+18 Siguiendo un impulso (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Me subí al coche con intención de ir a lo de Erik, pero no sé en qué momento de mi recorrido decidí cambiar la dirección y dirigirme a la casa de Ben. De alguna manera precisaba confirmar que todo eso que Martha había dicho no era cierto... Suspiré, sin poder evitarlo estaba otra vez dejando colgado a Erik. Le mandé un mensaje "He vuelto muy cansada, paso mejor mañana. Adios".

Spoiler:

Aparqué en la puerta de la casa de Ben y estuve unos instantes en el coche, no sabía si lo mejor era entrar o no, pero un impulso me había llevado hacia allí y no iba a detenerme ahora.
Me bajé del coche y llamé a la puerta.

Fui escuchando las respuestas de Alma y deduje que Martha no estaba poniendo de su parte por marcharse. La odiaba tanto... Si es que me la tendría que haber cargado nada más llegar a casa, que al final no había sido de ayuda ni nada.- ¿Qué te ha dicho? No sé quiere ir ni nada? Tendrás que llamar a la policia al final...-dije medio de broma cuando colgó y la vi tan desganada. Es que no sabía ni porque la había dejado quedarse en su casa. La tendría que haber echado desde el principio y ya, así ahora no sería tanto lío.

Lo miré enarrcando una ceja cuando dijo eso porque era obvio que no podía llamar a la policía. -Pues no sé, pero como no se vaya la sacaré de los pelos.- dije cabreada con ella y un poco conmigo por haber sido tan tonta de aceptar que se quedara.
A todo esto ni me había comunicado con Erik, pero tampoco había llamado así que tanto no le importaba. -Sábes porqué la sheriff no me deja salir del país? Es decir, tuve que pedirle una autorización y sé que soy sospechosa en un homicidio, pero no tengo en claro de quien ¿Sábes algo de eso?.- le pregunté recordando eso y pasando un poco de Martha.

- Me gustaría ver eso- dije de broma con una pequeña sonrisa. Es que era mejor aliviar la tensión de alguna forma, ¿no? Y mejor no pensar demasiado, aunque complicado. Me preguntó lo demás y la miré un segundo dudando- Salimos por ahí de fiesta algunos de la universidad, Martha, tu, yo, Paul... y algunos chicos y chicas más, nos emborrachamos y digamos que la cosa acabó mal... Paul te intentó secuestrar y te salvé, aunque me lo tuve que cargar y enseguida fuimos los principales sospechosos...-resumí mientras pensaba en esa noche. Había sido buena en un principio con tanto juego, luego no tanto- Por suerte no tenían grandes pruebas contra nosotros aunque igualmente nos tienen un poco vigilados- murmuré mirandola un poco al final.

Me contó todo eso y me maté forzando la mente para intentar recordar alguna cosa de esa noche pero nada de nada. -Vaya, salíamos con Martha por entonces? No recordaba haber sido amiga suya nunca la verdad. Entonces es cierto que tengo que ver con la muerte del tal Paul ¿Y tú me rescataste?¿Es que eres una especie de héroe en mi vida o algo así?.- dije con una pequeña sonrisa curiosa sin dejar ya de mirarlo a los ojos, pero es que ayer mismo también me habían intentado secuestrar y por suerte había aparecido -¿Y qué rollo tienen conmigo que me quieren secuestrar¿...Joder, no hay caso, yo que me creía tan normalita, al final acabaré reconociendo que no lo soy.- dije encogiéndome de hombros un poco riéndome de mi mala suerte.

- Fue algo puntual-dije cuando dijo que si saliamos con Martha, había sido una salida tras un trabajo y ya.- Ajá, al final siempre te rescato y tu aún así sigues actuando como si hace unos minutos no hubieras tenido el mejor polvo de tu vida- dije con un poco de rencor sin poder evitarlo mientras miraba el reloj. Es que no era normal que estuviese así como si nada. Era tarde, es que nos habíamos levantado casi a la hora de comer.- No sé, es que ese tío se obsesionó contigo, sabía que eras vampira y todo, muy raro...-dije sinceramente contestando a lo Paul.

