+18 Siguiendo un impulso (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Me subí al coche con intención de ir a lo de Erik, pero no sé en qué momento de mi recorrido decidí cambiar la dirección y dirigirme a la casa de Ben. De alguna manera precisaba confirmar que todo eso que Martha había dicho no era cierto... Suspiré, sin poder evitarlo estaba otra vez dejando colgado a Erik. Le mandé un mensaje "He vuelto muy cansada, paso mejor mañana. Adios".

Spoiler:

Aparqué en la puerta de la casa de Ben y estuve unos instantes en el coche, no sabía si lo mejor era entrar o no, pero un impulso me había llevado hacia allí y no iba a detenerme ahora.
Me bajé del coche y llamé a la puerta.

Me desperté cuando ya sería entrado el mediodía... No sentía ruidos por ninguna parte y no quería despertar a Ben, aunque en verdad no sabía si estaría. De todos modos salí de puntillas de la habitación y bajé las escaleras hasta ir a la cocina.

Spoiler:

Allí me encendí un cigarro mientras empezaba a preparar café, desde que era vampira no había dejado de hacerlo... era de los hábitos que no se me iban.

Dormí el resto de la noche de un tirón hasta que escuché una puerta abriendose. Abrí los ojos enseguida sobresaltado por eso y me costó un poco recordar que Alma se había quedado en la habitación de invitados. Suspiré y me tapé la cabeza con la sábana dispuesto a seguir durmiendo. Era más fácil mi vida en los sueños. Menos complicaciones... Pero ya fui escuchando ruidos en la cocina y era obvio que una vez despierto yo ya no me podría volver a dormir así que me levanté. Bajé las escaleras y me encontré a Alma haciendo café en la cocina. Era una imagen tan... familiar. Y estaba tan guapa... Suspiré- Hey-murmuré mientras entraba en la cocina- ¿Cómo has dormido?- pregunté mientras me sentaba en la encimera.

Escuché a Ben bajar las escaleras así que cuando se apareció en la cocina sonreí girándome a mirarlo. Se sentó en la encimera y lo miré con una sonrisa. -Me ha costado horrores... Es raro, no me cuesta dormirme en general, pero luego lo he logrado.- dije sonriendo y acercándome a él. -Me he puesto a hacer café pero es que no me quito la costumbre...- dije con una sonrisa ya acercándome del todo. Así sentado en la encimera, es que me gustaba de verdad mucho ese vampiro y ahora... no podía evitar ir hacia él.
-¿Puedo acercarme?.- murmuré con picardía apagando el cigarro y dejándolo allí mientras ya iba un poco hasta él y me ponía entre sus piernas sin cortarme. -Es decir... Sábes qué pregunta me he hecho toda la condenada noche? ¿Cuán cerca puedo estar de tí sin que me eches de tu casa o me pidas casamiento?.- sonreí mirándolo a los ojos. Joder, es que todo en él me atraía... -Crees que puedas darme esa respuesta Ben?.- murmuré todavía con picardía sin quitar mi vista de sus ojos.

- Me ha pasado lo mismo- murmuré con una pequeña sonrisa cuando me explicó como había dormido. A mi en realidad siempre me costaba dormirme pero es que lo de hoy había sido pasarse. - ¿A si? No lo sabía...-mentí con una pequeña sonrisa cuando mencionó lo del café- Estas loca, deberías quitarte esas manías- dije antes de que me preguntara si se podía acercar. Enarqué una ceja ante eso y escuché lo que iba diciendo mientras se ponía entre mis piernas. - Yo...-no dije nada enseguida. Joder, es que me atraía y la amaba tanto... Daba igual el tiempo que habíamos pasado separados, es que nada había cambiado... -No, no creo que pueda darte esa respuesta... Aunque creo que lo del casamiento es demasiado incluso para mi-murmuré de broma sin apatar mi mirada de ella. Enredé una de mis manos en su pelo y suspiré clavando mi mirada en la suya sin dejar que se apartara. Quería tanto besarla y al mismo tiempo... No sabía si hacerlo.

