+18 De copas (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

-Nah, me da igual... a donde tú quieras, me basta con que haya algo de beber y buena música.- dije con una sonrisa. Tampoco me importaba que nos quedáramos en Fell's si prefería eso, de verdad que me daba lo mismo, tenía ganas de salir un poco con él después de andar separados tanto rato y si nos quedábamos en casa seguramente acabaríamos muy diferente.
Ya nos montamos en su coche y comenzamos a andar. -Algna novedad de acá de Fell's? Has visto a alguien? Pasó algo interesante?- le pregunté mientras me apoyaba en el respaldo del asiento y cruzaba las piernas.

Entorné los ojos en broma cuando dijo que no se fiaba de mí. -Vamos no te ofendas que ha sido todo por una causa justificada, casi fuerza mayor.- dije con carita de niña buena a eso de que había hecho creer a todos que era un cornudo. -En cambio lo tuyo con Martha ha sido totalmente gratuito y sin razones... mejor ni me hagas acordar.- dije en broma sonriendo. Ya dijo eso de que me acompañaría y asentí como una niña que acaba de recibir un juguete nuevo. Ya comenzamos a salir de allí en busca de la botella de champagne pero para mi sorpresa cuando ya íbamos hacia la puerta se nos puso en el camino una chica, no me costó nada reconocer a la famosa Martha.

Entorné los ojos por lo primero que dijo pero ya soltó lo de Martha y no dije nada porque ya veía que tenía muchas las de perder. La cogí de la mano para ir hacía la salida pero justo cuando ya estábamos casi en la salida se nos cruzo una chica por el camino. Era Martha, joder...- Ben, Alma... Que sorpresa- dijo la chica con una falsa sonrisa- La verdad es que si...-dije mirándola y enarcando una ceja sin saber que diablos hacía allí, ni si quiera vivía en Fell´s...

-Pues, aquí estoy, con unos amigos... Han dicho que este sitio es muy bueno.- mintió descaradamente. -No creo que sea tan genial, pero bueno... Un gusto verte, de todos modos ya nos íbamos....- le dije sin demasiado interés. Es que al final para locos y acosadores ya habíamos tenido demasiados y no me apetecía seguir con algo de eso y prefería que de una vez nos largáramos a por el champagne. -Quizá volvamos después, si no nos vemos... en fin, que pases una buena noche.- dije con una sonrisa algo falsa.

- Ah bueno...-dijo algo decepcionada al escuchar que ya nos ibamos. Alma se despidió enseguida y estabamos por empezar a andar de nuevo cuando Martha me cogió del brazo- Ben, ¿podemos hablar un momento? A solas...-dijo mirando a Alma un segundo como dejando claro que no quería que escuchara nada de la conversación.

Ya estábamos por salir de allí cuando Martha cogió a Ben del brazo diciéndole que si podía hablarle a solas. -Por mí bien.- dije con una sonrisa. -Pero si se demoran mucho me voy a comprar ese champagne yo sola, vale?.- murmuré acercándome a Ben y dándole un beso en los labios sin cortarme demasiado y en una actitud totalmente territorial que no era demasiado común en mí. Es que esa Martha ya estaba empezando a cansarme, esperaba que Ben demostrara que sabía como deshacerse de la situación dejando las cosas en claro de una condenada vez.

Sonreí levemente ante las palabras de Alma pero ni tiempo me dio nada porque ya me estaba besando allí delante sin cortarse para nada, en una actitud un tanto territorial que me puso demasiado.- No tardaré- la prometí en un susurró tras romper el beso antes de alejarme unos pasos con Martha para ver que quería. Se notaba que iba algo tenso tras el beso- ¿Qué haces aquí con ella?- me preguntó enseguida que quedamos más apartados sin que me lo pudiera creer- Es mi esposa, creo que tengo todo el derecho del mundo a estar aquí con ella si me da la gana- dije algo seco sin poderme creer que me estuviera haciendo estos planteos.- La pregunta sería mas bien el por qué estas tu aquí- dije mirandola.