Escuché todo lo que decía pero lo único a lo que le dí importancia fue a eso del polvo y sobre todo al tono de rencor que había usado sin vacilar. -¿Porqué dices eso?¿Me estoy perdiendo algo?.- murmuré mirándolo a los ojos, cogí mi taza de café otra vez y me lo acabé de un sorbo. -¿Qué hubieras querido que hiciera?- le pregunté con una leve sonrisa porque al final no sabía qué le molestaba de mi actitud. -Oye, fue increíble, está claro que me tienes acostumbrada al buen sexo.- murmuré con picardía mirándolo. -No sé, siento que te incomoda que ande por aquí, a lo mejor tendría que irme...- murmuré tras un suspiro, me estaba costando mucho entenderlo.

¿Qué si se estaba perdiendo algo? Se estaba perdiendo toda su vida!- Si, me incomoda que estes por aquí- dije al cabo de unos instantes tras escucharla. Al final era eso, que no estaba a gusto con ella, llevábamos mas de un día entero juntos casi todo el rato y no era nada sano, menos con todo el lío que tenía Alma en la cabeza y con mis dudas constantes y mis recuerdos- Creo que ya deberías marcharte... No sé, tienes una vida, vívela-dije pensando en que definitiva quería eso, que se fuera, que decidiera lo que quería hacer con Erik, que echara a Martha, que... No sé, necesitaba sentir que tenía alguna oportunidad y si realmente elegía a Erik tendría que hacerme a un lado sin más. Quien sabe... Es que lo mismo terminaba siendo más feliz en esta nueva vida. No me estaba dando muchas opciones ahora mismo y lo mismo en el fondo era porque quería algo más con él. Dolía, pero es que contra eso no podía hacer nada. Eso de que se enamorara de otro siempre había sido un claro límite para mi.

Me soltó todo eso de un saque y me resultó bastante chocante pero no le dije nada. Asentí algo cabreada y me puse de pie enseguida para ir hacia las escaleras y luego a la habitación de huéspedes en donde había dejado mi ropa. Me quité su camisa y me puse la camiseta y los jeans que había traído. Me senté en la cama a ponerme las botas y cuando tuve que buscar la segunda recordé cómo se la había arrojado la noche anterior de broma... joder, no podía tener más lío en la cabeza.
Necesitaba irme, definitivamente y cuanto antes, más me quedaba allí más tardaba en hacerme cargo de mis cosas. Aunque odiara que me soltara esas cosas la verdad es que tenía razón. Tenía una vida, tenía que vivirla.
Bajé luego de ponerme el abrigo de chaleco con mi bolso en la mano. -Estoy lista. Ya no te molesto más.- le dije un poco cabreada todavía porque no me había gustado que me echara de su casa, ya era la segunda vez si contaba lo de la noche.

Subió cabreada las escaleras y suspiré. Si es que claro que en el fondo quería que se quedara conmigo, ¿pero qué podía hacer? No hacíamos más que darle vueltas a la misma cosa y así no arreglaríamos nada. Menos cuando la notaba tan cerrada de mente a sentir cualquier cosa por mi, así era imposible... Me puse en pie y esperé dando vueltas por el salón como un tonto. ¿Y si era peor que se marchara?. Bajó ya completamente vestida y caminé hasta ella- No seas así, no es que me molestes es solo...Que es complicado, tu no lo entiendes- dije poniéndome en su camino e impidiendo que se marchara cabreada porque tampoco era plan- Me gustas mucho Alma...-dije clavando mi mirada en la suya. Era quedarse corto con eso de que "me gustaba", pero no quería que se fuera con la sensación errónea, al fin y al cabo si no lograba estar bien con ella era porque realmente "me gustaba" demasiado para como se estaba comportando conmigo.

Ya estaba dispuesta a irme cuando Ben se metió en mi camino soltándome eso de que era complicado. Si algo me había quedado en claro luego de las últimas veintitantas horas era precisamente eso ¡todo era complicado! Ya iba a soltarle una bordería cuando me clavó los ojos mirándome sin cortarse y me dijo eso de que le gustaba mucho. Joder, condenado vampiro cabrón, ya estaba otra vez haciéndome perder el estúpido control y dejándome sin poder ni moverme. Porque eso me pasaba, ni un solo condenado músculo me respondía cuando Ben me soltaba esas cosas.

