Volviendo a casa (Ben) +18

Recuerdo del primer mensaje :

Ya estaba de vuelta en casa, Ben había llevado mis maletas antes mientras yo terminaba de ordenar. Me subí al coche y a los minutos estaba en su casa. Llevaba un vestido con maxi falda, cinto y camisa, y un bolso D&G que tenía lo último que quedaba en casa.

Spoiler:

Aparqué muy cerca de su coche pero sin tocarlo, como siempre hacía. Pero no llamé a la puerta, entré con mis llaves. -Been.- grité despacito apenas entrar mientras me quitaba las gafas y lo buscaba. Sabía que andaba por allí porque podía sentirlo.

La quité del todo la camisa y mis manos fueron a sus piernas empezando a subir su vestido, apenas lo subí un poco para que pudiera abrir mas las piernas y la ayudé a venirse sobre mi, haciendo que quedara sentada sobre mi para tener mejor accesibilidad a ella- Joder Alma... Eres mía, ¿vale? Joder...Te odio- dije una vez más sin poderlo evitar mientras devoraba su boca y la pegaba por completo a mi, hasta que la doliera... Que supiera que no se podría librar tan fácil de mi nunca.

Se libró de mi camisa y subió mi vestido por mis piernas haciendo que me sentara sobre él. Lo hice y lo sentí también besarme ahora con violencia mientras me susurraba eso de que era suya. Suspiré lo cogí con mis manos de ambos lados de su cabeza sintiendo como me estrechaba contra él sin cortarse, sin molestarse en se delicado conmigo. Hice lo mismo cogiéndolo del rostro y lo miré con severidad. -No he dejado de ser tuya, no dejaré de serlo... Pero tú tampoco serás ya de nadie más Ben... Te lo juro por lo que más quieras, me meteré dentro tuyo hasta llegar a tus huesos y volverás a mí cada noche, deseándome y amándome como no lo has hecho jamás con nadie.- susurré sin saber de dónde me venían esas palabras, casi como si lo estuviera hechizando y que por eso fuera capáz de soltarle los deseos del fondo de mi corazón.

Suspiré un poco de alivió cuando dijo que no había dejado de ser mía, era lo que más me importaba en el mundo. Tomó mi rostro y me estremecí cuando dijo que yo tampoco sería de nadie más, sonaba totalmente convencida y era tan sexy... Era lo que quería, ser suyo y que ella fuera mía... Que no hubiera nunca nadie mas entre nosotros. Dijo todo lo demás y me quedé prendido de sus ojos según hablaba, era lo que quería, sonaba tan condenadamente bien...- Eso quiero... Venga Alma, haz conmigo lo que quieras, quiero que no me dejes escapar nunca...Te amo como a nadie...-susurré contra sus labios sin dejar de estrecharla contra mi ni un instante... Ahora mismo me tenía totalmente rendido ante ella... Si es que no podía, era mi perdición sin dudas, siempre lo sería.

Lo miré a los ojos y en esa mirada suya que siempre me había cautivado supe que decía eso de verdad, que de verdad quería que con él hiciera lo que quisiera, que de verdad quería que no lo dejara escapar nunca. Sonreí mirándolo todavía, atraída por la fuerza de sus ojos, perdida completamente en esa mirada, sintiéndome desvanecer ante él... acaricié sus mejillas con mis manos casi automáticamente, mirándolo todavía y descubriéndome tan deslumbrada por su presencia que no podía ni hablar. Con firmeza apoyé su cabeza contra el respaldo del sofá y luego de devorarlo con los ojos, lo devoré ya con mi boca de una vez.

Contuve la respiración sin darme cuenta cuando me miró de esa forma a los ojos y acarició mis mejillas. No tenía ni idea de que nos depararía el futuro, la eternidad era muy larga y Alma era puro fuego pero pasara lo que pasara tenía muy claro que no podría dejar de amarla, y saber que a ella la pasaba algo así era más de lo que hubiera esperado jamás en la vida. Apoyó mi cabeza contra el respaldo y gemí, si, gemí como un idiota contra sus labios ante sus palabras, ante su mirada, ante ese beso tan lleno de deseo y de promesas.

