+18 En París, visitando a mi abuela (Ben)

Recuerdo del primer mensaje :

Pudimos conseguir billetes fácilmente. No era siempre sencillo pero tuvimos bastante suerte. -Voy por unos cigarros.- le dije a Ben mientras él despachaba la maleta y me alejé para ir hacia una tienda. Busqué cigarros y compré unas golosinas. Seguía automática, no quería hablar, no quería pensar en nada... ni siquiera entendía porque de pronto me afectaba tanto saber que mi abuela no estaba bien... "no te lo pienses demasiado", habían sido las palabras de Ben, seguía pensando en que era algo urgente y me sentía confundida a un punto increíble.

Ya volví a Ben con las cosas, había despachado las maletas y estaba en la fila para poder abordar.

Sonreí levemente cuando me dijo eso. -Y hace cuánto tiempo que crees que vale la pena?.- le pregunté sonriendo después como si no me alcanzara con eso. No podía pensar en vivir 200 años para acabar diciendo que valía la pena.

Sonreí al ver que no la alcanzaba. Me preguntó de nuevo y la miré- Desde el primer momento, desde que abrí los ojos y vi que realmente estaba bien, que no iba a morir...-dije sin dudarlo ni un instante. Mis motivos habían sido bien distintos a los suyos, no había querido morir, siempre me había dado demasiado miedo la muerte. Despertarme como vampiros había sido de lo mejor, claro que había valido la pena para mi.

Su situación había sido bien diferente a la mía... pero de todos modos su respuesta me valió. -Espero que me pase algo así.- dije sinceramente mirándolo. -Estarás ahí para mí, verdad?.- le pregunté después sin soltar sus manos y pensando en que perdería demasiado control sobre mí misma, lo necesitaría cerca. -Será divertido.- dije al final volviendo a mirarlo.

Asentí ante lo primero porque claro que yo también lo esperaba y cuando dijo lo otro la miré- Estaré ahí para ti siempre... Durante el tiempo que quieras...-dije mirandola y teniendo en cuenta que la eternidad era muy larga, tal vez antes o después nos hartaramos... La miré- ¿Estas dudando?- dije por toda su pregunta y sin hacer mucho caso por eso de "será divertido".- Lo entiendo es decir...renuncias a muchas cosas... No podrás tener hijos...-dije entre otras muchas cosas a las que renunciaba.

Sonreí cuando respondió lo primero. -No, no estoy dudando... estoy asegurándome de saber exactamente las consecuencias que puede tener... No quiero reprochármelo después.- le dije con una leve sonrisa, por algo me había tomado tanto tiempo pensándolo. -Y no me preocupa tener hijos, no sería buena madre de todos modos, no me gustan los niños... de hecho, creo que me caen mal.- dije con una sonrisa, el último niño con quien había estado era Clark, el hermanito de Sam y había sido una de las tardes más incómodas de la vida... -No te preocupes, no dudo, de verdad... No me tomé todo este tiempo para decidir y luego echarme para atrás...- le dije con una sonrisa mirándolo y para que no se preocupara por eso.

- Esta bien...-dije cuando me comentó todo eso de que no me preocupara, claro que entendía que pudiera dudar y que tuviera muchas preguntas, lo tenía claro, pero habíamos dado muchas vueltas hasta estar ahora si y me inquietaba un poco el que pudiera cambiar de opinión. Dijo lo de los niños y sonreí porque más o menos era lo que me pasaba a mi- Querrás... No hoy, ni mañana, pero querrás...- la aseguré tomando su rostro-Y lo superaremos juntos...-susurré dandola un pequeño beso creyendo firmemente en eso. Lo había visto muchas veces, la eternidad era muy larga, antes o después terminaba jodiendo lo de no poder tener niños.

Lo miré cuando dijo eso de que querría... no podía negarlo porque la verdad es que no lo sabía, pero me bastaba con saber que estaría a mi lado si llegaba a suceder. Me puse de pié y cogí su mano haciendo que también se pusiera de pié. -No te imaginas lo que te quiero...- susurré mirándolo con una sonrisa. -Y haría cualquier cosa por tí... ahora puedo decirlo sin que me reproches la indecisión, tienes que creerme... no puedes dudar más de mí, vale?.- murmuré con una sonrisa mirándolo. Siempre había estado muy segura de eso, pero la sombra de no animarme a convertirme hacía que sonara hasta falso, ahora estaba segura de que era cierto... sabía que haría lo que fuera por Ben y adoraba podérselo decir. -Estoy completa y desquiciadamente loca por tí.- le dije sin cortarme. -Es bueno que lo vayas sabiendo... para que no te asustes luego cuando me ponga más... mmm... peligrosa.- dije con picardía al final.