Sonreí cuando dijo que me quitara esas manías, todo eso me sonaba conocido pero no tenía muy en claro cómo era posible. Nadie que recordara me decía cosas como esas.
Al final me acerqué a él y me miró a los ojos haciendo que me derritiera mientras decía que no podía darme esa respuesta pero que el casamiento sí que era demasiado. Sonreí mordiéndome el labio cuando sentí como enredaba una de sus manos en mi cabello y cogí con una de mis manos su rostro acercándome a besarlo sin poder evitarlo y sin tener ganas de evitarlo tampoco. Bajé mis manos ya por su cuello, tomándolo de allí con delicadeza y otra vez me hundí en sus labios, joder... qué demonios me pasaba? estaba loca? Esto no podía terminar bien, pero no podía apartarme tampoco.

Ella no pareció dudar y se hundió en mis labios enseguida. Suspiré cuando pasó sus manos por detrás de mi cuello y me dejé hacer. No nos habíamos vuelto a besar desde ese beso que me había vuelto la memoria y es que ahora... Solo podía pensar en lo mucho que la quería y en lo mucho que odiaba que ella no me quisiese a mi. Nos besamos una y otra vez sin podernos controlar y no dudé. Me bajé de la encimera a velocidad vampirica y la cogí de la cintura sentándola allí enseguida antes de volver a hundirme en sus labios. Ya lo había pensado esta noche. Nuestra relación siempre había sido muy sexual... Y si tenía que enamorarla a base de polvos lo haría. Mordí sus labios con una mezcla de rabia y de deseo que no pude ni controlar y cogí su camiseta por los bordes enseguida para comenzar a quitarsela.

Nos besamos algo más y antes de que me diera tiempo a reaccionar ya había bajado de la encimera a velocidad vampírica cogiéndome de la cintura y sentándome a mí allí mientras comenzaba a quitarme la camiseta y a besarme con mucha más intensidad.
Todo lo que había pasado me había dejado como en estado de alerta pero ahora... sentirlo con tanta pasión me arrancaba los miedos de un plumazo y me daba exactamente igual lo que pasara después. Sólo me importaba él ahora allí en su cocina, nada más. Volvió a besarme y otra vez me encendió el fuego de su boca hundiéndose en la mía sin control. Enredé mis manos en su cabello y lo atraje hacia mí, besándolo con algo de bronca, desquitándome en sus labios porque era parte su culpa que ahora tuviera el corazón tan enredado.

La quité la camiseta apartándome un segundo de sus labios y la dejé a un lado antes de volver a sus labios y sentir como enredaba sus dedos en mi pelo mientras me besaba con algo de bronca. No sabía que estaría pasando por su mente pero me daba lo mismo, yo también tenía bronca y aún así no pensaba cortarme, no ahora mismo con todo este arrebato.Seguí besandola con intensidad una y otra vez mientras mis manos iban hacía su última prenda y comenzaba a deslizarla por sus piernas hasta dejarla desnuda. Mordí sus labios y bajé mis manos desde su pelo por su piel, acariciando sus pechos, su cintura... Hasta llegar a su sexo. Donde comencé a masturbarla con mis dedos sin poder dejar ese ritmo intenso que habíamos llevado desde el principio.

Dejó mi camiseta a un lado y volvió a besarme enseguida con desesperación. No me corté y continué ese beso con intensidad, enredados todavia mis dedos en su cabello, acariciando su nuca sin poderme detener. Bajó a mi última prenda y me la quitó del todo antes de comenzar a bajar con caricias, recorriéndome por completo y llegando hasta mi sexo para masturbarme sin intenciones de detenerse. Suspiré en sus labios y bajé al final de su camiseta para podérsela quitar pero me detuve un instante. -Denúdate.- susurré en su oído con mucha picardía y un poco ordenándoselo antes de morder provocativamente el lóbulo de su oreja. Necesitaba sentirlo, todo en él, su piel, sus movimientos... es que nuestros cuerpos se conocían, podía saberlo, podía intuirlo.