Ben me dijo que no tardaría y asentí haciéndole un pequeño guiño antes de irme hacia la puerta del bar y salir de una vez. Me quedé allí haciendo tiempo (y evitando ver a Martha porque le partiría el cuello si decía alguna tontería y no era plan) y saqué un cigarro encendiéndomelo lentamente al tiempo que me apoyaba un poco en la pared y me dedicaba a mirar algo en la noche. La gente iba llegando al bar y algunos pasaban mirando un poco y saludando con la cabeza, es que era un pueblo pequeño y ya nos conocíamos.

- He venido a buscarte, no sé que te ha pasado, parecía que todo iba bien y de pronto... Me sueltas todas esas cosas por el chat- dijo Martha - ¿Qué ha pasado? Venga... Se que me deseas...-susurró acercándose más a mi- Estas loca...-murmuré poniendo una mano en su hombro para que dejara de acercarse- Venga... Te he traido un regalito-susurró antes de abrirse la gabardina que llevaba dejando ver que solo iba vestida con lencería fija- Joder, te he dicho que no!- la dije de malas maneras cada vez más nervioso por toda la jodida situación empujandola incluso un poco para que dejara de acercarse. Me miró mal y se cerró enseguida la gabardina- Esta bien, tu lo has querido- me amenazo antes de darse la vuelta e ir hacía la salida, hacía donde estaba Alma.

Pasaron algunos minutos y Ben no salía, ya estaba a punto de ir a por la condenada botella de champagne que se me había antojado cuando ví salir a Martha echa un humo. -Ey, y Ben?.- le pregunté confundida ¿Había logrado quitársela de encima de una vez? No podía creerlo... -No tienes idea de quien es Ben, no lo conoces.- me dijo en un tono altanero que lo único que logró fue hacer que comenzara a enfadarme. -Yo creo que sí.- le dije separándome de la pared y dándole una calada al cigarro con lentitud. -Sábes lo que ha hecho entonces los días que estuviste fuera? Sábes que me ha dicho que me desea? Que nos hemos visto cada noche??.- me dijo con ese mismo tono altanero y lo primero que pensé fue que estaba totalmente loca, pero luego ya comencé a necesitar con urgencia que Ben me lo jurara, es que no era taaan fácil confiar en él con algunas de estas cosas, no sería la primera vez que me "suavizaba" un poco los relatos de las cosas que podían joderme.

Suspiré cuando se marchó pero la seguí enseguida porque no me daba buena espina. Llegué justo a la salida para escuchar las últimas palabras de Martha- ¿Qué haces? - dije secamente alucinando un poco sin poderme creer todo lo que acababa de soltar.- ¿Que qué hago? Hacerle un favor a Alma y que vea lo engañada que la tienes, que nos tienes a las dos... ¿O es que ya no recuerdas todos estos días juntos? ¿No recuerdas como nos veíamos cada noche? ¿Has olvidado como me quedaba dormida en tus brazos y me hacías el amor susurrándome que era la única para ti? Joder Ben no me puedo creer que me estes haciendo esto, eres un cerdo- dijo terminado su actuación echándose a llorar dramáticamente, no me lo podía creer. De verdad que por un momento me quedé sin palabras sin saber ni como reaccionar ante todo lo que había soltado- ¿Qué coño te pasa? Joder... Estas loca-dije de malas maneras sin saber ni que decirla girandome un momento hacía Alma al recordar que estaba allí escuchando todo- Joder, no es verdad- me defendí enseguida intentando que no pensara nada raro.