Me cogió de la mano poniendonos en pie y la miré mientras decia lo primero mordiendome el labio- No me des motivos para dudar de ti...-murmuré mirandola y pensando más que nada en sus besos con otros por la discusión de antes. Claro que esto cambiaba todo pero no podía prometerla realemnte no dudar de ella con mis celos... Dijo lo demás y sonreí- Peligrosa... Me gusta, tendrá su punto- murmuré con picardía mirandola- ¿Y todo esto quiere decir que te casarás conmigo?- pregunté picandola por tanta cosa bonita que me había dicho y porque siempre se lo había dejado caer como si nada entre bromas y demás.

Sonreí cuando dijo eso de que no le diera motivos, nunca daría el brazo a torcer con eso... me parecía hasta imposible de creer que en otra época hubiéramos podido tener una relación abierta, no sabía cómo se las había aguantado considerando lo mucho que ahora le costaba hasta la tontería más grande. Sonreí mirándolo y escuchando eso de que tendría su punto y luego ya cuando dijo lo del casamiento alcé una ceja.
-Antes de ir pidiendo matrimonio por ahí tendrías que divorciarte de verdad.- lo piqué ahora yo sonriendo, sin dar una respuesta ni nada y en parte metiéndome con él por esos "asuntos pendientes " con Aitana que no acababa de cerrar.

Sonreí cuando dijo eso porque claro que no lo había olvidado, seguramente si hubiera estado realmente "libre" la hubiera molestado más con eso- ¿Te encanta siempre no darme una respuesta clara, verdad?-murmuré sonriendo y mordiéndome un labio refiriéndome un poco a todo el tema que había sido el de la conversión hasta hoy mismo- Y pensar que hace meses eras tu la que iba detrás mío y ahora es al revés... Que vueltas da la vida-dije con todo de drama y como si realmente la estuviera acosando yo todo el día con esos temás.

-Vamos, que no dije nada que no fuera cierto.- respondí sonriendo ladeadamente por eso de que no le daba respuestas claras, en verdad era cierto que no estaba libre todavía. Ya dijo lo demás y sonreí. -Nah, eres un exagerado... no vas detrás mío ni un poco, mira, que he sido yo la que acaba de decirte que haría lo que fuera por tí y que me tienes totalmente loca.- repetí como si tal cosa porque era cierto. -Siempre será así, puedes quererme y todo, pero no podrás alcanzar lo que yo te quiero... siempre luche por tí y volveré a hacerlo cada vez.- le dije acercándome y tomando su rostro con una de mis manos. No sé porqué me daba que le decía de pronto esas cosas, simplemente quería que las supiera y que las tuviera en claro.

Sonreí sin darle más vueltas a eso y fui escuchando como volví a repetirme que estaba loca por mi y eso. Me mordí un labio enseguida, sonaba tan condenadamente sincero... Seguramente siempre lo había sido pero solo ahora me empezaba a dar un poco de cuenta. Escuché el resto y suspiré cuando tomó mi rostro- No me digas lo que te quiero... No tienes ni idea...- dije cuanod dijo eso de que no podría alcanzar lo que ella me quería- Y no tendrás que luchas más por mi...-susurré tomándola de la cintura y acercándola a mi- Soy tuyo, completamente tuyo.. Me conquistaste como un imbecil... Y aquí estoy.- susurré apoyando mi frente contra la suya.

Sonreí cuando dijo eso de que no le dijera lo que me quería. No pude ni responderle que comenzó a decir lo demás acerca de que no tendría que luchar más por él, que era completamente mío. Mordí un labio estremecida, era hermoso escuchar esas palabras saliendo de su boca después de todo lo que nos había costado cada cosa. -Mejor así.- murmuré cuando apoyó su frente en la mía. -Mejor que no tenga que luchar, es agotador...- susurré en broma sonriendo porque en parte siempre habíamos estado al límite con todo y agotaba, pero a la vez era lo que le daba a la relación esa vida única que tenía. Suspiré feliz, como si estuviera ahora mismo bien segura de que nada podría con nosotros, podíamos poner las reglas, inventarnos lo que fuera, podíamos ir y venir millones de veces, al final siempre sobreviviríamos.

