+18 Quedando para ver una película con Hannibal

Recuerdo del primer mensaje :

Había quedado en torno a las 3 de la tarde con Hannibal en el cine. Me preparé rápido y decidí salir temprano para no hacerle esperar. Llegué a los pocos minutos y me quedé contemplando los carteles que había.

-¿Vamos a hacer un intercambio de casas? Espero que merezca la pena mi casa me encanta- dije sonriendo.

Y a mi la mía. - le dije sonriendo recordando su propuesta del día anterior. - Pero fue diea tuya y no se vale hecharse para atrás.

-Ya ya, a mi no me vengas con excusas tu lo que quieres es tirarte a Aitana- dije bromeando.

Pues si estoy empalmado justo ahora y como ya no puedo contigo me tengo que aguantar para verla. - sonreí travieso en tanto le dije aquello con un guiño.

-Hannibal no deberías decir esas cosas que luego me arrepiento de tener novio- dije mordiendome el labio.

Venga aunque te diga aquello si ya tienes novio, contrólate ó quizás sea mejor que no y estemos como antes. - dije jugando un poco con ella en plan pícaro.

Cuando me dijo eso decidí jugar un poco, acaricie su barbilla, sus labios con la punta de mi nariz subiendo hasta nariz para darle un beso en la punta de ésta sin dejar de mirarle a los ojos ni un sólo instante -Hannibal creo que será mejor que sigamos como amigos- dije apartandome lentamente de él.

Creo que si dices que no siga con esas palabras y luego me besas la nariz y empiezas de seductora para dejarme aún mas excitado es por que Salvatore no es tan bueno en el sexo. - le dije en susurro contra sus labios con picardia siguiendo con el juego, aunque me excito mucho que se acercase a mi e hiciera de nuevo aquello.

-Hannibal será mejor que no juegues con fuego o terminarás quemándote- murmuré picaramente en su oído.

No temo quemarme, por que lo haría estoy soltero; pero vale dejemos le así tampoco quiero meterme en líos con tu chico. - le saque una sonrisa, tratando de portarme bien. - Vas a queres algo ó solo platicamos.- le dije en tanto se acerco el mesero.

-¿Algo de qué?- pregunté un poco confusa porque estaba empezando a pensar mal y acababa de mirar su paquete sin ser consciente.

Al de beber. - le dije mirándola. - Oye estas bien te noto bastante sofocada.- frunci el ceño confuso recargandome en el respaldo.

-Necesito un trago de lo más fuerte que tengas- murmuré para dejar de pensar en Hannibal de ese modo.

Vale ahora vengo. - sonreí a medias, encaminándome hacia la barra y le pedí dos whiskys al barman del lugar esperando a que me los entregara, me quede mirando a Miriam unos instantes antes de girarme de nuevo y agarre las bebidas... volví con ella y le entregue la suya, sentándome frente a ella de nuevo. - estás bien.- las enti bastante acalorada.

-Si, sólo que a lo tonto me has calentado- comenté bebiendome el whisky de un trago.

Deja que te enfrié entonces, sera rápido y Salvatore no se enterara, lo juro. - le sonreí coqueto en tanto escuche.

-Joder Hannibal- murmuré cada vez más nerviosa.

Ya, vale es mejor que me aparte de ti un rato tampoco quiero ser el culpable e un futuro infarto pero conste yo te ofrecí ayuda y no aceptaste. - le comente de una manera juguetona mirandole y riéndome con sus respuestas.

-Joder- repetí cuando me dijo eso me levanté, le cogí de la mano y le llevé a los baños del local cerrando la puerta tras entrar dentro besandole.

Ya no dije nada en tanto me llevo al baño y cerro tras entrar en el paso a besarme y le correspondí en seguida sin dudarlo, pase mi mano por su hombro bajándole el tirante de su blusa para luego d deslizar mi mano por la apertura de esta tocando sus senos.

Hannibal enseguida comenzó a desnudarme y a acariciar mis pechos, en ese moemnto comencé a soltarle la camisa pegandome más a él.

Me empalme mas por su acercamiento con una sonrisa picarona en tanto la pegaba mas a mi agarrándola de la cintura con mi otra mano; volví a besar su cuello en tanto le levantaba la blusa para quitársela.

Cuando me pegó a él noté lo empalmado que estaba a través de su pantalón, me quitó la blusa antes de qutiarle su camisa y comenzar a besar y acariciar su cuerpo.

Entre besos y caricias me hundí en su cuello mientras que me limitaba de quitarle su pantalón y metí mi mano en en su braga, dándole placer en tanto mis labios se posaron en sus hombros besándolos.

Dios que ganas tenía de montarmelo con él, me arracó la ropa prácticamente de un tirón introduciendo su mano en mi ropa interior comenzando a darme placer con sus dedos. Tuvé que hundirme en sus labios para ahoogar mi gemidos mientras mis manos viajaban hasta el borde su pantalón.