+18 Comenzando un nuevo día (Alma)

Recuerdo del primer mensaje :

Me costó horrores quedarme dormido esa noche como casi siempre y por mañana cuando abrí los ojos ya era algo tarde. Suspiré porque ni habíamos puesto el despertador para ir a la universidad ni nada, pero ni me molesté en despertarla, por un día que no fueramos no pasaría nada. Me libré de sus brazos intentando no despertarla ya que seguía acurrucada contra mi y ya me levanté y tras ponerme unos boxers y unos simples vaqueros fui hacia la planta de abajo sin molestarme ni en ponerme una camiseta y hacer algo mientras ella se levantaba.

La escuché justo cuando bajaba las escaleras y sonreí negando con la cabeza porque ni en la ducha podía estar tranquila. De todas formas fui hacia el equipo de música y puse uno de los cd´s de jazz que tenía justo al lado.

Sonreí al sentir que al rato comenzaba a escucharse algo de jazz. No era que pudiera ponerme a cantar porque ni me sabía las letras pero no estaba mal. Sonreí y continué bañándome y relajándome bastante. Tenía mucho hambre y no tenía en claro si había comida en casa o no.

Me senté al sofá a esperar a que bajara y mientras tanto saqué el móvil y llamé a Gus para ver como iba todo. Fui intercambiando palabras en francés como siempre con él mientras nos poníamos al día.

Ya salí de la ducha y enseguida me cambié. Me puse un vestido liviano de verano con flores y unas sandalias. Me até el cabello con una toalla y ya bajé secándomelo un poco mientras escuchaba el final de la conversación en francés de Ben. No dije nada para que terminara con eso y me fui directo a la cocina a ver si había o no algo de comida.

La escuché bajar y ya le dije a Gus enseguida que mejor le llamaba mas tarde para hablar con mas tranquilidad. Deje el móvil encima de la mesa y la seguí hasta la cocina...- Que guapa...-dije sonriendo ladeadamente mientras me apoyaba en el marco de la puerta y la miraba.

-Gracias.- respondí con una sonrisa mirándolo allí contra el marco de la puerta antes de volver a abrir las alacenas buscando algo de comida por allí. -Creo que más que una triste ensalada no podré hacerme...- murmuré ya separando las verduras que había dejado sobre la encimera. No le pregunté con quien hablaba ni nada porque tenía en claro que eran sus asuntos.

- Es que eres un desastre, sabes que es cosa tuya lo de comprar na comida...-dije entornando los ojos cuando dijo lo de la ensalada. Ya entré algo mas a la cocina mientras me sentaba a su lado en la encimera mientras la veía comenzar a cortar las cosas.

-Ya... sé que es cosa mía, no tienes que endilgármelo.- le dije entrecerrando los ojos porque claro que no esperaba que se encargara de comprarme la comida ni nada. -Pero algo de culpa tienes, que te sigo el ritmo y ya ves...- dije después sonriendo mientras continuaba cortando un poco todo.

- No intentés echarme la culpa de que no comas...-dije entornando los ojos y picandola- Deberías comer más, te me estas quedando en los huesos- dije picandola mientras la pinchaba las costillas con uno de mis dedos de broma.

Lo escuché y sonreí sin decir nada a lo primero y ya cuando dijo lo otro lo miré entrecerrando los ojos. -Venga, no jodas... que siempre ha sido un tema eso.- le dije un poco por contarle eso mientras seguía a la comida. -Piensa que soy más o menos así, aunque más baja, desde los 15 años... no ha sido bueno eso, siempre era demasiado flaca y me llevó lo mío acostumbrarme a aceptarme y tal.- le dije recordando un poco eso.

- ¿Bromeas?- dije con una pequeña sonrisa cuando dijo que siempre había sido un tema eso y ya me contaba todo lo demás- No puedes decirlo en serio, hoy en día es lo que se lleva, me sorprende que llevaras mal eso de estar flaca...-dije mirándola y sonriendo levemente, en mi época si que era más común que la gente de clase alta estuviera un poco rellenita, pero hoy en día los cánones de belleza eran totalmente diferentes.

-Nah, pero ahora tengo más formas... de pequeña era peor porque era pura rodilla. Pura pierna.- le dije pensando en eso. El tema era que no tenía forma de nada y me costaba rellenar un jean, una remera... lo que fuera. -Ya sé que se supone que todo el mundo quiere ser flaco, pero bueno... cuando eres adolescente también quieres pechos y esas cosas, y si encima eres alta como yo, te sientes una cigüeña no sé, no es bonito.- le dije con una sonrisa porque era un poco lo que me había sucedido durante un tiempo. -Luego ya empecé a modelar y entonces la estima se me subió algo y ya nunca más pude bajarla...- murmuré en broma al final.

Sonreí por todo eso porque ya empezaba a entender algo más- Seguro que digas lo que digas eras una cigüeña muy mona..-dije sonriendo mientras la miraba y veía como seguía cortando cosas- Y ya, ya veo que el ego se te subió mucho después, supongo que el sentirte deseada por los chicos también tuvo que ver...-dije dándolo por hecho mientras estiraba las piernas simplemente por hacer algo.