Lo miré a los ojos con intensidad, de verdad que quería devorarlo con la mirada pero había muchas cosas ahora que me asustaban y estar cerca suyo sintiéndome una niña a la que nadie le dice la verdad me estaba exasperando. Demasiado me habían mentido en mi vida, no podía seguir allí rompiéndome la cabeza y al final recibiendo como respuesta que "todo era complicado". -Joder Ben, te odio.- dije desde lo más profundo sin dejar de mirarlo a los ojos, pero sabía que no era eso. -Y también me gustas... mucho.- le dije casi a modo de reproche. -Es mejor que me vaya.- reconocí después aunque no me moví ni un poco, como si mis piernas se hubieran clavado en el suelo.

Me miró con tal intensidad que no supe si me iba a mandar a la mierda o me iba a matar a besos... Al final no fue ninguna de las dos pero cuando me soltó que me odiaba no pude menos que sonreír porque era algo taaan típico entre nosotros que me encantaba. Me dijo al final que le gustaba mucho también y la miré a los ojos sin poder apartarme de ellos, era de las mejores cosas que me podía decir tal cual estaban las cosas. Suspiré casi sin darme ni cuenta- Si... Será mejor que te vayas...-susurré, pero ella no se movió y yo tampoco. Nos miramos cerca de un minuto sin ser capaces de hacer nada más que mirarnos y al final ntes de darme cuenta no pude controlarme más y acorté la distancia entre nosotros, cogiendo su rostro y besandola enseguida después. Es que lo necesitaba... Necesitaba ese beso y la necesitaba a ella.

Sonrió cuando le dije que lo odiaba y luego mantuvo la sonrisa sin dejar de mirarme, o yo no me sabía expresar bien o él estaba mejor entrenado de lo que yo creía en eso de leer más mis actos que mis palabras... porque lo cierto es que aunque reconoció que era mejor que me fuera al final ni yo me moví de allí ni él lo hizo.
Muy por el contrario, nos quedamos mirándonos como dos idiotas sin la más mínima intención de movernos de allí, mirándonos a los ojos como intentando entender aunque sea una parte de todo ese rollo y antes de que pudiera reaccionar de ninguna manera ya Ben me estaba besando otra vez. Me quedé un segundo parada, como si no pudiera entender lo que pasaba y al instante estaba devolviéndole el beso como desahogándome, porque algo de eso ocurría, necesitaba desahogarme en su boca, lo necesitaba. Nos besamos sin cortarnos y luché contra la tentación de dejar de lado mi propósito de irme, pero al final cuando rompimos el beso y apoyé mi frente en la suya tuve que decirlo. -Ahora... Es mejor que me vaya.- susurré. -Pero voy a volver... Ben, esto no va a quedar así.- murmuré mirándolo a los ojos casi como si le amenazara y a la vez le prometiera eso desde el fondo de mi corazón. Bajé la mirada, cogí sus manos a los lados de mi cara y las saqué de allí sin volver ya a mirar sus ojos y apartándome de un vez. Cogí mi bolso y me fui a la puerta, tenía que salir de ahí lo antes posible o no lo haría nunca más en la vida.

No contestó enseguida al beso y ya estaba por apartarme y dejar que se marchara cuando empezó a responder al beso deshagando un poco su rabía en mis labios. Suspiré por eso y en cuanto nos apartamos y se apoyó en mi frente supe que se marcharía ya... En el fondo no quería que se fuera pero sabía que era lo mejor, tenía que hacerlo... Suspiré levemente y asentí ante sus palabras sin poder decir nada. Sus manos apartaron las mías de su rostro y no dejé de mirarla mientras cogía sus puertas e iba hacía la puerta. Cada paso era una bofetada porque saldría por esa puerta y ni sabía cuando la volvería a ver ni lo que sería de ella ni nada de nada... Cerró la puerta saliendo de mi casa sin mirar atrás y suspirando me volví a sentar en el sofá con el corazón totalmente mezclado. Al menos "le gustaba". Algo era algo, ¿no?.

Salí de la casa de Ben y apenas sentarme en el coche comencé a llorar, ni siquiera estaba angustiada, era que las lágrimas me salían de los ojos sin control. Todo el cuerpo me dolía y me sentía profundamente mezclada. Llamé a Erik de camino y decidí ir a hablar con él cuanto antes... no podía seguir postergándolo, al menos verlo me ayudaría a tomar una condenada decisión. Con suerte Martha ya se habría ido de casa para cuando volviera... al menos eso esperaba.