Sonreí porque claro que era agotador. Suspiré- Pero no te confíes...-añadí un poco de broma antes de suspirar y quedarme ya callado mirándola sin saber ni que decirla, habíamos pasdao por muchisimas cosas y aquí estabamos... No podía ni creerlo.

-Nunca me confiaré, descuida... contigo es imposible bajar la guardia.- dije sonriendo y me acerqué ya a besarlo porque no me resistía, me quedé con su labio entre mis labios jalándolo hacia mí. -Pero me gusta eso... es una de las cosas que me gustan de tí.- dije mordiéndole el labio y suspirando como una gilipollas, me sentía demasiado enamorada, demasiado capáz de hacer la más ibvia de las tonterías, solo por él.

Sonreí por eso pero enseguida se acercó a mis labios y los abrí de inmediato, recibiendo su lengua en mi boca, siguiendo ese beso sin cortarme para nada hasta que se quedó sin aire- ¿Una de las cosas? ¿Qué más te gusta?-murmuré mordiendo su labio y aprovechando ese ataque de sinceridad que estaba teniendo, me encantaba escucharla decir todas esas cosas después de todo lo que había pasado.

Me besó enseguida hasta que no pude continuar porque me faltaba aire y me preguntó eso ni bien nos separamos. -Me gusta que siempre sepas qué responder...- dije enseguida. -Que seas tan impenetrable por momentos y tan transparente por otros...- murmuré apoyando ahora yo mi frente en la suya. -Que seas capáz de enloquecer en un instante, de amor, de odio... que no seas capáz de esconder lo que sientes... que no te molestes en esconderlo.- sonreí en un suspiro. -Me gusta como besas, como me tocas, como me haces el amor... me gusta como te siento al tacto, como se enciende cada centímetro de tu piel.- dije tomando sus manos y entrelazándolas con mis dedos. -Adoro como sonríes, como me desafías, como te escondes a veces y como otras veces te dejas al descubierto....- suspiré y volví a besarlo. Ni siquiera lo pensaba, pero sabía que podía decir cosas que me gustaban de Ben durante horas... lo había estado observando de cerca y adoraba cada cosa de él.

Esperaba que me dijera una cosa o incluso dos... Pero en cambio empezó a decir una cosa tras otra mientras se apoyaba en mi frente- Alma...-susurré en parte conmovido por todo eso porque no me lo esperaba. Entrelazó sus dedos con los míos y me besó en el acto. No sepamos tras unos instantes y la miré de nuevo, me daba cuenta de lo jodidamente enamorada que estaba y era una sensación asombrosa, no podía ser más feliz- Eres...joder, nunca nadie me ha dicho esas cosas- reconocí suspirando muy cerca de ella- Te quiero... Te amo más que a nada... No me dejes nunca....-susurré casi sin darme ni cuenta besandola una vez más antes de quedarme con su labio entre mis dientes

Sabía que lo estaba dejando totalmente desorientado con todo eso, pero me divertía descubrir la poca fé que parecía tener en mis palabras de siempre. Si decía que lo quería, era porque era cierto. No iba tatuándome el cuerpo con cualquier tontería... parecía mentira que se sorprendiera, por eso me descolocaba que desconfiara de mí algunas veces... Mordió mi labio y suspiré. -No me des razones para dejarte y no lo haré.- murmuré recordando una respuesta suya de hacía un rato. -Y no es posible que nadie te haya dicho estas cosas... Venga, no me vaciles.- murmuré, muchas chicas, incluso vampiras lo habrían conocido más que yo... no era posible que yo le dijera esas cosas primera que nadie. -Y a tí? Qué te gusta de mí? Y no tengas miedo... no espero que estés tan inspirado como yo... siempre fui buena con las dedicatorias, es un talento natural.- le dije ya en broma metiéndome un poco con él y recordando la dedicatoria del libro que le había dado como despedida.

