Casualidades (Benjamin)

A penas llevaba unas semanas en Fell's Church y aún no me había acostumbrado a aquel lugar. No obstante, a pesar de eso, me estaba gustando mi estancia allí. De repente, mi estómago rugió pidiendo algo de alimento. Suspiré. Últimamente me era más difícil controlar mi sed de sangre.
Me dirigí hacia la plaza comercial y entré en una tienda. Intenté pasar desapercibida, así que observé unos instantes unos pantalones y finalmente los cogí. Cuando iba a entrar al probador, alguien llamó mi atención; un chico moreno. Le miré unos instantes esbozando una pequeña sonrisa. Después bajé la mirada.

Ese día como de costumbre no tenía nada que hacer, había estado en casa aburrido y había decidido al final salir a dar una vuelta. Necesitaba algo de ropa así que no me parecio para idea ir a la plaza comercial e ir a alguna tienda. Entré en una de ellas en la que solía encontrar ropa de mi estilo y estaba mirando justo un pantalón gris cuando sentí como una chica me miraba. La miré y le sonreí también un segundo mientras la miraba sin cortarme. ¿La conocía ya de antes? No me sonaba para nada, tal vez fuera nueva... - ¿Te conozco?- la pregunté cuando paso por mi lado rumbo a los probadores sin cortarme para nada.

Me quedé sorprendida cuando al pasar por su lado me habló. Había sido tan inesperado, que dejé caer inconscientemente los pantalones que iba a probarme al suelo. Cuando reaccioné, los recogí rapidamente, escondiendo mi cara, ahora más sonrojada por la verguenza, entre el pelo.
-Hmm...-carraspeé aclarándome la garganta y pensando mi respuesta-Probablemente no, no llevo mucho tiempo aquí. Soy Nivole-instintivamente le tendí la mano como saludo.

La chica dejó caer los pantalones al suelo que tenía en la mano y le sonreí con mi mejor sonrisa cuando se sonrojó, me encantaba que las chicas hicieran eso- Ya veo...-comenté cuando dijo que no llevaba mucho aquí, no me extrañaba, no me hubiese olvidado de una chica como ella- Yo soy Benjamin pero aquí todos me llaman Ben- comenté mientras estrechaba su mano a modo de saludo. Sonreí y retuve su mano un poco mas de lo necesario antes de conocerla- ¿y por qué has venido a Fell´s?- pregunté ya que no era una gran ciudad ni nada parecido.

Retuvo mi mano unos instantes, lo suficiente para que el color rosado de mis mejillas resaltase de nuevo; entoces retiré la mano y me intenté poner algo más seria, cosa que no me estaba resultando fácil. -Si dijese que es una historia larga mentiría-esbocé una sonrisa-No me convence la idea de estar mucho tiempo en un mismo lugar, por eso siempre estoy viajando-suspiré-Tú pareces llevar tiempo aquí, ¿qué te hizo quedarte?

Sonreí por lo sincera que era, al menos reconocía que no tenía una gran historia que contar- Ya veo... Entonces no te quedarás tampoco mucho, ¿no?- pregunté medio bromeando por eso que decía de no estar demasiado en un sitio- Yo... No sé, ya llevo un par de años aquí y no sabría decirte porque me he quedado- dije sinceramente sin tenerlo muy claro- Supongo que me han pasado demasiadas cosas buenas como para irme- también me habían pasado malas pero eso era lo de menos, ¿no?.- ¿Te ibas a probar eso?- dije señalando lo que tenía en la mano ya que parecía que la había interrumpido.

-Todavía no sé cuánto tiempo estaré por aquí. A decir verdad nunca sé qué voy a hacer hasta el último momento-dije esbozando una pequeña y cálida sonrisa.
Con aquella charla me había olvidado completamente de cuál era mi objetivo en esa tienda, hasta que él me lo recordó al hacer mención a la prenda que tenía entre mis manos-Ehh..Yo...-vocalicé algo nerviosa-No. Verás... Era una excusa para poder alimentarme sin causar jaleos. Me gusta ser discreta, al menos en estos temasagaché la cabeza escondiendo una leve sonrisa.

- Es lo mejor eso de vivir al día a día sin planear nada- dije sonriendo ante lo primero que me dijo. Después contestó ya a mi pregunta y reí mirandola, no era un mal método para nada ahora que lo decía- Es un buen método, me lo apuntaré para la próxima- dije medio de broma, pero era cierto que lo probaría alguna vez- ¿Y en qué no te gusta ser discreta?- pregunté también un poco en broma por la forma en la que lo había dicho, era normal querer ser discreto en esto de la sangre, nadie quería que descubrieran que uno mismo era vampiro.

