un hombre de pelo rubio ceniza, bastante guapo y de poco más de unos 40 años de edad abrió la puerta enseguida. -Sí?.- preguntó, la única foto que poseía de mis padres era de muy jóvenes, podía ser él o podía no serlo. -Busco...- me quedé congelada sin saber ni como definirlo.

Abrió un hombre mucho mas mayor de lo que yo me había esperado y Alma se quedó callada sin apenas decir nada haciendo que el hombre se extrañara enseguida- ¿Eres el dueño de la cafeteria McFly? Queríamos hacerle unas preguntas- dije por empezar por algo fácil. El hombre nos miró con algo de desconfianza pero asintió- Vale- dijo simplemente haciéndose a un lado para que pasáramos pero sin llegar a invitarnos. Desde luego el hombre tonto no era... Sin invitación no podríamos entrar, era un hecho.

Ben habló pero claramente no podíamos entrar. -Aquí está bien. ¿Vive solo?.- me apuré a preguntar intentando hacer tiempo y que nos invitara de una vez. -No, vivo con mi esposa.- respondió. Enseguida se acercó una mujer mucho más jóven, apenas tendría algunos años más que yo, notáblemente parecida a mí... Joder, era mi madre o muy parecida a ella. -Bienvenidos.- dijo mirándome solamente a mí y abriéndose paso ante su esposo. -Vamos, pasen.- nos invitó de una vez.

Apareció su esposa y ella si que nos invitó enseguida. Se parecía tanto a Alma que no pude evitar mirarla más de lo necesario. Estaba casi seguro de que era su madre, tenía que serlo. Entramos dentro y los seguimos hasta el salón, era una casa muy luminosa y no estaba mal decorada, no parecía que estuvieran solo de paso- ¿Queréis algo de tomar?- preguntó la mujer amablemente aunque mirando más a Alma que otra cosa.

-Café.- dije más que nada porque era la respuesta que primero me salía. Realmente no tenía ganas de tomar nada, ni siquiera podía pensar con claridad, esa mujer no dejaba de mirarme y era muy parecida a mí. -Vale. Café entonces.- dijo antes de desaparecer rumbo a la cocina. No tuve tiempo de estar muy cerca de ella, pero era evidente que se trataba de una vampira, en cambio el hombre era humano, o eso parecía. -Quisiéramos hacerles algunas preguntas. Estuvimos en Fell's Church con un chico de dice conocerlos. SU nombre es Zachary.- dije por empezar por algún lado la conversación al tiempo que nos acomodábamos en unos sofás tal y como el hombre nos ofrecía. Parecía un sueño, la casa era agradable y no parecían hostiles para nada. -Sí, conocemos a un Zachary que iba a Fell's. Pero mejor sería que primero nos presentáramos, no es cierto? Cuál es tu nombre y cuál el de tu acompañante?.- dijo el hombre más amable que antes mirándome a mí y luego a Ben.

Pedí otro café también por pedir algo y la mujer se fue enseguida a por algo de café. Nos quedamos a solas con el hombre y Alma no se ando por las ramas hablando sobre Zach. El hombre ya no estaba tan borde como antes así que algo más de confianza si que daba. Preguntó nuestros nombre mirandonos y enarqué una ceja al ver que Alma no decía nada- Yo soy Benjamin, Benjamin Lebeau- me presenté yo primero mirando al hombre mientras hoy a la mujer trastear por la cocina.