- Intentaré no dartelas...-susurré ante eso de las razones y sabiendo que en parte lo decia porque yo la había dicho algo así. Después se burló un poco y entorné los ojos porque no era fácil reconocer que no me habían dicho excesivas cosas nunca- Si me han dicho alguna cosa, pero no todas juntas... No sé eran otro tiempos...-dije porque ya se llevaba más la igualdad y demás pero antes las chicas eran mas timidas y también nos tocaba a nosotros eso de decir todas las cursilerias para que confiaran en nosotros. Dijo también que la dijera lo que me gustaba de ella y me aparté de su boca para poder mirarla a los ojos- Me gustas tu... Entera- dije sonriendo antes que nada- Tu forma de sonreir, tus perfectas piernas y por supuesto el sonido de tu corazón...-susurré llevando una mano mía a su pecho- La manera en la que pierdes el control, tu picardía, tu espontaneidad y tu seguridad en ti misma...- fui diciendo bajando la mano en una caricia hasta su cintura- Tu manera de mirarme tras hacer el amor, tus besos... tus gemidos...-fui diciendo sin apartar mis ojos de los suyos- Y sobre todo tu persistencia...-murmuré porque aunque al principio me había molestado ahora que estabamos juntos sabía que si ella no hubiera empezado luchando por mi ahora mismo no estaríamos juntos aquí.

[off: Ya me voy, bye! ]

Lo escuché decir eso de que intentaría no darme razones y sonreí porque no esperaba otra respuesta. Ya dijo lo demás sobre eso de que no le habían dicho cosas así todas juntas y demás... en fin, no podía decir nada al respecto, él sabría mejor que yo eso. Así que me encogí de hombros aceptándolo.

Ya comenzó a decir después lo que le gustaba de mí y sonreí enseguida que dijo eso de que le gustaba "entera"... No esperaba que me dijera muchas cosas, en parte por eso le había aclarado esa tontería sobre estar inspirada, así que me pillaron por sorpresa las cosas que comenzó a enumerar. Puso su mano en mi pecho y cuando fue bajando y diciendo todo eso no pude evitar sonreir, era realmente hermoso escucharlo decir cosas como esas, no podía disimular lo feliz que me ponía todo eso. Cuando dijo lo de mi persistencia alcé la vista mirándolo. -Soy la típica niña pija, rebelde y caprichosa... tú lo has dicho, a caprichos no me gana nadie.- dije sonriendo en broma por eso de la persistencia y como si fuera cosa de un capricho. Pasé mis manos por detrás de su cuello. -Te amor Ben. Y seguiré haciéndolo mientras lata mi corazón... y después.-

[off: Ok! Bye ]

Sonreí cuando dijo eso porque la había descrito así mucha veces y la verdad es que me parecía totalmente cierto por mucho que se picara con eso.- Cierto a caprichos no te gana nadie...-dije sonriendo y acercandola algo más tomandola de la cintura mientras me dicía lo demás- Y yo... ahora y cuando tu corazón deje de latir...-la aseguré mirandola a los ojos en parte por eso que acababa de decir de que me gustaba el sonido de su corazón, eso no cambiaría nada- Te amo, y espero que nunca dudes de eso.... -dije con una pequeña sonrisa porque era totalmente cierto.

Dijo todo eso y volví a sonreir sintiendo como precisamente mi corazón se aceleraba, no podía creer que ya estaba adicho, me sentía liviana... como si de verdad me hubiera quitado de una vez la carga de una gran decisión. Mordí mis labios mirándolo y luego lo besé una vez más sin cortarme.
Allí de pié al lado de la mesa del comedor de su casa en París, acababa de decir que no dejaría de quererme... parcía un sueño, pero no lo era... sabía que daría vuelta el mundo si fuera necesario, pero no me separaría de él, me pertenecía. Por primera vez me animaba a creer profundamente en sus palabras y por fin sentir eso.

Me besó de nuevo sin decir nada y suspiré enseguida pegandola algo más a mi para tener completo acceso de su boca y así poder besarla como me diera la gana. No podía estar más feliz ahora mismo, de verdad esperaba que nos fuera bien, nos lo mereciamos después de todas las cosas por las que habíamos tenido que pasar para estar juntos.

Enseguida nos pegamos más y comenzó a besarme sin cortarse, como solo él sabía hacerlo... Me dejé llevar por sus labios y su boca, jugando con mi lengua pausadamente, sintiendo como iba cada vez más respondiendo al ritmo que marcaba. Por momentos me separaba para tomar aire y enseguida volvía a sus labios, besándolo con dedicación mientras mis manos acariciaban su espalda jalándolo más hacia mí.