Sonreí cuando dijo eso de la cigüeña y luego todo lo demás. -Sí, supongo que tuvo que ver.- dije asintiendo porque no sabía si era tan así pero sonaba bastante lógico. -Que todo el día te diga que estás mona, que ponte más linda, que que bien que te queda esto o aquello... acabas creyéndotelo un poco.- dije encogiéndome de hombros como si fuera algo que no había podido evitar.

Sonreí porque algo así me imaginaba- Bueno pues me alegra que ya no sigas con esos complejos ni nada así...-dije sonriendo porque después de todo era lo importante.

-Nah, no soy ya ninguna acomplejada, tú tranquilo.- le dije en broma porque la verdad es que si algo había acabado siendo era precisamente lo contrario. Y no solo con mi cuerpo si no con casi todas las cosas. Acabé ya de cortar todo y lo metí en plato antes de condimentarlo y demás.

Sonreí cuando dijo eso porque ya lo tenía bastante claro- Pues yo cuando era humano estaba un poco rellenito.-comenté mientras ella terminaba su comida- Pero luego caí enfermo y en fin, que prácticamente no comía a no ser que me obligaran así que adelgacé ese par de kilos que me sobraban- dije porque en definitiva mis últimos meses no habían sido muy buenos y había dado pena verme.

-Ya... ahora me explico la cara de malito que pones a veces.- le dije con una sonrisa en broma por eso de que la enfermedad lo había echo adelgazar. -Igual por aquella época se supone que todos erais más rellenitos, yo habría sido dejada de lado en un segundo...- murmuré sonriendo. -¿Y cómo lo has manejado? Es decir, a tí te ha ido cambiando el gusto con los años o es que mantienes el gusto que tenías como humano?.- le pregunté pensando de pronto en eso.

- No te burles...-dije entornando los ojos por lo primero que dijo. Ya luego me preguntó y me quedé pensando- Supongo que he ido cambiando con el tiempo...-reconocí- Al principio me gustaban morenas, bajitas y timidas...-dije sonriendo levemente porque después de todo mi prima había sido así y ese había sido un poco mi canon- Pero luego ya me dieron mas por las rubias... Tuve también una época en la que me volvían loco las brasileñas y otra en la que solo me liaba con pelirrojas bajitas y delgaditas- dije entornando los ojos al recordar eso- Y ahora creo que me gustan todas- dije bromeando porque claro que tenía un tipo especifico que me gustaba más, pero no lo miraba tanto como antes.

-Morenas, bajitas y tímidas... wow... no sé qué hago contigo!.- le dije con una sonrisa cuando describió el estilo que le gustaba al comienzo porque era bastante lo contrario de lo que yo era. -Y ahora te gustan todas... vaya.- dije después como si eso me preocupara de verdad. Me senté ya a su lado y comencé a comer la ensalada.

- Nah, te dije que luego fui cambiando de parecer, estoy bastante convencido de que sobre todas ahora me gustan las rubias, altas y guapas ....-dije sonriendo porque quitando a Sheila las últimas novias que había tenida eran rubias, incluso Missa lo había sido, aunque en fin seguía pensando que dado el caso me podía gustar cualquiera...- Y en el fondo me encantan las francesas- dije picaramente mirandola- Tu es que no sabes aprovecharte pero con un par de palabras en francés me tendrías todo el día mirandote- la piqué medio bromeando pero era cierto, siempre me había gustado todo lo que tenía que ver con Francia, por eso mismo me había esforzado en no perder el acento a pesar de todos los años que habían pasado.

Sonreí cuando dijo eso de las rubias, altas y guapas y lo miré un segundo antes de continuar comiendo mientras escuchaba ya todo lo demás. -No es que no sepa aprovecharme, es que no he necesitado todavía decirte nada en francés para que te quedes mirándome...- lo piqué con una sonrisa alzando una ceja con picardía. -Pero no es mal dato ahora que pienso en nuestros tres días sin sexo... quizá pueda hacértelos sufrir un poco.- murmuré con malicia en broma y mirándolo a los ojos.

Sonreí un poco cuando dijo lo último- Nah, admite que estos días solo lo vas a pasar mal tu, aquí la que se cabrea cuando la dejan con las ganas eres tu, admitelo- dije picandola mientras la miraba a los ojos recordando lo que había pasado esa misma mañana y justo aquí en la cocina

-Nah, no lo admitiré porque no es cierto, no puedes decir eso... yo no me cabreo y en todo caso convengamos que tú tampoco te quedas atrás.- dije sonriendo y mirándolo porque esta misma mañana había acabado dejándose llevar unas cuántas veces. Me quedé pensando en eso... había perdido la cuenta de las veces que lo habíamos hecho hoy pero eran muchas.

Sonreí- Es que hasta ahora no he tenido motivos para resisitirme...-dije sonriendo como si solo me hubiera dejado llevar por sus caprichos auunque sabía que no era taan así.