Me quedé pensativa ante su última pregunta. Tras un breve silencio contesté-como no suelo planear nada, tampoco tengo en cuenta las consecuencias que pueden tener mis acciones, por lo que... No suelo ser discreta con nada-sonreí-Me gusta que sólo sepa yo lo que hago, pero si se enteran me resulta indiferente.
Dirigí la vista unos instantes hacia los probadores-Oye, ya que has dicho que te lo apuntarías para la próxima vez, ¿por qué no probar mi método ahora?-dije mordiéndome el labio inferior. Mi tono de voz había sonado como una broma, pero ciertamente no lo era del todo; tenía hambre.

Sonreí- Yo soy igual, pocas veces miro las consecuencias que pueden tener mis acciones, soy muy de dejarme llevar- dije sinceramente, en eso nos parecíamos bastante. Después me propuso probar ese de los probadores ahora y sonreí, sobre todo al ver como se mordía el labio- Vale, no suena mal... Y sinceramente tanto hablar de esto ha hecho que me entre hambre- reconocí con una sonrisa ladeada, y después de todo ahora también me habían dado ganas de probar eso.

Sonreí al ver que aceptaba. Era la primera vez en mucho tiempo que iba a alimentarme con alguien. Sonaba como una tontería, pero todos estos años había sido igual que un si un humano cenase o almorzarse solo siempre; por lo que me alegré al oír su respuesta. -Es fácil, cógete algo de ropa para pasar desapercibidos. Yo elegiré mientras a la "víctima" y al probador. Estaré asomada para que me veas cuando vengas.
Puse mi mano en su hombro y seguí hacia delante, entrando en la zona de probadores.

Me explicó que entaría ella antes para decidir victima y probador y asentí antes de verla entrar. No tenía tiempo que perder así que me fui hacía la sección de chicos para no levantar sospechas y cogí la primera prenda que encontre, que resulto ser una camiseta roja un poco fea pero bueno. La cogí y fui hacía los probadores para ver si veía a Nicole asomada por allí.

Observé con cautela cada uno de los probadores, hasta que finalmente me decidí por el penúltimo. Abrí las cortinas y me apresuré a taparle la boca a la chica rubia que estaba allí. Clavé mis dientes en su cuello, bebiendo de ella lo suficiente para dejarla inconsciente, pero sin matarla. Después la senté de espaldas al espejo, apoyándola en él. Limpié la comisura de mis labios con la lengua, eliminando cualquier evidencia de sangre, y me asomé para ver si estaba Ben. Entonces, vi un rostro que me resultaba muy familiar, demasiado. "Mierda", pensé.
Salí corriendo del probador, mezclándome entre la gente de la tienda. No vi venir a Ben y me choqué de frente con él. -Tengo que salir de aquí, tienes que ayudarme por favor-dije mirando atrás.

Vi a Nicole pero para mi sorpresa salió corriendo hacía mi sin verme en realidad y la sujete cuando chocó contra mi- ¿Qué?- dije enseguida bastante desconcertado al escuchar sus palabras. Pero la vi tan alterada que no pude evitar sacarla de allí como me había pedido.- Vale, tranquila, ven- dije cogiendola enseguida de la mano y saliendo a toda prisa de la tienda, esquivando las perchas de ropa y a la gente que andaba por allí.

Actuó rápidamente ante mi petición, más incluso de lo que me había esperado, y me sacó de allí. Si mi corazón palpitase, seguramente en ese momento iría a más de cien por hora. Cuando salimos Ben se detuvo, pero tiré de él para alejarnos un poco más. Una vez que estuve segura de que me había perdido de vista aquel individuo, le solté la mano a Ben y me senté en un escalón.
-Menos mal-pensé en voz alta-Hmm... gracias.

Salimos de allí y me paré un poco tras salir de la tienda pero ella en cambio tiró de mi mano y me llevó más allá, hasta quedar cerca de unas escaleras apartadas de la vista de todo el mundo. Se sentó y la miré cuando me dio las gracias- Ya... No te preocupes, no pasa nada- dije encogiéndome de hombros, me había cruzado con tanta gente rara desde que llevaba en Fell´s que ya nada me sorprendía realmente, esto casi que era lo de menos- ¿Vas a explicarme lo que ha pasado?- la pregunté mientras me sentaba a su lado buscando saber porque había querido irse así de golpe tan alterada, pidiendo mi ayuda y todo.

Fruncí el entrecejo mientras mordía suavemente mi labio, pensando en la manera más clara de expresarme. Después le miré y le dije-¿Te acuerdas cuando dije que no era una larga historia? Hmm... Bien, mentí. Me mudé a Fell's porque me perseguían-me callé bruscamente unos instantes. Después decidí contarle mi historia, al menos una parte-Verás, he vivido sola la mayor parte de mi vida, hasta que encontré a la persona que me convirtió. Fue la primera vez que dejé que alguien me conociese completamente. Pero, le asesinaron-suspiré-Después de eso, mi único propósito era encontrar al culpable y hacerle lo mismo. Le hice pasar por lo mismo que pasé yo, y maté a un ser querido suyo que él mismo había convertido. Parece que mi regalo no le gustó-sonreí irónicamente-Y ahora me ha encontrado, fin de la historia.
No sabía si había hecho bien en contarle aquello, pero desde luego, se merecía una explicación. No obstante, no me gustaba la idea de que pudiese sentir pena por mí, porque ni siquiera yo la sentía.