Ben salió y antes de que pudiera intervenir, ya Martha estaba soltando una cantidad de cosas que no podia creer, es que no podía creerlo de verdad... Ben no podía ser tan imbécil, tenía que confiar en él. Se quedó mudo un segundo y se me hizo un nudo en la garganta porque no era buena señal, pero enseguida se giró a decirme eso. -Ya... pues mirá, iré a buscar mi condenada botella de champagne y cuando vuelva quiero que te hagas deshecho de esta loca o me desharé yo misma.- dije muy seria mirándolo a los ojos. Podía ser que ella se lo inventara, pero él había estado tonteando con ella gratuitamente y ahora era yo la que pagaba las consecuencias. -No me crees? Quieres que te muestre pruebas? Las tengo Alma. Y no sólo conmigo... Ha estado engañándote todo este tiempo.- insistió Martha pero en vez de responderle, miré a Ben con impaciencia.

Sabía que Alma estaba perdiendo la paciencia pero yo mismo también, no sabía como afrontar ahora mismo la situación, solo me daban unas ganas horribles de romperla el cuello de un movimiento seco para hacerla callar de una vez.- Pues si, joder, muéstrame alguna prueba, muestramela porque de verdad que todavía sigo sin saber cuando cojones hice todo eso que dices- dije muy serio intentando de verdad que la loca esa se diera por vencida y se fuera- No te hagas el imbecil, tu sabes perfectamente todo lo que paso, has estado conmigo toda la semana y hoy por la mañana mismo te he pillado en la universidad con Madga- me acusó dando sus pruebas de que me había liado con más gente. - Estas loca, lárgate!- dije empujándola ligeramente para que se apartara y dejara de joderme de esa manera, no me podía creer que estuviera tan loca. Mi acción solo pareció cabrearla más porque enseguida me empezó a gritar. - Vuelve a ponerme una mano encima y te denunció por maltrato imbécil!- me gritó todavía llorando y limpiandose las lágrimas con las manos. Era el colmo, lo que me faltaba...- Basta, haz lo que te dé la gana, sigue viviendo en tu mundo de fantasía, nos vamos- dije tomando a Alma enseguida de la mano sin esperar a que dijera nada y tirando de ella para que comenzara a andar conmigo.

Ben comenzó a replicarle y en vez de irse entonces rebatía con más tonterías, joder... estaba loca. -Vuelve a decir una sóla estupidéz más y seré yo la que te denuncie por acoso, comprendes?.- le dije seriamente volviéndome hacia ella cuando dijo eso de que denunciaría a Ben y luego comenzó a llorar como una idiota. Levantó la cara mirándome cuando ya Ben dijo que nos íbamos. -Alma, tú nos has visto...- susurró sollozando todavía. -No lo recuerdas? la noche en que murió Paul, tú sabías que había algo entre nosotros, quisiste impedirlo... pero ya es tarde, en el fondo sábes que no es fiel. Habla conmigo cada noche, sé que no es un juego, me desea.- fue diciendo. -Estás mal Martha, Ben es un idiota por jugar contigo pero tú estás enferma, vete a hacer terapia o no sé, consíguete un tío esta noche a ver si con alguien en la cama se te pasa un poco la locura. Escúchame bien y presta atención, no quiero verte cerca mío, ni de Ben, ni de mi casa... o te denunciaré por acoso de verdad.- le dije al final bien seria y ya lista para largarme de ahí.

- No la hagas caso, vamonos...-le insistí a Alma ni bien se paró y empezó a contestarla, es que era ahora mismo lo peor que podíamos hacer. era precisamente lo que quería Martha, y no pensaba darla el gusto de tenernos replicando a cada cosa que se inventaba. Alma terminó amenazandola con que nosotros mismo la denunciariamos y tiré otro poco para empezar a andar. ¿Cómo había gente tan loca por allí? Paul, Martha... De verdad que era para preocuparse.- Algún día verás que tengo la razón, no digas que no te avisé Alma- dijo simplemente Martha llorando mientras empezabamos a andar para alejarnos de una vez de allí.

Ya nos fuimos de allí cogidos de la mano y seguí escuchando los sollozos de Martha luego de haber hecho ya varios metros. -Joder Ben ¿De dónde las sacas?.- dije sin más y como si fuera culpa suya que Martha estuviera tan loca, seguía enfadada por la situación y por haber tenido que soportar todas esas tonterías en la puerta de un sitio público, pero sabía que no era enteramente culpa de Ben ¿Cómo podía saber que estaba tan desquiciada?. -Tendrás que conseguirme la condenada botella muy pronto.- dije ya con una pequeña sonrisa.