La escuché ordenarme eso y me mordí un labio pero la hice caso. Aparté las manos de su cuerpo y las lleve hasta su camiseta. Me la quité de un solo movimiento y la miré a los ojos mientras la dejaba caer al suelo junto a sus cosas... La necesitaba tanto... La necesitaba aunque ni me recordara. Sonreí con algo de picardia y llevé las manos hacía mis vaqueros sin dejar de mirarla. Me solté los botones y me los empecé a quitar. Ni bien me los quité me quité también enseguida los boxers y me pegué enseguida a ella de nuevo mientras me hundía en sus labios, besándola una vez más con vehemencia.

Se apartó de mí haciéndome caso y no dejé de mirarlo ni un segundo, disfrutando de cada movimiento y de como se desnudaba arrojando su ropa por allí y sin que le importase gran cosa.
Se pegó a mí enseguida y volvimos a besarnos, suspiré en su boca. ¿Qué demonios me pasaba con Ben? Es que era una tontería negarlo, me gustaba me gustaba mucho... claro que mucho más de lo que me gusatba Erik, más de lo que me había gustado nadie ¿Qué era lo que no me dejaba soltarme del todo y arriesgarme de una vez?
No quería pensar, así que en cambio lo besé, una y otra vez... buscándolo sin controlarme, acariciando su espalda y hundiéndome en sus labios con avidéz.

Suspiró en mis labios mientras me besaba una y otra vez y yo por una vez no quería ni pensar. Solo quería disfrutar de ella y ya, sin líos, sin complicaciones, sin nada de nada... Suspiré yo mismo también contra sus labios y tras acariciar su cuerpo una y otra vez y tras sentir como estábamos completamente excitados me hundí en ella de una vez. Suspiré ligeramente y me fui hundiendo en con intensidad como todo lo que llevábamos haciendo hasta ahora. Fui penetrándola con un ritmo continuado y profundo, buscando que ambos disfruraramos de todo eso, dejándome llevar ocmo tantas otras veces con ella.

Seguímos besándonos sin cortarnos hasta que ya se hundió en mi haciéndome suspirar una y otra vez. Estábamos haciendo todo con mucha intensidad y era extraño entre otras cosas porque por la noche no habíamos podido ni besarnos entre tantas preguntas y tan pocas respuestas.
Lo sentí embestir con fuerza y acaricié su cuerpo, su espalda, sus hombros, sus brazos, su nuca... bajé a su trasero y no dejé que se separara de mí, buscándolo con mi boca y yendo ahora a su cuello para quedarme besándolo por allí, en el sitio en el que antes lo había mordido, lamiendo sin controlarme, dejándome llevar por ese arrebato.

Cada beso, cada caricia, cada gemido... Todo era tan familiar que parecía mentira que estuviésemos en esta situación. Si es que aunque ni me recordara podía sentir lo conectados que estábamos, era innegable se mirara por donde se mirara. Suspiré al sentir sus labios por mi cuello y lo estiré un poco más para darla espacio mientras no dejaba de hundirme en ella. Mi cuerpo la buscaba una y otra vez sin demasiado esfuerzo, dejándome llevar como tantas veces con ella, disfrutando una y otra vez de cada gemido y cada penetración.

Estiró algo más su cuello y me hundí allí besándolo con pasión, descargándome un poco en su cuello y jadeando por la intensidad de todo. Es que no podía ni pararme a pensar (y tampoco quería), me sentía perdida, completamente perdida... y sin embargo ¿porqué estar con Ben era tan familiar?¿tan fácil? No había tenido que decirle nada, solamente acercarme y ya estaba acariciándome exactamente como me gustaba. -Joder Ben, no te detengas... no lo hagas.- susurré en su oído sintiendo como iba acelerando las embestidas.

Escuché como me pedía al oído que no parara y me estremecí de placer. Me encantaba que me dijera esas cosas, sobre todo ahora dada nuestra situación y demás- No lo haré...-susurré entre algún suspiro porque no pensaba parar por nada del mundo, menos ahora que la sentía tan en mis manos. La cogí bien de la cintura para seguir con el ritmo sin que se moviera demasiado sobre esa encimera y aumenté algo más el ritmo sin poder evitarlo, dejandome llevar por completo, disfrutando de cada estocada una y otra vez según notaba como estabamos cada vez más cerca del orgasmo.

