A new girl in town [Victory Valo]

-De verdad al medio de la nada nos teníamos que venir?- musite, depositando la ultima caja de ropa sobre el suelo de la inmensa casa que mis padres acababan de comprar. La idea de mudarnos de California a Fell's Churk seguía sin agradarme, pero ya no tenia mas opciones. Mi padre, con una sonrisa, me prometió que en cuanto todos los misterios se aclararan volveríamos a nuestro hogar. Mientras tanto debía aparentar ser una dulce chica de 18 años estudiante de Psicología y becada para participar del equipo de natación. Donde se encuentra la ironía en esta ecuación?. Las aguas profundas nunca me gustaron...y desde hace mucho tiempo deje de ser una chica normal.

Al parecer no eramos la única familia en llegar. Frente a casa había otro camión de mudanzas y de ella vi bajar a una muchacha no mucho mayor a mi, rubia y de ojos verdes. Si bien gracias a mi condición lupina me había vuelto una persona antisocial, mi padre exigía que mantengamos un perfil lo mas normal posible. Socializar. Eso haria. Que mejor manera de aparentar ser normal?.

-Hola. Necesitas ayuda?. Ya termine con mis cosas...- replique, acercándome lentamente a la muchacha.

Intentar mejorar mi actitud lo que fuera posible aunque dudaba de ello, la gente no cambia y menos yo, el cambio del código postal no cambiaría todos mis errores, aunque esperaba que si. Por mi padre, por eso era mejor alejarme de todas esas personas que me mal influenciaban y que mal influencie,  este lugar era perfecto para ello, solo veía árboles, personas trotando, paseando a sus perros, muy hogareñas. ¿Qué podría salir mal aquí?-Me pregunte a mí misma, suspirando tras estacionarnos delante del camión de mudanza.

–No iré a la universidad, te lo dije antes, algo hallare para entretenerme pero ese lugar simplemente no es para mí-Le sigo explicando serena, la verdad desde aquel accidente al menos mi actitud retadora había disminuido o eso parecía, volví a suspirar y lleve mi mano a mi cuello, notando que mi cadena no estaba, era de mi hermana por lo cual siempre me relajaba saber que la tenía conmigo, pero no estaba.-La deje caer…de nuevo-Le dije a mi padre alterado y sale rápido hacia la parte de atrás del camión, quizás estaba con mis maletas.

Ya atrás apresure al hombre de la mudanza para que abriera el camión de una manera impaciente, tampoco quería que me bajara las maletas, podrían cometer torpezas.-Yo lo bajo, esperece-Le exijo, dejándole ir hacia el otro camión, más la voz de una chica me distrae, haciéndome voltear por reflejo,  bajándome las mangas de mi sueter, odiaba que me vieran las vendas, la gente se ponía a pensar cualquier cosa dramática, que nada tenía que ver.-Hola. No hace falta,muchas gracias, ¿también te mudas?- Sonrió, porque era una peculiar curiosidad. –Soy Victoria-Adelante educada.