Iba totalmente ofuscado y molestó por la situación cuando escuché a Alma, lo que me hizo sonreír un poco sin poder evitarlo, es que de verdad no sabía de donde sacaba a gente tan rara.- Vale, prometido, te conseguiré la botella y te haré olvidar todo esto...-la prometí mirandola un poco de reojo y sin soltar todavía su mano, es que la tía se había pasado un montón diciendo todo eso.

-Bien, te tomo entonces la palabra..- le dije con una pequeña sonrisa mirándolo de reojo. -En parte es mejor, ya no tengo que preocuparme por ella, no?.- dije pensando después. Es que si lo que me jodía era que Ben no les dejase las cosas en claro ahora no podía decir que Martha no tenía todo claro, si no quería entender era problema suyo...

- No, claro que no... Pero es que de verdad que no sé como hemos llegado a esta situación, no parecía estar tan loca, todavía no me creo todo lo que ha soltado, por un momento me ha dejado sin palabras de verdad, sobre todo cuando ha empezado a llorar así, parecía que ella misma se creía todo lo que decía- dije haciendo una mueca, pero es que de verdad que había llegado a ser muy real todo en algunos momentos.

-No sé, lo único que tengo en claro es que agradezco haber abierto el portátil y estar al tanto de todo, no sé cómo me hubiera tomado toda la situación si no sabía nada de nada.- dije con una pequeña sonrisa, pero era cierto que haber visto todo lo de las tonterías de Ben por chat había ayudado a que me diera una idea y que no me cayera como un balde de agua fría la aparición de Martha.

Asentí,era bastante entendible, a mi si que me hubiese dado algo seguramente en una situación parecida.- Yo también agradezco que lo hayas abierto...-la dije sinceramente con una pequeña sonrisa antes de girarme a mirarla- Venga, veamos si allí hay tu champagne-dije señalando una pequeña tienda de 24 horas que había, seguro que allí ya lo podíamos comprar.

Sonreí cuando estuvo de acuerdo con lo primero y luego ya lo seguí hasta esa tienda de 24 horas para poder comprar el champagne. Por suerte tenían así que nos hicimos de una botella del mejor que encontramos (aunque tampoco era taaan bueno) le pasé la botella a Ben enseguida para que la descorchara y esperé con una pequeña sonrisa ilusionada, es que tanto hablar del champagne al final me había quedado antojada de verdad.

Me pasó la botella ni bien salimos de la tienda y la miré enarcando una ceja- ¿Quieres que la abra ya? ¿No prefieres ir a algún otro sitio?- la pregunté sonriendo sin estar muy seguro de si quería que abriera la botella allí en mitad de la calle en otro sitio mas tranquilo o marchoso, todo era decisión suya.

-Sï, quiero que la abras ahora mismo... Luego ya vamos buscando sitio, pero me apetece beber ahora.- le dije con una sonrisa y bastante cara de niña buena.

- Eres una caprichosa- me quejé con una sonrisa antes de abrir la botella, el tapón salió un poco por los aires y sonreí antes de pasarla la botella- Te dejo hacer los honores...-dije con una sonrisa dejando que fuera ella la que diera el primer trago.

-Nah, es sólo un antojo... No es capricho.- dije negándolo rotundamente aunque no tenía tan en claro cual era la diferencia entre una cosa y la otra. Ya me pasó la botella luego de hacerme reir cuando la destapó tan de improviso. Y me mordí un labio mirándolo antes de beber. -Por mi esposo, el vampiro más guapo, cabrón e ingenuo en lo que hace a enamoramientos de jovencidas, que hay en la tierra.- dije con una sonrisa mirándolo antes de beber mi trago. Luego ya le pasé la botella.