Lo sentí gemir en ese impacto y se me subieron las revoluciones de un modo que no podía explicar, ese solo sonido saliendo de su boca y yo ya estaba totalmente excitada y desquiciada a la vez. Lo adoraba y lo deseaba espectante con cada centímetro de mi piel. No nos demoramos en besarnos con avidéz, devorando nuestros labios, rozando, mordiendo, succionando, recorriéndonos, buscándonos una vez y otra vez, sin prólogos, sin demoras. Mis manos recorrieron sus mejillas atrayéndolo hacia mí y luego estampándolo contra el respaldo del sofá antes de caer una vez más con mi boca en la suya y repetir el juego, una vez, dos veces... sin detenernos. Cada segundo que pasaba era una confirmación de que las palabras que nos habíamos soltado eran tan ciertas como la atracción que sentíamos ahora encender nuestros cuerpos.

Nuestros labios no paraban de buscarse una y otra vez, mordiéndonos, devorando nuestras bocas a besos sin detenernos ni un instante. No podía ni pensar, solamente podía dejarme llevar por su cuerpo y por el mío, dejando que hicieran lo que les diera la gana, notando como se buscaban una y otra vez. Suspiré según sentía como me iba atrayendo hacia ella antes de que me volviera a estampar contra el respaldo para seguir besándome sin compasión, era tan sexy que me daba algo... Y todavía me estremecia cuando recordaba sus palabras, me llenaba de un placer saber que quería todo eso de mi que no se podía expresar con palabras.- Muérdeme... Joder Alma, muérdeme...-bufé entre beso y beso casi molesto contra sus labios, pero era más una suplica que otra cosa. Quería que bebiera de mi hasta cansarse, que me sintiera entrar en su cuerpo de esa manera, que me sintiera lo más posible... Lo quería todo de ella.

Seguimos besándonos sin detenernos, buscándonos con avidéz hasta que ya me dijo que lo mordiera. No me detuve a pensar, esas palabras hacían que me encendiera más que ningunas otras y ya estaba picándome la garganta de deseo cuando acabó de pronunciarlas... -Joder...- bufé entonces yo, quejándome de que me tuviera tan al borde. Aproveché para inmovilizarlo con mis manos contra el respaldo del sofá y desenfundé mis colmillos sin dejar de mirarlo a los ojos, mostrándole mi rostro transformado sin cortarme, sintiendo como mis ojos se inyectaban de un deseo que solo podría saciar con su sangre. Lo mordí entonces en el acto, comenzando a beber desenfrenada, sintiendo en mmi garganta el sabor de su sangre y descubriéndome tan excitada como nunca.

Sentí como se encendió todavía más en el acto y la miré totalmente encendido yo también cuando desenfundó sus colmillos y me miró un instante antes de morderme. Suspiré soltando todo el aire y estiré todavía más el cuello, dejando que bebiera a su antojo, que disfrutara de mi sangre, que disfrutara de mi... Enredé una de mis manos en su pelo y presioné un poco su cabeza más contra mi cuello, incitándola a seguir bebiendo, queriendo entrar en su cuerpo de esa manera, a través de la sangre. La deseaba ahora mismo de una manera que no se podía expresar con palabras.

Comencé a beber y para mi sorpresa ben no sólo estuvo de acuerdo en permitirlo si no que además comenzó a alentarme a que continuara. Enredó sus manos en mi cabello y lo sentí presionarme lentamente hacía él, extendiendo su cuello y buscando el modo en que me sintiera más cómoda y no dejara de beber... Podía sentir por el vínculo de sangre que otra vez se reanudaba, lo excitado que estaba y el deseo que sentía hacia mí... no dejé de beber, buscandolo, intentando satisfacerme lo más posible, llenarme de él, sentirlo por completo y que supiera con total certeza que me daban igual los cientos de años que tuviera, era condenadamente mío.