Dijo eso y sonreí mordiéndome un poco el labio mientras ya no dejaba de moverse, cogiéndome con firmeza de la cintura para inmovilizarme un poco y acelerando las estocadas... Joder, es que de verdad que estaba haciéndome ver las estrellas, apenas podía ya decir más nada.
Siguió y me dejé hacer mientras sentía como cada vez íbamos más cerca del orgasmo. Llegamos al climax estallando de placer y busqué sus labios como una loca enseguida, hundiéndome en ellos con una mezcla de placer y de rabia que no me explicaba.
Joder, es que lo deseaba tanto... no podía permitirme bajar la guardia con él, ya sabía que acabaría sufriendo y sin embargo, ya no podía negarlo, lo que me pasaba con él no era normal.
Salí de sus labios y lo miré un segundo. -No podemos hacer esto, joder... no podemos.- murmuré bajándome de la encimera y cogiendo enseguida la camisa que había dejado por allí tirada para cubrirme e ir al baño.

Fuimos aumentando la intensidad y cuando llegamos al clímax fue increible. Era fácil de olvidarse de los problemas con cosas así. Volvió a mis labios besandome con cierta rabia y mordí sus labios con la misma intensidad. No podía ser todo tan genial y al mismo tiempo... No serlo. Apenas me dejó disfrutra del momento. Dijo eso apartandose de mis labios y la miré desconcertado- No te puedes arrepentir de un polvo tan genial...-dije casi como si fuera algo ilogico, aunque ni me dio a tiempo a decir nada porque enseguida se vistió de nuevo y se fue. Escuché momentos después la puerta del baño y suspiré. Joder... ¿por qué hacía esto? Estaba yendo todo bien...

Me vestí poniéndome de nuevo la ropa que había usado para dormir y demás y me quedé por la cocina haciendo tiempo. Cogí el café que estaba haciendo en la cafetera y se lo serví en una de las tazas antes de apagarla. Esperé y esperé... Pero acabar todo tan apresuradamente me había dejado inquieto y que tardara tanto en salir más. Caminé al final hacía el bañó y golpeé varias veces la puerta la puerta con mis nudillos para llamar- ¿Estas bien?- pregunté desde el otro lado de la puerta.

Claro que no me arrepentía ¿cómo podía arrepentirme de un polvazo así? Es que todavía podía sentir su olor en mi piel y me desarticulaba. Suspiré mirándome otra vez en el espejo, si es que tenía que empezar a hacerme cargo de mi vida. Basta de dramas, Alma, basta! Me dije casi ordenándomelo mientras me miraba en el espejo... era una pena que no pudiera darme órdenes a mi misma.
Escuché a Ben venir hacia el baño y ya abrí la puerta mirándolo. -Claro que ha sido un polvazo, ha estado increíble... Siento descarrilarme así, no es contigo, es... pues todo!.- dije con una pequeña sonrisa saliendo ya del baño. -No me hagas caso ¿Quieres tomar café también o prefieres que no?.- murmuré mirándolo a los ojos con seguridad, de verdad que no podía volver a tener un momento así de debilidad en la vida... joder, que a este ritmo agradecía tener parado el corazón o el pobre no resistiría tantos dramas.

Abrió la puerta enseguida y la escuché hablar sobre el polvo y sobre que su reacción no tenía que ver conmigo pero es que claro que tenía que ver conmigo! Era de tontos negarlo... La miré cambiar drasticamente de tema como si nada hubiese pasado y sentí que cualquier avance que hubiese podido lograr se acababa de esfumar en ese baño. - No, no me gusta aparentar que como ni nada de eso- dije con cierta resignación pensando en todo lo anterior. Yo nunca comía cosas humanas si no era estrictamente necesario. Fue hacía la cocina a por su taza y yo fui al salón a esperarla allí. Maldita sea...

