Sin esperar visita.

Recuerdo del primer mensaje :

Baje las escaleras suspirando, Aitana no estaba en casa, como de costumbre... y hacia dias que no sabia nada de Missa. Hoy estaba realmente aburrido. La eternidad se podia volver a veces muy repetitiva. Cogí un libro de la estanteria y me tumbé en el sofá despreocupadamente, con la intención de aburrirme lo menos posible.

- En realidad te has invitado tu sola...-dije levantando una ceja mientras la acompañaba hasta la puera.- Supongo que ya nos veremos... Au revoir!- la dije a modo de despedida antes de que se fuera.

Cuando se fue volví suspirando al salón, me tumbé en el sofá y volví a coger el libro de antes con la intención de leelo.