Casualidades|| Alma

Recuerdo del primer mensaje :

El día estaba despejado y a pesar del sol había neblina por lo que no encontré mas problema y ya cambiándome de ropa por algo mas casual, salí del escondite de siempre, sabia que tenia que buscar un lugar mas decente para vivir pero no veía caso al estar de un lado a otro del país, me coloque el sombrero de siempre luego de haberme peinado un poco con las manos, cargue la mochila y fui directo a uno de los bares como esperando probar suerte y conocer a mas personas aunque no me quejaba las pocas que conocía eran agradables en muchas formas a pesar de que solo eran humanas, ingrese en el establecimiento al llegar y con lo despistado que iba no me di cuenta que había chocado con alguien. -Disculpa. - dije apenado al observar a la chica frente a mi.- ¿Te encuentras bien?.

Lo escuché decir eso de ser románticos y sonreí levemente pero ya no dije nada, a mi modo sí que era muy romántica. Y Ben también lo era así que estaba acostumbrada a eso de la galantería... Era demasiado pasional así que no me tomaba las cosas con frialdad, por eso mismo había llegado a casarme incluso como un gran gesto romántico hacia Ben. Es que, desde que recordaba, solía enamorarme perdidamente de alguien, hasta perder el hambre o el sueño, pero eran más caprichos que otras cosas porque tan pronto me enamoraba, tan pronto me desenamoraba. -Soy muy romántica, no pienses que no... y si estoy en una relación, estoy allí y lucharé por eso. No creas que no me importan las relaciones... Siempre he tenido amores así, complicados e intensos.- dije pensando en eso.
Seguimos bailando y me contó lo de su chica, asentí... era lo importante que hubiera aprovechado mientras pudo. Dijo ya eso de la amiga guapa que bailaba con él y sonreí levemente mientras continuábamos moviéndonos.

Yo.- la observe corrigiendo lo dicho.- no quise insinuar que no lo seas pero te vez mas seria de lo que aparentas.- comente realmente no pretendía decir que no sea romántica pero sus palabras me hicieron pensar que si, aprobe sus palabras al asentir luego que la oi decir que luchará por su relación.- Hazlo... de ahora en adelante vas a ser feliz.- respondí oyendo la música y a ella pero como no obtuve respuesta solo se dedico a menear la cabeza en plan de afirmación y lanzar una sonrisa luego que elogie.- Donde aprendiste a moverte asi bailas excelente.- le guiño pícaro.

Lo escuché decirme aquello primero y sonreí asintiendo... luego ya dijo lo demás, sobre la manera en la que bailaba. -Siempre me ha gustado bailar, así que supongo que es eso... Tú no lo haces nada mal tampoco.- dije sonriendo y mirándolo.

Asentí luego de escuchar.- el paso de los años a sido mi propio maestro.- me encogi de hombros un momento y despues me sumi en un silencio ascendiendo mis manos por su espalda en suaves caricias.

Dijo eso y sonreí asintiendo porque seguramente fuera cierto que al fin y al cabo el tiempo, el haber vivido tanto le hubiera enseñado muchas cosas, entre ellas a bailar.
Comenzamos a movernos y sentí sus manos por mi espalda, acariciándome levemente, no dije nada y me fui entregando a ese ritmo. Me gustaba como se sentía hacer eso así que me fui dejando llevar en silencio. Sonriendo cada poco y disfrutando de su compañía.

Horas despues al terminar las canciones nos dirigimos a la barra por unos tragos, le pregunte o comente algunas veces.- Te gustaría salir y divertirnos un rato.- le guiñe antes de levantarme de la butaca mirando la hora en mi reloj, se que ella captará el mensaje dado que el guiño malvado daba a entender que iba a cazar, tenia sed y Alma estaba en las mismas pues sus pupilas se vieron rodeadas con un matiz rojizo además que nuestro cuerpo erguido y rígido de pronto el olor a sangre nos llego al inhalar aire.

Seguimos bailando por un rato hasta que me dijo eso mirándome a los ojos y no hizo falta que aclarara nada, era evidente que se refería a ir a cazar y nomás pensar en ello ya me causaba hambre de verdad. -Me encantaría.- asentí aunque ni hacía falta con una enorme sonrisa mientras notaba como la sed de sangre me invadía, ya se notaría hasta en mis ojos. -Vamos, te sigo. Que tú eres el de la experiencia aquí y tengo ganas de aprender.- susurré con picardía antes de pasar muy cerca suyo y cogerlo de la mano rumbo a la puerta.

Nos dirigimos a la salida del establecimiento y continuamos el camino dejándonos llevar por nuestros instintos, la oscuridad de la noche invadía las calles gire un poco el rostro a ella observandola mi sonrisa se explayo y luego desapareció.- supongo no te gustan las presas fáciles asi que podemos ir a un lugar público y comenzar la diversión, me gusta tener espectadores.- admiti pícaro antes de seguir el paso y mantener la cabeza fría, nos dirigimos a uno de los pequeños restaurant's y esperamos un rato mirando por la ventana a las personas sentadas.- Bien... comencemos.- le dedique un guiño y enseguida me infiltre al lugar por la entrada seguido por ella.

Asentí cuando me dijo eso, no me gustaba llamar la atención y eso de los espectadores tampoco me convencía, pero sin duda prefería que las presas no fueran fáciles. Ya había tenido que "luchar" alguna vez por la comida y había que reconocer que sabía mejor cuanto más costaba conseguirla. Lo seguí al pequeño restaurante y entré detrás de él, expectante para ver qué hacía. Al fin y al cabo él era quien tenía cientos de años de experiencia...