-Y mi nombre es Alma. Alma Blaquier.- se oyó que se cayeron los platos (o algo) en la cocina y me sobresalté un poco enarcando una ceja. -Estoy bien.- dijo la mujer para que la oyéramos desde la sala. Era una vampira al diablo con sus reflejos, algo le estaba pasando. Enseguida se acercó con dos tazas de café. -Vale Alma, aquí está el tuyo.- dijo mirándome y luego le dió el suyo a Ben. Podía percibir a esa mujer, no estaba menos nerviosa que yo misma. Se sentí cruzando sus largas piernas, yo era más alta... pero era muy parecida a mí, llevaba un jean oxford y camisa larga. Nos miró con una sonrisa. -Hace dos años que vivimos aquí.- comenzó a relatar. -Desde que tú estás en Fell's Church. Pero no era seguro que tuvieras contacto con nosotros...- dijo dando demasiadas cosas por hecho. -Mi nombre es Francine y él es Martín, Martín Blaquier.- dijo señalando al hombre que sonrió levemente. Cogí de la mano a Ben y me quedé mirándolos. -Son mis padres? Joder... Son mis padres o no?.- dije y asintió.

Ni bien dijo Alma por fin su nombre se escucharon ruido en la cocina y enarqué una ceja. La mujer volvió un tanto nerviosa y cuando me pasó el café lo deje sobre la mesita sin intención alguna de beber, lo había pedido mas que nada por quedar bien y ahora mismo me preocupaban más otras cosas. La mujer se sentó junto al hombre y empezó a hablar. Aseguró que llevaban allí desde que Alma había legado a Fell´s y alguna cosa más hasta que asintió a la pregunta de Alma. Si que eran sus padres. Me acababa de coger de la mano así que se la apreté para darla apoyo mirándola enseguida sin saber que decir... Pero es que no tenía ni idea de como iba a reaccionar ahora Alma, no sabía si lloraría, si les gritaría, si les abrazaría... O si simplemente se quedaría en estado de shock como la solía pasar a veces...

Asintió y sentí como Ben apretaba un poco mi mano. No podía hablar, todo empezó a cegarme. Bebí un poco de café sin hablar, es que siempre me ponía "automática" cuando me pasaban cosas que mejor ni pensar. Durante unos minutos (quizá menos, pero parecieron eso) nos quedamos en completo silencio. Sólo escuchaba los latidos del corazón de mi ¿"padre"?, ya que era el único humano allí en la sala. -No puede ser.- dije bajando la mirada enseguida, tomé aire antes de alzar la mirada y clavarla en los ojos de mi supuesto padre. -Qué eres tú??.- le dije con la mirada encendida de furia. -Qué haces con una vampira??.- dije sin saber por donde comenzar a reprocharles los años de destrato. -Tu madre no fue vampira hasta que cumpliste 4 años, no podía dejarla.- dijo bajando la mirada. -Deberías entender, tampoco eras vampira cuando comenzaste a salir con Benjamin.- dijo ahora mirándolo a él.

Tardó cerca de un minuto entero en hablar pero cuando lo hizo solo pude escuchar la furia en su voz. Era completamente entendible que estuviera cabreada. Su padre explicó un poco (como era obvio) que su madre no había sido siempre una vampira y enarqué una ceja cuando me miró después aunque no desvié la mirada.- ¿Por qué?- pregunté demasiado metido en la historia como para darme cuenta que sería Alma la que tendría que preguntar- ¿Por qué te convertiste?- dije dirigiendome ya a la mujer- ¿Y por qué no le has convertido?- dije refiriendome al hombre. Es que había algo en toda esa historia que no cuadraba... ¿Por qué seguir siendo humano cuando uno iba a vivir y el otro? Eso sin contar la diferencia de edad, que se notaba un monton...

Ben comenzó a preguntar y yo casi que prefería callarme, en realidad quería largarme de allí... pero luego de buscarlos tanto era una tontería. -No fué a propósito Benjamin.- le respondió mi madre como si fuera obvio. -Nadie quiere esto. Cuando resultó peligroso para Alma tuve que tomar una decisión.- dijo y luego calló. Tomó la palabra mi supuesto padre. -No sabía que Alma iba a terminar convirtiéndose... Tenía la esperanza de acabar mis días con ella, siendo humano, como un padre y una hija... Pero luego fue creciendo y empezó a buscarnos.- dijo e hizo una pausa. -Porqué no querían encontrarme?? Joder, dejaron que me criaran los tíos más antipáticos del mundo... Y cuando escapé? Porqué no vinieron por mí???.- solté enfurecida. -El tío antipático del que hablas es mi hermano.- dijo mi supuesto padre. -Y no queríamos esta vida para tí... Yo, esos pendientes los necesito...- murmuró después. -Tu abuela, los Blaquier... No somos humanos comunes y corrientes.- dijo y me atraganté de pensarlo. Serían brujos? No era posible, yo misma no era una bruja... Cazadores? Sabían mucho de vampiros... y esos pendientes hechizados... Joder, me quedé callada, no sabía qué pensar.