Enarqué una ceja cuando dijo que me había mentido y que no era precisamente una historia corta... En fin, tampoco me importaba. Nos acababamos de conocer, era normal que no fuera a ser sincera conmigo enseguida. Me fue contando su historia y la miré- Lo siento- dije sin sentirlo realmente, apenas la conocía y me costaba mucho sentir empatía con la gente. Al menos tan rápido... Pero bueno que nada me impedía ser cortes y decir ese "lo siento"- Y obviamente veo que no le gustó nada de nada tu regalo, cosa normal si lo piensas- dije medio bromeando y con una sonrisa- Aunque no creo que sea el final de la historia... Es decir... Algo tendrás que hacer, ¿no?- pregunté porque no le podría estar esquivando toda la vida. Antes o después la pillaría.

Levanté el dedo índice y despegué mis labios para decir algo, pero finalmente acabé sonriendo. Si algo me caracterizaba era mi positividad y mi gran sentido del humor -¿Qué pienso hacer? De momento me iré a tomar algo, porque todo este asunto me ha dado sed-bromeé-No, el día que no pueda evitarle más, le mataré o me matará, pero hasta entonces tengo que hacer muchas cosas todavía-me encogí de hombros esbozando una pequeña sonrisa de complicidad.

Me reí sin poder evitarlo cuando dijo eso de irse a tomar algo ahora mismo- Esa es la actitud, para preocuparse por los problemas siempre hay tiempo -dije con una sonrisa y encogiéndome de hombros.Tenía razón, suponía que uno al otro se tendrían que matar antes o después pero bueno tampoco se tendría que preocupar por eso ya mismo, ¿no?- ¿Quieres que vayamos a tomar algo entonces?- dije invitandome yo mismo un poco a eso. No me había mencionado en su plan de ir a tomar algo pero si había algo que me sobraba era mucho morro.

Me reí al oír como se incluía él mismo en mis planes, pero a fin de cuentas, me sentía cómoda con él -Hay algo que no sabes de mí...-me callé unos instantes para sembrar el suspense. Quería preocuparle un poco, pero mi sonrisa me delató, así que terminé la frase-Soy la persona con más antojos de todo el mundo, y ahora tengo antojo de tener un helado en mi mano y en la otra mano una copa de anís-sonreí empujándole por la espalda para que comenzase a andar.

Enarqué una ceja esperando a ver que “no sabía de ella”. Al final habló y sonreí sin poder evitarlo- Bueno eso se puede arreglar- dije sonriendo y riendo cuando me empujó ligeramente de la espalda. Comenzamos a andar y la miré- Vamos si quieres primero por el helado y luego conseguimos tu copa de anís- la dije con un guiño dispuesto a que cumpliera sus antojos.

Le miré sorprendida, tal vez porque no esperaba a que dijera que sí a mis caprichos. Sonreí victoriosamente, girando la cara para que no me viera.
Tras unos instantes andando con las manos metidas en mis bolsillos, le agarré del brazo para detenerle y señalé el cristal lleno de helados. Me entusiasmé como una niña pequeña y le miré sonriendo sin poder evitarlo. Una vez dentro dije -Quiero un helado de hmm... oreo y si puedes con un poco de ese de kinder-señalé otro recipiente-Y también con un poco de ese de allí de canela-me acerqué a Ben y le susurré-Pide tú también o acabaré con los helados yo sola-reí.

Caminamos un poco pero después enseguida reí sin poder evitarlo cuanto tiró de mi brazo y me guió hacía una heladería- Eres como una creía- dije metiéndome un poco con ella medio de broma. Esa chica tenía mucha energía y eso me estaba encantando. Entramos dentro y fui mirandola mientras pedía- Tienes suerte de no poder engordar- dije sonriendo por eso de ser vampira y ante todo lo que había pedido- Yo quiero uno... De stracciatella- me pedí yo simplemente.

-¿Acabas de llamarme cría?-enarqué una ceja escondiendo una sonrisa. Metí el dedo en mi helado, manchándole acto seguido a él la nariz-Ahora sí que puedes llamarme cría con razón-reí al ver lo gracioso que estaba con el helado en la nariz. Fui hacia el servilletero para coger una servilleta. Con la otra mano probé el helado. "Hmm..", dije para mis adentros; estaba buenísimo. Le tendí la mano en la que tenía la servilleta para que se limpiase; después de todo no era tan mala-Me caes bien-dije mientras me encogía de hombros.