-Tiene sentido, además es una pena echar a perder café que no se puede disfrutar de verdad... Pero bueno, que son hábitos que no me quito.- dije encogiéndome de hombros con una pequeña sonrisa.
Ben se fue a la sala y yo entré en la cocina un poco como automática, es lo que me pasaba cuando no podía lidear con algo. Me ponía en piloto automático y seguía como si tal cosa... cogí la parte de abajo de mi ropa interior y me abotoné la camisa. Alcé la taza de cafñe y bebí un poco antes de ir ya con la taza hasta la sala y sentarme en el sofá enfrente de él.
-¿Cómo nos conocimos?.- pregunté por conversar de alguna cosa. -Has dicho que fue en época del instituto, pero no recuerdo cuando fue exactamente que nos conocimos, cómo fué... Eso es raro, es decir. No recuerdo algunas cosas la mayoría de los últimos meses, pero luego tengo lagunas en la memoria en general...- dije pensando en eso.

Ni hice caso a lo primero que dijo del café, eran cosas que me había dicho tantas veces que me las sabía de memoria... Volvió al cabo de los segundo como si nada hubiese pasado y me dieron ganas de matarla. De verdad que podía ser fría cuando la daba la gana... Joder, si es que me sentía ahora mismo como cualquiera de sus polvos. Intenté dejar esos pensamientos a un lado aunque no se me iban del todo- Nos vimos por primera vez en el instituto aunque casi no hablamos... Nos conocimos de verdad días después en el parque-expliqué a grandes rasgos- Todavía eras humana y me diste un poco de mala espina porque enseguida me empezaste a contar historias sobre vampiros y esas cosas-dije diciendo algunas verdades de aquel día.

Comenzó a comentarme eso y sonreí, podía imaginarme eso tranquilamente. -Claro, yo... es que eso de los vampiros era mi tema favorito, piensa que hacía años que venía con todo lo de mi ex y entonces... en fin, qué poco tacto por mi parte.- murmuré con una pequeña sonrisa bebiendo otro poco de café. -Y apuesto a que te pusiste cabrón y entonces me pareciste guapísimo.- murmuré mirándolo con una pequeña sonrisa.
Podía sentir que Ben no estaba en su mejor momento, había bebido su sangre el día anterior y practicamente no nos habíamos separado los últimos dos días, pero tampoco yo estaba en mi mejor momento y sinceramente no sabía qué hacer, sólo sabía que cuanto menos drama, mejor. Volví a beber algo de café.
Sonó mi móvil y lo miré. -Es Martha!.- le dije mirándolo a enseguida y dejando el café en la mesa. "Hola" respondí sin dejar de mirar a Ben.

- Ajá, muy poco tacto por tu parte.. Te tomé por loca como hubiese hecho cualquier vampiro normal-dije sonriendo porque era la mejor forma de cubrirse las espalda. Mencionó lo de ponerme cabrón y solo sonreí, algo así había sido pero es que hablar de todo eso solo me recordaba a lo que me dolía que me hubiese olvidado por completo. ¿Y si nunca volvía a recordar todo eso? ¿Y si no volvía a recordar ese momento en que comenzó nuestra historia, ni nuestro primer beso en el puente ni nada de nada?. Me empecé a agobiar un poco yo solo y solo pude agradecer en ese momento la llamada de Martha porque ni hubiese sabido que decir. Alma contestó sin dejar de mirarme pero yo aparté un poco la mirada centrándome en la estantería de enfrente. Es que hasta eso esta diferente. Faltaban nuestras fotos, algunos libros... Era triste se mirara por donde se mirara.

"Alma, dónde estás?" dijo Martha enseguida como ladrándome. "Ya te has ido de mi casa? Deja la llave bajo el tapete de la entrada" dije sin responderle nada, no era su asunto y además no la quería cerca por nada del mundo.
Ha de haber percibido eso porque enseguida cambió el tono de voz. "Estoy preocupada por tí, ayer te fuiste muy rápido... No quiero que pienses mal de mí, necesito hablar contigo" insistió. "Estoy aún en tu casa, te espero aquí". dijo sin hacerme caso. "Te he dicho que quiero que te vayas, espero que cuando vuelva no estés ahí o se pondrá feo" la amenacé sin cortarme. Sabía que estaba descargándome con ella, pero igual se lo merecía. "Estás con Ben ¿No? Seguramente te ha llenado la cabeza en mi contra... no lo escuches, es que habla desde el rencor" murmuró. "Chau" dije y le colgué.
-Joder...- suspiré dejando caer el móvil con desgano en el sofá.