Me quedé callado en cuando me dijo que no había sido a propósito. Quien sabía... Habían estado "huyendo" tanto tiempo de Alma que ya me esperaba cualquier cosa. Fueron explicándose algo más y apreté algo más la mano de Alma para que se controlara un poco cuando les soltó con tanta furia. Su padre terminó de hablar y enarqué una ceja. Lo primero que se me pasaba por la cabeza era brujos... Sería lo que me faltaba, al final iba a pensar que tenía de verdad algo con las brujas, aunque Alma nunca había dado muestras de eso... -¿Y si no son humanos y corrientes, que son?-le dije al hombre para que fuera claro de una vez.

-Da igual. Alma está a salvo ahora y no tenemos razones para ocultarnos.- dijo sin responder. -A mí no me da igual.- le dije mirándolo con bastante furia. -Es hora de que se marchen.- dijo ahora mi supuesta madre mirándome. -Siento haberte hecho pasar por esto, siento lo de Zack... Realmente lo hacía por protegerte.- dijo mirándome. Pero ya nada de lo que dijera me importaba, quería saber la verdad de una vez y me la estaban negando en la cara.

Dijo que daba igual y no me podía crees que nos lo estuviera negando a la cara. Les miré casi incrédulo cuando nos "ofrecieron" marcharnos y enarqué una ceja al final, ¿qué era eso de que ahora Alma estaba a salvo? ¿Había estado en peligro en algún momento? Joder, menudo lío... No dije nada porque estaba claro que la cosa no iba conmigo y que era cosa de familia, pero miré a Alma casi esperando una reacción, para saber si insistiría o se marcharía como había "ofrecido amablemente" su madre.

-No me da igual y no me voy a ninguna parte... De hecho, no me importa si lo sientes.- le dije a mi "madre" apenas acabó de hablar. -Quiero saber ahora mismo cuál es esa historia tan tremenda de mi familia, quiero saber a qué estoy expuesta, si corrí alún peligro y qué demonios ocurre con los pendientes... Quiero saber cada una de esas cosas y no pienso poner un pie fuera de esta casa hasta que me las aclaren.- dije mirándolos furiosa. Mi padre enarcó una ceja con cierto orgullo que me generaba más odio todavía y mi madre movía las manos nerviosa. -Mi familia, la tuya... Han coqueteado con la magia demasiado tiempo.- soltó antes que nada. Mi supuesta madre lo miró censurándolo pero continuó. -No todos son brujos, tu abuela sí lo era, yo lo soy... Tú, no lo sé... creo que nunca has siquiera pensado eso y ahora siendo vampira es posible que hayas perdido toda posibilidad de serlo.- dijo mirándome. -Hemos estado en guerra con otra familia desde antigüo. Los pendientes son un localizador una forma que tenemos que conectarnos con nuestros aliados. Tu abuela lo sabía pero pensó que siendo vampira no te afectaría... sin embargo se equivocó y como los has usado has hecho remover esos lazos.- dijo y ya se calló antes de ponerse de pié para ir a buscar algo de beber. Se sirvió un whisky y lo seguí con la mirada sin decir nada. -Si me convierto, nuestra familia pierde toda posibilidad de defenderse. Ya no quedan brujos y el poder de nuestros enemigos crece cada día.- no dije nada. Apreté algo más fuerte la mano de Ben y me callé, estaba totalmente perdida, no sabía qué creer qué pensar... Mi "madre" permanecía nerviosa moviendo las manos y mirando el suelo.