Alma siguió bebiendo sin cortarse y suspiré disfrutando de todo, sintiendo como el vinculo de sangre se iba formando de nuevo y sintiendo como ella misma iba disfrutando de mi sangre, era sin duda una sensación asombrosa. Suspiré y cerré los ojos relajándome en sus brazos, ciñiendola contra mi cuello pero dejando que hiciera y bebiera de mi lo que la diera la gana, solo quería que disfrutara y que me sintiera por completo. La quería con locura y no deseaba nada más que estar bien con ella así de nuevo en casa.

No me fue sencillo dejar de beber, de hecho, hubiera seguido haciéndolo si no fuera porque en un enormísimo esfuerzo de voluntad supe que ya era suficiente. Ben estaba tan condenádamente entregado a mí que no oponía la menor resistencia, casi que me alentaba a seguir bebiendo y entonces era dificil cortarse. Cuando me separé de su cuello pasé su lengua lamiendo la herida antes de que se cerrara y luego ya me lamí los labios mirándolo a los ojos al tiempo que iba volviendo a la "normalidad". -Sabes como lo dioses...- susurré entonces mirándolo.

Bufé un poco casi sin darme cuenta cuando se apartó de mi cuello, sabía que estaba casi al limite pero por un momento me molestó que se apartara de esa de mi cuello. Me dijo eso mientras su cara volvía a la normalidad y suspiré- Lo dices solo porque soy tu esposo..-susurré sonriendo como si solo lo dijera por cumplir. Tomé su rostro y la acerqué de nuevo a mi, acercercandome a sus labios y devorando su boca enseguida, degustando su boca y jugando con su lengua sin cortarme. La deseaba más que nada y ahora sintiendo el vinculo de sangre no podía despegarme de ella ni un instante, la deseaba como nunca.

Dijo eso y asentí en broma. -Debe ser eso, no sé... no tengo modo de comparar.- murmuré con una sonrisa pícara aún en los labios antes de sentirlo tomar ya mi rostro entre sus manos y luego ya su boca sobre la mía otra vez, devorándome con voracidad, buscándome con su lengua sin cortarse, dejándose llevar por el deseo y haciendo que me encendiera más si eso era posible.

Enarqué una ceja con eso de que no tenía con que comparar, pero era cierto... Nunca había mordido a otro vampiro, ¿no?. Igualmente no pude contestar tan concentrado como estaba en responder a ese beso, me tenía totalmente encendido y entregado ahora mismo a ella. Suspiré- No sabes como me tienes...-murmuré contra sus labios mientras la estrechaba más contra mi para que me sintiera.

Sonreí cuando dijo eso de que no sabía como lo tenía, era grandioso sentirlo de ese modo entregado y expectante a la vez. -¿Cómo?.- le pregunté con mucha picardía contra sus labios cuando lo sentí acercarme más a él. -Dime Ben... cómo te tengo?.- le pregunté entre suspiros aún contra su boca y antes de enredar nuevamente mis dedos en su cabello.

Suspiré contra sus labios buscando un adjetivo con el que definir como me encontraba mientras la sentía enredar sus dedos de nuevo en mi pelo. - Caliente...-dije al final con cierta picardia- Estoy caliente, me tienes completamente excitado...-susurré sin poderme controlar colando las manos por dentro de su vestido, agarrando su ropa interior y empezando a bajarsela poco a poco

Me respondió eso y ya estaba totalmente extasiada, no podía ponerme más con esas palabras. -Joder...- bufé sintiendo como continuaba hablando y ya comenzaba a meter sus manos por debajo de mi vestido para comenzar a quitarme la parte de abajo de mi ropa interior. -Joder Ben, y tú a mí... No sabes lo que me pones.- susurré en sus labios atrayéndolo hacia mí pero deteniéndome a morder su labio inferior simplemente sin hundirme en su boca mientras sentía sus manos viajar por mis piernas.

Sonreí con picardia cuando dijo eso, me encantaba notarla así tan excitada- No, no lo sé... Dímelo, dime lo que te pongo...-murmuré incitándola a hablar porque me encantaba escucharla hablar. La terminé de quitar la ropa interior dejándola por allí tirada y la volví a pegar más a mi así sentada como estaba sobre mi- Joder Lucía, venga háblame...-susurré acariciando el interior de sus piernas mientras devoraba su boca a besos sin cortarme.