Alma pidió saber de una vez su historia y escuché con atención- Joder...-murmuré ante toda la explicación de que realmente eran brujos, era un hecho, siempre acababa relacionandome con algunos y seguramente Alma lo hubiera sido aunque no hubiera descubierto sus poderes. Suspiré, ahora de vampira estaba claro que nunca los podría desarrollar era normal que su padre no se quisiera convertir si quería proteger a la familia. Miré a Alma cuando apretó más mi mano- Tranquila... ¿Vale?-susurré un poco para ella, podía notar por el vinculo lo más que estaba ante todo eso y ahora mismo lo cierto es que se me ocurría poco que decía delante de sus "padre". Aproveché el momento de silencio para mirar a la mujer que parecía muy nerviosa- ¿Por qué te convertiste? Dices que no fue a proposito pero no creo que nadie te obligara a beber sangre de vampiro...-dije sin que todo eso me terminara de cuadrar, aunque bien podía ser por toda esa "guerra de brujos" que se traía su marido y su familia...

Sentí a Ben sosteniendo mi mano con fuerza y era ahora mismo el único lazo que tenía con la "realidad" o lo que fuera que estaba sucediendo. Realmente me había quedado desconcertada ¿brujos? Ni siquiera se me había ocurrido... toda mi vida pasaba por ante mis ojos cuando Ben soltó esas preguntas dirigidas a mi supuesta madres. -No molesta que preguntes. Pero Benjamin, quiero que entiendas que es una de las cosas que más veces he intentado olvidar...- dijo mi "madre" con voz serena pero sin alzar la mirada. -Acabé seriamente herida luego de un combate. Alma era bebé todavía y la única alternativa que tenía era beber sangre de vampiro para sanarme. No quise hacerlo, estaba inconsciente así que Martin tuvo que tomar la decisión.- dijo ya con la voz queda. -Se suponía que nunca más entraría en combate había que preservar su vida...- acotó desde el mueble bar mi "padre". -No tuve opción, vinieron a por Alma y tuve que luchar... Yo no era bruja, no tenía chances- murmuró dejando en claro que había muerto. -Intenté no completar la transición... Pero no pude, me fui de casa y cuando volví ya era tarde, me había convertido en vampira y Alma corría riesgo, no sabía controlarme para nada... Fueron años muy duros.- subió un segundo la mirada y volvió a bajarla mientras yo intentaba atar los cabos. -Vale, mira...- dije luego de algunos minutos de silencio. -Tengo demasiadas cosas en las que pensar... Quizá debiéramos irnos.- suspiré sin estar segura de nada.

Escuché la historia de la madre de Alma y solo asentí, ya me imaginaba que no debía haber sido fácil pero es que no se animaban nunca a contar la historia completa y había que preguntar si Alma no lo hacía. Solo asentí y no me dio tiempo a nada cuando escuché eso que decía Alma- ¿Estas segura?- pregunté enseguida mirándola y apretando otra vez su mano, sabía que debía estar shock pero es que no quería que luego que se arrepintiera si nos marchábamos. Sus padres no parecían casi ni respirar, sabía que debía ser dificil para ellos, pero lo era mucho más para Ama.

-No se marcharán apenas cruce la puerta ¿Verdad?.- les pregunté para asegurarme, pero la verdad es que podían hacerlo y aún así prefería largarme, eran demasiadas cosas juntas. Mi madre asintió con una tibia sonrisa y también mi padre. Miré a Ben. -Sí, vámonos.- dije ya poniéndome de pié.

Les preguntó antes que nada que si se marcharian y después ya decidió que nos fueramos...- Esta bien...-dije poniendome también en pie tomando su mano de nuevo- Un placer...-les dije a sus padres por decir algo mientras empezabamos a ir hacia la puerta.