Dijo que le dijera cuanto lo ponía y suspiré excitadísima, de verdad que era imposible de explicar lo caliente que estaba con apenas sentirlo cerca. -Me pones como nadie, joder Ben... ahora mismo estoy muy, pero muy caliente.- le dije entre suspiros y sentí como acababa de quitarme la ropa interior antes de sentarme sobre él. Dijo eso luego y me quedé de hierro... no podía creerlo, acababa de nombrar a otra tía y yo estaba con ganas de asesinarlo. Abrí los ojos bien grandes y me quité de encima suyo antes de que pudiera reaccionar. -Quien demonios es Lucía!??.- le pregunté furiosa pero sin levantar la voz ni un poco.

[off: no iba a hacerlo, que sé que soy muy mala, pero es que te la debía y no he podido resistirme... jajaja ]

Suspiré totalmente excitado cuando dejo en claro lo excitado que estaba. Se tensó en un punto y apenas entendí cuando se apartó de encima mío a continuación. La miré desorientado hasta que dijo eso- ¿Ehh?-dije sin saber ni que decir, ¿había nombrado a Lucía? Joder, ni me había dado cuenta, y ni sabía porque lo había hecho cuando estaba tan centrado en Alma con todo lo de la sangre.- No lo sé... Olvídalo, ha sido una tontería- dije todavía muy excitado acercando mis manos de nuevo a su cintura para que volviera a sentarse sobre mi.

[off: Eres muuuuy mala! Que es la primera vez que me lio y encima estan volviendo tras tener "problemas con mas chicas"!! A ver como remontamos jaja)

Dijo eso sin hacerme mucho caso y otra vez sus manos a mi cintura ¿pretendía que lo olvidará?¿qué hiciera que no había oído nada?? -Joder Ben... ¿Te he hecho una pregunta?.- dije alejándome. Aún seguía excitada y sin la ropa interior, me sentía húmeda y alterada, pero no podía ya volver a sus piernas como si nada cuando acababa de soltar el nombre de otra mujer en un momento así. -Joder.- dije mirándolo más furiosa si es que podia.

[off: lo sé, lo sé pero es que no he podido aguantarme la tentación.... jajajaja, ya veremos ]

Suspiré, cuando se alejó enojada enseguida, estaba totalmente excitado... Joder, si es que no podía tener tan mala suerte cuando estabamos volviendo. Suspiré intentando pensar con claridad para poder contestarla, cosa que no era nada fácil teniendo en cuenta la situación- No sé porque la he nombrado, yo que sé, es una tía que conocí estos días en un bar, ni si quiera nos liamos...-dije como era obvio porque no me había acostado con nadie- Era una borde... Ni si quiera estaba pensando en ella ahora- dije intentando excusarme pateticamente.

[off: Mala! jajaj]

-Joder, porque no piensas en ella entonces la nombras.- le dije ante su tonta explicación. Dijo que ni siquiera se habían liado. -Es por eso que la nombras?.- increpé con furia y deseo a la vez. -Porque tenías ganas de follártela y no has podido?.- le dije todavía enfadada con él mientras me movía por la sala sin detenerme pero tampoco decidiéndome a alejarme del todo. Seguía totalmente excitada y pensar ahora mismo en esa tía lo único que hacía era que me enfureciera más, no lograba tranquilizarme.

- Joder Alma, no es eso...-dije sin saber ni que decir. No estaba pensando en ella, ¿no? ¿O si? Joder, ahora mismo estaba hecho un lio, pero es que no había pensado conscientemente en ella, joder, que no podía desear más a Alma antes cuando la había nombrado. Dijo lo demás de pie y furioso y bufé casi sin darme cuenta mientras me ponía yo también de pie-Si hubiese querido me la hubiera follado- dije secamente sin poderlo evitar, porque vamos, ella misma era la prueba de ello, si realmente deseaba muchísimo a alguien no es que me costara demasiado eso de ser infiel...- Joder Alma, ¿qué esperas que te diga?- dije intentando no seguir por ese camino, pero es que no sabía que quería que la dijera, claro que en un punto me había quedado con ganas de follarmela pero es que seguro que a ella la había pasado también con mil chicos más.